domingo, 15 de septiembre de 2013

Capitulo 19

Había olvidado por completo que mis amigos nos esperaban en el restaurante del hotel; estar al lado de esa preciosidad de chica me hacia olvidar todo. Tanto tiempo sin poder disfrutar de ella había merecido la pena, toda la pasión contenida surgió y de menuda forma. Jamás me imagine en esa situación, tirado en la cama y sin apenas poder mover un musculo.

-          Bajo y les digo que aun estas duchándote?
-          Diles que me vuelves loco –me levante como pude de la cama y le agarre de la mano hasta poder hacerla tumbarse a mi lado- Estoy viejo para estas cosas

Mi móvil sonó y de lo que menos ganas tenia era de hablar con alguien por teléfono; de no ser porque Emma casi me obligo a responder hubiera dejado que sonara todo el día.

-          Mi madre –le dije en bajo- Hola?
-          Voy bajando –antes de que se moviera de mi lado la pare y le hice señas para que no se fuera aun. Quería tenerla a mi lado aunque solo fueran 5 minutos mas- Me van a matar
-          Shhhh

Mi madre algo molesta empezó a contarme lo que ya Emma y yo sabíamos. Habíamos aparecido en varias revistas y en todas ellas hablaban de todo menos bien sobre nosotros.
Era normal que se preocupara por mi pero tenía que darse cuenta de que ya era mayor y llevaba mucho tiempo sobrellevando esa vida.

-          La mitad de lo que han puesto sabéis que es mentira. Llegamos perfectamente al hotel y no íbamos borrachos, apenas bebimos

Tanto como apenas no, pero tampoco quería preocuparla mas. Lo importante es que estábamos bien y con suerte en unas horas la gente se olvidaría de esa noticia.

-          Sinead todo está bien

Em me quito el teléfono de las manos y se encargo de tranquilizar a mi madre. Al menos en ella confiaba, cosa que con su hijo parecía no hacerlo.

-          Max hasta ha dicho que os echa de menos –nos miramos divertidos y sonreímos- Ya sabéis como son los periodistas, solo nos dio por salir un poco más tarde de lo normal y han dicho mil cosas. Disfrutar del día y no os preocupéis por nosotros

Parecía haberla convencido, Emma era mi salvación. Llego a estar yo solo y conociendo un poco a mi madre ni en 2 horas habría conseguido convencerla de que todo iba bien.

Terminada la llamada deje que mi preciosa prometida bajara con los demás mientras yo continuaba en la cama una media hora más hasta que el dolor que tenía en el cuerpo cesase. No quería preocupar a Emma pero sabía que no era normal que me pasara eso cada vez que hacíamos el amor, una vez tuvimos que ir al médico y como siguiera así no tenia duda de que volveríamos en cualquier momento. Tenía que tomarme más en serio lo que prometí y así empezaría a fumar menos.

-          Aquí llega el alma de la fiesta –dije nada más verlos- Buenos días

Emma que estaba sentada justo delante de donde me coloque, paso sus manos por detrás de la silla y abrazo mis piernas. Me gustaba que fuera cariñosa aun con gente delante, muchas veces se cohibía e incluso cuando estábamos nosotros dos solos no era capaz de ni tocarme el brazo. Algún día descubriría que le pasaba por la cabeza en esos momentos.

-          Queréis ir a hacer turismo?
-          Si os apetece podríamos ir ver lo principal de la ciudad y ya por la noche descubrimos lo demás –respondió James-

La idea era perfecta asique solo nos quedaba coger las chaquetas y salir del hotel antes de que las chicas decidieran quedarse y descansar.

-          Estas mejor? –pregunto Emma mientras le daba la mano-
-          Solo necesitaba descansar un poco. No deberíamos hacer esto muy a menudo
-          Fue lo que te dije! –grito divertida- Tu me tiendas y luego pasa lo que pasa
-          Yo te tiento no? Soy yo el que va por la habitación del hotel medio desnudo
-          Eso es porque no quieres –reímos- Ya empezare a taparme un poco mas
-          No hace falta. Te puedes pasear desnuda cuando quieras

Cuando no se lo esperaba la cogí en brazos y durante toda la calle hasta llegar al primer paso de peatones la lleve encima. Emma no dejaba de gritar que la bajase pero aun así viendo como los demás, incluido yo nos reíamos tarde un poco en hacerle caso.

-          Te quiero pequeña

Con tan solo mirarme y sonreír ya sabía que ella sentía lo mismo por mí, no hacía que estuviéramos diciéndonoslo a todas horas.

-          Tengo que preguntarte algo
-          SI! SI QUIERO –grito en mitad de la calle-

Estaba loca, solo ella conseguía hacerme reír sin ni siquiera haberle hecho la pregunta.

-         Que os pasa? –pregunto Sara-
-          Esta muchacha no está bien –agarre a Emma de la cintura y le di un beso en la cabeza- No pasa nada. Adelantaros vosotros que ahora vamos

Necesitaba hablar con Emma a solas para suplicarle dejar a los demás e irnos solo ella y yo a descubrir Paris. Quería subirme en el metro y pasar horas y horas dando vueltas hasta sentir la necesidad de bajarme en una parada cualquiera, de esa forma descubriríamos la ciudad. Simple pero divertido.

-          ¿Se te ha ocurrido a ti solo la idea?
-          He necesitado ayuda –respondí divertido- Vienes?
-          No me queda otra opción

En cuanto vimos que los demás iban mucho mas adelantados que nosotros corrimos hasta la primera estación de metro y empezamos el plan. Quizás saldría mal o quizás sería la aventura de nuestra vida, solo nos quedaba esperar.

-          Han venido tus amigos de Londres y aun así solo quieres estar conmigo. No sé si asustarme o qué hacer
-          El que se asusta soy yo, 28 años y nunca me había pasado esto.

Mil veces que lo pensaba y mil veces que me sorprendía. Jamás había estado tan enamorado de una persona, hacia que estar con mis amigos o incluso con mi familia no significase nada si ella no estaba a mi lado.

-          Aquí –me cogió de la mano y se levanto del asiento del metro- Vamos a ver donde estamos

Mientras intentaba seguirla entre millones de personas me lleve algún que otro golpe. La gente me miraba mal por no mirar por donde iba, pero que iba a hacer cuando mi novia no me soltaba la mano ni un segundo.

-          Izquierda o derecha? Tú decides
La hice dar dos vueltas sobre sí misma y hacia la misma dirección en la que se paro fue hacia donde dirigimos.
En el lugar que estábamos solo había opción de ver dos cosas, una la catedral de Notre Dame y otra la santa capilla; con la elección que hicimos toco ver primero la Santa Capilla, uno de los lugares más impresionantes que vi en mi vida.

-          Ay mi niño que está enfadado –dijo abrazándome- No le gusta que a mí no me cobren y a él si
-          Me han hecho sentir mayor. No entiendo porque hasta los 25 no cobran y luego si
-          Porque los franceses son así. Yo que se Max

Lo mejor era olvidar ese pequeño detalle y disfrutar de las vistas que teníamos delante. El que a mí me cobrasen y a Emma no quizás era por alguna política que tenían allí, no tenia porque pensar que era demasiado mayor ni las mil tonterías que pasaban por mi cabeza.

-          De verdad te gusto siendo tan mayor?
-          Claro que me gustas –respondió mientras contemplaba la capilla-
-          Em en serio, no prefieres a alguien de tu edad?

Dejó de hacer fotos y me miro bastante seria, algo que normalmente no era buena señal.

-          Lo preguntas en serio? –se puso de puntillas y me beso- Si me gustara otra persona, da igual la edad que tenga, no estaría contigo. Piensa que eres más joven y más guapo que el idiota que puso esa norma para entrar aquí

Y por esa razón me casaba con ella, Emma siempre sabia como hacerme volver a la normalidad incluso cuando me comportaba de la misma forma que odiaba que ella se comportase.

Cuando los chicos llamaron no pudimos remediar reír, ya llevábamos separados más de 1 hora y parecía que se acaban de dar cuenta en ese momento. Por ese pequeño detalle podríamos haber dejado de hablarles en todo el día, iban tan a su bola que ni se acordaban de la pareja de locos por la que volaron a Paris.

-          Os vemos luego en el hotel. Quería pasar un rato a solas con Emma
-          ¿Aun mas? –pregunto Kevin-
-          Lo siento, tengo que hablar de algo con ella. Dame 1 hora y  luego os vamos a buscar a donde estéis

Aunque parecía que le había molestado que desapareciésemos de esa forma no le quedo otra que aceptar que íbamos a tardar. Aun tenía que decirle a Emma que iba a tardar en mudarme con ella y no sabía cómo sacar el tema.

-          Que tienes que hablar conmigo?

Cuando la encontré detrás mía me asuste al ver que había escuchado todo, ahora no me quedaba otro remedio que contarle la noticia.
Terminamos de hacer unas últimas fotos a la capilla por fuera y a continuación le conté lo que pasaba.

-          No quiero que busques piso tu sola. Cuando pueda ir lo hacemos juntos
-          Y vas a aguantar en mi apartamento hasta entonces? No me gusta la idea Max
-          No te voy a dejar sola buscando piso asique si tengo que pasar 1 mes en tu apartamento lo pasare. He vivido en lugares más pequeños

Demostraba con creces que no le gustaba nada la idea, ni la de que no fuera ya a vivir con ella ni la de que no le dejara buscar piso, pero esa vez iba a ser firme en lo dicho y no porque a ella no le gustara iba a cambiar de opinión. En ciertos aspectos seguía viendo a Emma como a una niña, quizás en cierto punto llegaba a verla como a una hermana pequeña a la que tenía que cuidar.

-          No tenias que haberme dicho esto hoy –me golpeo en el brazo- te odio!
-          Lo siento. Piensa que después de esto voy a ir unos días contigo
-          Ya pero es eso, solo unos días no para siempre
-          Sera para siempre cuando organice todo en Londres, te lo prometo


POV Normal

Me molestaba mucho saber que iba a pasar uno o dos meses sola en Nueva York, me había acostumbrado a ello pero después de que Max me hubiera dicho que se venía a vivir conmigo me había hecho demasiadas ilusiones en que eso ocurriría lo más pronto posible.

-          No, I don't want to fall in love…

Muy cerca de la capilla, de camino a Notre Dame, había una chica con su guitarra tocando “Wicked Game”. Era una de mis canciones favoritas por lo que no pude remediar quedarme allí escuchándola hasta que terminara.

-         This world is only gonna break your heart –continúe cantando-

Los brazos de Max rodeaban mi cintura mientras yo me movía lentamente de un lado a otro al ritmo de la música. No olvidaba lo que acababa de decirme pero mientras la música sonara todo estaría bien.

-          Recuerdo la primera vez que te hice bailar –escuche decir detrás mía-
-          No lo hagas
-          Ya es tarde

Una pequeña reverencia y ya me tenia lista para moverme un poco mientras rodeaba su cuello con mis pequeños brazos.

-          Ponte sobre mis botas
-          Si papá –respondí con una tímida sonrisa-

Era igual que cuando bailaba de pequeña con mi abuelo, me sentía querida y al fin y al cabo eso era lo único que tenía que importarme.

-          ¿Estás bien?
-          Si –afirme con la cabeza- Creo que no voy a volver a Nueva York… no por ahora. Quiero pasar unas semanas con mi familia y olvidarme de esta locura de vida que llevamos
-          El trabajo?
-          Al trabajo que le den! Me merezco un descanso y me da igual lo que Cassie me diga, como si quiere dejar de representarme. Necesito ver a mi abuelo y recuperar el tiempo perdido estos meses. No siempre lo voy a tener ahí
-          No puedes imaginar lo mucho que te quiero -acaricio mi mejilla y sonrió dulcemente- No hay nadie más orgulloso de ti que yo

Y en menos de 5 minutos ya había conseguido hacerme olvidar todo. Aunque me molestara algo, por frases como esa resultaba imposible enfadarme con él.

-          Ahora es cuando dices “por esto me caso contigo” –dije sonriente- Vamos antes de que Kevin o James me odien un poquito mas

Mientras Max preparaba todas las cosas en Londres yo estaría en mi casa junto a mi familia, no tenia que preocuparme por nada. Quizás hasta me vino bien que no viniera a vivir conmigo tan pronto, así pude darme cuenta de lo que me estaba perdiendo por solo estar centrada en el y en el trabajo. Dos o tres días cada dos meses no eran suficientes para disfrutar de mi familia, en el momento en que les dijera que iba a pasarme la mitad de enero con ellos sabia que les iba a alegrar el año.

Antes de volver al hotel visitamos la catedral de Notre Dame, era un lugar al que siempre quise ir y por fin estaba allí. Para mi sorpresa era muy bonito pero no tanto como la sagrada capilla. Max y yo comentábamos lo bonito que era e incluso llegamos a nombrar la idea de casarnos en Paris; una locura que nunca se llevaría a cabo teniendo a nuestras familias en diferentes países y ninguno de ellos era Francia.

Paris era una ciudad preciosa pero quizás no era la adecuada para mí. Sentía que no tenía toda la libertad que quizás Nueva York podía darme; allí era libre de hacer lo que quisiera sin sentirme rara por ello. Era una ciudad que te permitía ser quién quisieras y eso era lo que necesitaba.

Antes de dirigirnos al hotel sin saber si estaban allí o no llamamos a los chicos. Según Sofía estaban comprando comida en un puesto de la calle lo que significaba que podíamos ir a comer con ellos pasando frio o alargar nuestra escapada unos minutos mas y comer en un bonito restaurante cerca de Notre Dame.

-          J'aime ce resto.
-          Que me adoras? –pregunto confuso- No era muy bueno en mis clases de francés
-          Si Max si –aguante la risa- Que me encanta este restaurante, me recuerda al que siempre vamos en Londres. Es pequeño pero parece que estamos en casa
-          Por eso te he traído aquí –reímos cómplices- Esta bien, a la próxima ya sabemos dónde venir

Con todo el trabajo que teníamos previsto tardaríamos mucho en volver a Paris, incluso hasta dudaba que pudiera viajar mucho con la película que tenia por hacer, el piso que tenía que buscar y mil cosas que estarían por venir.

Después de comer ya no nos quedaba otra opción que ir al hotel con los demás. Allí pasaríamos las horas hasta que llegasen las 11 de la noche y nos dirigiéramos a la Torre Eiffel para celebrar el año nuevo. Seria especial pero seguía echando en falta a mi familia.

-          Las 3 hermanas juntas –dijo Sara abrazándonos a Sofía y a mi- Tendré que darle las gracias a Max
-          Dame las gracias a mi  que yo fui la que dijo de ir a Brujas –respondió Sofía- No ha pasado ni un año y mira donde estamos después de esa locura
-          He cambiado vuestra vida, admitirlo

Max apareció por detrás mía e interrumpió la conversación con uno de sus grandes comentarios. De lo que no se daban cuenta era de que el único que había cambiado nuestra vida había sido Josh; si no hubiera quedado con él nunca hubiera hablado con Max, todo se hubiera limitado a rodar esa escena de la serie con él y poco más.

-          Estará con su familia –dije intentando quitarle el móvil de la mano- Max para! No lo molestes ahora para eso
-          Solo quiero darle las gracias
-          Bueno ya lo harás en otro momento

Algo borde le quite el teléfono y lo apague antes de que hiciera alguna locura. A esas horas la gente normal estaba preparándose para recibir el año nuevo junto a su familia y no hablando con un loco sobre como conoció a su prometida.

Antes de que mi abuelo se enfadara les llame, así sabrían que aunque estuviéramos lejos nunca me olvidaba de ellos y menos aun en esa fecha. Estarían junto a mis tíos y mis primos, al menos tendrían compañía por casa.

-          Lo sé mama, lo que pasa es que no puedo decir que no a drogarme y beber con mis amigos –mire a Max divertida y contuve la risa- Era broma! En dos días me tienes ahí, no le digas nada al abuelo quiero que sea una sorpresa
-          ¿Se lo has dicho? –Afirme con la cabeza a la pregunta de Max- Cuidármela! No la dejéis ni salir de casa
-          Calla la boca Max

Le di un golpe en el pecho y lo separe de mi lado, las pocas copas que nos habíamos tomado parecían empezar a surgir efecto en el.

Terminada la llamada volví junto a los demás y espere con ansias que llegaran las 12 de la noche. Paris parecía haber salido a la calle para recibir el año nuevo y nosotros no éramos menos. Sería la primera vez que recibía el año junto a Max pero también la primera vez que lo pasaba junto a mis amigas lo que significaba que como fuera tenía que dividirme, no podía dejar de lado a ninguno.

 Aunque apenas les quedase voz y no tuviéramos mucho espacio, los chicos seguían gritando y haciendo el idiota. Ellos sí que sabían buscar la diversión donde fuera y no como nosotras que estábamos quietas de pie muriéndonos de frio y sin saber que decir o hacer.

-          ¿Qué os pasa? –pregunto Max -
-          Pasa que te quiero mucho

Me salió del alma sujetar su cara y darle un beso inesperado. Estaba muy feliz por tenerle allí y en ese momento acababa de darme cuenta de lo indispensable que era en mi vida.

-          Como voy a vivir sin ti eh eh eh? –pregunte divertida-

Mientras los dos reíamos cómplices, James apareció detrás mía y me cogió en brazos para luego correr conmigo hacia no sé dónde. Su forma de volver a entablar una amistad me pareció bien, no era tan incomodo como mantener una conversación hablando de una estupidez que paso hace meses. Todos alguna vez cometíamos errores y era de sabios saber perdonar.

-          Max ayúdame!

Vino hacia nosotros pero lo que hizo no fue ayudarme, más bien se limito a cogerme de los brazos de Jamie y ponerme en los suyos como si fuera una muñeca.
Rodee su cuerpo con mis piernas y al menos de esa forma estaría sobre él y además cómoda.

-          Así es como voy a recibir el año
-          Al menos no pasas frio –contundió diciendo Max- Si estuvieras obesa ten claro que no te cogería en brazos

Justo al lado había una señora algo llena en carnes y cuando Max soltó la frase del año no pude remediar echarle la bronca por si acaso la mujer nos había entendido. Él se limito a mirarme sonriente, algo con lo que sabía que no iba a poder evitar olvidar lo que acababa de decir.

La Torre Eiffel comenzó a encender las luces y eso solo significaba que quedaba apenas 1 minuto para que el año 2014 comenzase. Aun encima de Max cogí mi copa de champagne y espere lo que estaba a punto de suceder.
Sin esperármelo nada más empezar el año a mi novio no se le ocurrió otra cosa que darme un beso sin ni siquiera darme tiempo a respirar. Por poco no me convertí en la primera mujer de 2014 en morir a causa de un beso.

-          Feliz año nuevo
-          Feliz año nuevo cariño –respondió grabándonos con su móvil-

La gente gritaba feliz por empezar un nuevo año y nosotros lo grabábamos. Esos videos serian los que algún día veríamos en casa con nuestros hijos y recordaríamos lo maravillosos que fueron los primeros meses de nuestro noviazgo.

-          Nos escapamos? –pregunte gritando entre la multitud-
-          A donde?
-          A París!

Sin decirles nada a los demás volvimos a hacer lo que mejor se nos daba, separarnos del grupo. Quería divertirme y normalmente cuando dependía de otras 4 personas no solía hacerlo, solo necesitaba a Max, buena música y con eso ya tendría la mejor fiesta del mundo.

-          Me encanta esta canción

En mitad de la calle me desabroche un poco el abrigo y me puse a bailar la música que salía de un pequeño pub.

-          Y ahora viene la famosa frase… por esto me caso con ella –dijo a la cámara-

Continuando con el baile camine hacia él y lo que en un principio era un baile normal, se convirtió en algo muy sensual. No me importaba si la gente me miraba o no, solo quería divertirme.

-          Madre mía como nos lo vamos a pasar tu y yo esta noche –dijo posando su brazo sobre mis hombros-  Quieres entrar?
-          Si

Ya podéis imaginar cómo terminamos la noche; después de bailar tanto en el pub como en la cama, al día siguiente no iba a haber nadie que nos despertase. No tenía ni idea de lo que los demás iban a hacer pero yo me iba a pasar prácticamente todo el día durmiendo abrazada al cuerpo desnudo de mi prometido.

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