martes, 18 de marzo de 2014

Capitulo 55 - FINAL

Pese a todo el trabajo que le había surgido tras la segunda nominación al Oscar, Max prefirió quedarse en Madrid haciéndome compañía y ayudándome con todo el trabajo que tenia allí. El embarazo cada vez iba a mas y parecía que eso no importaba a nadie con tal de que terminase de hacer la promoción de las dos películas.

-          Estoy cansado de esto. Voy a terminar llamándolos para mandarles a la mierda
-          No puedo hacer otra cosa. A ver, que a mí no me importa pasarme 5 horas aquí pero entre que entran unos y los otros esperamos pues en vez de 5 son 10 horas diarias
-          Em… la gente de ahí son gilipollas –dijo cansado- En media hora estoy delante del hotel. No vas a trabajar más y se acabo la tontería
-           Cariño estate tranquilo, da igual
-          Tardo lo que tarde el taxi en llevarme hasta ahí. Hoy nos vamos a cenar al restaurante que más te guste, no voy a dejar que mi mujer este respondiendo las mismas preguntas mil horas seguidas

Aunque a veces hiciera cosas que no me gustaban, por detalles como ese Max se merecía el premio al mejor marido del año.

Sin apenas manejarse con el español, llegó al hotel en el que estaba trabajando y hablándolo educadamente con los presentes me saco de allí y me llevo a cenar al restaurante que yo había elegido; en otras ocasiones podría haberle dicho de ir a una hamburguesería pero esa vez tenía hambre y una simple hamburguesa no me iba a llenar, esta vez Max iba a tener que gastar dinero en su embarazadísima mujer.

-          Donde has estado? Pensaba que estabas en el servicio
-          Ahora lo veras –respondió dejándome intrigada- Te va a gustar
-          Oye si has contratado a una serenata para que me cante delante de todo el restaurante como que no… odio esas cosas
-          No es eso

Un chico de unos 20 años apareció al lado de nuestra mesa y muy amablemente dejo sobre mis brazos un precioso ramo de rosas rojas. No tenía ni idea de donde las había sacado a esas horas de la noche pero lo que tenía que importarme era otra cosa totalmente diferente a la que estaba pensando.

-          He hablado con Cassie y con lo de la niña y todo lo que he estado pasando últimamente, hemos decidido que es hora de tomar un descanso. Quiero disfrutar de mi familia de una vez por todas
-          Y por ese motivo te he regalado el ramo de rosas –dijo antes de reír- Estas segura de lo que vas a hacer?
-          Mas que segura. En cuanto termine con estas películas vas a tenerme a todas horas a tu lado, te voy a agobiar un poco pero lo necesito
-          Te amo

Y yo también a él, si no fuera por el pedazo de hombre con el que compartía mi vida nunca me hubiera propuesto dejar durante un tiempo indefinido mi trabajo. Adoraba ser actriz pero con un marido cansado de apenas verme y una niña en camino la mejor decisión que podía tomar era esa, daba igual las ofertas que tuviera, mi familia era lo primero y después ya vendría el trabajo.

-          Gracias por las rosas. Parece que siempre que estoy un poco tristona encuentras la forma de alegrarme el día
-          Ese es mi trabajo –respondió acariciando mi mano- Te apetece dar un paseo por la ciudad? Hoy no creo que nos moleste nadie, yo me encargo de espantarlos

Últimamente era salir a la calle y ya fuera porque había salido en varias películas o porque básicamente me conocían de verme en la tele, más de veinte personas diarias me paraban y me pedían una foto. Era halagador ver como a la gente le gustaba tu trabajo pero también era agobiante y los últimos días eso era lo único que me parecía.

Ya que estábamos por el centro de la ciudad aprovechamos para visitar uno de los lugares que incitaron a que Max y yo empezáramos una relación, el lugar donde nos dimos nuestro primer beso de amor.

-          Estaba aterrado el día que viaje a Madrid para volver a verte. Era una locura
-          Mi madre se enfado conmigo por venir a verte, no entendía como podía gustarme tanto una persona a la que apenas había visto. Luego te conoció y te cogió cariño pero hasta ese día te tenía en el punto de mira
-          Mi suegra me adora
-          Todos te adoran, aunque solo lo hacen porque eres el marido más sexy del mundo. Adoran que aparezcas a la hora de desayunar sin camiseta y con tus gafas puestas. Lo bueno es que solo yo puedo disfrutarte
-           Cosa que no haces desde hace dos semanas –dijo señalándome con el dedo-

Nunca se lo había llegado a decir pero con el embarazo en una fase tan avanzada me daba miedo tener sexo con el por miedo a que hiciera daño al bebe. Era una estupidez pero esa estupidez me impedía hacer muchas cosas.

-          Sé que estás asustada, yo también lo estaría en tu lugar. Solo piensa que me tienes a mí para todo lo que necesites, no hay persona que desee más que yo cuidar de ti
-          Lo sé pero eso cariño solo me hace estar más a gusto, el miedo sigue ahí. Yo te lo agradezco de verdad pero hasta que no tenga a la niña se que no se me va a quitar

Como si de una película romántica se tratara “Stand By Me” empezó a sonar en medio de la calle y gracias a la maravillosa idea de mi marido no pude hacer otra cosa que bailar con él aun sabiendo que la gente nos estaba mirando.

La pequeña pataleo en el mismo instante en que mi barriga y su padre se rozaron, solo en ese momento supe que mi decisión era la acertada y para nada iba a arrepentirme de haberla tomado. Ya no había otra cosa que me hiciera feliz, ellos dos eran lo más importante de mi vida y como tal tenía que disfrutar de su compañía y amor.

-          Este lugar solo me da ganas de hacer el amor toda la noche
-          Contigo mismo?
-          Pequeña, te he visto hacer maravillas con esas manos
-          MAX!!! –grite antes de darle un golpe en el pecho- Estas obsesionado
-          Contigo –dijo antes de sujetar mi cara entre sus manos y besarme- Me vas a volver loco

Loco ya lo estaba y desde hacía muchos años, yo lo único que hacía era enloquecerle un poquito cada vez que respondía NO a sus deseos de pasar toda la noche teniendo sexo apasionado. Según estaba lo único que me apetecía era ir al hotel y besarle hasta quedarme sin aliento, el sexo tendría que esperar a otro momento.

-          Amor! –escuche gritar desde el salón-
-          Qué? –pregunte desde la cocina-
-          AMOR!
-          Qué?
-          Te quiero
-          Y yo a ti pero si lo dices con la intención de llevarme a la cama lo llevas claro. Si quieres hacer algo de provecho ven aquí y ayúdame a cocinar algo, tengo hambre

Ni la comida del restaurante ni la de mil lugares más iban a llenar el hueco que tenía en mi estomago. A consecuencia de estos atracones de comida  los kilos que llevaba ganados desde el embarazo iban a costarme más de un año haciendo deporte a todas horas para conseguir perderlos.

-          Creo que me estoy enamorando –susurro muy cerca de mi cuello- Solo lo creo…

Cuando Max empezaba a jugar con las respiraciones, mala señal. Esta vez aunque me diera miedo tenía que hacer algo para que el hombre de mi vida liberase endorfinas lo antes posible. Creí que sería buena idea empezar con un masaje y luego lo demás, si surgía, ya vendría solo.

-          Estoy sintiendo a mi hija
-          Creo que le gusta ver a su padre desnudo y gimiendo cada dos segundos. Eso que aun estoy con el masaje, no quiero imaginarte después

Se giró con cuidado de no hacerme daño, y agarrándome de las manos me ayudó a tumbarme sobre su cuerpo desnudo y lleno de crema.

-          Puedo esperar
-          Pero yo ya no

El miedo había desaparecido y su lugar lo había ocupado el amor y la pasión que tenia por mi marido. Necesitaba sentirle y esa forma era la forma más bonita de hacerlo; los dos desnudos, besándonos, disfrutando de nuestros cuerpos y sintiendo a nuestra niña entre los dos.
------------------------

Apenas quedaban dos meses para dar a luz y ni siquiera teníamos el nombre de la niña, tantas veces habíamos peleado por ello que por no hacerlo otra vez mas lo habíamos dejado en un segundo plano. Max quería un nombre, yo quería otro y al final el que terminaría eligiendo uno seria Jeremy.

Desde que estábamos en Madrid tanto su familia como la mía no dejaban de visitarnos para ver cómo estaba la tan esperada nieta. Sinead era la que más tiempo pasaba con nosotros, casi podíamos decir que vivía en esa casa; al menos una vez a la semana venia a ayudarnos a preparar la habitación de la niña pero lo que no sabía era que no la íbamos a tener allí. Si ya no tenía trabajo, no había nada que me impidiera volver a mi casa y mi ciudad, Nueva York era nuestro único hogar.

Con Max asistiendo a entregas de premios cada semana no tardamos mucho en hacer la mudanza. Yo solo le acompañaría a los Oscars asique mientras él estaba fuera yo y mis suegros nos ocupamos de devolver todo a su lugar de origen, NY.
Ese año a diferencia del pasado mi madre no me acompañaría a la gala, si no estaba nominada no había motivo para que viajara tantas horas para nada, en cambio los padres de Max tenían motivos más que suficientes para estar apoyando a su hijo pequeño.

-          Mañana mi guapísimo marido va a ganar su 4 premio de la temporada. Estas a nada de tener un Oscar en tus manos
-          No se sabe Em
-          Puede ocurrir que el actor menos esperado lo gane, como me ocurrió a mí el año pasado, pero lo dudo mucho. Si no lo ganas este año si que subo al escenario y prendo fuego
-          Si lo gano ya sabes que no te lo voy a dedicar –dijo divertido-
-          Como en los Globos de Oro no? Como te atrevas, al que prendo fuego es a ti

Si pensaba hacer eso casi que mejor no le dieran el premio, todos sabíamos que si había llegado hasta ese punto era gracias a la magnífica, preciosa y encantadora mujer que tenia.

Junto a nervios y alguna que otra patada por parte de nuestra niña, llegó el esperado día. En unas casi 5 horas nos maquillamos, peinamos y vestimos para asistir a una gala que sin ninguna duda cambiaria la vida de Max.

-          Y aquí tenemos a Emma y Jeremy. Parece que este años la ganadora ha preferido venir acompañada por su suegro -dijo la periodista- Estáis guapísimos
-          Tu también –respondí amablemente-
-          Donde habéis dejado a Max?
-          Esta con su madre. Siempre será un niño de mama

El día que Jeremy no dejase a su hijo en ridículo seria el día del fin del mundo. Era imposible no reírse con sus continuas frases estúpidas a cada segundo de la entrevista, de esa forma no había quien mantuviera una conversación coherente.

-          Pronósticos para esta noche?
-          Creo que Leo DiCaprio se llevara el Oscar
-          Y mi marido y tu hijo el otro –respondí mirando a Jeremy-

Tanto la periodista como yo reímos al ver que Jeremy se había olvidado por completo de que su hijo también estaba nominado. Todos sabíamos que él más que nadie quería que Max ganara pero olvidarse públicamente de ello no le hacia un grato favor.

De su brazo y con Max y Sinead a nuestro lado entramos al teatro. Como el año anterior, nos colocaron en los primeros asientos, allí saludamos a varios amigos tanto nuestros como de mis suegros. Me hubiese gustado poder quedarme unos minutos más hablando con algunos de ellos pero por culpa de Cassie no pude y tuve que irme a uno de los camerinos del teatro a preparar mi guion para presentar al mejor actor de reparto, uno de los primeros premios de la noche.

-          Tranquila, respira hondo y en cuanto digan tu nombre sal. Estas preciosa

El vestido era una preciosidad pero mi barrigón de 8 meses no tanto, parecía que iba a dar a luz en cualquier momento.

Una voz en off me presentó y tras tragarme los nervios salí por segunda vez en mi vida a un escenario que hasta el momento no dejaba de darme momentos buenos.

-          Y el Oscar es para…

Nada más abrir el sobre supe que mi cuerpo iba a reaccionar de manera especial, Leo acababa de ganar y yo no hice otra cosa que gritar “POR FIN” con todas mis fuerzas frente a un teatro repleto de gente.

Nada más tener al ganador frente a mi le di el Oscar, él en cambio lo dejo en el suelo y sorprendiéndonos a todos hizo algo atípico, besar a la actriz que le acababa de entregar el premio.

-          Lo siento Max, tenía que hacerlo… emmm... Emma te adoro y lo sabes.

A diferencia de los demás actores Leo parecía tranquilo, sin apenas esfuerzo dijo sus agradecimientos y después demostrando el cariño que me tenia esperó a que la mujer embarazada llegase a su lado y le ayudase a salir del escenario. Igual me equivocaba pero después de vivir ese momento intuí que esa imagen al día siguiente estaría en las televisiones de todo el mundo.

-          Estás loco –dije dándole un golpe en el pecho- Enhorabuena
-          Muchas gracias Emma

En ese momento Leonardo era la persona más feliz del planeta tierra, la sonrisa que tenía en la cara no se la iba a borrar nadie y esa era la mejor imagen que podía tener antes de volver al asiento junto a mi marido.
La gala no había hecho más que comenzar y como tal aun me quedaba mucho de lo que disfrutar si es que Max no se había molestado por el beso que acababan de darme.

-          Te lo has pasado bien eh? –pregunto sonriente-
-          Sé que te hemos tentado a hacer lo mismo cuando ganes
-          De lo único que me has tentado es de besarte cada segundo de la gala.

Con que lo hiciera cuando tuviera su premio entre manos me daba por satisfecha.

Como parte del show varios cantantes salieron a interpretar canciones nominadas. En una de ellas mi suegro me invito a bailar y yo sin dudarlo acepte encantada, si ya había besado a Leo no tenía nada mas por lo que morir de vergüenza.

-          Don’t, don’t you wanna fall in love tonight… -cante junto a Jeremy-

La gala estaba siendo muy divertida, mucho más que la del año anterior. Había mucha diferencia de ver ese espectáculo desde el punto de vista de un nominado a verla desde el punto de vista de un simple invitado, los nervios impedían hacer muchas cosas y ese era el caso de Max.

-          Nunca olvidare el momento de ver a Jeremy Irons bailando con Brad Pitt -dijo el presentador haciéndonos reír a todos- He de decir que con Emma has bailado mucho mejor que con Brad, supongo que el beso de antes le habrá dado fuerzas

No había persona que no estuviera riendo en ese momento, todo era tan surrealista que parecía imposible que eso fuera una entrega de premios seria.

Podría contar mil historias más sobre lo que ocurrió esa noche pero supongo que lo más interesante es saber si Max gano o no el Oscar. La ganadora a mejor actriz el año pasado presentó a los nominados y para desgracias de los otros tres nominados mi marido si gano esa noche.
Su madre se levanto a aplaudir, Jeremy le dio un abrazo antes que nadie y yo, yo no supe hacer otra cosa que llorar un nuevo océano.

-          Te amo
-          Y yo a ti –respondí antes de que subiera a recoger el premio-

Encima del escenario volvió a llamar mi atención varias veces, estaba llorando tanto que por momentos no era capaz ni de mirar lo que estaba haciendo.

-          Mi amor… Emma… esto es gracias a ti. Lo siento por los demás pero siendo sincero este premio y todos los demás que he ganado han sido gracias a mi mujer. No os quiero dar envidia pero por si no lo habíais visto voy a tener una preciosa niña con esa chica de ahí –dijo haciendo sonreír a todos los presentes- Te amo, ya da igual si he ganado o no, esto más que un agradecimiento es una declaración de amor. Te amo princesa.

Tras su salida del escenario Cassie llamo mi atención y me indico el camino que debía seguir para felicitarle en privado, allí si que podría llorar a gusto.


En el momento en que conocí a un chico caracterizado de rey nunca imagine que llegaría a vivir esos momentos junto a él. Nunca hubiese podido imaginar que una chica de 20 años del norte de España se pudiera casar y tener una hija con uno de los actores más importantes del momento. Desde el día en que viaje a Brujas hasta ese mismo instante mi vida había dado un giro de 180 grados y encima para bien, todo gracias a un estúpido enamorado que no dejaba de proclamar a los cuatro vientos lo mucho que me quería.

Con el paso del tiempo había aprendido una cosa fundamental "Dan igual los altibajos que pueda tener tu vida, lo único realmente importante en ella es el amor que te dan las personas de las que te rodeas, con ellos todo se puede sobrepasar". En mi caso Max, mi madre, mis suegros y mi hija eran esas personas, sin ellas nada sería lo mismo.

-          India Miles, ese es el nombre de vuestra nieta
-          Es muy bonito –dijo Sinead-
-          Las dos cosas que más queremos dentro de una misma persona –dije aun en la cama- Jer, que te parece?

Jeremy estaba callado y eso normalmente no era buena señal. Si no le gustaba el nombre podía decirlo tranquilamente, mi madre lo hizo y a ninguno nos pareció mal.

-          Siempre pensé que le ibais a poner Jeremy como segundo nombre
-          Y John como tercero, no te digo –dijo Max consiguiendo hacerme reír- En serio, te gusta o no?
-          Claro que me gusta. El nombre de mi primera nieta es precioso

Desde ese momento hasta este mismo, nuestra vida no ha tenido muchos cambios significantes. Max y yo seguimos muy enamorados, enamorados el uno del otro, enamorados de la vida y sobretodo enamorados de la pequeña que nos hace sonreír cada minuto de ella. India Miles era lo que desde tantos años su padre y yo anduvimos buscando, un motor que hiciera que todo funcionara correctamente, la última pieza para formar la familia que desde pequeños los dos deseamos tener.


Pd. MIERDISIMA DE FINAL! (Lo siento)

No hay comentarios:

Publicar un comentario