martes, 24 de septiembre de 2013

capitulo 21

Ya que era nuestro último día en Los Ángeles teníamos que aprovecharlo. Pleno invierno y nosotras estábamos haciendo surf o al menos intentándolo, llegaría a Nueva York con el constipado de mi vida pero no importaba mientras me lo hubiese pasado bien.

-          Fotógrafos a la vista

No podíamos ni tener una tarde sin que los malditos fotógrafos nos persiguieran a todas partes. Parecía que les gustaba que saliera a hacer surf con la ex novia de mi prometido.

-          Ahora es cuando empezamos a liarnos y les damos de que hablar 
-          Deberíamos

Nos miramos divertidas y poco a poco nos acercamos hasta empezar a reír a carcajadas. Incluso como broma era imposible que llegásemos a darnos un beso, si no queríamos dar que hablar lo mejor era pasar de los fotógrafos y ellos se olvidarían de nosotras.

Por raro que parezca el surf se me daba bien, no era una persona a la que le encantase hacer deporte pero esto me gustaba, quizás era porque apenas tenía tiempo para practicarlo. Me daba golpes con la tabla, me moría de frio, pero igualmente yo seguía dentro del agua divirtiéndome como una niña. Los Ángeles podría ser una ciudad caótica y llena de personas que dicen ser lo que no son pero por el simple hecho de tener esas playas merecía la pena vivir allí.

-          Emma tenemos que hablar un segundo

La mire seria y mientras me tapaba con la toalla empecé a ponerme nerviosa por lo que pudiera decirme. Cada vez que teníamos que hablar lejos de la gente era por algo malo.

“Max no te olvidas de alguien? Max Irons sale de la premiere de *** acompañado por una espectacular rubia”

-          Estas bien? –pregunto después de leer la noticia-
-          Se de alguien que va a volver directo a Londres

Podría dar la casualidad de que entre ellos no hubiera ocurrido nada pero era muy sospechoso que se escondieran de las cámaras cuando los vieron salir.

Entre Cassie y yo nos encargamos de dar con uno de los fotógrafos que hicieron las fotos, con suerte nos diría todo lo que vio y así no haría ninguna locura por adelantado.

-          Con el pedazo de chica que tenia al lado no parecía muy contento. No sé si me equivocare pero yo diría que no se iba a enrollar con ella
-          Muchas gracias por decírnoslo. Te debo una
-          Ya me la cobrare –respondió divertido-

Al menos mi representante conocía a buenas personas como ese hombre. Si hubiese sido otro no nos habría dicho ni lo mas mínimo o quizás hasta nos hubiera mentido.
No haciendo mucha memoria recordé que Emily había salido con Max, quizás si le enseñaba la foto que le habían hecho la noche anterior ella supiera quién era esa chica.

-          Ni idea. Igual es su prima, a saber. No seas negativa, dudo que Max te haga eso

Si no quería molestar a nadie más con mis preguntas lo que tenía que hacer era llamar a Max y que el mismo me contase lo que había pasado esa noche. Ahora ya entendía a que venían tantos fotógrafos en la playa e incluso delante del hotel, la tonta de turno no se había enterado de lo que hacía su novio y luego pasaba lo que pasaba.

-          Y debería creerte?
-          Te juro que es la novia de mi hermano. Han venido a traerme cosas, además si te fijas en la foto veras a mi hermano detrás
-          Aquí no se ve a nadie Max. Solo con ver a la chica me he puesto de los nervios
-          Cuando tienes el vuelo de vuelta?
-          En un par de horas. Por qué?
-          Por ir a recogerte al aeropuerto con ella y mí hermano. Así pasáis un rato juntos y te dejas de tantos celos

Ojala fuera cierto todo lo que escuchaba. Si tan solo era la novia de su hermano íbamos a pasar una buena noche juntos, sino bien podía irse de nuevo a su hotel.

-          No te ha mentido –dijo Emily dándome un abrazo- Seguro que es una nueva novia de Samuel y por eso yo no la conocía, no te preocupes
-          Te voy a echar de menos

En esos días en los que apenas nos separamos había encontrado a una buenísima amiga. Nadie diría que al principio no nos llevamos muy bien por todo el tema de Max; de no ser por que las dos decidimos dar una oportunidad a la otra nada de esto hubiese surgido. Nos hubiésemos limitado a hacer la película y seguramente luego iríamos cotilleando sobre la otra a sus espaldas.

Agotadas por el día vivido nos despedimos y cada una nos dirigimos hacia el lugar de salida de su vuelo. Ella la pobre volvía sola a casa, yo en cambio aun seguía teniendo a Cassie haciéndome compañía en ese interminable vuelo.

Aun odiándolo un poquito por lo que me había hecho pasar en Paris, lo recibí con un gran abrazo. Con la tontería llevábamos casi un mes sin vernos y nunca creí echar tanto de menos a alguien.

-          Me encanta ver que el anillo aun sigue en tu mano
-          No me hagas quitarlo –respondí con una gran sonrisa- estoy agotada
-          Lo suponía –Cogió mi bolso y se lo colgó de su hombro mientras apoyaba su otro brazo en mi cintura- Vamos al hotel y descansas. Ya tendrás tiempo de ir a casa

Nunca me habían gustado mucho los hoteles pero esa vez tenía razón, ya volvería en otro momento a mi fría y desordenada casa.

-          Y tu hermano?
-          En el hotel junto a su novia –paró en seco y me miro fijamente- te juro que la de las fotos era ella
-          Tendré que creerte –respondí caminando de nuevo- Vamos señor Irons, mueva el culo

Por culpa de mi viaje el pobre se había tenido que pagar un hotel casi al lado de mi casa. La habitación era grande pero no lo suficiente como para tener 4 maletas y un par de bolsas llenas de cosas que le había traído su hermano.

-          Necesito darme una ducha

Quizás no debí decirlo mientras Max bebía un vaso de agua. Me miro divertido y con aun un poco de agua dentro del vaso se acerco hacia mí.

-          No se te ocurra

Camine hacia el baño y antes de que me tirase el agua encima cogí la manguera de la ducha y le apunte con ella.

-          Emma te la estás jugando
-          Como me lo tires por encima vas a terminar empapado. Te aviso
-          Es un vaso contra una ducha… Me rindo
-          Deja el vaso

Con algo de respeto dejo el vaso sobre una de las mesas del baño y mientras, aproveche para mojarle un poco.

-          EMMA! –antes de que me diese tiempo a salir de allí me agarro del brazo y me paro apoyándome contra la pared- Vas a estar preciosa después de esto
-          No lo hagas –suplique entre risas- Por favor cariño
-          Seguro que tienes más ropa en la maleta. Si no por mí no hay problema en que te pases todo el día desnuda

Seguramente no era la forma más normal de acabar el día, pero al menos fue divertida. Volver a revivir las mismas risas de cuando nos conocimos me hizo darme cuenta de que nada importa con tal de ser feliz en el momento; el pasado era pasado y ahí debía quedar.

Samuel, el hermano de Max, junto a su novia llamaron por teléfono y preguntaron si queríamos bajar a tomar algo con ellos. Con la ducha que nos habíamos dado y las mil tonterías que habíamos hecho quizás no era la mejor idea, pero ya que estaban allí y se habían molestado en avisarnos me sentí un poco obligada a ir a verles. Así de paso me aseguraría que la chica si era la novia de Samuel y no la de Max.

-          Hacía siglos que no nos veíamos –nos dimos un fuerte abrazo y dos besos- que guapo
-          No tanto como tu
-          Las duchas de última hora sirven de mucho –respondí mirando a Max- No preguntes, una larga historia.
-          Puedo imaginarla –reímos- Emma ella es Elizabeth, mi novia

Al final era verdad lo que Max me había dicho. La chica era la novia de su hermano y encima era muy agradable, un poco la típica rubia inglesa pero no tan borde y sosa como la mayoría.

Entre bostezos tomamos un par de copas en el restaurante del hotel. Aunque no quise decir nada Max se ocupo de explicarles todo el viaje que había hecho y así darles la noticia de que volvíamos a la habitación. Ellos podrían quedarse allí perfectamente pero yo necesitaba pillar la cama lo antes posible.

-          Buenas noches pequeña

Rodeó mi cuerpo con sus brazos y dulcemente me llevo hacia él para a si poder dormir a escasos milímetros el uno del otro. No tenía ganas ni de hablar, solo quería dormir y cuando llegase la hora ya me despertaría.
...................................

10 de la mañana y ya estaba despierta, algo raro cuando normalmente mi sueño se alargaba hasta las casi 2 de la tarde. Aunque mirase mil veces hacia mi izquierda era obvio que mi novio ya no estaba allí, quizás estaba en el baño pero no se escuchaba ningún ruido.

Con dos golpes llamaron a la puerta y me levante de la cama suponiendo que sería Max el que llamaba.

-          El desayuno. Donde se lo dejo?
-          Ahí mismo –respondí señalando una mesa al lado de la cama- Gracias

Max habría pedido el desayuno, porque lo que era yo era imposible.

-          Max??? –pregunte entrando en el baño- Que haces?
-          Buenos días –dijo acercándose a darme un abrazo- Perdóname, no quería despertarte

Tapado con un albornoz y con el pelo empapado fue como me lo encontré.

-          Te acabas de duchar?
-          Si, por eso se me ha olvidado que había pedido el desayuno. No sirvo para dar sorpresas
-          Da igual, ya estaba despierta

Lo mire de arriba abajo y en un pequeño flashback recordé la foto que me había enviado hacia unos días. Iba a ser divertido jugar con él un rato.

-          Me gusto mucho la foto
-          Deberías verla en carne y hueso
-          Debería

Poco a poco fue quitándose el albornoz mientras yo le miraba atónita. Podía parecer que era la primera vez que lo veía desnudo, en cambio era solo una táctica para luego dejarle a medias.

-          Hora de vestirse
-          Sabía que lo ibas a hacer
-          Pues dile a tu amigo que vuelva a esconderse porque hoy no tengo tiempo de nada. Es hora de desayunar

Admito que me costó mucho no hacer nada con él pero después de lo que me había hecho en Paris se lo merecía.

-          Churros mmm… -dijo con una sonrisa picara-
-          Odio los churros
-          Estas con ganas de pelea eh?
-          Idiota –dije tirándole un trozo de tostada a la cara-

No tenía ganas de pelea pero si de jugar. Max podía parecer una persona seria pero en cuanto lo conocías un poco te dabas cuenta de que era un chico muy divertido. Empezamos tirándonos trozos de tostadas y terminamos riendo a carcajadas tumbados en el suelo; nunca me había ido de un hotel más feliz.

-          La habitación estaba a tu nombre. Si llaman para decirnos algo de la mierda que hemos dejado ahí es todo tu culpa
-          La habéis dejado muy mal? –pregunto Samuel-
-          Seguro que hay tostadas hasta en el techo. Ahí donde la ves está muy loca –dijo Max refiriéndose a mi-

En un coche alquilado empezamos a llevar las cosas de Max hacia mi casa. Con suerte al ser un apartamento tan pequeño entrarían las maletas y nosotros no. Teníamos que buscar otro apartamento lo antes posible.

-          Esto esta súper bien

Hasta parecía que Samuel hablaba en serio. En mi opinión el apartamento era una autentica basura, una habitación, un servicio y poco mas, para una persona estaba bien pero no para dos.

-          Mis pies se salen de la cama asique con eso te lo digo todo –dijo Max-
-          Puedes dormir en el suelo, así no se salen de ninguna parte

Tanto por parte de Samuel como de su novia se escucho un gran “Ohhhh”, ahí empezaron a conocer como era mi relación con Max. La que mandaba era la más pequeña quisiera el o no.

Durante ese día no hicimos mucho mas, pasamos el día en casa colocando cosas y después nos rendimos viendo una película en mi pequeño salón. Desde que volví de Los Ángeles todo fue un autentico caos pero al menos era tiempo sin rodajes o castings que hacer, ya tendría tiempo de volver a grabar películas y estar lejos de mi familia.

-          Si claro. Hará frio pero me apetece ir a hacer algo de deporte… Vale, mañana nos vemos. Besos

Max me observaba pensativo, seguramente intentando averiguar con quien hablaba.

-         Robbie –dije sorprendida- Me ha dicho que si quería ir a dar una vuelta mañana por la ciudad y así hablábamos de la película
-          Y has dicho que si?
-          Claro, así estaremos más cómodos cuando grabemos. Es un buen chico
-          Pues vale

Desde el día en que lo conoció, él y Robert no se llevaron muy bien. La situación con Max no era la mejor y quizás el que tuviera que grabar una escena de cama con Robert no mejoro mucho la situación. Parecía que los celos nunca iban a desaparecer.

-          Encima vas a rodar toda una película con él. Me voy a poner enfermo
-          Ven mañana con nosotros y así te dejas de tonterías
-          Prefiero quedarme aquí deprimiéndome

Negué con la cabeza y me acerque a abrazarlo. Aunque odiase los celos me gustaba que fuera un poco así, sin esa faceta suya la relación sería muy aburrida.

-          Ven, tengo que darte algo. No pienses que me olvide de ti en Los Ángeles
-          Eso es que me quieres más de lo que me demuestras
-          Obviamente –respondí muy segura- No tengo porque demostrarte a todas horas lo loca que me vuelves

En cuanto lo vi supe que lo tenía que comprar. Quizás Max no era una persona que leyese mucho pero sabía que si le compraba ese libro por obligación tenía que leerlo. "Mi vida ahora" era el libro más bonito que había tenido la oportunidad de leer, hablaba de un amor muy joven que con el tiempo iba cobrando mas y mas sentido. Algo que es imposible de olvidar aunque las circunstancias de la vida te lo pongan difícil.

-          Pase lo que pase siempre te esperare
-          Lo dice en el libro? –pregunto mirando la contraportada-
-          Lo dice el libro y ahora lo digo yo. En serio, me da igual si nos pasamos todo el día discutiendo, sabes que te quiero y eso no va a cambiar nunca

Dejó el libro sobre la mesa y se acerco a mí hasta poder abrazarme. Por esos momentos todo lo que pudiese ocurrir merecía la pena.

-          Si no te peleases conmigo a saber con quién lo harías –dijo antes de darme un beso en la cabeza-

Sin hermanos ni nadie que nos molestara aprovechamos esa noche a solas y hicimos una de las cosas que mejor se nos daban, el amor.

-          Saluda a cámara
-          Max apágala

Nunca me había gustado la idea de grabarnos mientras teníamos sexo, tan solo el hacerme la idea de que alguien pudiera ver lo que hacíamos en nuestra intimidad me ponía de los nervios.

-          Solo hoy, hazlo por mí. Te va a encantar

Lo dudaba mucho; si lo hice por algo fue porque de esa forma dejaría de pedírmelo a todas horas. El video se lo quedaría él y de ahí no podía salir, como alguien más lo viese era capaz de suicidarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario