miércoles, 29 de enero de 2014

Capitulo 47

A la mañana siguiente el Oscar no importaba, lo único que importaba era ser feliz al lado del hombre que dormía con una mano sobre mi pecho izquierdo. Un premio estaba bien pero si no tenía a Max a mi lado para celebrarlo de nada servía; él y solo él me daba la felicidad que necesitaba.

-          Buenos días

Tanto mi madre como los padres de Max estaban en el restaurante del hotel desayunando o casi mejor dicho comiendo. Todos tuvimos una larga noche y las 2 de la tarde parecía la mejor hora para salir de la cama y comer algo.

-          Y aquí llega la mujer más buscada del planeta –escuche decir a un Jeremy muy cansado- Que tal habéis pasado la noche?
-          Bien
-          A saber que habéis hecho. Ayer nos abandonasteis –dijo Sinead-
-          La mejor fiesta estaba aquí –respondió Max-
-          Ya me ha contado tu padre. Dudo que sobreviváis a otra borrachera como la de anoche, teníais que haber estado con él cuando llegamos de lo de Vanity Fair
-          Al final pudisteis entrar sin nosotros?
-          Bueno ahí estaba hasta la abuela de Brad Pitt. Teníais que haber venido, todos preguntaban por vosotros. Emma ha sido la primera ganadora que no ha ido a la fiesta
-          Y seré la primera en ir a Disney World al día siguiente. Quien se apunta?

Se me acababa de ocurrir en el mismo momento en que lo dije, de repente me entraron ganas de ir a Disney world y lo solté tal cual. Podía ir sola pero si alguien me acompañaba sería mucho mejor.

-          Como no voy a estar enamorado de ti? –pregunto aun con su mano en mi cuello- Vamos a tardar un rato en llegar
-          Da igual, quiero ir
-          Pues entonces nos vamos ya. La ganadora del Oscar manda y yo cumplo ordenes. Venís?

Nadie dijo nada, todos estaban demasiado cansados como para mover sus culos de la silla, nosotros en cambio con la resaca que teníamos aun teníamos ganas de divertirnos un poco más y eso íbamos a hacer.
Todo había sido improvisado pero para ir a un parque de atracciones no hacía falta preparar mucho, quizás lo único que me falto fue avisar a Cassie de que no iba a poder hacer ninguna de las entrevistas que seguramente me había organizado.

-          Aun no le he contado lo de India. Me va a odiar
-          Te quiere mucho y te entenderá, seguro que ella también quiere tener vacaciones
-          3 meses?
-          O mas –dijo sonriente- olvídalo y disfruta, ya no nos queda nada para irnos

Intentaba no pensar en Cassie y disfrutar del parque pero no era tan fácil como aparentaba. Últimamente la estaba mintiendo mucho y al final iba a terminar pasándonos factura en nuestra relación, mentirle no era bueno y aunque doliera lo mejor era contarle todos los planes que quería hacer junto a Max.

No lo sabía con certeza pero seguramente después de haber ganado el Oscar Cassie no tendría problema en encontrarme mil trabajos que hacer, con suerte mi viaje a la India se quedaría en una simple anécdota y cuando volviese de allí todo volvería a la normalidad.

-          Enhorabuena
-          Em –me aviso Max- te lo dicen a ti
-          Qué?
-          Esa chica te acaba de dar la enhorabuena

Iba tan metida en mi mundo que ni siquiera escuchaba lo que me decían. Amablemente le di las gracias y continúe mi camino, si me paraba a hablar con ella mil personas más querrían lo mismo y no podía ser.

-          Esto es muy raro
-          Raro sería que no te reconocieran llevando unas orejas de Minnie que poco mas miden como yo
-          Te encantan
-          Me encantan, estas tan sexy con ellas –dijo irónico- Estas guapa con todo pero admite que esto llama un poco la atención
-          Lo sé –respondí mirándole perdidamente enamorada- Gracias por haberme traído, se que hoy no era el mejor día para venir a un parque de atracciones
-          Por ti lo que sea

Solo Max me hacia feliz, definitivamente si no lo tenía a mi lado no era capaz de vivir, él era mi vida. Una vez lo pude perder pero con esta segunda oportunidad tenia más claro que nunca que no podía volver a permitirme comportarme como una adolescente, era mayorcita y sabia lo que quería.

-          Es difícil no enamorarse de ti –dijo antes de darme un beso- Me vas a volver loco
-          La gente nos mira y me estoy empezando a preocupar
-          Espera que repito el beso y así tienen motivo para mirar

Ahora la que se iba a volver loca era yo, no podía hacer eso y luego pedirme normalidad. Me conocía lo suficiente como para saber que no me gustaba llamar la atención y darnos un beso sabiendo que la gente nos miraba lo hacía y mucho.

Mi idea era ir a Disney a pasar una tarde lejos de la monotonía y eso era lo que iba a hacer, si a la gente le parecía mal que no me sacas fotos con ellos lo sentía mucho pero aparte de eso tenía una vida y la iba a disfrutar.
Carreras detrás de Mickey, millones de risas al lado de mi novio… Disney World fue una buena elección para pasar el día después de los Oscars, todo el estrés del día anterior lo estaba descargando y de menuda forma.

-          Voy a vomitar, no bromeo

Para mi suerte y la de las personas del parque al lado tenía un servicio. Entré corriendo y como si me diera la vida en ello vomite absolutamente todo lo que había comido; parecía que el alcohol de la noche anterior y las montañas rusas no se llevaban muy bien.
Al salir del servicio Max preocupado me suplico volver al hotel, yo un poco mejor le respondí que no, estaba tan a gusto allí que ni los vómitos ni nada me iban a estropear el día.

-          Amor es mejor que nos marchemos, si mañana estas mejor no hay problema en volver
-          Vas a cuidar de mi?
-          Todo el día y toda la noche, no duermo si hace falta.

Con todo el dolor de mi alma volvimos al hotel con la esperanza de que al día siguiente estuviese mejor y pudiera volver al parque. No sé por qué quise ir pero tenía claro que no me marcharia de Los Ángeles sin terminar de ver el parque entero.

Cuando fuimos a entrar a la habitación, Jeremy salía de la suya lo que significaba que teníamos que explicarle lo que había pasado, motivo suficiente para que quisiera que me mirase un medico.

-          Estaba mareada solo eso. No te preocupes
-          Quizás deberías ir –dijo Max-
-          Max… estoy bien, en serio. Solo necesito descansar

Terminando la conversación entre a la habitación, me puse el pijama y me metí en la cama con la intención de dormir y no ver a ningún médico en mucho tiempo. Max y Jeremy podían hablar mucho pero yo iba a hacer lo que me diese la gana.

-          No estoy embarazada. Sé que habéis estado hablando de eso y te aseguro que no lo estoy
-          Como lo sabes?
-          Me hice la prueba hace una semana
-          QUE? –pregunto sorprendido-
-          Creía que lo estaba. Si no paramos de hacerlo a la mínima que no me baja la regla pienso que lo estoy
-          Entonces quieres dejar de hacer el amor
-          No, claro que no quiero eso. Joder solo te digo que no estoy embarazada y punto. No sé porque estamos gritándonos
-          Debiste haberme dicho lo de la prueba

Debí pero me daba tanto miedo estar embarazada que preferí guardármelo para mi sola, ni siquiera mi madre sabía lo que había pasado.
Por desgracia para Max no lo estaba, apenas dos días después de hacer el test me bajo la regla y fue un autentico alivio, no podéis imaginar lo contenta que me puse. Era muy feliz con Max pero por el momento no me planteaba ser madre, mi carrera aun acababa de empezar y quería aprovecharla al máximo durante al menos dos años más. Después de esos dos años quizás me plantease serlo pero por el momento ni se me pasaba por la cabeza.

-          Te has enfadado?
-          Déjame tranquilo
-          Amor por favor… lo siento
-          Emma mañana hablamos. Odio que me mientas

No pude decirle nada más, tenía razón y a veces el silencio era la mejor respuesta.

Aun estando enfadado hizo una cosa que me recordó por qué lo quería tanto; rodeó mis hombros con su brazo y dulcemente me dio un beso en la frente, algo que hacia todas y cada una de las noches que dormíamos juntos.
Pensando en lo que acababa de pasar apenas pegue ojo, era mi culpa y de alguna forma tenía que solucionarlo.

-          Estas despierto?
-          Si pero no tengo ganas de hablar. Intenta dormir
-          No me gusta estar así Max
-          Haberme dicho la verdad -dijo enfadado-
-          No era nada fácil, ponte en mi lugar. Si me gustase mentirte lo haría siempre y sabes que no es así
-          Em déjalo

Iba a hacer todo lo posible para irme a dormir con todo solucionado, sin quererlo o queriendo Max estaba consiguiendo hacerme sentir la peor persona del mundo.

-          Cariño por favor por favor por favor. Parezco gilipollas pero por favor perdóname, te juro que no lo vuelvo a repetir
-          Es que como lo repitas esto se termina. No me puedes mentir en algo tan serio
-          Lo siento Max, tenía miedo

Con su mirada fija en mi, negó con la cabeza y acaricio mi mejilla. Esa era su forma de perdonarme y yo no podía agradecérselo más.

-          Te quiero mucho
-          Yo también aunque luego me hagas estas cosas.

Después de un necesitado beso supe que todo estaba bien, a veces nos enfadábamos pero rápidamente sabíamos perdonar, en eso consistía una relación.

Aunque ya no hubiese problemas, el sueño seguía sin venir. Hablábamos y hablábamos y al final lo único que conseguíamos era estar más despiertos, la única idea que se me ocurría era poner una película tan mala que al segundo nos hiciera dormir.

-          No me fastidies, te gusta?
-          Es súper divertida –respondió Max a punto de reírse- Pero míralos
-          Eres más raro

Para mí esa película era lo más aburrido del mundo en cambio a Max le encantaba; no entendía como dos personas tan diferentes podían llegar a gustarse tanto.

-          Abrázame y calla. Yo no creo que pueda dormir pero tu inténtalo
-          Cariño…
-          Inténtalo, estas mala y tienes que descansar –dijo interrumpiéndome- Te quiero princesa

Y eso era lo que ocurría después de una pequeña pelea, lo solucionábamos al minuto y luego todo estaba aun mejor que antes de haber discutido. Pelear con Max al final era bueno, dentro de poco llegaría hasta a gustarme.

Cuatro días después de la entrega de premios regresamos a casa. Por desgracia nuestras familias no vendrían con nosotros, cada uno tenía su vida lejos de Nueva York y era normal que quisieran seguir con ellas. El único que por motivos de trabajo se quedo con nosotros fue Jeremy, tenía que hacer un par de entrevistas en la ciudad y que mejor lugar que la casa de su hijo para quedarse.

-          Qué te pasa? –pregunto Max-

Junto a su padre, los tres estábamos en el salón de casa viendo una de las películas ganadoras de los Oscars. No era mala pero ya fuera por mi cansancio o porque a veces se hacía muy pesada, poco a poco me estaba quedando dormida.

-          Nada

Sin decir nada más pasó la manta con la que estábamos tapados por encima de nuestras cabezas y me miro algo preocupado por mi forma de comportarme.

-          Me estas rayando
-          No he hecho nada –dije casi rozando sus labios-

Podía estar cansada pero el darle un beso no me lo quitaba nadie, a ver si así se le quitaba un poco la tontería.

-          Ahora te rayas menos?
-          Si –respondió antes de volver a besarme- Me pone enfermo que esté mi padre aquí. Si te contara las cosas que podríamos hacer sin él
-          Hay que esperar un par de días mas

Aparté la manta de encima de nuestras cabezas y respire exhausta. Aunque costase mucho, durante el tiempo que Jeremy estuviese con nosotros íbamos a controlarnos, los besos valían pero el sexo tendría que esperar.

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