miércoles, 9 de octubre de 2013

capitulo 24

Incluso en pleno rodaje de la película Cassie encontró un casting al que podía presentarme. Teníamos que viajar a Nueva York para poder hacerlo pero por desgracia eso no significaba que pudiese pasar mucho tiempo con Max.  Con apenas 3 horas para pasar allí Max tenía que quedar un poco al margen, cosa que no me gustaba nada.

Sinead se iba en apenas un día pero yo ya había conseguido todos los videos necesarios, solo faltaba grabarme a mi misma agradeciéndole todo lo que había hecho. No podía ni esperar a ver el piso, conociéndola como lo hacía sabia que todo iba a estar perfecto.

-          Estoy con mi padre en una reunión. Tenias que haberme avisado antes
-          Tu padre también está aquí?
-          Vino ayer por un contrato. Intento salir lo antes posible y me paso a saludarte
-          Tienes que venir, estoy de los nervios

Por culpa de los castings muchas veces me planteaba seguir dedicándome a eso. Te miraban de arriba abajo, te trataban como la peor cosa del mundo y encima muchos de ellos ni se fijaban en el talento que una persona pudiera tener, solo les importaba la apariencia.

Entré en la sala y lo primero que vi fue a un hombre mirando de forma rara mi pelo. “Ya no me cogen” fue lo primero que pensé, aun así no me di por vencida y siguiendo sus ordenes empecé a interpretar el trozo de guion que tenia.

-          Te ves capaz de besar a un hombre mucho mas mayor que tú?
-          No es algo que haga todos los días pero es un papel increíble y me encantaría poder interpretarlo

No entendía a que venían esas preguntas, después de haber hecho mi papel lo normal era que me mandasen salir de allí pero esta vez no fue así. Hicieron unas 10 preguntas más y a continuación por fin me dejaron salir.

-          No te asustes
-          Que ha pasado?
-          Max estaba con su padre no? –afirme con la cabeza- acaban de firmar el contrato para esta película. No sé qué papel va a hacer pero espero averiguarlo en un par de horas

Ya no sabía si quería que me cogiesen para ese papel. Sabía lo que iban a decir si trabajaba en una película con mi futuro suegro y no tenia ningunas ganas de escuchar aun mas criticas.

A la entrada del edificio Max me esperaba con una gran sonrisa y sorprendentemente sin un cigarrillo en la mano.  Nos saludamos con un necesitado beso y en cuanto pude le conté lo que acababa de pasar.

-          Por lo que he podido leer del guion sé que hay dos hombres. Dudo que el casting de hoy sea para hacer de pareja de mi padre
-          Me han hecho mil preguntas
-          Las suelen hacer a veces, es buena señal

Buena o mala a mi me habían puesto de los nervios.

Antes de que volviesen a recogerme para llevarme a Wilmington aproveche la escasa hora que me quedaba y fui a ver como estaba mi nueva casa, así de paso veia a Sinead y con suerte a Jeremy.

Nada más entrar me quede sin palabras, todo era perfecto. Sinead y Max se habían encargado de comprar ciertos muebles que nos hacían falta y el resultado era increíble, no podía creer que las sillas de mi cocina fueran transparentes o que en el dormitorio tuviésemos un gran cuadro lleno de las fotos que nos habíamos hecho a lo largo de nuestra relación.

-         Y esta foto?
Estaba muy sorprendida al ver una foto de nosotros dos durante el rodaje de la serie en la que nos conocimos. Alguien nos había fotografiado y hasta ese momento yo no lo sabía.

-          Te gusta?
-          Me encanta –respondí mirando anonadada todo lo que habían hecho- Te quiero... os quiero. En serio es increíble
-          La casa estaba muy bien asique tampoco hemos tenido que hacer mucho –dijo Sinead- Me alegro de que te guste
-          Lo que no hemos podido cambiar es el baño, vamos a tener que seguir compartiendo esa pequeña encimera
-          Da igual, con tal de tener una bañera gigante –mire a Sinead- No sé si tiene un problema o qué pero casa que tenia ducha o bañera pequeña ya decía que no. Le daba igual si fuera genial, la bañera lo primero

Tanto Sinead como Jeremy que acababa de unirse a la conversación rieron. Sabían que tenían un hijo raro pero no tanto.

Ni siquiera me dio tiempo a hablar con Jeremy sobre la película cuando me llamaron por teléfono y me avisaron que un coche me esperaba a la entrada de casa. Tenía que irme ya o no llegaría al rodaje.

-          En dos días tenemos una cena pendiente, mas te vale encontrar tiempo para venir a verme
-          Odio San Valentín pero esta vez hare una excepción
-          Yo también lo odio. Solo era una escusa para verte –reímos- Tengo que irme ya. Ven cuando quieras pero pronto

Quizás no fue tan pronto como yo quería pero el día de San Valentín un guapísimo hombre me esperaba sentado en una de las sillas de producción. Mientras él me miraba vestido con un increíble traje negro, yo seguía rodando la escena con apenas ropa, el pelo enmarañado y dos chicos aparentemente borrachos persiguiéndome.
Todos sabíamos que no era una película de culto pero divertida era un rato.

Tal y como paso la ultima vez en cuanto terminamos de grabar salí corriendo hacia mi prometido. Podía ser egoísta pero nada más quería estar con él, me daba igual si perdía amigos o no, Max era todo lo que quería en mi vida.

-          Feliz día de San Valentín
-          Estas guapísimo
-          Tu también -dijo mirándome de arriba abajo- pareces recién sacada de una peli de acción
-          Más bien de una porno, llevo todo el día rodando con este mini vestido. Me estoy congelando

Max me abrazo y de esa forma me dio un poco de calor humano. Yo tan desarreglada y el que parecía que iba a una boda; teníamos que ir lo antes posible al hotel si queríamos ir a cenar algo, no creo que en algún restaurante decente me dejasen entrar con esas pintas.

-         Vamos a tener un accidente

Mientras yo conducía a él no se le ocurrió otra cosa que empezar a tocar mi pierna, algo que sabía que me ponía muy nerviosa. Cada segundo su mano subía mas y mas y no digo que no me gustara pero ese no era el momento más adecuado.

-          Max para –dije intentando aparcar- Tu regalo va a tener que esperar, primero la cena
-          Menudo calentón llevo encima

Reí por no llorar, yo no había hecho nada para que esa situación se diese pero por lo que veía mi novio tenía demasiadas ganas de tener sexo conmigo algo que por el momento no iba a pasar.
Quería pasar una noche romántica, después ya veríamos que ocurría.

-          Tengo un regalo que darte
-          Si es algo sexual ahórratelo

No debí contestarle de esa forma, fui algo borde y a Max no le gusto nada.
Dejó que me cambiase de ropa y después con el ambiente un poco caldeado fuimos al restaurante que había reservado para la cena. Si toda la noche íbamos a estar como hasta ese momento no iba a ser el día mas romántico de mi vida.

-         Aunque tú no me des tu regalo yo te voy a dar el mío –saque una pequeña caja de mi bolso y la deje sobre la mesa- Si quieres lo abres y si no… lo abres también –dije con una pequeña sonrisa- Lo siento por lo de antes

En cuanto vio lo que había dentro de la caja todo volvió a la normalidad. Nunca se me dieron bien los regalos pero esa vez sabía que no podía fallar; quizás no fue el regalo más caro del mundo o el más bonito pero sí que era al que mas utilidad le iba a dar.
A Max le encantaba darse largos baños y a mí me gustaba dármelos con el asique no encontré nada mejor que llenar esa caja con todo tipo de sales de baño y jabones.

-          No sé porque te querré tanto
-          Por estos regalos estoy segura de que no

Se levanto un poco de la silla y como forma de darme las gracias se acerco a darme un beso. La noche por fin mejoraba, ya solo nos hacía falta sacar un tema interesante de conversación y así no nos aburriríamos.

-          Sabes qué? Mi padre va a salir en un programa. Raro no?
-          Raro porque? Si saliera yo aun pero tu padre es súper conocido
-          Ya pero lleva mucho tiempo sin salir en ninguno y nunca le han gustado esas cosas

Jeremy era conocido, tenía una película por estrenar y lo más normal era que saliese en programas de televisión, no sé porque su hijo aun se sorprendía de ello. Ya que estaba en Nueva York que al menos aprovechase para hacer todo el trabajo posible, así luego tendría unas merecidas vacaciones hasta que comenzase la siguiente película.

No era capaz de imaginarme la vida que tuvo que tener Max de pequeño con todo el lio de actores que había por su casa. Si ya yo de pequeña con mi madre trabajando a escasos metros de casa la veía poco, no entendía como Max pudo pasar algo de tiempo con unos padres que estaban continuamente viajando por cuestiones de trabajo.

-          No te creas, mi madre intentaba estar siempre en casa. Podía volverme loco cuando se iban pero normalmente estaba más controlado que un ejército
-          No te puedes quejar de cómo has vivido
-          Y no me quejo. Si no hubiera hecho todas las locuras que hice no te hubiese conocido
-          Quitándole la pareja a tus compañeros de rodaje –continúe diciendo-
-          Tu y Josh no teníais ningún futuro. Fuiste creada para ser mi mujer

De eso no había duda, siempre creí en que las cosas ocurrían por una razón y el que yo estuviese con Max no iba a ser menos. Si después de tantos problemas aun seguíamos juntos y mas enamorados que nunca era por algo.

-          Lo quieres ahora o prefieres esperar? –pregunto enseñándome su móvil-
-          Me regalas tu teléfono?
-          Cógelo y mira lo que hay ahí para ti

No podía creerlo, lo mismo que había hecho yo para Sinead lo había hecho el con toda mi familia, igual que el día que me pidió matrimonio. Esta vez salían todos mis amigos, mi madre, incluso mi abuelo diciéndome lo mucho que me querían. De eso se trataba San Valentín, de demostrar el amor que tienes hacia todas tus personas queridas no solo a tu pareja.

Al final el día de San Valentín termino siendo perfecto, estar con él fuera donde fuera ya era perfecto. Tenía un novio maravilloso y unas pequeñas peleas no lo iban a cambiar.

A la mañana siguiente desperté pensando en todo el trabajo que aun tenía que hacer, solo me alegraba tenerlo a él a mi lado. Me sonreía, acariciaba mi brazo… hacia todo lo posible para que fuese a grabar feliz.

-          Duerme, luego nos vemos
-          Tengo que volver a Nueva York
-          Estas de coña –dije muy sorprendida- No te quedabas hasta mañana?

Se rio y quise matarlo, con esas cosas no podía jugar.

En producción nos habían dejado un coche a cada uno de los actores asique cogí el mío y me dirigí hacia el lugar en el que teníamos el rodaje. Apenas me quedaban un par de escenas que grabar pero con los horarios que tenía esas 5 escenas se iban a resumir en una semana y media más en Wilmington.

1 hora grabando, 2 horas de descanso, otra hora más grabando… así era como pasaba mi día. No podía ni volver al hotel porque no sabía si era mi turno o no, de esa forma no había manera de pasar tiempo junto a Max, parecía que solo nos querían dejar a solas cuando fuera de noche y mi cuerpo no tuviera fuerzas ni para caminar.

Robert intento convencerme de que me quedase a cenar con todo el equipo, Max estaba esperándome en el hotel y aunque me lo repitiera mil veces sabia cual iba a ser mi respuesta. Me daba pena dejarlos así pero como bien sabían mi novio era mi prioridad número uno.

-          Max? –pregunte entrando a la habitación-
-          En el baño –respondió-

Deje mi bolso y mi cazadora sobre la cama y me acerque a ver qué hacía allí solo y a las tantas de la noche.

-          No me acordaba de que tu padre tenía el programa hoy. Suerte que tienes de tener tele en el baño
-          Como los reyes, en este hotel tienes televisión hasta cuando vas a cagar –reímos- Entra

Con la ropa puesta hice caso a sus palabras y me metí dentro de la bañera con él, me apetecía ver la entrevista de Jeremy y que mejor forma para hacerlo que dentro de una bañera, con la ropa puesta y mi prometido al lado.

“Tengo dos hijos y aunque ya sean mayores creo que tanto yo como mi mujer seguimos tratándolos como niños”
“Uno de tus hijos también se dedica al mundo de la actuación no?”
“Si, el que debería estar más centrado es el que menos lo está”

Reí al escuchar a Jeremy decir algo con mucha razón sobre Max. Tendría sus 28 años pero estaba menos centrado que un adolescente.

“Mi nuera parece ser la única centrada de la familia. Española, 20 años y nos da mil vueltas a todos”

-          Awwww –mire a Max y sonreí alagada- Ahora mismo adoro a tu padre
-          Sera por veces que te dice lo mucho que te admira

Muy sonriente volví la mirada a la televisión y atendí a lo que Jeremy seguía hablando.

“Siempre termino hablando de Emma –rieron- Es increíble, una gran chica”

Por fin alguien a parte de mi familia y mi novio estaba orgulloso de mi. Nunca me hubiese imaginado a Jeremy en un programa hablando de su nuera, ya era difícil que nombrase a sus hijos o su mujer como para esperar que hablase de mi.

“Alguna vez has pensando en hacer una película con tu hijo?”
“Con Max? –el presentador afirmo- Creo que sería muy difícil, no le imagino soportándome todo el día. Me encantaría poder trabajar con Emma”

-          Me quiere más que a ti –dije riendo a carcajadas-
-          Van a pensar que mi padre se ha enamorado de su nuera

Me encantaba escuchar la palabra nuera aun no siendo nada oficial. No hacía falta firmar unos papeles para saber que ya eras parte de una nueva familia, solo con el amor que te daban ya fuera en persona o en una entrevista, demostraban lo mucho que podían querer a una persona.

Poco a poco empezaron a pasar los días y la Emma de siempre volvió a aparecer. Con la última visita de Max y el apoyo que había recibido por parte de su padre todo se hizo mucho más ameno, hasta Robbie me decía lo feliz que se me veía.
No me desmadre tanto como a alguno le hubiese gustado pero me lo pase muy bien los días que me quedaban allí, quizás nunca volvería a repetir esa experiencia asique tenía que aprovecharla al máximo.
-------------------------------------

-          Ya voy Max, tranquilo
-          Date prisa o perdemos el vuelo

Apenas había llegado a casa y ya tenía que volver a coger un avión para que Max no viajase solo. En cuanto volviésemos de Sídney iba a dedicarme a pasar una semana entera sin moverme de la cama, ya no podía con más cosas que hacer.

30 horas después llegamos a Sídney. No tenía ganas de nada pero con las mil llamadas que me había hecho mi madre no me quedaba otra que llamarla para ver qué pasaba.

-          No me puedo creer que no haya vuelos para hoy. Max…

Era urgente, necesitaba coger ese vuelo e ir a casa con mi familia. En esos momentos me necesitaban más que nadie.

-         Cariño respira –dijo cogiéndome de la mano y agachandose frente a mi-  Mañana en el primer vuelo nos vamos
-          Voy yo –intente continuar entre sollozos- tienes trabajo
-          Da igual, esto es más importante
-          Te quiero

Los abrazos de Max siempre funcionaban pero parecía que en ese momento nada ni nadie iban a ser capaces de calmarme. Una mala noticia me había fastidiado el día, el mes y seguramente cambiaría mi vida para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario