viernes, 2 de agosto de 2013

Capitulo 13

El tan esperado día de la boda había llegado y como era normal todo era un autentico caos. Tenía que hacer mil cosas; ir a la peluquería, volver a casa a cambiarme… algo que fue posible gracias a la ayuda de Max, sin él estaría perdida.
Me llamó nada mas despertar y paso a recogerme varias horas antes de la boda para que así nos diese tiempo a hacer todo con calma.

-          Buenos días –dijo sonriente- has dormido bien?
-          Muy bien, estaba cansada del día anterior –respondí tímida- Gracias por venir a buscarme
-          No podía dejarte sola
-          Ni ahora ni nunca

Respondí poniéndole una cara divertida y los dos reímos; no había mejor forma de despertar  que con una sonrisa.

Ese día en vez de coger el metro preferimos coger un taxi, así llegaríamos un poco antes a todos los lugares que teníamos que ir. Max no tenía nada que hacer asique el pobre se paso 1 hora esperándome sentado en uno de los aparentemente cómodos de la peluquería y después unas 2 horas en mi casa mientras me preparaba para ir a la boda.

-          Es muy fácil para ti. Solo tienes que ponerte el traje, revolverte el pelo y ya
-          Y tú que tienes que hacer? Solo ponerte el vestido
-          Y maquillarme y mirar que los tacones no me hagan daño y… mil cosas!
-          Aun te queda algo por hacer
-          Qué? –pregunte estresada-
-          Darme un beso. Llevo desde ayer sin uno y de verdad que lo necesito
-          Vas a tener que esperar a que me vista –respondí desde la habitación- Puedes traerme el sujetador que hay en el baño?
-          Si intentas no calentar el ambiente lo estás haciendo muy mal –escuche como se levantaba y caminaba hasta el servicio- rojo?
-          Si

Contuve la risa hasta que se acerco a mi habitación e igual que un niño asomo la mano por la puerta y me lo lanzo. No sabía que no necesitaba para nada ese sujetador, solo quería jugar un poco con él.
Termine de vestirme y de repente sin esperármelo recibí una muy esperada llamada.

-          Max!!!!! –con el vestido de la boda puesto y con el pelo perfectamente peinado corrí hacia él y salte encima suya. No me importaba nada, solo necesitaba contarle la noticia- Me acaba de llamar Cassie y la semana que viene tengo que ir a Los Ángeles a hacer otra prueba para la película
-          Em me estas ahogando –afloje la fuerza con la que le abrazaba y le mire muy sonriente- Me alegro muchísimo por ti
-          Gracias

Antes de arrugar aun más el vestido  me baje de sus brazos y continué con lo que estaba haciendo. No podía ocultar lo feliz que era al saber que quizás podían cogerme en esa película, había hecho mil castings y al final de la única que me llamaron fue de la gran producción, era increíble las vueltas que podía darte la vida.

-          Em estas lista?
-          Si –cogí rápidamente los tacones y salí de la habitación- vamos

Si no nos dábamos prisa no íbamos a llegar a la ceremonia. Teníamos que recorrer medio Nueva York a hora punta y encima en taxi, con la mala suerte que teníamos seguramente el taxista nos vería cara de idiotas y daría 4 vueltas a la ciudad sin que nos enterásemos.

Podía leer la mente de Max, según me miraba y como se comportaba sabía perfectamente que seguía pensando en porque en todo el día no le había dado un beso. Apoyaba la cabeza contra mi hombro y me miraba igual que un niño pequeño, era adorable.

-          Qué te pasa?
-          Estoy cansada
-          Tanto como para no besarme?
-          Si –respondí seria- Ahora no me apetece cariño. Me duele el pie por culpa del zapato y no sé si quitármelo o pasar toda la noche con este dolor. No estoy en mi mejor momento
-          Paramos en una tienda y compramos algo si quieres
-          No hay tiempo
-          Perdona, puedes parar en el centro comercial más cercano por favor? Tenemos que comprar una cosa

Si ya estaba agobiada porque no llegábamos, ahora por la tontería de Max de hacerse el caballero conmigo íbamos a llegar aun mas tarde de lo previsto.
El taxista nos dejo delante de un centro comercial gigante, y el tan solo pensar que tenía que bajarme con el vestido y los pies descalzos me ponía enferma.

-          Que he hecho?
-          Nada! Tengo prisa, odio llegar tarde
-          -me cogió de la mano y me paro unos segundos- Lo siento, solo quería ayudarte
-          Vale Max, lo sé. Ahora acelera el paso

Gracias a que el vestido era largo la gente no se daba cuenta de que iba descalza. Encima de mirarme por la ropa que llevaba no hubiese soportado que también lo hicieran por lo que no llevaba. Nueva York era la ciudad de las cosas extrañas, sobre todo para mí.

-          En serio?

Tire la bolsa con las tiritas al suelo y aguante las ganas de llorar, no podía ser que el maldito taxista se hubiera ido así sin más.

-          No le dijimos que esperara. Somos gilipollas… Allie me va a matar –lo mire y me puse de los nervios al verle tan tranquilo- Max haz algo

Intentaba parar un taxi pero lo único que conseguía eran gritos de los conductores.

-          Emma
-          QUE? –pregunte de mala manera-

Sujeto mi brazo bruscamente y me giro hasta que pudiera mirarle a la cara. Le daba igual si llegábamos tarde o no, el solo quería callarme con un beso.

-          Para un taxi y te prometo que me caso ahora mismo contigo

Hablaba demasiado; fue levantar la mano y parar 2 taxis enfrente nuestra.

-          Para cuando la boda? –pregunto divertido- Entra, eres un puñado de nervios
-          Pero te quiero
-          Doy gracias por ello

Un rápido beso y ya volvíamos a ir de camino hacia la iglesia donde se iban a casar los novios.
Ninguno tenía idea de que Max y yo habíamos decidido darnos una oportunidad lo que les pillaría por sorpresa al vernos llegar juntos. Conociéndoles un poco sabíamos que iban a alegrarse más que nadie, además aparte de Sara, serian los primeros en saberlo.


-          Era difícil no hacerte una foto con lo enfadada que estabas

Esta vez fui yo la que apoyo la cabeza sobre su hombro. Rápidamente volvía a enamorarme perdidamente de él y todo por culpa de un inesperado beso en mitad de la calle.
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Minutos antes de que llegase la novia ya habíamos llegado a la iglesia. Todo era precioso, flores rodeando el altar, pétalos de rosa en el suelo, millones de sonrisas y un novio ansioso por ver lo guapísima que llegaba su futura mujer.
Daba envidia ver como dos personas que se querían tanto habían durado tantos años juntos sin ningún problema. Quizás el amor era diferente para cada persona, unos eran más afortunados que otros pero al final todos terminábamos con la persona que nos correspondía.

-          Os conocíais de antes?
-          Allie nos presento hace unas semanas –respondí-
-          No me abandones –dijo rozando mis labios- Me muero de ganas por llegar al hotel
-          Mi casa es mejor –acorte las distancias y le di un rápido beso- podemos gritar lo que queramos sin miedo a que nos echen
-          Mmm… no me va a costar nada quitarte ese vestido –nos miramos picaros e intentamos volver a la normalidad antes de que alguien se enterara de lo que hablábamos- Ya os dejo tranquilas hablando de lo que queráis. No bebas mucho

Después de ese momento ya nada iba a ser lo mismo, solamente quería pasar el rato lo antes posible y así volver a casa sin que nos tomasen por unos maleducados que solo se quedaban a la cena.

Era raro no sentirse fuera de lugar cuando en una boda de casi 100 personas solo conocías a 2, a no ser porque Jake se acerco para pedirme un baile hubiera sido la boda más aburrida de toda mi vida.

-          Me alegro por vosotros
-          Esto me lo dice el que se acaba de casar –sonreímos mutuamente- ha sido precioso

No había hombre más feliz que Jake, con tan solo mirarle a los ojos y ver lo brillantes que los tenía ya te hacia darte cuenta de lo feliz que era siendo el marido de Allie.
Bromeábamos hablando de como Max me miraba, parecía que tenía miedo de que me escapara o algo. Lo mirábamos y comentábamos cualquier cosa que hiciera, Jake poco a poco se estaba convirtiendo en un buen amigo.

-          Ven aquí grandullón –esperamos a que Max nos hiciera caso mientras conteníamos la risa al verlo medio abandonado apoyado contra la barra del bar- Te deja solo un minuto y ya no sabes qué hacer
-          Me abandona por ti. Debería preocuparme
-          -reí a su estúpido comentario y cariñosamente apreté sus mejillas- no hay manera de que estés feo eh? –nos dimos un beso- Ahora si queréis podéis bailar solos, no me pongo celosa
-          Continua con Jake, no os preocupéis por mí.


POV Max

Verla sonriendo era lo único que conseguía hacerme plenamente feliz. Había causado tanto daño por culpa de la bebida que había decidido no volver a beber mas, no podía permitirme perder a la mujer de mi vida por alguna estupidez de una noche.

Después de todas las cosas que habíamos vivido Emma había tenido la valentía de perdonarme, no podía decepcionarla, tenía que aprender a ser un buen novio y a cuidar de lo realmente importante en la vida. Era duro decirlo pero ni tan siquiera mis padres o hermanos lograban hacerme sonreír como lo hacia esa chica de 20 años.

Ella me había cambiado y yo la había cambiado a ella; aunque apenas hubiera ejercido como tal era una maravillosa actriz, tenia valentía y eso era lo más importante dentro del mundo de la actuación. Todo lo que hiciera estaría bien visto en mis ojos, Emma era perfecta.

Afortunadamente para mi, había mucha gente que conocía y con la que podía hablar en cambio cuando Emma fue a bailar con Jake preferí quedarme solo sentado en uno de los taburetes que rodeaban la increíble barra de bar que habían puesto en la sala.
Los observaba desde lejos e imaginaba mi futuro junto a ella, como seria nuestro baile de bodas… todo. Era la primera mujer que conseguía tal cosa, mis novias anteriores llegaron a ilusionarme, unas más que otras, en cambio Emma con lo joven que era había llegado a obsesionarme.
Había otro nivel de enamoramiento quizás por eso me costaba tanto hacerme a la idea de que en algún momento ella se querría ir de viaje con sus amigas, sola, a ver a sus padres o lo que fuera. No podía agobiarla, eso junto con no volverla a engañar eran mis máximas prioridades.

-          De alguna manera estos tacones tenían que ayudarme –se acerco a darme un beso- ya no soy la enana de hace horas
-          Estas preciosa
-          Gracias

A veces me llamaba cariño pero muchas otras no, eso solo significaba que aunque ella fuera feliz a mi lado aun no se sentía 100% segura.

-          Cuando vayas a Los Ángeles puedo acompañarte?
-          Claro que puedes. Eso no se pregunta
-          -sonreí contento por su respuesta- había pensado que después de allí podíamos ir unos días a Londres y a ver a tu familia. Necesito pedirles perdón personalmente
-          No hace falta que pidas perdón a nadie –respondió apoyando sus manos alrededor de mi cuello- conmigo está todo bien y es de la única persona que te tienes que preocupar. Pero si aun quieres ir hasta allí yo estoy encantada por poder ver a mi familia
-          Y a la mía. Tengo que presentarles a mi nueva novia
-          Pero sin piscina de por medio –reímos- Te quiero
-          Yo también

Ojala pudiésemos haber marchado antes, estaba sufriendo por tener que aguantar las ganas continuas de besar a mi novia. Si por mi fuera habría estado cada minuto de la boda pegado a ella.

-          Joder! Sabes qué hora es? –pregunto preocupada-
-          Las dos y media –respondí mirando el reloj- que pasa?
-          Tu sabes cuantas horas llevamos sin hacer el amor? –espero una respuesta por mi parte pero no obtuvo nada. Para las matemáticas era muy malo- 30 horas… Max 30 horas! eso es mucho
-          Se te ocurre algo para solucionarlo?
-          Escapar ahora mismo de aquí, sin despedirnos de nadie

Eso fue lo que hicimos, hacer tiempo para luego escapar quedando igualmente como unos maleducados. Menos mal que Allie y Jake ya nos conocían de sobra.

Cogimos un taxi hasta el pequeño apartamento de Emma y allí paso lo que ninguno esperaba. Entramos con tantas ganas a su habitación que ni siquiera nos dimos cuenta de cómo estaba todo, ropa por el suelo, zapatos hasta en la cama… todo un desastre.

-          No he traído condones
-          En ese cajón hay –respondió entre besos-

Ese no era nuestro problema, lo que tenía que pasar ocurrió exactamente 10 minutos después.

-          Max, Max… -escuchaba entre gemidos- MAX!

Mi respiración se paro por minutos, mi corazón latía tan rápido que a no ser porque Emma estudio enfermería me hubiese quedado allí.

-          Cariño respira –apoyo su mano sobre mi pecho y volvió a confirmar que mi corazón no iba bien- tenemos que ir al medico

No queria preocuparla, todo estaba bien, no me habia muerto.

-          Le decimos que estaba haciendo el amor y me paso esto? Suena estúpido –la abrace contra mi pecho e intente tranquilizarla- cuando estemos en Londres voy a ver que es
-          No vamos a tener sexo en mucho tiempo. No aguanto otro susto como este

El disgusto que tenia la pobre era mucho peor del que tenía yo. La miraba y podía ver como tenía hasta ganas de llorar, quizás era más grave de lo que me imaginaba.

-          Me estas asustando Emma
-          Deberíamos ir al médico ahora, me da igual si nos mira con cara de loco. No es normal que te pase esto

Con tal de no asustarla más le hice caso y nos preparamos para ir al médico. Se me quedaría cara de tonto cuando le contase a que se debía pero era mejor eso a que la próxima vez no volviera a responder.
A las casi cuatro de la madrugada nos encontrábamos en una gigantesca sala de espera de un hospital. Una señora me miraba intentando averiguar que me pasaba, comparado con el niño que lloraba de dolor y la mujer que tenía un oído sangrando lo mío era nada.

-          Max! –toco mi brazo y se levanto- vamos, acaban de llamar

Si no fuera por ella no me hubiese ni enterado, cuando me metía en mi mundo era difícil estar atento a otras cosas.

Les explique con algo de vergüenza lo que me había pasado y ahí empezaron todo tipo de preguntas, si había tomado viagra, si llevaba mucho sin hacerlo, si tenía alguna enfermedad cardiaca… Emma me miraba y aunque fuera algo serio intentaba contener la risa al escuchar ciertas preguntas.

-          Fumas crack? –reímos cómplices- madre mía estoy flipando
-          Al menos ya no queda duda. Ya verás tu porque es esto, me estoy haciendo la idea –dijo algo más tranquila- Te van a decir que dejes de fumar

Como me lo mandasen iba a tener que soportarme de muy mala ostia. La única vez que lo intente dure 2 días y fueron los peores de mi vida, ni mi madre era capaz de soportar mi mal genio.

Media hora más tarde:
-          Más tranquila?
-          Te has librado de una buena
-          Ahora solo voy a tener que hacer el amor con mi preciosa novia… –la cogí de la mano- muchísimo más a menudo
-          No han dicho eso. Tienes que tomártelo todo con más calma o al final la que morirá seré  yo. El tabaco está haciendo daño ahí dentro
-          Me lo dice la segunda persona que mas fuma en el mundo
-          Dejo de fumar tanto si tu lo haces conmigo. Lo prometo

Me ofreció la mano y en cuanto se la acepte empezamos nuestro nuevo reto, lo más difícil que había hecho hasta el momento.

Volver con Emma solo me iba a traer nuevas experiencias;  viajar a Los Ángeles por motivos que no eran trabajo, junto con pasarnos un día entero haciendo surf en Santa Mónica eran algunas de ellas. Necesitaba a alguien vital a mi lado y sin duda ella lo era.

-          Sabias que la actriz con la que grabaste esa peli solo tiene un año menos que yo?

Ni siquiera lo había pensado. Acababa de encontrar a una fan de la película y mientras yo firmaba ella se dedicaba a calcular la edad de la gente… era raro.

-          Emmm supongo que sí. Algún problema con ello?
-          No, solo que es raro –dijo sorprendida- Eres un asaltacunas
-          A mucha honra

Reímos cómplices y continuamos con nuestro último paseo por Los Ángeles, esa ciudad que Emma adoraba y en cambio yo no terminaba de pillarle el gusto. Me parecía todo tan artificial que me era imposible enamorarme de ella.

Después de una semana llena de emociones algo malo tenía que ocurrir, algo aun peor que se me parase el corazón por segundos, Emma tenía que volver a Nueva York y en cambio yo tenía que ir a Londres. El trabajo mandaba y aunque solo nos separásemos por un par de días, tenía que acostumbrarme a no tenerla conmigo a todas horas.

-          Cuando este el video listo envíamelo –nos dimos un beso- Sobre la película no dudes que te van a coger
-          Ojala me llamen pronto, me estoy muriendo por saber si son buenas o malas noticias. Supongo que estaré en España cuando me llame Cassie asique lo sabremos a la vez

Volvimos a repetir el beso y ahí sí que ya nos despedimos. Un taxi me esperaba a la entrada de su apartamento y mi vuelo salía en escasas horas, Londres me esperaba.

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