martes, 26 de noviembre de 2013

capitulo 35

Debí de haber bebido mucho la noche anterior porque cuando me levante no sabía ni en la habitación que estaba. La de Miles no era y estaba casi segura que la de Cassie tampoco, me daba miedo levantarme y encontrar a algún extraño desnudo en el servicio. Definitivamente no podía beber tanto.

-          La bella durmiente ha despertado
-          Buenos días

No recordaba nada de lo que había pasado la otra noche pero ver a Miles allí me tranquilizo un poco. Seguramente había perdido la tarjeta de mi habitación o a saber, al menos sabía que no me habían dejado dormir en el pasillo. Una alma caritativa se apiado de mi y aunque quizás se aprovecho de mi cuerpo me permitió dormir en su habitación.

-          Estabas tan perjudicada que no se te ocurrió otra cosa que romper tu tarjeta y la mía. Monique y Cassie han dormido juntas para no dejarnos en la calle

-          Es la habitación de Cassie?
-          La de Monique –respondió sentándose a mi lado y acariciando mi espalda- que tal has dormido?
-          No me acuerdo de nada pero por qué no estamos desnudos?

No lo preguntaba de broma, ver que aun seguía con la camiseta puesta de la noche anterior y él estaba completamente vestido me sorprendía. Miles no podía ser tan bueno y no haber hecho nada con una chica muy borracha.

-          Si quieres me desnudo ahora mismo
-          Si quieres…

Con una sonrisa y un pequeño beso supo que no lo decía en serio, el día que estuviéramos listos para hacerlo tenía que ser porque nos queríamos, no porque estuviera borracha o en una habitación a solas con él. Por el momento lo único que iba a hacer iba a ser darme una ducha y bajar a por una nueva tarjeta a recepción. Aun quedaba trabajo que terminar y en esa habitación no podía hacerse.

Aunque apenas tuviese tiempo tenía que llamar a Max, era lo correcto y el mas que nadie se merecía que le diese las gracias por el detalle que había tenido conmigo.

-          Apenas te entiendo. Saliste de fiesta anoche?
-          Salí a cenar y luego estuvimos en el hotel celebrándolo. Me encanto el ramo de rosas, muy bonito
-          Solo eso?
-          Si Max, solo eso

Sabia como estaban las cosas y era mejor dejarlo así antes de volver a discutir.

-          Cuando vuelva a NY quedamos un día y así veo a Buddy. Ahora te tengo que dejar que tengo mil cosas que hacer
-          Te echo de menos
-          Adiós Max

Solo sabía hacerme llorar, al menos eso fue lo que consiguió después de decirme que me echaba de menos. En cuanto estaba bien con Miles volvía a aparecer y de alguna forma conseguía hacerme sentir mal por haber terminado con él. Todo el mundo sabía lo buen chico que era y a cada oportunidad que tenían me decían lo que había perdido, lo que no entendían era que mis sentimientos habían cambiado y ya no lo veía como tal. El día en que Max encontrase a otra chica, por fin dejarían de recordarme continuamente lo que no tenia.

-          Em, soy Miles. Tenemos que bajar a las entrevistas –dijo desde el otro lado de la puerta-

Me limpie las lágrimas e intente aparentar que no había llorado pero en cuanto le abrí la puerta supo que algo había pasado. O lloraba o me dedicaba a besarle, parecía que no había punto intermedio en nuestra relación.

-          Eres preciosa, una gran actriz, me tienes a mi… no entiendo como aun no te das cuenta de lo afortunada que eres. Hay millones de personas que matarían por estar en tu situación
-          Divorciada y con tu ex dándote problemas a todas horas? No sé que tengo que hacer para que deje de quemarme la cabeza cada vez que hablo con el
-          Dile que estás conmigo
-          Miles… -me miraba tan serio y convencido de lo que decía que me daba pena responderle lo que estaba pensando- no llevamos ni un día juntos

Puede sonar a típica escena de película de Hollywood pero después de una larga mirada los dos nos lanzamos ansiosos a la boca del otro. Cassie lo dijo una vez y no se equivoco en nada, entre nosotros dos había demasiada tensión sexual no resuelta y en algún momento teníamos que liberarla.
Si ya estaba afónica antes de estar con él después del ejercicio que acabábamos de hacer y los gritos que había metido iba a estar sin poder hablar toda una semana; una autentica locura que mereció la pena después de toda la tensión acumulada.

-          Que miras?
-          A ti –respondió entre risas- Me alegro de haberte conocido
-          Por el sexo, no me digas mas
-          No, eso solo ha ayudado un poco. Entre que me haces reír y lo que acabas de hacer ahora definitivamente eres la mujer de mi vida
-          Ahora pídeme matrimonio y ya sabes lo que voy a responder

Tenía que darle una oportunidad a ese gran chico. De no ser porque Max aun seguía en mi cabeza, todos y cada uno de los momentos que pasaba a su lado eran increíblemente buenos y divertidos. El sí que podía ser el hombre de mi vida, solo hacía falta quitarme todas esas quemaduras de la cabeza y por fin estaría al 100% para estar con él.

-          Emma estas lista?
-          NO NO. Estoy vistiéndome, ahora salgo

Si Cassie se enteraba que aun seguía en la cama, desnuda y con Miles me iba a matar. Se me había olvidado por completo la hora que era. Tenía que vestirme rápido y de paso intentar que nadie se enterase de lo que acaba de pasar en esa habitación.

-          Pregúntale por mí, así no sospecha –dijo Miles casi susurrando-
-          Cassie has visto a Miles? Creo que tenemos que bajar juntos
-          Estará preparándose. Voy bajando a ver si los veo vale? Te espero en la entrada, no tardes

Menos mal que se iba porque si no, no tenía ni idea de que hacer.
Nos vestimos a la carrera y aunque llevásemos el pelo medio revuelto bajamos hasta la entrada del hotel, allí supuestamente diríamos que habíamos coincidido por los pasillos algo que muy poca gente creería.

-          Controlaros porque se os ve el plumero. No sé si es peor la voz que tiene Emma o los pelos que tienes tu –dijo mirando a Miles- Adolescentes hormonados es lo que sois
-          Me das miedo cuando sabes cosas que no te he contado
-          Recuerda que soy tu segunda madre, lo sé todo. Hasta lo que tienes dentro de tu habitación cuando no estoy ahí

Ojala supiera lo que había pasado con Max, así también me echaría la bronca por haberle llamado aunque solo fuera para darle las gracias. Según ella lo que tenía que hacer era darle tiempo, daba igual si me enviaba flores u otro anillo de compromiso, si seguía dándole esperanzas de alguna forma Max nunca llegaría a olvidarse de mí.
Quizás tenía razón y esa era la clave para volver a la normalidad, me costaría mucho pero al menos tenía que intentarlo.

No solo tenía que hacer entrevistas junto a Miles, James también se nos unía esa mañana, al parecer nuestras últimas entrevistas se iban a alargar un poco mas por culpa de habernos retrasado a la hora de llegar. Si empezábamos a las 12 de la mañana, hasta las 3 de la tarde no saldríamos, algo que iba a venir muy bien a mi dieta de no comer nada durante 2 días.

-          Es sin duda una de las mejores películas en las que he trabajado. James nos ha ayudado siempre que lo necesitábamos y poder trabajar con Zac (Miles) es un placer –eche un rápido vistazo a los dos y pensé en algo que decir a continuación. Fácilmente me quedaba sin palabras- No sé que acabo de decir, trabajar con el no es ni un placer ni nada, no me quedaba más remedio que hacerlo

Si no lo entendía como broma lo tenía todo perdido con Miles. Solo lo dije para animar un poco la entrevista pero la percepción de cada uno determinaría si lo habían pillado por el lado bueno o por el lado malo.

-          Y esto lo dice después de haber tenido que repetir doce veces la escena de sexo

James siempre sabía cómo hacernos reír. Tenía tanta razón en lo que acababa de decir que mi cara se puso roja como un tomate y no era por culpa del ataque de risa que me acababa de dar; ese hombre era mi ídolo.

-          Me adora, lo sabéis –dijo Miles-

Entre las risas que nos estábamos echando note como su mano acariciaba mi pierna, algo que me pareció muy bonito por su parte. Sonreímos cómplices e intentando volver a la normalidad y no llamar mucho la atención volvimos a responder las preguntas de aquella agradable chica.

En menos de dos días íbamos a tener que separarnos asique mejor aprovechar el tiempo al máximo. Miles se iría a celebrar las navidades con su familia y yo en cambio me quedaría en casa de Cassie celebrándola con lo más parecido a una familia que tenía en NY. Si no fuera porque a principios de enero tenía que volver al trabajo hubiese viajado a España, pero entre que el vuelo era más que caro y que hacía días que los había visto lo mejor era quedarse en mi nueva casa y volver a la normalidad de mi vida diaria.

-          Vas a estar sola?
-          No, Cassie va a tener que aguantarme en navidades
-          Ven conmigo
-          A donde?
-          A casa de mis padres, está a dos horas de Nueva York. Vienes pasas la navidad con nosotros y luego si quieres te llevo de nuevo a casa
-          Y así pasas conmigo año nuevo en Times Square?
-          Lo que tú quieras hago contigo –respondió acercándose a darme un beso- Me ha costado poner tenerte así pero ha merecido la pena

Ir a pasar las navidades con su familia iba a ser un gran paso del cual aun no sabía si estaba preparada. Me gustaba la idea de estar con él en navidades pero el solo hecho de recordar que hacía un año Max me había pedido matrimonio me quitaba las ganas de todo.

-          Es una locura Sara
-          Deja de pensar en los demás por una vez en tu vida. Ese chico te ha cambiado por completo, desde que empezaste a rodar con él eres una nueva Emma. Dale una oportunidad y ve a conocer a su familia. Ya que no vienes por aquí al menos ten buen sexo como regalo de navidades
-          Como regalo y como no regalo, ya te contare –reímos- Voy o no voy?
-          Vete y si ves que estas incomoda pues me llamas y nos inventamos algo para que vuelvas a NY sin tener que quedar mal con nadie

Si hacía caso a lo que Sara me decía nada tenía que preocuparme. Iba, me divertía un poco con Miles y luego volvía a Nueva York para pasar año nuevo, todo bastante normal.

Terminada la semana de promoción volví a Nueva York junto a Cassie y Miles. Allí nuestros caminos se dividían, unos se quedaban cómodos y tranquilos junto a sus maridos, y otros viajaban hasta un pequeño pueblo en New Jersey para conocer a un grupo de personas que quizás en un tiempo se convertirían en su nueva familia.

-          Esto es muy raro. Me estoy poniendo de los nervios –dije mirando a Miles conducir-
-          Eres una amiga que viene a pasar las navidades con un amigo, no hay nada raro
-          Miles… -espere a que me mirase y torcí la cabeza- Los dos sabemos lo que hay, fijo que tu madre lo intuye. Y qué decir de tu abuela, esa mujer sabe todo!

Ahí no podía negarme que decía la verdad, su abuela después de verme en la sesión de fotos tenía que intuir por narices que había algo entre nosotros dos.
Si ya iba muerta de miedo en el coche, en cuanto pise su casa creí que me moría allí mismo. Su padre, su madre, su hermana mayor… parecía que al único que conocía era a Dylan. Los salude amablemente y en cuanto pude me junte a Dylan para no levantar mas sospechas de las que ya había, si pasaba la mayor parte del tiempo con su hermano suponía que nadie haría preguntas incomodas.

-          Van a pensar mal si nos ven aquí tumbados
-          Estamos cansados, es normal que vengamos a mi habitación a descansar

Tenía que aprender a no preocuparme tanto por estupideces. Si para el estar tumbados en su cama, abrazándonos y de vez en cuando besándonos era normal para mí también lo seria.

-          Por que esperé tanto este momento? –pregunte mirando esos preciosos ojos marrones-
-          Miedo a enamorarte perdidamente de mi. Gracias a dios que nos cogieron a los dos para rodar la película

No podía creer lo que estaba viviendo, no podía volver a enamorarme tan rápidamente de una persona. Esta vez no podía, me lo había prometido a mi misma y ninguna frase bonita o un beso iban a alejarme de conseguir mi propósito.

Cocine con su madre, me hice amiga de su hermana, incluso salí a pescar con su padre… ya no podía hacer más por conocer mejor a su familia. Ser la nuera perfecta no era lo mío asique o me aceptaban tal y como era o mal íbamos.

-          Ahora seguir diciendo que sois solo amigos
-          Cállate Dylan

No había mejor momento para besarnos que delante de su hermano, con razón nos decía que siguiésemos negando nuestra relación. Podíamos estar empezándola pero estaba claro que ya no podíamos mentir diciendo que éramos buenos amigos.

Hacia un frio de muerte pero los tres, Dylan incluido, decidimos quedar en el jardín mientras veíamos a los perros correr de un lado a otro persiguiendo una pelota. Por fin después de mucho tiempo un lugar me hacia recordar mi casa, las tardes que pase con mi abuelo en el jardín de la casa del pueblo se acercaban mucho a lo que estaba viviendo ese día, solo me faltaba él.

-          Es navidad, debería haberte comprado algo
-          Tu eres mi regalo
-          No, aun teniéndome aquí tenía que haberte hecho un regalo
-          Tu y yo de cena romántica? – era lo único que se me ocurría hacer allí. O lo aceptaba o se quedaba sin regalo hasta llegar a NY- Le robo un ratito la cocina a tu madre y hago algo especial
-          Vale, si consigues convencerla de que no la vas a quemar acepto encantado tu regalo

Después de otro largo y deseado beso me levante de sus piernas y camine hasta dentro de la casa con la intención de encontrar a Marie por alguna parte.

-          Estoy aquí Emma –dijo desde el sofá del salón- ha pasado algo?
-          Perdon por molestar. Me preguntaba si me podrías dejar cocinar un ratito
-          Para todos?

La idea era cocinar solo para Miles y para mi pero en cuanto la vi allí tan sonriente y agradable me entro una cosa por el cuerpo que tuve que decir que era para todos.

-          No te preocupes por nosotros, pedimos una pizza y fijo que a los chicos les gusta más que cualquier otra cosa
-          Sabes que estoy saliendo con tu hijo verdad?

Tantas amabilidades me hicieron intuir que nos había visto besándonos en su jardín. O sacaba ya el tema o al final iba a pensar que era una mentirosa compulsiva.

-          Estamos conociéndonos
-          La vida fuera del set de rodaje es muy diferente
-          Dímelo a mi

Y tanto que lo era. No quise nombrar a Max pero por el tono que usé pudo intuir que me refería a mi relación con él.

Conseguí tener la cocina solo para mí pero el problema no era ese sino qué cocinar para una supuesta noche romántica. Era la primera vez que preparaba una y por el momento en mi cabeza solo había como cocinar un plato de pasta. Si no quería que Miles me tomase por mala cocinera tenia que pensar en algo lo antes posible.

-          Preciosa…
-          Qué?
-          Te ayudo?
-          Quieres ayudar a preparar tu regalo? –pregunte sonriendo- como para no quererte
-          Así no estás sola y yo no me aburro

Al final era imposible no caer rendida a sus pies, estaba empezando a experimentar las primeras fases de enamoramiento y no podía ni creérmelo. Después de todo lo vivido con Max no era capaz de verme con otro chico igual o incluso más perfecto que él, era una locura por mi parte.

-          Entonces puedo ayudarte o no?
-          Claro que puedes

Disfrutando de nuestras primeras vacaciones juntos pusimos la música a todo volumen y empezamos a cocinar algo parecido a un risotto de setas. Por poco no quemamos toda la casa pero las risas que nos echamos merecieron la pena.

-          Wooooh! –grite girando sobre mi misma-
-          Freedom, freedom… ohhhhhhhh freedom!!!!!!!!!!!!!!!

Tenía que grabar ese momento como fuera; Miles encima de la mesa cantando una canción de Arehta Franklin no era algo que viese todos los días. Cada segundo a su lado era perfecto, no podía borrar la sonrisa de la cara y eso era lo único que tenía que importarme.

-          Qué coño hacéis? –pregunto Dylan al entrar en la cocina-
-          Freedom!!!!!!!!!!

Me dolía absolutamente todo el cuerpo de reírme tanto, jamás había tenido un ataque de risa tan fuerte. La cara de Dylan al vernos haciendo el idiota era para recordar de por vida, el chico más que sorprenderse se asusto, por un segundo creí que salía de allí corriendo preocupado por nuestra salud mental.

-          Mamá lo sabe no?
-          Parece que tienes 10 años
-          Idiota me refiero a si sabe que estáis juntos
-          Si –respondí ayudando a Miles a bajar de la mesa- cuando entré lo hablamos
-          Por eso ahora puedo hacer estas cosas

Sin esperármelo me cogió del brazo y rápidamente me robo un beso.

-         Venga fuera de la cocina, hoy es nuestro día

Entre mis carcajadas y las ganas de estar a solas conmigo que tenia Miles, el pobre Dylan tuvo que salir de la cocina para complacer a su hermano.

La cena no quedo perfecta pero fue suficiente para que probásemos bocado antes de ir a dar un paseo por la ciudad a las tantas de la noche. Sus padres y sus hermanos quedaron en casa mientras nosotros dos continuábamos haciendo el loco y comiéndonos a besos en cada lugar que encontrábamos. 

martes, 19 de noviembre de 2013

capitulo 34

Mi vida se había convertido en un autentico caos. Después de haber perdido a mi perro y mi piso parecía que lo único que me tranquilizaba era saber que tenía que empezar a hacer promoción de dos películas que aun no había tenido la oportunidad de ver finalizadas. Una semana en Nueva York junto a Jeremy las 24 horas del día y a la semana siguiente en Toronto con Miles siguiéndome a todas partes; nada podía ir a mejor.

-          Sigues siendo mi niña asique cuando llegues a Toronto y estés en el hotel me llamas. Sé que no está siendo nada fácil tener que pasar por todo esto sola
-          Me lo merezco
-          Cállate Emma –dijo muy seriamente Jeremy- Te has equivocado pero todos lo hacemos. Además nosotros te hemos perdonado, no te sientas mal por una tontería
-          Eres mi segundo padre
-          Lo se, me lo dices continuamente
-          Soy una pesada. Gracias por todo

Jeremy era de ese tipo de personas que cuando conoces bien empiezas a quererle más que a gente de tu propia familia. Sinceramente él, mi madre y Cassie eran una parte fundamental de mi vida, luego por otra parte tendría a mis amigos pero sin ellos 3 me costaría mucho seguir mi vida de forma normal. Siempre que tenía un problema ellos se encargaban de ayudarme incluso si uno de sus hijos estaba involucrado.

Dos semanas después de todo el incidente con Max sabia que toda su familia estaba enfadada conmigo, lo que no esperaba era que un hombre de unos 60 años llamase a mi casa y me dijera exactamente “No puedo castigarte por ser sincera con todos nosotros. Sabes que te quiero mucho y en unos meses esto quedara en una simple anécdota…”. Eso fue lo que hizo que mi relación con Jeremy volviese a la normalidad, él siempre sería el primero en reñirme por hacer algo mal, pero también sabía que un hombre con un corazón tan grande sería el primero en perdonarme.

Cargada de maletas e ilusiones cogí un avión con destino Toronto. Allí aparte de pasar un par de días haciendo promoción volvería a reencontrarme con grandes amigos, algunos de ellos mas especiales que otros.

Desde que deje LA y volví a NY, mi relación con Miles se enfrió un poco, hablábamos diariamente pero era muy distinto tener a esa persona tras un teléfono que tenerla delante.

-          Hemos llegado Toronto –grito Cassie al salir del aeropuerto-
-          Y el frió también.

Hasta que no llegue a esa ciudad creí que no podía existir lugar más frió que Nueva York en pleno diciembre. Si seguía 5 minutos más esperando un taxi iban a tener que llevarme a un hospital por congelación; un autentico horror.

Era el día de mi cumpleaños pero con trabajo que hacer eso no importaba, lo primero era probar vestidos que llevar a las entrevistas y luego ya veríamos si tenía tiempo de hacer algo más.

-          Voy en vaqueros, si quieres llevo unos tacones bonitos pero para pasarme horas sentada en una silla y respondiendo las mismas preguntas una y otra vez no creo que tenga que ir de Channel o de lo que sea ese vestido

La chica que se encargaba de preparar mi ropa me miro sorprendida, la pobre no se esperaba que fuera tan sincera, creo que ni yo misma lo esperaba.

-          Se ha vuelto muy rebelde desde que vive sola –dijo Cassie- Algo cómodo y bonito no estaría mal, Monique te parece bien?
-          Si, supongo que puedo encontrar algunos vaqueros y una camisa bonita
-          Si no lo encuentras en mi maleta hay miles

Subí la maleta encima de la cama y olvidando todos esos preciosos e incómodos vestidos empezamos a rebuscar entre mi ropa diaria algo que llevar a las entrevistas. La nueva Emma segura de sí misma y sin miedo empezaba a gustarme cada día más.

-          Awww Charlie

Ver al pequeñajo tarta en mano y cantándome cumpleaños feliz junto a James el director de la película me hizo darme cuenta de lo mucho que los echaba de menos. Esa película sin duda alguna me cambio la vida.

-          21! Ya puedes beber legalmente en Estados Unidos
-          Woop Woop

Ese sonido me resultaba demasiado familiar. No me volví loca al verlo pero cuando cruzamos miradas una gran sonrisa asomo por mi cara.

-          Zac, mejor conocido por Miles entre su abuela y yo –riendo nos abrazamos y sin menospreciar a los demás intente recomponerme y volver a mi estado anterior- Muchas gracias por esta pedazo de sorpresa
-          Una persona más se une al club de alcohólicos anónimos, algo teníamos que hacer
-          No sabes lo mucho que echaba de menos tus tonterías James

La gran familia volvía a reencontrarse y que mejor forma de celebrarlo que comiendo una tarta en mi habitación de hotel rodeados por montañas de ropa. Al menos lo que contaba era la compañía, mejor que la que tenía en ese momento era imposible.

-          Acabarla vosotras. Os dejamos solas y así podéis terminar de trabajar, mañana nos vemos abajo. Descansa y no disfrutes mas de tu cumpleaños que con la tarta ya te ha valido
-          Pediré una botella de Vodka en tu honor –respondí divertida-
-          Adiós Emma –dijo Charlie-
-          Cuando terminéis llámame
-          Vale

“SI, SI ,SI” mi cabeza no dejaba de repetir lo mismo una y otra vez. Daba igual que dijera que no quería tener nada con nadie que cuando Miles me dijo que le llamase me volví completamente loca. Quizás no era el chico más guapo del  mundo o el mas detallista pero por el momento era lo que me gustaba. Estaba separada y por fin era libre de hacer lo que quisiera y con quien quisiera, algo a lo que aun no terminaba de acostumbrarme.

Max era un amor de chico y seguiría siendo un buen amigo de por vida, pero la ruptura y que la separación  no salió como debería haber salido, nuestra relación no era la mejor. A veces hablábamos por teléfono y aunque empezásemos riendo de alguna forma terminábamos discutiendo y sacando el mismo tema de siempre. Los sentimientos seguían ahí y hasta que no lográsemos controlarnos nada iba a estar 100% bien.

-          Luego dice que se ha enfriado la relación con Miles
-          Cassie no estamos como antes
-          Tenéis tal tensión sexual no resuelta que da miedo. Os da un calentón a mitad de una entrevista y no quiero estar allí presente
-          Eres una bruta. Se controlarme, además no hay nada de tensión solo nos gustamos un poquito y ya
-          Claro. Ale llámalo, tengo interés por escuchar esa conversación

Monique ya se había ido asique no me molestaba que Cassie escuchara mi conversación con Miles, no era la primera vez ni la ultima que lo hacía. Esa mujer era una de las personas más cotillas del mundo; si existiera un premio al más cotilla, Cassie lo ganaría con creces.

La llamada no era para hablar de nuestras vidas, mientras estuve en NY ya había tenido tiempo de contarle casi todo, esta vez lo que quería era que la mañana siguiente quedásemos a desayunar juntos y así poder preparar lo que decir en las entrevistas. El mundo del cine no era para nada lo glamuroso que lo que querían pintar, para llegar a dar esa imagen había mucha preparación y más de una mentira junto a tus compañeros de reparto.

-          Uh no –lo interrumpí- sobre mi relación con Max voy a decir lo justo. Sé que van a preguntar y  no voy a mentir pero solo voy a responder una pregunta . Ya lo he hablado con Cassie y tu si estas delante cuando lo pregunten mejor quédate callado
-          Sabes lo que se ha rumoreado sobre nosotros

Claro que lo sabía, todas las semanas incluso las que no nos veíamos alguien empezaba a decir que nos había visto juntos cenando o haciendo cualquier cosa típica de parejas. Era una locura lo rápido que podían difundirse esa clase de rumores, cuanto antes los parasemos mejor.

Con apenas 4 horas de sueño y un desayuno más que necesitado volví a la habitación y empecé a prepararme para aguantar toda una mañana de entrevistas junto a Charlie y Miles.

-          Estas preciosa –dijo Monique- Vas a poner de moda ir en vaqueros a las entrevistas
-          Y estoy muy cómoda –continúe diciendo emocionada-
-          Hora de irse

Cassie como siempre organizada al máximo. Si no fuera porque la tenía a ella siempre llegaría tarde a todas partes, un atentico caos si pretendía terminar todo el trabajo en una mañana.

En el hall del hotel Miles esperaba mientras el pequeño ya estaba dentro haciendo su trabajo. En escasos minutos nosotros entraríamos nosotros pero con el lio que había organizado a la puerta del salón de entrevistas ya podía imaginar lo que nos esperaba.

-          He podido ver un trozo de la película y he de decir que la escena de sexo me ha parecido increíble
-          Parecía muy real verdad? –el entrevistador afirmo-
-          Cuando la gente lo vea podría pensar que estamos haciéndolo de verdad –continuo diciendo Miles-
-          Lo que quizás sea cierto

Nos miramos cómplices y sin preocuparnos de si molestábamos o no empezamos a reír a carcajadas.  No sé qué pasaría por la cabeza de Miles en ese momento pero al menos en mi caso me sentía igual que cuando estábamos en el rodaje, por momentos me sentí tan cómoda que parecía que poder aguantar horas y horas respondiendo preguntas.

-          Como fue trabajar con actores tan jóvenes? –preguntaron a Miles-
-          Fue muy divertido. En el caso de Charlie, él es mucho más profesional que otros actores. Es un placer poder trabajar con él... –cruzamos miradas y sonreímos tímidamente- No puedo decir lo mismo de Emma, con ella ha sido un horror
-          A que es majo este chico? –pregunte irónicamente-

Intentando alargar la broma pase un brazo por encima de sus hombros y sonreí.

-          Imaginaros esto las 24 horas del día. Ella es la persona más pesada y al mismo tiempo adorable con la que he trabajado
-          Creo que debería alegrarme por ese cumplido

Al igual que hicimos nosotros, todos los periodistas presentes se rieron. Desde el momento en que empezamos a bromear nada fue igual, más que una entrevista seria se convirtió en una conversación de amigos, algo que deseaba que pasara en todas las entrevistas.

Después de la grupal, en parejas nos empezaron a meter en una pequeña habitación en la que estaban organizadas las entrevistas más cortas y personales. En mi caso me tocaba compartir habitación con Miles, algo más que esperado. Preguntaron por la película, por como fue el rodaje, por mi separación, incluso hicieron preguntas demasiado personales a las que por primera vez no quise responder. No pretendía ser maleducada pero si preguntaban si me había separado de Max por estar con Miles tenía que serlo.

