No sabía qué hacer, Max solo conseguía confundirme mas y mas
cada vez que hablaba conmigo. Estaba en Nueva York suplicándome respeto, algo
que él en ningún momento hizo yéndose a casa sin ni siquiera despedirse de mí.
Puede ser que se me fuese un poco de las manos el tema de Zac pero él sabía
perfectamente lo mucho que lo quería, tanto como para no ser capaz de engañarle
nunca.
-
Por qué sonríes cada vez que lo ves? Me pone
enfermo
-
Trabajo con él, no quiero llevarme mal con
nadie. Solo intento ser agradable
-
Esas sonrisas solo las vi conmigo… de esa forma
nos enamoramos
Era doloroso escuchar una verdad tan grande, dolía demasiado
escuchar la voz de una persona a la que solo sabia herir.
Los últimos dos meses juntos habían convertido una relación encantadora en algo monótono, apenas salíamos de casa, cuando lo hacíamos era por motivos de trabajo y al final ese desgaste como pareja estaba haciendo efecto.
Los últimos dos meses juntos habían convertido una relación encantadora en algo monótono, apenas salíamos de casa, cuando lo hacíamos era por motivos de trabajo y al final ese desgaste como pareja estaba haciendo efecto.
- Ahora mismo me arrepiento de muchas cosas –dijo
con dolor-
Por su voz notaba lo mal que estaba. Max siempre dejaba
claros sus sentimientos incluso estando a miles de kilómetros de distancia.
-
Hasta de casarte?
-
Me arrepiento de todo!
-
Que te jodan Max
Con los ojos llorosos lance el teléfono contra el suelo.
Escucharle decir que se arrepentía de casarse conmigo dolía mas que nada,
podíamos discutir mil veces pero eso nunca debió salir de su boca.
-
Hola –escuche decir tras la puerta- Emma puedo
pasar?
No quería hablar con nadie, solo necesitaba llorar.
- Estoy
entrando
Lo malo de dejar la puerta abierta era que Zac podía entrar
cuando le diese la gana, de esa forma podía encontrarme llorando mares y no era
plan.
Traía comida, mucha, la necesaria para hacerme
vomitar al final de la noche. Aunque me repitiera mil veces que comía muy poco,
con el disgusto que tenia iba a ser imposible que lograse su proposito.
-
Porque estas aquí? –pregunte entre lagrimas-
-
Max es gilipollas te lo juro. No entiendo cómo
te puede hacer esto
-
Esta muy celoso
Hablar de ese tema con él no era lo más adecuado. Max podía
ser gilipollas pero en algo tenía razón y eso era que Zac me volvía
completamente loca, me gustaba más de lo que podía manejar.
No sabía qué hacer con el allí. Si hubiera sido un poco
lista habría cerrado la puerta y de esa forma podría pasar todo un mes encerrada
en la habitación sin tener que preocuparme por nada ni nadie, ahora eso era
imposible.
- Venía a
hacer un picnic aquí contigo y eso es lo que voy a hacer. No nos van a
fastidiar la noche –negué con la cabeza, no tenía fuerzas para nada- eres más
fuerte que todo esto
-
No lo soy
-
Lo eres –dijo acercándose aun mas a mi- Eres
fuerte y me encantas. Sabes que me encantas verdad? –pregunto con una picara
sonrisa-
-
Estoy casada
Eso era lo único que podía decirle para no caer rendida a
sus pies. Tenía que ser fiel a Max aunque me costara la vida.
-
Necesito estar sola. Me gusta que hagas esto
pero no puedo permitírmelo
-
Somos solo amigos… de momento
-
De momento y para siempre. Recuerda que esta Max
de por medio
Fue muy difícil pero tenía que irse de allí antes de que pasara
nada. Terminar la película después de su declaración iba a ser difícil pero tenía
que hacer todo lo posible para hacerla bien y que nada ocurriese entre nosotros
dos.
-------------------
-------------------
Cassie sabía todo lo que hacía, en cuanto tenía una duda
sobre algo se lo decía y el tema de Zac no era menos. A veces me confundía más de
lo que ya estaba pero siempre me venía bien hablar con ella, era casi como mi
madre.
-
Eres muy joven, disfruta. Si te tienes que
separar te separas
-
Cassie! No quiero separarme de Max, lo quiero
mucho
-
Lo sé Emma pero estas sintiendo algo por otra
persona. Sabes lo que tienes que hacer, deberías hablar con Max
-
Debería pero no se qué decirle. He dormido con
Zac, me encanta el chico y… y estoy mas liada que nunca
Si ya lo había hecho mal desde un principio ya no me quedaba
otra que fastidiarla aun mas. Mi corazón iba a una velocidad muy diferente a
la de mi cabeza y tenia que hacerle caso; llame a Zac, le dije si
aun quería tener ese pequeño picnic conmigo y cuando me quise dar cuenta los
dos ya estábamos en mi habitación del hotel comiendo todo tipo de porquerías.
En vez de llamarle a él quizas debí llamar a Max para solucionar lo
que había pasado, pero sentía que no era lo correcto. Según mi forma de pensar
era Max el que la había cagado y era él el que tenía que llamarme, hasta el
momento iba a disfrutar de la compañía de un buen amigo.
-
Max está llamando
-
Lo sé –respondí mirando el móvil- no voy a
contestar
-
Deberías, solo somos amigos no?
-
Si
Esa misma pregunta la había hecho yo casi dos años atrás; no
era posible que después de todo lo vivido con Max e incluso casada con él ahora me plantease tener algo más que una amistad con mi compañero de rodaje.
Con miedo conteste la llamada y me encontré lo que
nunca quise encontrarme, un Max triste, a punto de llorar y muy dolido por lo
que había pasado.
-
Donde estas?
-
En el hotel
Mientras miraba a Zac mi corazón se partía al saber que no
le estaba diciendo toda la verdad a Max. Creía que mintiéndole le haría menos
daño pero me equivocaba.
-
Tenemos dos días de descanso asique iré a Nueva
York y hablamos. Lo necesitamos
Con otra persona delante tenía que terminar la llamada lo
antes posible, no me gustaba que nadie y menos aun Zac se enterasen de mis
problemas con Max. Ya que sabia a lo que
me atenía viajando a Nueva York quise aprovechar el tiempo al máximo; los
problemas iban a llegar en pocas horas pero durante esa noche nada podía
hacernos daño.
-
No –lo pare antes de que terminase la frase- no
me digas que soy como tu hermana pequeña porque ya he escuchado esa historia
mil veces
-
No iba a decir eso, todo lo contrario –respondió
sonriendo- Eres como mi mejor amigo pero en chica. Da un poco de miedo
Ni sabia quien era su amigo ni me interesaba en ese momento.
Esa frase sonaba tan diferente a la de verme como a su hermana o a su hija, que
me encantaba. Hacía mucho tiempo que alguien no me trataba como a una persona
normal y no una niña, para eso ya tenía a mi madre.
-
Supongo que tendremos que ir a dormir
Me daba pena separarme de él pero tenía que descansar antes
de coger un vuelo de 5 horas a casa solo para discutir. Nos dimos un largo
abrazo y a diferencia de otros días cada uno se fue a dormir a su habitación,
Zac en su casa y yo en el hotel.
------------------------
------------------------
Ya en Nueva York y aun en el aeropuerto llamé a Cassie para
que me diera esa seguridad que necesitaba. A diferencia de otras veces Max no
me esperaba en el aeropuerto y con eso ya lo decía todo.
-
Estoy asustada, no quiero terminar mal con el…
ni mal ni bien, Cassie!
-
Emma tranquila cariño –su voz me tranquilizaba,
en ese momento ojala pudiese haberla tenido a mi lado- Habla con él, escucha lo
que le pasa y intenta solucionarlo si es lo que quieres. Piensa en tu felicidad
no en la de nadie mas
Ojala fuera todo tan fácil, incluso si fuera el tío mas
imbécil del mundo me causaría dolor tener que hacerle daño. No me gustaba herir
los sentimientos de nadie y menos los de mi marido.
Llegue a casa y allí estaba él, sentado en el sofá mirando
el móvil. Después de lo que nos dijimos en la pelea que tuvimos por teléfono no
me sentía a gusto dándole un beso, solo podía darle un pequeño abrazo y ni
siquiera.
-
Hola pequeño –acaricio a Buddy y me miro
fijamente- todo bien?
-
Como crees que estoy después de la conversación
del otro día?
-
Supongo que mejor que yo después de verte besando
a otro
-
Solo era una maldita escena –respondí muy seria-
Si iba a seguir por ese camino la conversación iba a
terminar más pronto de lo esperado. En los 8 meses casados habíamos vivido
momentos malos pero ninguno como el de ahora, cada vez veía más difícil ser
capaz de arreglar todo.
-
Si no estuviese enamorada no habría viajado solo
para estar medio día aquí. He hecho muchas locuras por ti y tu lo único que me
dices es que soy una cría o no sé cuantas tonterías mas
-
Estas enamorada de mi o de otro?
-
Se me quitan las ganas de hablar contigo con
estas preguntas
-
Tienes sentimientos por Zac?
-
Es un chico encantador
-
Lo has dicho todo Emma
Si ya estaba todo dicho no pintaba nada allí. Nadie podía
decirme que no llorase, le había perdido y todo era por mi culpa, me merecía
pasar una semana de mierda llorando por todos los rincones.
-
Quédate en mi casa. Llamo ahora a mi marido y le
digo que te quedas allí a dormir, no puedes estar todo el día viajando
-
Estoy con el perro. Es alérgico a algo?
-
A tu perro desde luego que no, será por veces
que ha estado en casa. Acércate, descansa un poco y mañana te recojo
en LAX
-
Gracias Cassie
Si no fuera por ella y su marido definitivamente habría
creado un nuevo océano con mis lágrimas.
El bueno de David me animo un poco jugando conmigo al monopoly y todo tipo de juegos que tenían en casa para sus sobrinos, esos juegos eran la salvación de cualquier mujer depresiva.
El bueno de David me animo un poco jugando conmigo al monopoly y todo tipo de juegos que tenían en casa para sus sobrinos, esos juegos eran la salvación de cualquier mujer depresiva.
-
Mama… -controle las lagrimas antes de
preocuparla más- no sé que está pasando entre Max y yo
-
Emma estas bien?
-
Estoy en casa de Cassie, llevo toda la semana
con problemas con Max. Estamos fatal
Me daba pena preocuparla pero no podía aguantar las
lagrimas, aunque a veces la odiase por lo que había hecho con mi abuelo sabia
que siempre estaría a mi lado para lo que fuera.
Le conté con todo detalle lo que había pasado y la pobre no supo decirme otra cosa que no me hubiera dicho antes Cassie, la decisión la tenía yo.
Le conté con todo detalle lo que había pasado y la pobre no supo decirme otra cosa que no me hubiera dicho antes Cassie, la decisión la tenía yo.
Adoraba a Max pero mi corazón me pedía conocer a otra
persona; en esos momentos estar casada era una autentica pesadilla. Cuando
menos te lo esperas parece que siempre aparece algo o alguien que hace que tu
vida cambie totalmente.
-
No pienses que te vas a quedar sola porque eso
no va a pasar. Eres muy fuerte
-
Eso me dijo Zac
-
Pues dile que es un chico muy listo porque lo
eres. No te puedo decir que te separes o vuelvas con Max, haz lo que sientas en
el momento. Si te gusta otra persona se sincera con él y díselo, así sabrá a qué
atenerse
-
Pero no quiero verlo mal
-
Ya está todo mal. Un poco de sinceridad no os
vendría mal a ninguno
Tenía razón pero si se pusiera en mi lugar vería lo difícil
que era decirle a una persona que te gusta otra.
Después de un día cargado de sorpresas y sin ninguna llamada
de Max, volví a coger un vuelo hacia Los Ángeles, allí al menos tenía trabajo y
mi cabeza podría estar ocupada en algo. Si me quedaba un minuto más en Nueva
York iba a terminar odiando una ciudad que me había dado prácticamente la vida.
El que Buddy se quedase en casa de Cassie me había quitado
un peso de encima, tener que llevar a un perro continuamente en un avión era
muy incomodo. Por estar separado de mi una semana no le iba a pasar nada.
-
Mi vuelo ha llegado antes, estoy donde los
taxis. Si quieres cojo uno y no hace falta que vengas
-
No tranquila, ahora llego
-
Vale
Justo en ese momento, poco antes de terminar la llamada con
Cassie un coche paró delante de mi.
-
No hace falta que vengas, ya tengo alguien que me lleve –dije controlando una estúpida sonrisa- Lo avisaste verdad?
-
A quien?
-
A quien va a ser
-
Solo quiero verte feliz. Sube al coche antes de
que aparezca un fotógrafo por ahí y diviértete. Ya me contaras que tal os ha
ido
Cassie no podía ser normal, ella tenía que hacer lo
contrario a lo que decía. Si bien me dijo que no hiciera daño a ninguno de los dos, lo hacía
muy mal llamando a Zac y avisándole de que llegaba antes a Los Ángeles. Cada
vez me lo ponía mas difícil, si seguía así iba a durar muy poco manteniéndome
fiel a Max.
Entré en el coche y no dije absolutamente nada, con la
sonrisa de oreja a oreja que tenía ya decía suficiente. Podía tener mil
problemas que tener una persona al lado que supiera cómo hacerme sonreír era
suficiente para hacerme feliz al menos un rato.
-
Sé que deberías volver al hotel…
-
Es donde me llevas no?
-
No –respondió mirando la carretera- tu vas a
venir conmigo y mis amigos a divertirte un rato a la bolera
-
No conozco a tus amigos
-
Pero me conoces a mí y sabes que soy mucho mejor
que estar todo el día en la habitación llorando por un idiota que no te merece
-
Eso es verdad
Por fin giro la mirada hacia mí y sin esperármelo se acerco
a darme un dulce beso en la mejilla. Ese chico era encantador, algo loco y creído
pero encantador.
Contra todo pronóstico no apareció ningún fotógrafo. Los
dueños de la bolera nos dejaron entrar sin que nadie nos viera y muy
amablemente nos acompañaron hasta donde los amigos de Zac nos esperaban; todos
parecían bastante agradables asique no tenia porque preocuparme si alguno
empezaba a juzgarme antes de lo debido. Estaba casada y sabía muy bien lo que podía y no hacer incluso estando mal con mi marido. No había nada de lo que preocuparse.
-
Dan y yo contra vosotros dos. Quien gane elige
lo que tiene que hacer el otro
-
Lo decimos ya que luego si perdemos pensáis en
lo peor –dijo Zac-
-
Vale, ella elige
Encima que no sabía cómo jugaban los demás no podían ponerme
en ese compromiso.
-
Elijo lo que hacéis vosotros si perdéis, ten
claro que nosotros no lo vamos a hacer
-
Perfecto, ya pensare que podéis hacer vosotros
-
Tú tienes que besarle a él durante 1 minuto. No podéis
parar
Me divertía demasiado ver a dos machotes perdiendo toda la
dignidad que les quedaba, iba a ser un momento para recordar.
-
Y si perdéis vosotros vais a hacer lo mismo
-
Ni de broma, dije que no podíamos hacer lo mismo. Sabes que no puedo
-
Pero no vas a perder verdad?
Ese chico era demasiado listo, si seguíamos conociendo un
poco mas no tenia duda de que nos íbamos a llevar muy bien.
Con un poco de respeto acepte la apuesta y empezamos el
juego.
-
No te fíes de esos dos, siempre empiezan jugando
mal para que te confíes
-
Se les da muy bien no? –pregunte con miedo-
El chico que nos miraba desde el sofá afirmo con la cabeza y
ahí empecé a preocuparme; o empezaba a tirar todos los bolos de una vez o ya me
veía besando a otra persona que no era Max.
Ni siquiera jugando era capaz de olvidarme de él. Habíamos
vivido tantas cosas juntos que cada vez se me hacia mas difícil hacerme a la
idea de que quizás eso se había terminado para siempre, todo por mi culpa. Seguía
con la persona que había causado todo el revuelo y no podía evitar hacerlo, me
encantaba estar con Zac y eso a veces hacia que me olvidase de la promesa que
le hice a otra persona.
-
Hemos ganado, ya sabéis que hacer
Con muchas dificultades conseguimos ganarles. Con la mala
suerte que tenia si le hubiese dado un beso a Zac no hubiésemos tardado ni 5
minutos en aparecer en alguna red social en la que dirían alguna burrada sobre
nosotros.
-
Esto es asqueroso –dije mirando como Dylan y Dan
se besaban- No sé por qué les pedi esto
-
Siempre quise ver a mi hermano besando a otro tío
Casi como un acto reflejo me separe de él y le mire
estupefacta, era imposible que dijera eso en serio.
-
Lo digo muy en serio
Sonriendo se acerco a mí y me dio un inesperado abrazo, no entendía
a que venía pero sentaba muy bien. Daba gusto estar a su lado si iba a ser
siempre así.
-
Quiero besar a alguien –susurro apoyando su
frente contra la mía-
-
Busca a tu hermano
-
-Reímos- Quiero besar a mi compañera de reparto,
ella sabe cómo me gusta
-
En la película… en la vida real sabes lo que hay
-
Entonces creo que tendré que esperar a mañana. Ahí
sí que no te libras
Ese chico tenía ese punto de malo que me volvía loca, exactamente
lo que le faltaba a Max.
Después de pasar una tarde increíble en la bolera decidí que
era hora de ir al hotel a descansar, al día siguiente tenía trabajo que hacer y
con lo poco que había dormido me merecía descansar.
-
Zac hay fotógrafos. Intentar salir a escondidas
pero va a ser difícil que no os vean
-
Cojo un taxi, no te preocupes
-
No, no –me cogió del brazo y me paro- Tu maleta
sigue en mi coche y me apetece llevarte. Si eso salgo yo antes y luego te
vienes tu con Dylan detrás para que no piensen mal
Con Dylan o sin él iban a decir lo que les diera la gana
asique ya puestos salimos todos a la vez. Me metí en el asiento trasero y con una
gorra de Zac me tape la cara.
-
Estas bien?
-
Si. Arranca
Era un asco de momento pero
entre la risa tonta de Dylan y que el coche no arrancaba terminamos todos
riendo a carcajadas. Momentos estúpidos que vividos con la gente adecuada se convertían
en momentos para recordar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario