Agra, India.
Apenas llevábamos 1 semana en la India y ya me había
enamorado del país. Gracias al trabajo de Max pudimos conocer prácticamente
toda la zona norte del país, una autentica maravilla incluso sin incluir el Taj
Mahal. Mas que trabajo eso parecían unas vacaciones, la película se basaba en
la historia de dos hombres que viajaban
a la India con la intención de emprender una nueva vida y eso era exactamente
lo que sin querer estábamos haciendo todos los que habíamos viajado hasta allí.
Junto a la mujer del director era la única chica en el
rodaje, algo bastante triste si iba a pasar tres meses allí. Con Max era feliz
pero a veces necesitaba hablar con una chica y por lo que parecía esta vez solo
iba a tener a Maggie para contarle mis penas y alegrías.
-
Estabais hablando de mi? –pregunto Max mientras
se sentaba sobre mis piernas-
-
Hablábamos de lo sexy que te pones cuando
atiendes a lo que dice Jason (el director) Parece que quieres ligar con el
-
Estas bromeando
-
Maggie te ha visto y opina lo mismo –miramos a
Maggie y la pobre mujer afirmo con la cabeza- Ves? Estas sexy hasta cuando no
quieres estarlo, es algo natural en ti
-
Como para no quererte con las cosas que me dices
-
La verdad. Un beso –pedí antes de que le
volviesen a llamar para rodar- Te quiero
-
Yo mas
Y de nuevo se fue, algo que se repetía al menos diez veces
al día. Podía decir que pasaba el día entero con Max pero entre el rodaje, las
horas que dormíamos y el tiempo en el que trabajaba en el guion, apenas pasaba 2 horas con el sin nada ni nadie que nos interrumpiese. No
estaba mal pero muchas veces echaba en falta hacer cosas que en mi vida normal solía
hacer a su lado.
-
Mañana tenemos el día libre. Ya he organizado
todo para que podamos ir a ayudar a gente necesitada. Eso era lo que querías
no?
-
Si, lo malo va a ser que como me guste te puedes
ir olvidando de mi mientras grabéis
-
Entonces no te llevo
-
Max…
-
Aunque te guste ayudar promete que algún día
vienes
-
Algún día claro que iré, no me voy a pasar las
24 horas del día sin verte.
Sabía que cuando pisara la zona pobre de la ciudad nunca más
querría salir de allí, había tantas personas a las que ayudar que ni siquiera 3
meses iban a ser suficientes para solucionar un mínimo de todo lo que había.
A excepción de la zona del Taj Mahal, Agra era una ciudad
muy pobre. Nuestro hotel estaba bien pero parecía lo único bueno del lugar, en
cuanto nos movíamos un poco de la zona podíamos observar como la mayoría de la
población vivía en pequeñas chabolas o incluso algunos eran mendigos, una pena
para ser una de las ciudades con más visitantes de toda la India.
Max junto a uno de los trabajadores de una ONG del país me
llevaron a la zona mas pobre de la ciudad. Alli nadie me miraba como la actriz
que había ganado un Oscar, allí era solo Emma y eso debía perdurar durante todo
el viaje.
-
Max…
No podía creer lo que veía, Max estaba llorando y no
entendía nada. Algo debía haberle pasado para de repente ponerse así.
-
Cariño por dios. Que ha pasado?
-
Una mujer acaba de preguntarme si me quiero quedar
con su hijo –respondió entre lagrimas- No aguanto esto Em
La persona que aparentaba ser la más fuerte al final era la más
débil.
Cuando lo vi llorando se me partió el corazón, si iba a
estar así mientras estuviésemos en esa zona lo mejor era volver al hotel, yo ya
tendría tiempo de volver a ayudar.
-
No quiero estropearte la experiencia. Has venido
aquí a rodar una película, soy yo la que quiere ayudar. Olvídate de esto
-
No puedo
-
Pues inténtalo, no me gusta verte así.
Limpiándose las lagrimas se levanto del suelo y le pidió al
chico de la ONG que siguiera enseñándonos el lugar. Max era cabezón y si quería
hacer una cosa la iba a hacer sin importarle las lagrimas que pudiera soltar.
Lloramos, conocimos un poco a alguna de las familias que
residían allí, incluso por un momento Max soltó algunas carcajadas gracias a
uno de los niños que deambulaban por la calle. El lugar podía ser un autentico
desastre pero ver a la gente sonreír cuando pasábamos a su lado me enseño que
no todo en la vida te lo da el dinero, allí podían ser pobres pero si eran
felices era todo lo que importaba.
-
Viven de lo que ganan en la calle, no pueden
permitirse ir al medico
-
Y el gobierno no da ayudas?
-
A ellos no
-
Hola pequeña –salude a la niña que acababa de
pararse a mi lado- El padre tiene cáncer o eso parece
-
Desde el año pasado, antes se dedicaba a cuidar
del ganado pero con la enfermedad son sus hijas y su esposa las que hacen todo el trabajo –respondió el chico de la
ONG-
Igual estaba haciendo una locura pero me ofrecí a pagarles
todo el tratamiento sin ni siquiera consultárselo a Max. Unas niñas de 7 años
no podían estar en la calle pidiendo ayuda para sobrevivir, esas niñas tenían
que estar en la calle jugando y disfrutando de su infancia.
-
Dinos donde tenemos que hacerlo y si hace falta
pagamos ahora mismo. Estas niñas tienen que ir al colegio –dijo Max-
No podía estar más orgullosa de él. Los dos pensábamos lo
mismo y aunque nos costase un año de trabajo duro, esas familias se merecían
una vida mejor.
-
Sabía que esto iba a pasar –dije abrazándole- Te
amo
-
Me amas porque te hago caso y ayudo a estas
familias o por qué?
-
Por todo pero deja de guiñarle el ojo a las
niñas que va a llegar un momento que me voy a enfadar
Por un lado estaba súper orgullosa de él pero por otro eso
no me impedía ponerme celosa cada vez que lo veía sonreír y guiñarle un ojo a
cualquier chica que pasaba a su lado, parecía que ni el lugar en el que
estábamos le hacía relajarse un poco.
-
Estas celosa?
-
Si sigues así lo voy a estar pero por ahora
dejemos el tema
No era el lugar más adecuado para empezar una pelea, lo que tenía
que decirle ya estaba dicho y ahora lo que quedaba era esperar a ver qué hacia. Por el momento todo estaba perfectamente, estábamos disfrutando de un
viaje increíble y lo demás hasta que no lo volviera a ver con mis propios ojos
no me molestaría.
Tras decidir que íbamos a pagarles a una familia que apenas
conocíamos el tratamiento para el cáncer, la mujer muy amable nos invito a
entrar en su pequeña chabola y conocerlos un poco mejor.
A excepción del chico de la ONG tanto Max como yo no entendíamos
nada de lo que se estaba hablando, solo podíamos sonreír y esperar que aquella
agradable familia entendiese que no quisiéramos hablar mucho.
-
No hace falta que nos den las gracias, nosotros
lo hacemos con nuestra mejor intención
-
Mejor gastar el dinero en esto que en comprar
millones de tonterías que no necesitamos –continuo diciendo Max-
El hombre enfermo no paraba de agradecernos lo que estábamos
haciendo por él y su familia; apenas lo conocíamos pero solo por ese gesto
sabia que la oportunidad que le estábamos dando no la iba a desperdiciar.
Nos hubiese encantado poder pasar más tiempo allí pero por
cuestiones de trabajo Max tenía que volver lo antes posible al hotel.
-
Hemos vuelto para esto?
-
Si y no –respondió cogiéndome de la cintura y
acercándome a él- Me muerto de ganas de hacer el amor
-
Cariño pensé que veníamos a…
Antes de que terminara la frase su boca ya estaba sobre la mía,
cuando le daban ganas de hacer algo no había nadie que le parase. El día que
dejásemos de tener sexo a todas horas seria el día en que me daría cuenta de
que ya no estaba enamorada de Max, algo que con suerte nunca ocurriría.
40 minutos mas tarde...
40 minutos mas tarde...
-
Si voy hasta la habitación de Jason pasara algo?
-
Que le darás la sorpresa de su vida –respondí
divertida- No lo hagas, te va a odiar si lo haces
-
Eso es lo divertido
Ya la habíamos liado, Max iba a ir desnudo a la habitación
del director y con la mala suerte que teníamos fijo que le abría la puerta su
mujer. Su idea era que le acompañase para grabar la reacción de
Jason pero preferí ser un poco más
discreta y hacer lo mismo desde la puerta de nuestra habitación, tan solo a un
par de metros de la suya.
-
Te va a matar –susurre-
-
Shhhh... Hola Jason! –gritó en cuanto abrieron
la puerta- Sorpresa!
La puerta se cerró delante de sus narices y yo no supe hacer
otra cosa que tirarme al suelo y empezar a reír a carcajadas. Parecía una loca
pero en ese momento era lo que mi cuerpo me pedía, Max desnudo en mitad del
pasillo, Jason seguramente asustado, yo en el suelo... todo era demasiado cómico.
- Si pudiera despedirte lo haría –dijo Jason al
abrir de nuevo la puerta- Estas como una puta cabra. Vete a dormir
-
Quería alegrarte un poco la noche
Los dos rieron cómplices, Max podía haberse pasado un poco
con la broma pero Jason lo entendió y para su suerte al día siguiente todo volvería
a la normalidad. En mi caso no ocurrió lo mismo, Cassie me llamo y me dio una
noticia que seguramente cambiaria por completo los planes que tenia para ese
viaje.
-
Me ha llamado personalmente el director y te
quiere en la película. He intentado explicarle que tienes el rodaje de otra un mes después pero le da igual, dice que te quiere ahí y va a hacer
todo lo posible para que aceptes
-
A ver primero de todo de que va la película?
-
Te he enviado el guion por mail. Vas a tener que
bailar
-
Es de baile?
-
Si, tu personaje no baila tanto como el del
chico pero aun así vas a tener que moverte un poco
-
Ya han escogido al actor?
-
Diego Luna
-
Donde y cuando tengo que firmar?
Daba igual el director, el guion o lo que fuera, solo con saber
que mi compañero de reparto iba a ser uno de mis actores favoritos acepté la
película. Una película de baile me daría más trabajo del normal pero si quería
llegar a ser una gran actriz tenía que lanzarme a por ello.
-
Los chicos ya han empezado a ensayar, deberías
ir a Los Ángeles y estar con ellos. Sé que apenas has pasado tiempo con Max
pero si aceptas la película te necesitan aquí en menos de una semana
-
En 10 minutos te llamo, tengo que hablar con Max
La opinión de Max era la más importante. Me encantaba la idea de quedarme allí pero también quería aceptar ese nuevo proyecto, todo
dependía de él.
-
Quieres que te compre el billete yo mismo?
-
Amor odio esto, de verdad lo odio. No quiero
dejarte
-
Podrías haberle dicho a Cassie que te pusieran a
un profesor de baile aquí pero dudo mucho que se sepa los pasos de la película
-
Joder… que hago?
-
Ve y en cuanto tengamos unos días libres nos
vemos
Odiaba esas situaciones con todas mis fuerzas. Lo que en un
principio era un viaje para ayudar a causas humanitarias se había convertido de
nuevo en un intento fallido, todo por culpa de mis ganas de llegar a ser una
gran actriz algún día.
En menos de una semana cogí un vuelo a Los Ángeles y sin ni
siquiera tener una casa en la que vivir durante el tiempo que me quedase allí, me dirigí hacia los estudios de baile.
Gracias a una amable recepcionista deje mi maleta en una habitación que parecía lo suficientemente segura para dejar mis pertenencias y sin más dilación entré a conocer a mis nuevos compañeros.
Gracias a una amable recepcionista deje mi maleta en una habitación que parecía lo suficientemente segura para dejar mis pertenencias y sin más dilación entré a conocer a mis nuevos compañeros.
-
Hola, encantada. Soy Emma
-
Diego –dijo mientras me daba un abrazo- Por fin
alguien que habla español, hacía tiempo que no me ocurría esto en un rodaje
Parecía un buen chico, amable, mexicano y encima una
gran actor. Si trabajábamos bien la película podía quedar perfecta.
-
Que coj…?
-
Hola
-
No sabía que ibas a estar aquí
-
Cassie no te lo ha dicho?
-
No, acabo de llegar de un vuelo de 13 horas y no
he hablado con nadie. Vas a trabajar en la película?
-
Interpreto al ex de tu personaje. Pensé que lo sabias
Nadie mejor que Miles podía hacer de mi ex novio; en cuanto
Max se enterase que iba a trabajar con él ya lo tenía de vuelta en Los Ángeles.
-
Vale –respondí en estado de shock- Enseñarme un
poco lo que tenemos que hacer
En ese momento mi cabeza no dejaba de pensar en toda clase
de insultos, insultos que me merecía por no haber preguntado antes quien más
actuaba en la película. Miles era un gran chico y lo quería mucho pero aun así
lo único que me importaba era mi prometido y sabia que eso le iba a hacer mucho
daño.
Con todo el lio de viajar a Los Ángeles se me olvidó por
completo que mi mejor amiga vivía allí, con suerte esta vez no necesitaría
buscar un piso en el que quedarme ese tiempo. La llame, su novio se puso y yo
por gilipollas no me acorde de su nombre, un momento que recordaria toda mi
vida.
-
Lo siento mucho
-
No te preocupes –respondió entre risas- Quieres
que me pase yo a recogerte? Sara está trabajando, volverá en una hora o por ahí
-
Te lo agradecería
Le dije el lugar en el que me encontraba y en menos de 10
minutos un encantador chico llamado Charlie apareció delante del local de
ensayo. No había sido un día nada fácil y tanto él como mi mejor amiga lo
notaron al segundo de ver mi cara; lo mejor sería que me fuese a dormir y tras
unas horas de descanso todo volvería a estar bien.
-
No sé si voy a poder trabajar con Miles
-
Te sigue gustando? –pregunto Sara-
-
No
-
Entonces cual es el problema?
-
No lo sé, hay escenas de sexo, besos y mil cosas
más que se que a Max no le van a gustar. Encima hace tanto tiempo que no veía a
Miles que no sé cómo está la situación
-
Tenéis que hablar. Ir a cenar y hablarlo
tranquilamente, seguro que él está en la misma situación
Antes de hacer nada debería
hablarlo con Max, el problema era que tenia tanto miedo de hacerle daño que mi
cabeza no dejaba de pensar que lo mejor era guardar ese pequeño secreto hasta
que él terminase de rodar su película. No quería que por mi culpa hiciese un
mal trabajo, nunca me lo perdonaría.
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