-          Otra pregunta? –pregunto Cassie interrumpiendo-
-          Mmm si –respondió la entrevistadora con la mirada fija en el papel- Que opináis de los rumores de que sois pareja?
-          Oh dios mío –escuche decir a Miles-

Esa mujer se había vuelto loca, parecía que no le servía con que Cassie tuviera que interrumpirla que ella seguía haciendo preguntas sobre mi relación con Miles.

-          Somos buenos amigos, solo eso. Ni novios ni nada, amigos que se conocieron haciendo una película –respondí muy seria-

 Sus preguntas habían conseguido volver todo muy incomodo. Con tan solo las miradas que Cassie y yo le estábamos echando, esa señora tendría que haberes dado por aludida y haber terminado  la entrevista lo antes posible, no podía creer que el manager de Miles fuera el que la mandase salir. Aun después de todo este caos tanto Miles como yo nos despedimos dándole la mano, algo que hicimos por demostrar la educación que teníamos.

-          Dame un abrazo –pidió Miles-

Necesitándolo más que nunca lo abrace y le di las gracias susurrándoselo al oído. Estar a su lado lo volvía todo mejor, incluso esas estúpidas entrevistas.

Olvidando este pequeño incidente las demás fueron mejor, solo un chico mas se atrevió a preguntar algo más personal pero en esas preguntas no tuve problema al responder. La mañana había sido entretenida pero la tarde pintaba aun mejor. Comida con todo el equipo y poco después presentación oficial del primer tráiler de la película.

-          Quiero salir a fumar –le dije a Miles a mitad de la comida-
-          Y yo quiero invitarte a cenar hoy a la noche –le mire sorprendida mientras el continuaba hablando- Algo por la ciudad, tu y yo solos
-          Que directo señor
-          Cuál es la respuesta?
-          Sí, claro. Con tal de que no te aproveches de mi supongo que me vendrá bien salir de este hotel

Avivaríamos aun mas los rumores de que estábamos juntos pero los dos nos merecíamos disfrutar un poco de la ciudad de Toronto, no todo era trabajar.

Con mi cumpleaños aun sin celebrar y a miles de kilómetros de casa tenía que organizar algo aunque fuera muy intimo. Saldría a cenar con Miles pero después podríamos quedar con Cassie y los demás chicos del equipo e ir a celebrarlo a algún pub de la ciudad.

-          Emma tienes un regalo

Esta vez la que dijo “Oh dios mío” fui yo, solo viendo las rosas que traía en las manos aquel chico del hotel podía saber de quién se trataba. Max no podía estar haciéndome eso, no después de la última pelea que tuvimos.
“Felicidades princesa. Te quiero mucho, Max”
Después de haber pasado una semana junto a su padre me había replanteado varias veces volver con él. Lo seguía queriendo mucho pero con las peleas que teníamos por culpa de sus celos y mi indecisión lo mejor era continuar como hasta ahora. Quizás con unos meses separados y alguna que otra relación esporádica nos daríamos cuenta de lo que de verdad queríamos.

Debería haberle llamado para darle las gracias por las rosas pero no lo hice, delante de todo el equipo y con Miles a mi lado no era el momento de hacerlo. Cuando volviera a la habitación si tenía tiempo y me acordaba lo haría, pero por el momento no.

Miles me miraba y sin preguntar nada ya sabía que eran de mi ex marido algo que parecía no hacerle mucha gracia. El regalo de Max estropeo por completo el buen ambiente que teníamos.

-          El pantalón negro con el crop top negro y esos zapatos de ahí. Iría descalza pero ya sabes cómo es la gente, empezarían a preguntar si voy así por Miles o a saber
-          Relájate Em. Me estas estresando -dijo Cassie-

Por la tontería de Max ahora mi cabeza no dejaba de darle vueltas a algo que pensé que ya estaba más que solucionado. Si no decidía en ese mismo momento que hacer con mi vida alguien iba a terminar herido, incluso yo podía ser esa persona.

Volver con Max, estar sola, intentarlo con Miles… si no fuera porque Miles había demostrado tener sentimientos por mi molestándose por el ramo que Max me había enviado, hubiera sido más fácil decir que me quedaba sola. El problema era que quizás yo también tenía sentimientos por él.

-          Tienes dos entrevistas tu sola y luego el photocall –me coloco un poco el pelo y me señalo la puerta a la que tenía que ir- En 5 minutos voy, tengo que buscar a James para que me diga cómo hacer luego
-          Vale –respondí con la mirada fija en el guapísimo chico que acababa de salir del ascensor-

Me miraba y parecía que miraba a un extraño; no podía creer que le hubiese molestado tanto algo de lo que yo no tenía la culpa, sabía perfectamente que lo que tenía con Max termino en el minuto en que le bese a él.

En cuanto lo vi sentarse en aquel sofá y no dirigir su mirada hacia mí ni por tan solo un segundo me olvide por completo de la entrevista, solo quería hablar con él, los demás podían esperar.

-          Entra ya –dijo Cassie cogiéndome del brazo y moviéndome hacia la sala de entrevistas- ya es la hora Emma

Triste por no poder tener 1 minuto para hablar con Miles entré y respondí las preguntas más seria de lo normal. En el momento en que todos mis problemas estuvieran solucionados y nadie buscara la forma de volver a sacarlos a la luz, podría ser una Emma feliz.

A no ser que hablase con él en mitad del photocall veía muy difícil poder hacerlo en todo el día, necesitaba aclarar si la cena aun seguía pendiente o ya ni eso podíamos hacer.

-          Estas espectacular –gire la mirada y sonreí a la vez que pasaba mi brazo por su cintura-
-          Gracias, tu también estas muy guapo

Solo una persona con sentimientos podía pasar de estar enfadado a decir tales cumplidos. Miles era así y ni teniendo 10 cámaras delante supe controlarme a la hora de darle un gran beso en la mejilla.

-          La cena sigue en pie?
-          No me la pierdo ni por mil ramos de rosas.

Estaba decidido, iba a darle una nueva oportunidad al amor aunque por culpa de ella me jugase mi amistad con Max y hasta mi trabajo. Los falsos rumores se convertirían en verdad y al final la única que quedaría mal sería yo por haberles dicho una verdad que por motivos de la vida había terminado dándoles la razón a ellos.

-          No aguanto estos zapatos

Terminadas las fotos me los quite y camine lo que quedaba hasta la salida descalza, no me importaba si los demás me hacían fotos o se reían de mí, lo primero era mi comodidad.

-          Miles!

 Si no quería que me viesen así lo mejor que pude hacer fue subirme sobre la espalda de Miles y dejar que el me sacase de allí.

-          Momento para recordar

Con el móvil entre las manos y riéndose al igual que los demás, James nos hizo una foto que minutos más tarde ya había subido a su cuenta de twitter. A partir de esa foto los rumores volvieron a aparecer, esta vez con razón.

Olvidando el detalle del ramo de flores y su pequeño desprecio después de comer le ofrecí venir a mi habitación mientras recogía las cosas para irnos a buscar algún restaurante por la ciudad. No tenía planeado besarle ni hacer nada mas allá de coger el bolso, pero si él me lo pedía tampoco iba a apartarle la cara.

-          Mierda –mire el móvil y vi como Max estaba llamando- te parece si apagamos los teléfonos? Ahora mismo no quiero hablar con nadie más, solo tú y yo
-          Me encanta la idea

Saco el teléfono del bolsillo y delante de mí lo apago y lo volvió a guardar. No iba a pedirle que lo dejara allí, no estaba tan mal de la cabeza como para no llevar ningún móvil y luego perdernos por la ciudad. Con tan solo llevar uno y tenerlo apagado durante la cena era más que suficiente.

Sin sacar el tema de los celos o de Max dimos un agradable paseo por una ciudad que aunque estuviese helada era absolutamente preciosa. Podíamos haber parado a cenar en un bonito restaurante pero no sé cómo ni porque nosotros terminamos en un McDonald’s de un centro comercial. Tener dinero y ser mínimamente conocidos no nos impedía poder ahorrar un par de dólares comiendo una hamburguesa que seguramente disfrutaríamos más que un plato de ostras. Cuando tuviéramos 60 años igual empezaba a plantearme a qué lugar debería ir y a cual no, por el momento con 21 recién cumplidos ese lugar era perfecto.

-          En qué piensas?
-          Echaba de menos estos momentos

En el mismo momento en que respondí a su pregunta Miles alargo los brazos y acaricio mi cuello mientras me miraba fijamente. Por raro que pareciese sabía que podía leerme la mente y saber exactamente en lo que pensaba; a veces una persona podía llegar a conocerte mejor que tu misma.
Mire sus labios por un segundo y en un rápido movimiento ya los tenia rozando los míos. No duro mucho pero ese primer beso en público hizo que no pudiese dejar de reír nerviosa.

-          Deberíamos volver al hotel
-          Si, vamos

Nos pusimos la chaqueta rápido e imaginando lo que podía pasar en unos minutos cogimos un taxi hacia el hotel en el que estábamos alojados. Con suerte Cassie habría olvidado la idea de celebrar el cumpleaños todos juntos y no estaría esperándome en la habitación o en ningún lugar.

-          Hola
-          Hora de ir de fiesta

La suerte no era lo mío, Cassie junto a Monique esperaban a la entrada del hotel y parecía que tenían ganas de pasar toda la noche en vela y claro estaba que de una forma muy diferente a como queríamos Miles y yo.

-          Hay que celebrar tu cumpleaños no te preocupes

Con pena pero de la mano de Miles seguimos a las chicas hasta un pequeño salón privado del hotel. Allí estaba todo el equipo incluso el pequeño Charlie con sus padres,  esta vez no podía escaparme y dejarlos plantados, durante un par de horas tenía que disfrutar de mi cumpleaños y aunque me costase, olvidarme de las mil cosas que quería hacer con Miles.

viernes, 15 de noviembre de 2013

capitulo 33

En el momento en que lo vi en la tele, tan sonriente y agradable con la presentadora me di cuenta de lo que me podía perder no estando a su lado. Era precipitado y estúpido pero quería hacerlo, no me iba a quedar con las ganas de saber que podía pasar. Perdería mi piso, mi perro, mis cosas… perdería absolutamente todo si a Max le daba por llevar nuestra separación a juicio, pero al menos no me quedaría con las dudas de si al lado de Zac podía ser feliz.

Por sorpresa Sinead me llamo para saber que había pasado entre Max y yo. No era mi intención hacer de eso una pelea de niños pequeños pero por lo que parecía si era la de ellos. Por motivos personales y más que probable, irreconciliables, nos íbamos a separar, no hacía falta hablar mucho sobre ello.

-          Que haces aquí?
-          He llamado a algunos de mis contactos y han averiguado dónde estabas. No sabía que en tu tiempo libre estuvieras haciendo fotos para una revista
-          Te lo ha dicho Jake verdad? –afirme con la cabeza- Como ves no tengo tiempo ni de descansar
-          Tengo que preguntarte una cosa?
-          A eso has venido?
-          Si. Es verdad que te llamas Miles? –pregunte a punto de reír- Acabo de conocer a una señora , le he preguntado por Zac y me ha mirado raro hasta que ella misma me ha dicho “Dirás Miles”
-          Es mi abuela, es mi segundo nombre pero ella siempre me llama así

Toda la tensión vivida días antes había quedado olvidada después de una cómplice sonrisa por parte de ambos. Gracias a su manager me pude enterar de donde estaba y de esa forma poder pedirle perdón en persona.

-          Que hace tu abuela aquí?
-          Ella es como mi madre, cuando tengo un problema la llamo y estaba vez la pobre mujer ha venido a verme

Entre el estrés que tenia y que me acababa de hacer recordar a mi abuelo me eche a llorar entre sus brazos. 

Zac no sabía lo que había pasado con Max y pensaba que mis lagrimas eran solo por él, en cuanto le contase la noticia le iba a dar un paro cardíaco.

-          Qué?
-          He terminado con Max -repetí-
-          Si te he escuchado perfectamente –me miro fijamente y sujeto mi cara con sus dos manos- estas jodidamente loca
-          El sabia que me había ido contigo. Me olvide de todo por tu culpa y al final se acabo enterando
-          Es mejor así

Necesitaba que me besase ya, no me importaba la gente que pudiera vernos, estaba preparada para todo tipo de comentarios. Solo quería sentirme especial.

Muerta de vergüenza pero contenta volví al hotel sin hacer caso a las suplicas de Zac porque me quedase en la sesión de fotos. Una cosa era estar bien con él y otra muy diferente ir rápido y estrellarnos como había ocurrido con mi relación con Max. Aunque me costase mucho iba a ir despacio pero firme, no me iba a casar después de 6 meses juntos ni siquiera después de 2 años.

“Puedes llamarme Miles”

Necesitaba gritar antes de que me volviese aun más loca. Entre las alegrías y los disgustos que me daban ya no sabía qué hacer, cada momento era diferente, o lloraba o reía… nada era normal.

“Vale, mañana nos vemos en el rodaje. 2 días sin ir y ya lo echo de menos. Besos”
“Ya me los darás en persona. Descansa y no pienses mucho en mi”

Aproveche ese momento de felicidad para hacer una llamada que no tuvo que esperar tanto, Max se merecía una explicación por mi parte, no quería separarme de él y perderle también como amigo.

Después de escuchar tantos pitidos creí que no iba a contestar, por suerte me equivoque. Contesto en el último segundo y por su simple “Hola Emma” pude ver como estaba cansado y sin muchas ganas de hablar con nadie. Al igual que para él para mí también era incomodo tener que demostrar mis sentimientos de esa forma, era obvio que prefería hacer cosas mas interesantes que explicarle por qué ya no sentía lo mismo que en un principio.

-          Podemos intentarlo de nuevo
-          Me gustaría poder decir que si pero cariño ahora mismo no puedo
-          Solo dime que he hecho mal
-          No lo sé, quizás necesitaba un cambio y no le he hecho de la mejor manera

Me sentía fatal por él e incluso por mí. No sabía apreciar lo que Max podía seguir dándome, tenía 20 años y seguramente eso me perjudicaba mucho a la hora de estar centrada en una sola persona. También los meses separados y las peleas ayudaron un poco, pero sobretodo mi forma de ver la vida a esa edad no ayudo nada.

-          Necesitamos hablar en persona
-          Dame tiempo, esto no es tan fácil para mi
-          Lo sé y lo siento mucho

Ambas familias se enteraron de lo que pasaba y las dos nos apoyaban. No quería perder a Max pero tampoco quería perder a Jeremy, Sinead… toda su familia se había convertido en parte de mi vida, una parte indispensable. Con Jeremy sobretodo entablé una amistad que me recordaba mucho a la que tenia con mi abuelo. Pude hacer cosas mal y entendía que estuvieran enfadados, pero les suplicaba que en un tiempo volvieran a verme como la buena chica que era. Si no lo hacían nunca eso se convertiría en una de las consecuencias de engañar a Max, algo merecido.

Los siguientes días termine la película y empecé a grabar el videoclip, no duraría más que un par de minutos pero el maldito nos iba a quitar más de una noche de sueño.

-          Puedes dormir media hora en ese sofá de ahí
-          Se nota que odio rodar a las 3 de la mañana no? –pregunte sin ganas- Gracias

Después de las entrevistas que tuve por la mañana y la sesión de fotos que hice por la tarde, lo peor que podían hacer era no dejarme dormir más de dos horas, lo necesitaba si no querían conocer a la persona más borde del mundo.

-          Que haces aquí tan sola?
-          Déjame dormir
-          Vale tranquila, solo preguntaba

-          Zac… Miles! –Le mire con cara cansada y el solo entendió que quería descansar- Perdón. No tienes que grabar?
-          Aun no, están colocando la iluminación –respondió cogiéndome de la mano- Puedo acostarme un ratito?
-          Mientras no me tires del sofá eres libre

Con cuidado y alguna que otra risa consiguió tumbarse a mi lado y no ahogarme con su respiración a escasos milímetros de mi cara. Iba a ser difícil dormir media hora a su lado pero lo intentaría.

A punto de dormirme escuche una pequeña risa, no entendía a que venía pero sabía que algo raro pasaba por la cabeza de Zac o como últimamente le llamaba, Miles. Abrí los ojos poco a poco y allí lo vi, con las manos tapándose la cara y conteniendo muy mal una carcajada.

-          Que tiene tanta gracia? estoy intentando dormir
-          Me siento estúpido-dijo antes de volver a reír-  Hace tres días estaba besándote y ahora que te tengo a escasos milímetros y no soy capaz
-          Intenta dormir y no pienses en nada

Con una caricia en la cara deje de hablarle e intente descansar el escaso tiempo que me quedaba. Gracias a la tontería de haberme molestado unos segundos, cuando desperté alguien se había encargado de que me dejasen en ese sofá casi una hora, algo de agradecer ya que estaba realmente cansada.

Sin mucha dificultad encontré a Miles y con ganas lo abrace por la espalda mientras el miraba entretenido lo que las cámaras grababan.

-          Gracias
-          No me las des –respondió girando la cara justo para poder mirarme fijamente- eres muy guapa… te lo había dicho alguien alguna vez?
-          Con esas palabras no
-          No me lo creo
-          Te lo prometo
-          Cuantos novios has tenido? Es imposible que ninguno te lo haya dicho
-          Dos
-          Y con uno de ellos te casaste? Guapa y loca

En algo estábamos de acuerdo, no era normal lo que hacía con mi vida. Una chica normal de 20 años seguiría en su país, en casa de su madre y sin apenas problemas, yo en cambio me había mudado a Nueva York para empezar mi carrera como actriz, luego casarme y al cabo de un año separarme. De todo menos normal.

-          Tú que hacías con 20 años?
-          A parte de pasarme las tardes sentado en el coche escuchando música creo que no mucho. Bueno y rodaba cortos con un par de amigos

Me encantaba descubrir que Miles era un chico tan normal como yo, el que empezase en el mundo de la actuación rodando cortos era algo que me sorprendía gratamente. A diferencia de Max sus padres no eran actores, algo que influía mucho en la vida de la persona. Los dos empezamos actuando por propio gusto. Max también pero era diferente.

-          Al menos te hago reír
-          Ni tú mismo sabes por qué –continúe riendo- estoy contigo y soy feliz –avergonzada por lo que acababa mire hacia arriba y observe el precioso cielo de Los Ángeles- Se que es raro
-          No lo es. A veces me haces querer matarte pero la mayoría del tiempo no quiero separarme de ti

No pasó absolutamente nada, ni un beso ni un abrazo. Nos miramos cómplices y sonreímos, suficiente para entender que todo ocurriría con el tiempo.

El rodaje tenía que continuar y eso fue lo que ocurrió. Miles me subió sobre su espalda y se puso a correr por toda la playa hasta caer al suelo, una caída que no estaba escrita en el guion pero que sirvió para demostrar la complicidad que teníamos. Los chicos del videoclip decidieron utilizarla asique al final no estuvo tan mal llenarse de arena por todas partes.

-          Un aplauso para Emma! –grito Miles- Así da gusto trabajar
-          Invítala a una cena y déjate de tonterías
-          Debería –respondió a James, el director- No sé si ella aceptara
-          Pregúntaselo

Antes de que James le dijera que me lo preguntase, yo ya había caminado lo suficiente como para esconderme tras Cassie. Cosas como esa y más en lugares con gente me ponían de los nervios, sabía que Miles me lo iba a preguntar pero mejor que lo hiciese cuando estuviéramos solos y sobre todo cuando ya hubieran pasado unas semanas desde mi ruptura con Max. Hasta el momento no estaba lista para nada con nadie.

-          Emma me voy. Mañana te llamo y hablamos de lo que vas a hacer, te parece bien?
-          Si –sin poder remediarlo sonreí, ni yo misma sabía por qué-  un abrazo

Con la misma sonrisa que tenía yo, Miles me abrazo y me dio un dulce beso en la mejilla.

-          No quiero irme a Nueva York –dije con pena-
-          Quédate
-          No puedo

Aunque lo desease con todas mis fuerzas mi vida estaba allí. No podía permitirme el quedarme más tiempo en LA por una chico con el que jamás iba a pasar algo, tenía que aceptar que las consecuencias de mis actos aun estaban por llegar y para ello tenía que volver a mi ciudad a dar muchas explicaciones.

Miles me hacia feliz pero también lo hizo Max. Cuando lo conocí pensé exactamente lo mismo “no me voy a enamorar” y al final ocurrió; el amor es algo que no puedes controlar, aparece en el momento menos esperado y se va con la misma facilidad que llego. Como saber manejarlo depende de la persona, en mi caso, una persona que aun no sabía qué hacer con su vida.

Ultimo día en Los Ángeles y último día de trabajo. Por fin después de un par de meses muy ajetreados iba a poder permitirme ir a ver a mi familia, hablar con Max… lo que quisiera. Apenas serian unos 7 días pero menos era nada, luego como era normal empezaríamos con la promoción de la película que hice con Jeremy, algo que me tenia atemorizada.

-          No te ha llamado?
-          No, tendrá cosas que hacer. Tampoco quiero que este conmigo a todas horas
-          Está obsesionado contigo! Es muy raro que no te haya llamado y más aun sabiendo que te vas dentro de nada
-          No se Cassie, igual no le gusto tanto como dice. Que mas da

Que Miles no se viniera a despedir no me sorprendía nada, seguramente para el solo era una chica mas con la que pasar un par de días divirtiéndose. Dolía saber que era de esa forma pero la vida era así, te separabas de tu marido y los palos empezaban a llegar de todas partes.

Cassie se ofreció a pasar la tarde conmigo pero vi más conveniente ocuparme sola de terminar de hacer la maleta y así tener un poco de tiempo para despedirme de esa maravillosa ciudad.

-          Emma Fernández?
-          Sí, soy yo

Nunca me habían llamado de la recepción del hotel, algo tenía que estar pasando para que justo el día antes de irme lo hicieran.

-          Un coche le espera a la entrada. Nos ha dicho que le avisaramos, es urgente
-          Pero quién es?
-          No lo sé, solo puedo decirle que era un chico y parecía tener prisa
-          Vale, ahora bajo –dije extrañada por la situación-

Podía suponer que se trataba de Miles pero con las mil cosas que podían ocurrir, igual hasta aparecía un chico que no conocía de nada y el cual quería pegarme un tiro.

Rápidamente termine de organizar un poco la habitación, cogí mi bolso con el móvil dentro y baje a ver qué era lo que me esperaba allí adelante.

-          Perdone, donde dijo que estaba el coche? Hay varios en frente del hotel
-          Espere –salió de detrás del mostrador y me señalo un chico que esperaba un poco más alejado de la puerta del hotel- Ese es el chico
-          Gracias

Al verle allí tuve que enseñarle mi móvil como forma de decirle que era mejor una llamada a hacer esas locuras. Miles esperaba apoyado en la puerta de su coche y el muy idiota no me había dicho nada de que iba a ir a buscarme. No quería ni imaginarme que tenía pensado hacer.

-          Bajas a ver quién es todo hombre que te llama al hotel?
-          Sí, soy de ese tipo de chicas –respondí divertida- Suponía que eras tu
-          Por eso has bajado –afirme con la cabeza y a continuación los dos sonreímos- Ya que te nos vas tendremos que hacer una despedida a lo grande. Te apetece ir a un concierto?

Eso ni se preguntaba, con tal de que no fuera un grupo de heavy me apuntaba a cualquier cosa que incluyese música en directo. 

En el tiempo que estuvimos en el coche pude averiguar que íbamos a House of Blues, lo que no pude saber era a ver a qué grupo. Miles como buen acompañante se encargo de taparme los ojos nada más llegar a la sala y de esa forma tuve que esperar hasta escuchar las primeras notas.

-          No puede ser verdad –me quite el pañuelo de los ojos y mire el escenario atónita- Miles!
-          Sabía que te gustaba Gavin DeGraw asique aquí te he traído. Has tenido suerte de que tuviera hoy concierto
-          No había entradas desde hace dos meses
-          Tengo contactos, ya sabes –dijo haciéndose el interesante-
-          Eres de la mafia o qué?
-          Si te lo dijera tendría que matarte
-          Idiota –conteste a punto de reír-

Agarrada a su brazo y gritando como una autentica fan viví uno de los mejores conciertos de mi vida. Sin duda alguna mi despedida de Los Ángeles fue a lo grande, la música de Gavin y el cariño de Miles la hicieron ser inolvidable.

-          Te he dicho que no me quiero ir verdad? –pregunte cogiéndole de las manos y mirándole triste por tener que irme de un lugar que me había dado más alegrías que penas- no quiero…

Esperaba que dijera algo pero no lo hizo, Miles prefería empezar dando una vuelta sobre sí mismo y sin más dilación invitarme a bailar una canción que no sonaba. Él era perfecto y me quería, se notaba, pero yo no sabía qué hacer con todo lo que se me estaba viniendo encima.

Nunca quise hablar de en qué punto estaba mi relación con Miles, ambos sabíamos que había algo más que una amistad pero ya fuera por el tema de Max o que nos daba vergüenza, nunca llegamos a hablarlo seriamente, simplemente nos limitábamos a besarnos y dejar que ese problema se hiciese cada vez mas grande.

-          Parece que tengo 15 años
-          No los tenemos, ese es el problema –negué con la cabeza pensando en lo mal que estaba todo eso- No podemos hacer esto más veces
-          No creo que hagamos nada mal
-          En serio? Esto está fatal… Max se ha ido pero aun sigo casada con él. Como alguien nos vea toda mi vida se va a la mierda. Ha sido un gran error

Ya me lo decían mis amigas, cuando hacia algo mal lo hacía a lo grande. Si ya había perdido a Max ahora acababa de perder a Miles por mi gran frase; podía pensar que eso estaba mal pero nunca debí decir que todo lo que hacía con él era un error.

Con los ojos llorosos e intentando controlar mis lagrimas Miles condujo de vuelta a mi hotel. Hasta dentro de un par de meses no volveríamos a vernos y con suerte todo habría vuelto a la normalidad, los sentimientos habrían desaparecido y los dos seriamos esos amigos que debimos ser desde el principio del rodaje.

-          Llámame cuando llegues a Nueva York

 Un beso, eso fue lo que no me esperaba después de todo. Me separe de sus labios y todas esas lagrimas controladas empezaron a caer sobre su pecho, ya no soportaba más presión, si no encontraba un modo de escape en menos de un segundo alguien iba a tener un ataque de ansiedad.

-          Quiero poder estar al 100% contigo pero sé que no puedo. No es un error, entiéndeme…
-          Emma tranquila –dijo limpiando mis lagrimas- te acompaño a la habitación y así te relajas un poco. Todo va a ir bien te lo prometo

Con la llorera que me acababa de entrar, la mitad del hotel se me quedo mirando. En vez de pensar que era una puta que andaba con dos chicos a la vez pensarían que era una actriz con serios problemas mentales, algo en lo que no se equivocaban.

Llegamos a mi habitación y entre el caos que había de maletas por el suelo y que mi cama estaba llena de ropa no nos quedo otra que sentarnos en el suelo a hablar.

-          Si es que eres jodidamente guapa hasta llorando –tras su cumplido sonreí un poco, lo mínimo para sentirme mejor- Puedo imaginar por todo lo que estas pasando, no voy a agobiarte mas
-          Lo siento mucho. No tenias porque verme así, me has hecho pasar uno de los mejores días de mi vida y mira como te lo pago
-          No hay día perfecto sin un poco de drama –con un pequeño gesto levanto mi barbilla y me dio un último beso- 2 meses no son nada, ya veremos qué pasa cuando volvamos a vernos. Quizás vuelvas otra vez casada y con dos hijos…
-          Idiota. Te voy a echar de menos
-          Y yo a ti


Esa fue nuestra despedida, difícil pero al fin y al cabo necesitada. Pasar casi dos meses trabajando las 24 horas del día con una persona podían confundir mucho los sentimientos asique lo que tuviera que pasar el tiempo lo diría.