domingo, 3 de noviembre de 2013

capitulo 30

No sabía qué hacer, Max solo conseguía confundirme mas y mas cada vez que hablaba conmigo. Estaba en Nueva York suplicándome respeto, algo que él en ningún momento hizo yéndose a casa sin ni siquiera despedirse de mí. Puede ser que se me fuese un poco de las manos el tema de Zac pero él sabía perfectamente lo mucho que lo quería, tanto como para no ser capaz de engañarle nunca.

-          Por qué sonríes cada vez que lo ves? Me pone enfermo
-          Trabajo con él, no quiero llevarme mal con nadie. Solo intento ser agradable
-          Esas sonrisas solo las vi conmigo… de esa forma nos enamoramos

Era doloroso escuchar una verdad tan grande, dolía demasiado escuchar la voz de una persona a la que solo sabia herir.
Los últimos dos meses juntos habían convertido una relación encantadora en algo monótono, apenas salíamos de casa, cuando lo hacíamos era por motivos de trabajo y al final ese desgaste como pareja estaba haciendo efecto.

-         Ahora mismo me arrepiento de muchas cosas –dijo con dolor-

Por su voz notaba lo mal que estaba. Max siempre dejaba claros sus sentimientos incluso estando a miles de kilómetros de distancia.

-          Hasta de casarte?
-          Me arrepiento de todo!
-          Que te jodan Max

Con los ojos llorosos lance el teléfono contra el suelo. Escucharle decir que se arrepentía de casarse conmigo dolía mas que nada, podíamos discutir mil veces pero eso nunca debió salir de su boca.

-          Hola –escuche decir tras la puerta- Emma puedo pasar?

No quería hablar con nadie, solo necesitaba llorar.

-         Estoy entrando

Lo malo de dejar la puerta abierta era que Zac podía entrar cuando le diese la gana, de esa forma podía encontrarme llorando mares y no era plan.
Traía comida, mucha, la necesaria para hacerme vomitar al final de la noche. Aunque me repitiera mil veces que comía muy poco, con el disgusto que tenia iba a ser imposible que lograse su proposito.

-          Porque estas aquí? –pregunte entre lagrimas-
-          Max es gilipollas te lo juro. No entiendo cómo te puede hacer esto
-          Esta muy celoso

Hablar de ese tema con él no era lo más adecuado. Max podía ser gilipollas pero en algo tenía razón y eso era que Zac me volvía completamente loca, me gustaba más de lo que podía manejar.

No sabía qué hacer con el allí. Si hubiera sido un poco lista habría cerrado la puerta y de esa forma podría pasar todo un mes encerrada en la habitación sin tener que preocuparme por nada ni nadie, ahora eso era imposible.

-         Venía a hacer un picnic aquí contigo y eso es lo que voy a hacer. No nos van a fastidiar la noche –negué con la cabeza, no tenía fuerzas para nada- eres más fuerte que todo esto
-          No lo soy
-          Lo eres –dijo acercándose aun mas a mi- Eres fuerte y me encantas. Sabes que me encantas verdad? –pregunto con una picara sonrisa-
-          Estoy casada

Eso era lo único que podía decirle para no caer rendida a sus pies. Tenía que ser fiel a Max aunque me costara la vida.

-          Necesito estar sola. Me gusta que hagas esto pero no puedo permitírmelo
-          Somos solo amigos… de momento
-          De momento y para siempre. Recuerda que esta Max de por medio

Fue muy difícil pero tenía que irse de allí antes de que pasara nada. Terminar la película después de su declaración iba a ser difícil pero tenía que hacer todo lo posible para hacerla bien y que nada ocurriese entre nosotros dos.
-------------------

Cassie sabía todo lo que hacía, en cuanto tenía una duda sobre algo se lo decía y el tema de Zac no era menos. A veces me confundía más de lo que ya estaba pero siempre me venía bien hablar con ella, era casi como mi madre.

-          Eres muy joven, disfruta. Si te tienes que separar te separas
-          Cassie! No quiero separarme de Max, lo quiero mucho
-          Lo sé Emma pero estas sintiendo algo por otra persona. Sabes lo que tienes que hacer, deberías hablar con Max
-          Debería pero no se qué decirle. He dormido con Zac, me encanta el chico y… y estoy mas liada que nunca

Si ya lo había hecho mal desde un principio ya no me quedaba otra que fastidiarla aun mas. Mi corazón iba a una velocidad muy diferente a la de mi cabeza y tenia que hacerle caso; llame a Zac, le dije si aun quería tener ese pequeño picnic conmigo y cuando me quise dar cuenta los dos ya estábamos en mi habitación del hotel comiendo todo tipo de porquerías.

En vez de llamarle a él quizas debí llamar a Max para solucionar lo que había pasado, pero sentía que no era lo correcto. Según mi forma de pensar era Max el que la había cagado y era él el que tenía que llamarme, hasta el momento iba a disfrutar de la compañía de un buen amigo.

-          Max está llamando
-          Lo sé –respondí mirando el móvil- no voy a contestar
-          Deberías, solo somos amigos no?
-          Si

Esa misma pregunta la había hecho yo casi dos años atrás; no era posible que después de todo lo vivido con Max e incluso casada con él ahora me plantease tener algo más que una amistad con mi compañero de rodaje.

Con miedo conteste la llamada y me encontré lo que nunca quise encontrarme, un Max triste, a punto de llorar y muy dolido por lo que había pasado.

-          Donde estas?
-          En el hotel

Mientras miraba a Zac mi corazón se partía al saber que no le estaba diciendo toda la verdad a Max. Creía que mintiéndole le haría menos daño pero me equivocaba.

-          Tenemos dos días de descanso asique iré a Nueva York y hablamos. Lo necesitamos

Con otra persona delante tenía que terminar la llamada lo antes posible, no me gustaba que nadie y menos aun Zac se enterasen de mis problemas con Max. Ya que sabia a lo que me atenía viajando a Nueva York quise aprovechar el tiempo al máximo; los problemas iban a llegar en pocas horas pero durante esa noche nada podía hacernos daño.

-          No –lo pare antes de que terminase la frase- no me digas que soy como tu hermana pequeña porque ya he escuchado esa historia mil veces
-          No iba a decir eso, todo lo contrario –respondió sonriendo- Eres como mi mejor amigo pero en chica. Da un poco de miedo

Ni sabia quien era su amigo ni me interesaba en ese momento. Esa frase sonaba tan diferente a la de verme como a su hermana o a su hija, que me encantaba. Hacía mucho tiempo que alguien no me trataba como a una persona normal y no una niña, para eso ya tenía a mi madre.

-          Supongo que tendremos que ir a dormir

Me daba pena separarme de él pero tenía que descansar antes de coger un vuelo de 5 horas a casa solo para discutir. Nos dimos un largo abrazo y a diferencia de otros días cada uno se fue a dormir a su habitación, Zac en su casa y yo en el hotel.
------------------------

Ya en Nueva York y aun en el aeropuerto llamé a Cassie para que me diera esa seguridad que necesitaba. A diferencia de otras veces Max no me esperaba en el aeropuerto y con eso ya lo decía todo.

-          Estoy asustada, no quiero terminar mal con el… ni mal ni bien, Cassie!
-          Emma tranquila cariño –su voz me tranquilizaba, en ese momento ojala pudiese haberla tenido a mi lado- Habla con él, escucha lo que le pasa y intenta solucionarlo si es lo que quieres. Piensa en tu felicidad no en la de nadie mas

Ojala fuera todo tan fácil, incluso si fuera el tío mas imbécil del mundo me causaría dolor tener que hacerle daño. No me gustaba herir los sentimientos de nadie y menos los de mi marido.

Llegue a casa y allí estaba él, sentado en el sofá mirando el móvil. Después de lo que nos dijimos en la pelea que tuvimos por teléfono no me sentía a gusto dándole un beso, solo podía darle un pequeño abrazo y ni siquiera.

-          Hola pequeño –acaricio a Buddy y me miro fijamente- todo bien?
-          Como crees que estoy después de la conversación del otro día?
-          Supongo que mejor que yo después de verte besando a otro
-          Solo era una maldita escena –respondí muy seria-

Si iba a seguir por ese camino la conversación iba a terminar más pronto de lo esperado. En los 8 meses casados habíamos vivido momentos malos pero ninguno como el de ahora, cada vez veía más difícil ser capaz de arreglar todo.

-          Si no estuviese enamorada no habría viajado solo para estar medio día aquí. He hecho muchas locuras por ti y tu lo único que me dices es que soy una cría o no sé cuantas tonterías mas
-          Estas enamorada de mi o de otro?
-          Se me quitan las ganas de hablar contigo con estas preguntas
-          Tienes sentimientos por Zac?
-          Es un chico encantador
-          Lo has dicho todo Emma

Si ya estaba todo dicho no pintaba nada allí. Nadie podía decirme que no llorase, le había perdido y todo era por mi culpa, me merecía pasar una semana de mierda llorando por todos los rincones.

-          Quédate en mi casa. Llamo ahora a mi marido y le digo que te quedas allí a dormir, no puedes estar todo el día viajando
-          Estoy con el perro. Es alérgico a algo?
-          A tu perro desde luego que no, será por veces que ha estado en casa. Acércate, descansa un poco y mañana te recojo en LAX
-          Gracias Cassie

Si no fuera por ella y su marido definitivamente habría creado un nuevo océano con mis lágrimas.
El bueno de David me animo un poco jugando conmigo al monopoly y todo tipo de juegos que tenían en casa para sus sobrinos, esos juegos eran la salvación de cualquier mujer depresiva.

-          Mama… -controle las lagrimas antes de preocuparla más- no sé que está pasando entre Max y yo
-          Emma estas bien?
-          Estoy en casa de Cassie, llevo toda la semana con problemas con Max. Estamos fatal

Me daba pena preocuparla pero no podía aguantar las lagrimas, aunque a veces la odiase por lo que había hecho con mi abuelo sabia que siempre estaría a mi lado para lo que fuera.
Le conté con todo detalle lo que había pasado y la pobre no supo decirme otra cosa que no me hubiera dicho antes Cassie, la decisión la tenía yo.

Adoraba a Max pero mi corazón me pedía conocer a otra persona; en esos momentos estar casada era una autentica pesadilla. Cuando menos te lo esperas parece que siempre aparece algo o alguien que hace que tu vida cambie totalmente.

-          No pienses que te vas a quedar sola porque eso no va a pasar. Eres muy fuerte
-          Eso me dijo Zac
-          Pues dile que es un chico muy listo porque lo eres. No te puedo decir que te separes o vuelvas con Max, haz lo que sientas en el momento. Si te gusta otra persona se sincera con él y díselo, así sabrá a qué atenerse
-          Pero no quiero verlo mal
-          Ya está todo mal. Un poco de sinceridad no os vendría mal a ninguno

Tenía razón pero si se pusiera en mi lugar vería lo difícil que era decirle a una persona que te gusta otra.

Después de un día cargado de sorpresas y sin ninguna llamada de Max, volví a coger un vuelo hacia Los Ángeles, allí al menos tenía trabajo y mi cabeza podría estar ocupada en algo. Si me quedaba un minuto más en Nueva York iba a terminar odiando una ciudad que me había dado prácticamente la vida.

El que Buddy se quedase en casa de Cassie me había quitado un peso de encima, tener que llevar a un perro continuamente en un avión era muy incomodo. Por estar separado de mi una semana no le iba a pasar nada.

-          Mi vuelo ha llegado antes, estoy donde los taxis. Si quieres cojo uno y no hace falta que vengas
-          No tranquila, ahora llego
-          Vale

Justo en ese momento, poco antes de terminar la llamada con Cassie un coche paró delante de mi.

-          No hace falta que vengas, ya tengo alguien que me lleve –dije controlando una estúpida sonrisa- Lo avisaste verdad?
-          A quien?
-          A quien va a ser
-          Solo quiero verte feliz. Sube al coche antes de que aparezca un fotógrafo por ahí y diviértete. Ya me contaras que tal os ha ido

Cassie no podía ser normal, ella tenía que hacer lo contrario a lo que decía. Si bien me dijo que no hiciera daño a ninguno de los dos, lo hacía muy mal llamando a Zac y avisándole de que llegaba antes a Los Ángeles. Cada vez me lo ponía mas difícil, si seguía así iba a durar muy poco manteniéndome fiel a Max.

Entré en el coche y no dije absolutamente nada, con la sonrisa de oreja a oreja que tenía ya decía suficiente. Podía tener mil problemas que tener una persona al lado que supiera cómo hacerme sonreír era suficiente para hacerme feliz al menos un rato.

-          Sé que deberías volver al hotel…
-          Es donde me llevas no?
-          No –respondió mirando la carretera- tu vas a venir conmigo y mis amigos a divertirte un rato a la bolera
-          No conozco a tus amigos
-          Pero me conoces a mí y sabes que soy mucho mejor que estar todo el día en la habitación llorando por un idiota que no te merece
-          Eso es verdad

Por fin giro la mirada hacia mí y sin esperármelo se acerco a darme un dulce beso en la mejilla. Ese chico era encantador, algo loco y creído pero encantador.

Contra todo pronóstico no apareció ningún fotógrafo. Los dueños de la bolera nos dejaron entrar sin que nadie nos viera y muy amablemente nos acompañaron hasta donde los amigos de Zac nos esperaban; todos parecían bastante agradables asique no tenia porque preocuparme si alguno empezaba a juzgarme antes de lo debido. Estaba casada y sabía muy bien lo que podía y no hacer incluso estando mal con mi marido. No había nada de lo que preocuparse.

-          Dan y yo contra vosotros dos. Quien gane elige lo que tiene que hacer el otro
-          Lo decimos ya que luego si perdemos pensáis en lo peor –dijo Zac-
-          Vale, ella elige

Encima que no sabía cómo jugaban los demás no podían ponerme en ese compromiso.

-          Elijo lo que hacéis vosotros si perdéis, ten claro que nosotros no lo vamos a hacer

-          Perfecto, ya pensare que podéis hacer vosotros
-          Tú tienes que besarle a él durante 1 minuto. No podéis parar

Me divertía demasiado ver a dos machotes perdiendo toda la dignidad que les quedaba, iba a ser un momento para recordar.

-          Y si perdéis vosotros vais a hacer lo mismo
-          Ni de broma, dije que no podíamos hacer lo mismo. Sabes que no puedo
-          Pero no vas a perder verdad?

Ese chico era demasiado listo, si seguíamos conociendo un poco mas no tenia duda de que nos íbamos a llevar muy bien.
Con un poco de respeto acepte la apuesta y empezamos el juego.

-          No te fíes de esos dos, siempre empiezan jugando mal para que te confíes
-          Se les da muy bien no? –pregunte con miedo-

El chico que nos miraba desde el sofá afirmo con la cabeza y ahí empecé a preocuparme; o empezaba a tirar todos los bolos de una vez o ya me veía besando a otra persona que no era Max.

Ni siquiera jugando era capaz de olvidarme de él. Habíamos vivido tantas cosas juntos que cada vez se me hacia mas difícil hacerme a la idea de que quizás eso se había terminado para siempre, todo por mi culpa. Seguía con la persona que había causado todo el revuelo y no podía evitar hacerlo, me encantaba estar con Zac y eso a veces hacia que me olvidase de la promesa que le hice a otra persona.

-          Hemos ganado, ya sabéis que hacer

Con muchas dificultades conseguimos ganarles. Con la mala suerte que tenia si le hubiese dado un beso a Zac no hubiésemos tardado ni 5 minutos en aparecer en alguna red social en la que dirían alguna burrada sobre nosotros.

-          Esto es asqueroso –dije mirando como Dylan y Dan se besaban- No sé por qué les pedi esto
-          Siempre quise ver a mi hermano besando a otro tío

Casi como un acto reflejo me separe de él y le mire estupefacta, era imposible que dijera eso en serio.

-          Lo digo muy en serio

Sonriendo se acerco a mí y me dio un inesperado abrazo, no entendía a que venía pero sentaba muy bien. Daba gusto estar a su lado si iba a ser siempre así.

-          Quiero besar a alguien –susurro apoyando su frente contra la mía-
-          Busca a tu hermano
-          -Reímos- Quiero besar a mi compañera de reparto, ella sabe cómo me gusta
-          En la película… en la vida real sabes lo que hay
-          Entonces creo que tendré que esperar a mañana. Ahí sí que no te libras

Ese chico tenía ese punto de malo que me volvía loca, exactamente lo que le faltaba a Max.

Después de pasar una tarde increíble en la bolera decidí que era hora de ir al hotel a descansar, al día siguiente tenía trabajo que hacer y con lo poco que había dormido me merecía descansar.

-          Zac hay fotógrafos. Intentar salir a escondidas pero va a ser difícil que no os vean
-          Cojo un taxi, no te preocupes
-          No, no –me cogió del brazo y me paro- Tu maleta sigue en mi coche y me apetece llevarte. Si eso salgo yo antes y luego te vienes tu con Dylan detrás para que no piensen mal

Con Dylan o sin él iban a decir lo que les diera la gana asique ya puestos salimos todos a la vez. Me metí en el asiento trasero y con una gorra de Zac me tape la cara.

-          Estas bien?
-          Si. Arranca

Era un asco de momento pero entre la risa tonta de Dylan y que el coche no arrancaba terminamos todos riendo a carcajadas. Momentos estúpidos que vividos con la gente adecuada se convertían en momentos para recordar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario