Desde el momento en que pise el aeropuerto sabia que ese
viaje iba a ser especial; ir a Brujas, participar en un rodaje… todo era algo
nuevo en mi vida, quizás quedar con ese chico no era tan mala idea como
pensaba.
Por lo que parecía la mayoría de actores que participaban en
la serie se hospedaban en nuestro hotel, de esa forma pude conocer a Josh. No
parecía mal chico pero era raro que sin más en mitad de la comida se acercase a
nuestra mesa y me pidiese una cita sin ni siquiera conocerme. Mas que una cita
podríamos llamarle una pequeña fiesta con sus compañeros de reparto a la cual
yo iba como su invitada.
Todo era raro y demasiado precipitado. Si los actores se las
daban de ser personas normales y corrientes para mí lo que él acababa de hacer
invitándome a la fiesta, me parecía de todo menos normal.
Sin mucha ayuda por parte de las chicas escogí lo que
ponerme esa noche, me duche, me prepare y espere a que Josh llamase para irnos.
Sé que puede parecer extraño pero ocurrió así, apareció sin más
y después de mirar esos ojos casi suplicantes no supe darle un no por
respuesta. Sofía me repetía que tuviese cuidado con él a lo cual no hice mucho
caso, no parecía tan malo como para tener cuidado, solo quería divertirse.
-
Me estas metiendo miedo. No creo que sea un
psicópata
-
A saber –respondió Sara-
-
Vale –dije mirando el móvil- me voy. Que os den
Primero me llamaban aburrida por no hacer nada, y ahora que
lo hacía era que estaba loca. Ni ellas mismas se entendían.
Salí de la habitación nada más escuchar la llamada de mi
cita y después de un rápido saludo caminamos hacia la sala donde estaba la
fiesta. Al principio no niego que estuviera algo incomoda, pero después de unas
copas y una larga conversación sobre la vida en general esa noche se convirtió
en todo menos en incomoda.
La gente era súper agradable conmigo sobretodo sabiendo que
no era alguien del rodaje. Parecían amigos de toda la vida, nos sentábamos
rodeando una mesa y hablábamos de lo que fuera. Ese era el tipo de fiestas que
me gustaban; prefería hablar a beber aun mas y terminar vomitando, eso no era
divertido.
Josh era encantador, no había momento en el que no me
hiciera reír. Llegaba a dolerme todo el cuerpo de los ataques de risa que me
daban por culpa de sus bromas.
-
Estas llorando? –pregunte riendo- que está
llorando… está llorando Max
Era imposible hacerme parar de reír. Miraba a Max para no
mirar más a Josh y aun así no era capaz de dejar de reír.
-
Has bebido demasiado –dijo Max entre risas- Das
miedo
-
El problema es que no he bebido… apenas
Ese “apenas” hizo que volviese a estallar de la risa, no había
forma de pararme. Casi sin darme cuenta abrace a Max y me escondí entre sus
brazos mientras intentaba parar, era la única forma de que no mirase a Josh. El
muy idiota también había empezado a reír y por lo que parecía la noche se iba a
volver muy larga.
-
No puedo más, voy al servicio antes de morir por
vuestra culpa
Apoye mi mano sobre la pierna de Max y me levante lo antes
posible por miedo a ver a Josh y volver a las andadas. Un poco de agua fría me
sentaría bien o al menos eso pretendía yendo al servicio.
-
También necesitas un poquito de agua? –pregunte
en tono de broma-
-
Un poco –respondió pasando un brazo sobre mis
hombros- Creo que en nada me voy a ir a mi habitación
-
Deberíamos hacer todos lo mismo
Si era igual de agradable que guapo iba a estar muy a gusto
a su lado. Parecía el típico chico “profundo”, es decir el típico chico que
parece que no está en la conversación pero cuando aparece hace que todo gire a
su alrededor, pues así era Max o al menos eso me parecía a mí.
-
Ni se te ocurra
Estaba empezando a sonar música y tan solo por su mirada podía
intuir que me iba a hacer pasar vergüenza haciéndome bailar.
-
Estás loco –dije entre risas-
Nos miramos cómplices y sonreímos; parecía que después de
ese baile podía empezar una nueva amistad.
Él se fue a su habitación, yo en cambio estuve un par de
minutos más con los chicos. No era plan desaparecer de allí sin mas después de
que Josh me hubiera invitado. Había sido una noche increíble y ojala pudiera
repetirla pronto.
-
Buenas noches cielo
Nos acercamos a darnos un abrazo y nos despedimos hasta la
mañana siguiente. Otra vez mas llegaba la hora de despertar a la doble S y
contarles lo que había pasado; mis risas con Josh, lo majos que eran todos… una
noche muy entretenida.
-
Shhh! Fijo que nos vienen a echar la bronca.
Mira que horas son
Llamaban a la puerta y al menos por educación debíamos
abrir.
-
Que haces aquí? -pregunte sorprendida-
-
Vente. No quiero que duermas ahi
Me sorprendió por completo pero a la vez me gusto. Algo había
surgido en la fiesta aunque quizás no
tanto como para acabar durmiendo juntos.
-
Y Josh?
-
Josh da igual, ven por favor –respondió casi suplicando-
Si Max ya estaba loco creo que yo deje demostrado que aun lo
estaba más cerrando la puerta de la habitación y siguiéndolo hacia la suya. No tenía
ni idea de que iba a pasar pero tantas veces me habían llamado aburrida que después
de todo eso no volverían a repetírmelo en un par de años.
-
Qué? –pregunte con una sonrisa de oreja a oreja-
No hacía falta preguntar nada mas, él ya se encargaba de
todo sujetando mi cara y besándome. Acariciando mi cuello a la vez que
continuaba besándome consiguió tumbarme en la cama. Ahí los dos ya sabíamos que
iba a pasar.
-
Si quieres parar dímelo –dijo dulcemente-
Solo era sexo, tenía que mentalizarme de ello. Siempre había
sentimientos de por medio pero esta vez era diferente, no podía permitirme que
ese chico por lo que acababa de hacer me empezase a gustar.
Él volvía a su vida y yo a la mía; yo me iba con las chicas
a disfrutar de Brujas y el a continuar con su trabajo en la serie. A penas nos
quedaban 2 días en la ciudad y aun no habíamos vivido un día en condiciones.
-
Caballos! –grito Sara
-
Mierda! –grite yo
Lo único que significaban los caballos era que Max y
seguramente Josh andaban cerca. No tenía ganas de saludar a ninguno pero por lo
que parecía no había forma de no verlos. Primero Josh y más tarde Max. Podía
permitirme pensar que estaba demasiado sexy bajando del caballo pero nunca
podría decírselo.
-
¿dormiste bien?
No era la mejor pregunta para hacerme al lado de Max. Estaba
entre responderle “mejor que nunca” o simplemente mentirle con un “como todas
las noches”.
-
De que te ríes? Ahora te toca a ti? –pregunto
Josh
-
Que te han hecho en la cabeza? –continué riendo-
Te pareces a mí el día que os ayude
Ver a Max con una especie de peluca rizada era lo más
gracioso que podía ver. Estaba guapo pero no tanto como sin ella.
-
Quieres probarla? –pregunto divertido-
-
No hace falta, gracias
Algo raro había entre los dos, no era incomodo estar juntos
pero parecía que necesitábamos hablar o al menos pasar un tiempo a solas para
no llegar a esa incomodidad que no queríamos. Seguramente nunca más volveríamos
a vernos pero por si acaso preferí preguntarle si quería dar un paseo y así
hablábamos.
-
Puedo?
Respondí “Si” aunque en el fondo supiera que no era normal
lo que hacíamos. No podía pedirle ir a dar un paseo y terminar enrollándonos en
su caravana.
No era algo normal, no todos los días conocía a un chico y
la primera noche tenia sexo con él y al siguiente día aun seguía besándole. El
que fuera de otro país me impedía hacer muchas cosas, quizás otras personas
eran capaces de hacer todo eso sin permitirse sentir algo, yo en cambio tenia
ilusiones en la vida.
-
Tienes que ir a grabar. Mis amigas me van a
matar
-
Le voy a agradecer a Josh que te invitase a la
fiesta toda mi vida –dijo antes de besar mi cuello-
-
Para Max –lo separe de mi antes de que continuase
y no supera como pararle- me encantas pero no es plan de estar así todo el día
Era encantador acompañándome de vuelta junto a las chicas. Parecía
que lo que hacía escasos minutos quise parar en ese momento solo pensaba en
volver a hacerlo. Había mucha tensión sexual resuelta a medias y si seguíamos viéndonos los días que me quedaban allí la íbamos a
resolver del todo.
Antes de volver a encontrarnos nuevamente por sorpresa
decidimos volver a quedar, pero esta vez solo él y yo y quizás un cine.
Las chicas apenas sabían que había pasado y por el momento
era mejor continuar sí. No podía negarles que había pasado la noche junto a él
pero lo que había pasado en la caravana se quedaba solo para Max y para mí.
-
Te vas? –pregunto Sofía-
-
Tengo que hablar un segundo con Josh. Ayer me
estaba contando no se qué y lo deje con la palabra en la boca… en un rato
vuelvo
Volvía a mentirlas y me sentía mal por ello, pero estaba
casi segura de que sabían lo que estaba haciendo.
Di 3 golpes en su puerta y un sonriente Max apareció detrás.
Hablaba por teléfono asique entré dentro de su habitación y espere mientras
miraba entretenida las vistas que tenía.
Para no querer volver a tener nada con chicos lo estaba
haciendo realmente mal, parecía que si me proponía hacer una cosa luego siempre
terminaba ocurriendo algo que lo volvía imposible de conseguir.
- Vamos abajo, quiero fumar
Ya teníamos algo en común, los dos éramos fumadores.
-
Cita? –pregunto mientras rodeaba mis hombros con
su brazo-
-
Me la estas pidiendo?
-
Ya lo es no?
-
Si llamas cita a salir a dar una vuelta con una
chica que apenas conoces pues supongo
que lo es
Paro por un segundo y se dedico a mirar mis labios. No
entendía que quería decirme con eso, era muy confuso hacer esas cosas con
alguien que era casi un extraño.
-
Aun no te he preguntado ni los años que tienes
Tanta prisa para unas cosas nos habían impedido preguntar
cosas básicas. Me estaba liando con alguien del que no sabía apenas nada.
Se llamaba Max, tenía 27 años y era de Londres. Nunca había
escuchado su nombre pero por lo que él me contaba había grabado varias
películas, seguramente no del estilo de películas que yo solía ver.
-
Qué? Esa la he visto!
-
Pues ahí salía
-
No me lo creo. Quien eras?
-
El protagonista? –reímos- estarías más atenta en
otras cosas que en mi
-
Seguramente –respondí divertida- Que quieres
hacer? No me apetece estar todo el día fumando
-
-volvió a colocar su brazo sobre mis hombros- te
apetece volver a mi habitación, pedir algo de cenar y vemos una película?
Como completos desconocidos decidimos volver al hotel para
no llamar aun más la atención. No queríamos dar explicaciones a nadie sobre lo
que hacíamos o dejábamos de hacer; éramos jóvenes y solo queríamos divertirnos.
La cena estuvo bien, la compañía mucho mejor y la película…
mejor llamarle fútbol. Si quería empezar
a conocerme lo iba a hacer a lo grande; adoraba ver fútbol.
-
GOL!!!!!! –grite subiéndome en la cama-
-
España tenía que jugar –dijo entre risas- me sorprendes
Tiró de mi mano hacia él y consiguió que me tumbase a su
lado y dejase de hacer el idiota como lo estaba haciendo después de ver el gol
que habían marcado.
No me incomodaba para nada estar tumbada al lado de su
pecho, me parecía un bonito gesto por su parte. Hasta parecíamos una pareja de
novios formales.
Mientras Max acariciaba mi mejilla yo ponía caras raras. Quería
divertirme y hacerle reír y en ese momento lo estaba consiguiendo. Jugábamos a
cosas estúpidas, cosas de niños que seguramente no deberíamos hacer pero que
nos divertían.
-
La comida Emma!
Fue tarde cuando lo dijo, mi torpeza ya había conseguido
tirar todo por el suelo.
-
Estás loca –dijo sentándose a mi lado entre
risas- rico eh?
Pasar un trozo de comida por mi cara no era algo muy romántico,
quizás para el sí pero para mí no.
-
Te gusta? -Reí al verlo lleno de comida por
todas partes-
-
Riquísimo
Algo malo tenía que tener esa respuesta. Sujetó mi cara con
sus dos manos y me restregó toda la comida que acababa de echarle en la cara.
Estaba claro que esa noche iba a haber algún beso, pero nunca imagine que sería
de esa manera.
-
Mañana tienes que grabar asique debería irme a
mi habitación
-
Te acompaño
Con su mano entrelazada con la mía caminamos de nuevo a mi habitación
y con un simple adiós intentamos despedirnos.
-
Hola?
Reí al ver la cara que Sara acababa de poner al ver a Max allí,
ahora sí que podían asegurar que les había dicho una pequeña mentira.
Volví la
mirada por unos segundos hacia Max y me di cuenta de que en el fondo no quería
que se fuera, necesitaba que volviese a pedirme dormir con él.
-
Entras o puedo volver a mi cama?
-
1 minuto –respondí sin quitar la mirada de Max-
Sara volvió dentro de la habitación y otra vez mas quedamos
a solas.
Con solo mirarnos sabíamos lo que pensaba el otro. Solo hacía
falta caminar el uno hacia el otro y darnos ese necesitado beso. Sus manos al
igual que las mías rodeaban mi cuello, era perfecto, necesitaba parar el
tiempo.
-
Me encantas –dijo al ras de mis labios-
Ahí empezaban a surgir los sentimientos, algo que no podía
permitirme. Ojala nunca hubiera dicho esa frase, si se hubiera limitado a
besarme todo habría sido mucho mejor.
Empezar a sentir por un chico que sabía que nunca será mío
era lo peor que podía hacer. Tenía que volver a mi antigua mentalidad y
obligarme a cumplir las normas que me había puesto. No más Max durante el día
que nos quedaba allí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario