Después de 3 horas lejos de Max por fin me di cuenta de lo
que necesitaba; no necesitaba espacio, ni siquiera ver a mi familia, lo único
que necesitaba era a él. Tenía que aprender a sobrellevar su vida, era algo que
no podía cambiar, lo quería demasiado y eso era lo único que tenía que
preocuparme.
Marque su número y con algo de suerte ya habría terminado todo lo que tenía previsto hacer. Quería compartir ese
increíble lugar con la persona que más quería.
-
Hasta la noche no vamos a poder vernos. Me
acaban de avisar de que tengo otra sesión de fotos y dos entrevistas mas. Lo
siento
-
Vale, no te preocupes –me senté en uno de los
bancos del parque intentando aparentar normalidad- Esto es precioso
-
Sobretodo donde estas tu
-
Me refería a la ciudad en general pero sí que es
verdad que esto es genial
En ese momento me pare a preguntarme como después de 2 horas
sin hablar con el sabia que aun seguía en el parque. Nerviosa a la vez que algo contenta me
levante y empecé a buscarlo por todas partes, quizás estaba allí mirándome.
-
Emma? Em sigues ahí?
-
Si, si perdón –volví al mismo banco donde estaba
antes- pensé que había reconocido a una persona
-
Vale. Cariño tengo que dejarte porque ya vuelvo
al trabajo, cuando quieras vuelve. Nos merecemos una noche romántica
-
Te quiero
Después de la mala mañana que había pasado el que se merecía
algo bueno era él. No tenia por que soportar a una cría llorando a todas horas
porque no aguantaba un poco de revuelo mediático.
-
Una rosa para la princesa
Me asuste al ver a aquel hombre dándome una rosa, me la dio
y no dijo mas simplemente se limito a hacer lo que parecía su trabajo.
-
Princesa? –pensé en alto-
Max tenía que estar por alguna parte, tantas coincidencias
no eran normales. Detrás de un árbol, en un banco, sentado en una de las rocas…
tenía que estar allí. No podía ser tan cruel que ni siquiera era capaz de venir
a mi cuando me podía ver nerviosa y buscándolo por todas partes. La gente podía
llegar a pensar que estaba loca.
-
Max donde estas?
-
A punto de entrar a la entrevista ya te lo dije
hace 5 minutos
-
Me estas mintiendo. Un hombre acaba de llamarme
princesa y tu antes me dijiste que esto era precioso
-
Te juro que estoy en el hotel… donde sino iba a
estar?
Detrás mía, ahí era donde estaba 2 segundos después de
responderme.
-
Vas a hacerme llorar otra vez –dije entre sus
brazos- imbécil
-
Idiota
-
Estúpido
Adoraba jugar con él sobre todo si sabía que el juego iba a
terminar con mis labios rozando los suyos en mitad de Central Park. Era la
escena que toda mujer soñaba; el chico perfecto y el lugar idóneo, solo le
faltaba declararse allí mismo.
Nos merecíamos dar un paseo por la ciudad que nunca duerme
antes de volver al hotel. Ya no había agobios ni managers ni nada, solo
nosotros dos.
Nueva York era una ciudad increíble y más aun si lo tenía a él a
mi lado.
-
Cómo? Estamos en Nueva York –grito divertido-
-
Soy una chica de LA. Si quieres ir a verlos
deberías llevar tu gorra de los Dodgers
-
Nos van a matar –volvió a rodear mis hombros con
su brazo- Te encanta Nueva York pero eres una chica de LA. Todo demasiado raro
Varios meses juntos por fin daban frutos; sabíamos nuestros gustos, preocupaciones, prácticamente todo
sobre el otro. Después de tantos problemas nos merecíamos un tiempo para
nosotros solos, parecía que durante unas semanas todo se había vuelto en
nuestra contra y por fin el mundo volvía a tener sentido.
Cenar un perrito en medio de la calle, bailar música
española en un pequeño bar de la ciudad, reírnos hasta no poder respirar… en
eso tenía que basarse nuestra relación. No mas drama por un tiempo.
El día siguiente no teníamos nada que hacer, solo ir a ver
el partido de beisbol junto con unos amigos de Max. Por lo que me pudo contar
uno de ellos había actuado en una película junto a él, la cual no había visto
como era típico en mi. Vendría con su prometida y así al menos tendría algo de
compañía femenina por unas horas.
-
Vamos Dodgers! –grite saltando encima de la
cama- Me queda bien la camiseta?
-
Mejor sin ella –me lance sobre él y le di un beso- Deberíamos ir
saliendo
-
Tienes razón –suspiro cansado- Se de alguien que va
a volver a decirme que soy un impuntual
Ese viaje junto con todas las experiencias vividas cambiaron mi
vida por completo. Por fin empezaba a replantearme que quería ser y con quien quería
pasar el resto de mi vida, quizás ser enfermera no tenia porque ser mi futuro.
Mi pasión era el baile y hasta un poco la actuación; estar en una ciudad tan
diversa como Nueva York me abrió los ojos y me hizo ver todo desde otra
perspectiva.
Tenía que cambiar y mi forma de hacerlo no fue lo más normal del
mundo.
4 meses más tarde, Nueva York.
Apenas llevaba 2 días en mi nuevo apartamento y ya me
avisaban de que tenía que volver a preparar la maleta para irme durante un fin
de semana a un pueblo en un lugar del que jamás había escuchado hablar en Ohio.
Después de una mudanza tan repentina y una ruptura
sentimental, viajar era lo único que alegraba mis días. Continuas llamadas de
Max pidiendo perdón no servían de nada, lo hecho echo estaba y más aun sabiendo
que me iba a ir de Londres durante un par de meses. Enterarme por medio de una web de
que mi novio se había ido al hotel con una chica que acababa de conocer en una
fiesta no era la mejor noticia que me podian dar.
-
Para de llamarme. Max tengo cosas que hacer, por
primera vez en la vida he dejado mis estudios por algo que merece la pena
Rezaba por haberle hecho daño con esa frase, así al menos
sentiría un poco del dolor que sufrí yo al verle con otra.
-
He hablado con Jake y sé que has quedado con
Allie
-
Estas espiándome? Olvídate de mi por favor, es
muy fácil
Ahora ya no podría ni quedar con Allie. Ella era el único
apoyo que tenía allí y el imbécil de Max parecía estar molesto por ello.
-
Emma lo siento! –repitió con fuerzas- Se que la
cague pero por favor perdóname. Necesito verte
-
No va a ser como las otras veces. Me da igual
que vengas aquí o vayas a donde te dé la gana. Hemos terminado
No podía perder el tiempo con alguien que había demostrado
que no le importaba. Me había mudado a Londres solo por él y me lo agradecía
de esa forma, perfecto. Mi madre ya me había avisado de lo que podía pasar y no
se equivoco en nada, el único detalle que se le paso por alto fue que dejaría
Londres por irme a hacer locuras en Nueva York; la nueva Emma era así.
-
Ojala os vaya bien con la película
Estupideces, eso era lo único que decía. Como iba a irnos
bien una película que seguramente solo se viese en televisión? Era de locos
pensar que una película como la que estábamos rodando iba a tener algún éxito mediático.
Para ser mi primera película tampoco podía quejarme, menos era nada.
-
Me estoy volviendo loca. Por favor no le digas
nada a Jake porque estos dos hablan y como me vuelva a llamar Max me corto las
venas. El muy idiota se ha despedido con un “Te Quiero”, me quiere amargar la
vida –dije muy dramática-
-
Desde cuando llamas a la gente sin decir tan
siquiera hola?
-
Desde que la muy idiota de Allie se emborracho y
se me declaro delante de todo el mundo –respondí divertida- perdón
-
Estas totalmente loca –reímos- A ver cuéntame
toco tranquilamente
En tan poco tiempo nos habíamos vuelto tan buenas amigas que
ya no me daba ni miedo tratarla igual que a Sara y Sofía. Allie era un amor de
chica, más que una amiga a veces parecía mi madre, lo malo era que ella y Jake no
vivían en NY y en cuanto me diese cuenta ya no los tendría a mi lado siempre
que quisiera.
Tenía que empezar una nueva vida y asi aprender a no
depender de nadie.
-
Emma ven, quiero presentarte a Robert
Me acerque a ellos y volví a ver a ese chico tan gracioso
que había conocido en la audición; parecía que a él también le habían cogido.
-
Rob Emma, Emma Rob
-
Nos conocíamos de antes pero gracias por la
nueva presentación –reímos y esperamos a que Cassie se fuera para empezar a
hablar. Era un poco incomodo con ella delante- Se preocupa demasiado
-
Hizo lo mismo conmigo el día que nos conocimos. Deberíamos acostumbrarnos a tener a una madre cuidándonos a todas horas, somos
los único actores menores de 30 años que andan por aquí
Supongo que por ese motivo Cassie nos quiso presentar, el
problema era que no se había dado cuenta de que para llegar hasta allí tuvimos
que pasar un casting en el que Robert y yo coincidimos, de ahí que ya nos
conociéramos de antes.
Iba a ser mi compañero de escena asique más nos valía llevarnos bien.
Iba a ser mi compañero de escena asique más nos valía llevarnos bien.
Era una película de terror y nosotros interpretábamos a los
hijos de dos de las familias del vecindario. Lo máximo que teníamos que hacer
era decir 4 frases y besarnos asique tampoco había mucho margen de error.
Tuve tanta suerte al conseguir el papel en mi primera
audición que no podía ni pararme a criticar el guion de la película. Todo lo
que fuera aprender bienvenido era.
-
Corten! Repetirlo
Tantas veces nos lo habían hecho repetir y desde diferentes
ángulos que volvía a llegar el momento y no podíamos remediar reírnos.
-
Rob! –miramos al director- deja de pensar en
otras cosas y disfrútalo
-
A disfrutar –grito mirándome- estas bien?
Algo incomoda medio desnuda delante de casi 20 personas pero
dentro de lo que cabía no era mi peor momento.
-
Dime que me quieres
-
No
-
Dime que me quieres –repitió sujetándome las
muñecas-
Durante un segundo de la grabación Robert desapareció y Max
ocupo su lugar. Echaba de menos sus te quiero.
-
Te quiero –dije sonriente-
Acababan de gritar “Corten” y nosotros aun seguíamos en la
misma posición. Todas las incomodidades que pudimos tener acaban de convertirse
en todo lo contrario; ninguno quería moverse.
-
Podéis terminar la escena en los camerinos –dijo
el director-
-
-Mire a
Robert y contuve la risa- deberíamos movernos no?
-
Eso creo
Demasiada tensión acababa de surgir; o lo apartaba de encima
o no sé que podía ocurrir. Mi ruptura con Max aun era muy reciente y no podía
dedicarme a nadie mas por el momento.
Grabar una película con un chico súper agradable y encima
guapo complicaba todo un poco, lo complicaba al menos en mi situación. Si fuera
otro momento de mi vida hubiese ido a cenar junto con los demás actores, en
cambio yo prefería quedarme en aquella habitación comiendo un sándwich por
miedo a que Robert me dijera algo y no supiera cómo parar unos sentimientos que
quizás empezaran a surgir. Hasta que Max no desapareciese de mi vida nada volvería
a la normalidad.
-
Perdón –dijo interrumpiendo mi conversación con
Cassie- te apetece ir a dar un paseo? John está muy pesado con que quiere
enseñarme un no sé que de su abuela
Reí a carcajadas al escucharlo, el chico era increíblemente
gracioso.
-
John está un poco mayor –gire la mirada y sin
decir nada Cassie ya me estaba señalando la puerta para que me fuera. Ella
mejor que nadie sabía cómo estaba- En rato vuelvo
-
No hagáis el loco. Porque seáis los más pequeños
no tenéis ese derecho
-
Si mama –respondimos a la vez-
Se comportaba de la misma forma que mi madre cuando tenía 15
años, era tan simple como dejarnos un poco de libertad y nosotros nos
encargaríamos de no hacer ninguna locura. No éramos unos críos.
Caminaba a su lado por mitad del campo en el que estaban los
trailers y observaba como algunos de los actores aun seguían rodando a esas
horas de la noche. La película no tendría mucho presupuesto pero si tenía unos
actores que daban absolutamente todo por hacer un buen trabajo.
El olor a tierra mojada, los gritos de las actrices
corriendo porque las perseguía alguien… todo hizo de esa noche una noche un
tanto especial. Era la primera vez que estaba a solas con un chico después de
lo que había pasado con Max y por suerte me sentía muy cómoda, tanto que no
dejaba de bromear con Rob.
Físicamente no se parecía mucho a Max, apenas media 1’80, tenía
el pelo castaño y no había rastro de esa estúpida sonrisa que Max siempre tenía
en la cara, el único problema era que Robert
también era ingles y cada vez que escuchaba ese acento tan característico
no era capaz de sacarme a mi ex de la cabeza.
-
No me fastidies –cogí a Rob de la mano y lo metí
conmigo detrás de uno de los camiones de producción-debería ir a hablar con él?
-
Con quien?
-
Alguien… espérame por favor
Nunca había estado tan nerviosa a la vez que enfadada. Ver a
Max allí no podía ser nada bueno, lo que tuvimos que hablar ya lo habíamos
hecho y después de un mes de insistentes llamadas sabía que no había marcha
atrás con nuestra ruptura.
Camine hacia él a paso firme, quería que se notara mi
enfado. Cassie apareció casi de la nada y con una voz que nunca había escuchado
dijo “Sorpresa” como si me fuera a alegrar por verle.
-
Estoy listo, hagámoslo
Abrió una pequeña caja y me enseño el anillo que había
dentro.
-
Cásate conmigo
No sabía qué hacer, parecía borracho e incluso drogado. No
entendía nada de lo que pasaba, parecía una broma de mal gusto.
-
Eres la mujer de mi vida. No me cansare jamás de
pedirte perdón por lo que paso. Emma por favor
La gente nos miraba y yo solo quería morirme en ese momento.
Miraba a Cassie y esperaba una frase por su parte, lo que fuera con tal de no tener
que decirle nada a Max.
-
He conocido a otra persona
Salí corriendo y me encerré dentro de mi tráiler, solo quería
llorar. No me salían las palabras para explicarles a Cassie y Robert lo que sentía,
estaba mal y lo único que necesitaba era tranquilidad.
-
Mañana va a rodar una escena. Nos ha hecho un
favor a todos, así tendremos algo de publicidad
-
No quiero verle –me lance sobre los brazos de mi
amiga y llore con más ganas aun- lo odio! Me engaño con otra y ahora me pide
matrimonio
-
Em no te preocupes –dijo acariciando mi pelo- No
se dio cuenta de lo que tenía hasta que lo perdió
Ni siquiera los ánimos de Robert
consiguieron hacerme parar de llorar; a la mañana siguiente parecería uno de
los muertos sin apenas necesitar maquillaje, era lo bueno de las sorpresas inesperadas.
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