martes, 19 de noviembre de 2013

capitulo 34

Mi vida se había convertido en un autentico caos. Después de haber perdido a mi perro y mi piso parecía que lo único que me tranquilizaba era saber que tenía que empezar a hacer promoción de dos películas que aun no había tenido la oportunidad de ver finalizadas. Una semana en Nueva York junto a Jeremy las 24 horas del día y a la semana siguiente en Toronto con Miles siguiéndome a todas partes; nada podía ir a mejor.

-          Sigues siendo mi niña asique cuando llegues a Toronto y estés en el hotel me llamas. Sé que no está siendo nada fácil tener que pasar por todo esto sola
-          Me lo merezco
-          Cállate Emma –dijo muy seriamente Jeremy- Te has equivocado pero todos lo hacemos. Además nosotros te hemos perdonado, no te sientas mal por una tontería
-          Eres mi segundo padre
-          Lo se, me lo dices continuamente
-          Soy una pesada. Gracias por todo

Jeremy era de ese tipo de personas que cuando conoces bien empiezas a quererle más que a gente de tu propia familia. Sinceramente él, mi madre y Cassie eran una parte fundamental de mi vida, luego por otra parte tendría a mis amigos pero sin ellos 3 me costaría mucho seguir mi vida de forma normal. Siempre que tenía un problema ellos se encargaban de ayudarme incluso si uno de sus hijos estaba involucrado.

Dos semanas después de todo el incidente con Max sabia que toda su familia estaba enfadada conmigo, lo que no esperaba era que un hombre de unos 60 años llamase a mi casa y me dijera exactamente “No puedo castigarte por ser sincera con todos nosotros. Sabes que te quiero mucho y en unos meses esto quedara en una simple anécdota…”. Eso fue lo que hizo que mi relación con Jeremy volviese a la normalidad, él siempre sería el primero en reñirme por hacer algo mal, pero también sabía que un hombre con un corazón tan grande sería el primero en perdonarme.

Cargada de maletas e ilusiones cogí un avión con destino Toronto. Allí aparte de pasar un par de días haciendo promoción volvería a reencontrarme con grandes amigos, algunos de ellos mas especiales que otros.

Desde que deje LA y volví a NY, mi relación con Miles se enfrió un poco, hablábamos diariamente pero era muy distinto tener a esa persona tras un teléfono que tenerla delante.

-          Hemos llegado Toronto –grito Cassie al salir del aeropuerto-
-          Y el frió también.

Hasta que no llegue a esa ciudad creí que no podía existir lugar más frió que Nueva York en pleno diciembre. Si seguía 5 minutos más esperando un taxi iban a tener que llevarme a un hospital por congelación; un autentico horror.

Era el día de mi cumpleaños pero con trabajo que hacer eso no importaba, lo primero era probar vestidos que llevar a las entrevistas y luego ya veríamos si tenía tiempo de hacer algo más.

-          Voy en vaqueros, si quieres llevo unos tacones bonitos pero para pasarme horas sentada en una silla y respondiendo las mismas preguntas una y otra vez no creo que tenga que ir de Channel o de lo que sea ese vestido

La chica que se encargaba de preparar mi ropa me miro sorprendida, la pobre no se esperaba que fuera tan sincera, creo que ni yo misma lo esperaba.

-          Se ha vuelto muy rebelde desde que vive sola –dijo Cassie- Algo cómodo y bonito no estaría mal, Monique te parece bien?
-          Si, supongo que puedo encontrar algunos vaqueros y una camisa bonita
-          Si no lo encuentras en mi maleta hay miles

Subí la maleta encima de la cama y olvidando todos esos preciosos e incómodos vestidos empezamos a rebuscar entre mi ropa diaria algo que llevar a las entrevistas. La nueva Emma segura de sí misma y sin miedo empezaba a gustarme cada día más.

-          Awww Charlie

Ver al pequeñajo tarta en mano y cantándome cumpleaños feliz junto a James el director de la película me hizo darme cuenta de lo mucho que los echaba de menos. Esa película sin duda alguna me cambio la vida.

-          21! Ya puedes beber legalmente en Estados Unidos
-          Woop Woop

Ese sonido me resultaba demasiado familiar. No me volví loca al verlo pero cuando cruzamos miradas una gran sonrisa asomo por mi cara.

-          Zac, mejor conocido por Miles entre su abuela y yo –riendo nos abrazamos y sin menospreciar a los demás intente recomponerme y volver a mi estado anterior- Muchas gracias por esta pedazo de sorpresa
-          Una persona más se une al club de alcohólicos anónimos, algo teníamos que hacer
-          No sabes lo mucho que echaba de menos tus tonterías James

La gran familia volvía a reencontrarse y que mejor forma de celebrarlo que comiendo una tarta en mi habitación de hotel rodeados por montañas de ropa. Al menos lo que contaba era la compañía, mejor que la que tenía en ese momento era imposible.

-          Acabarla vosotras. Os dejamos solas y así podéis terminar de trabajar, mañana nos vemos abajo. Descansa y no disfrutes mas de tu cumpleaños que con la tarta ya te ha valido
-          Pediré una botella de Vodka en tu honor –respondí divertida-
-          Adiós Emma –dijo Charlie-
-          Cuando terminéis llámame
-          Vale

“SI, SI ,SI” mi cabeza no dejaba de repetir lo mismo una y otra vez. Daba igual que dijera que no quería tener nada con nadie que cuando Miles me dijo que le llamase me volví completamente loca. Quizás no era el chico más guapo del  mundo o el mas detallista pero por el momento era lo que me gustaba. Estaba separada y por fin era libre de hacer lo que quisiera y con quien quisiera, algo a lo que aun no terminaba de acostumbrarme.

Max era un amor de chico y seguiría siendo un buen amigo de por vida, pero la ruptura y que la separación  no salió como debería haber salido, nuestra relación no era la mejor. A veces hablábamos por teléfono y aunque empezásemos riendo de alguna forma terminábamos discutiendo y sacando el mismo tema de siempre. Los sentimientos seguían ahí y hasta que no lográsemos controlarnos nada iba a estar 100% bien.

-          Luego dice que se ha enfriado la relación con Miles
-          Cassie no estamos como antes
-          Tenéis tal tensión sexual no resuelta que da miedo. Os da un calentón a mitad de una entrevista y no quiero estar allí presente
-          Eres una bruta. Se controlarme, además no hay nada de tensión solo nos gustamos un poquito y ya
-          Claro. Ale llámalo, tengo interés por escuchar esa conversación

Monique ya se había ido asique no me molestaba que Cassie escuchara mi conversación con Miles, no era la primera vez ni la ultima que lo hacía. Esa mujer era una de las personas más cotillas del mundo; si existiera un premio al más cotilla, Cassie lo ganaría con creces.

La llamada no era para hablar de nuestras vidas, mientras estuve en NY ya había tenido tiempo de contarle casi todo, esta vez lo que quería era que la mañana siguiente quedásemos a desayunar juntos y así poder preparar lo que decir en las entrevistas. El mundo del cine no era para nada lo glamuroso que lo que querían pintar, para llegar a dar esa imagen había mucha preparación y más de una mentira junto a tus compañeros de reparto.

-          Uh no –lo interrumpí- sobre mi relación con Max voy a decir lo justo. Sé que van a preguntar y  no voy a mentir pero solo voy a responder una pregunta . Ya lo he hablado con Cassie y tu si estas delante cuando lo pregunten mejor quédate callado
-          Sabes lo que se ha rumoreado sobre nosotros

Claro que lo sabía, todas las semanas incluso las que no nos veíamos alguien empezaba a decir que nos había visto juntos cenando o haciendo cualquier cosa típica de parejas. Era una locura lo rápido que podían difundirse esa clase de rumores, cuanto antes los parasemos mejor.

Con apenas 4 horas de sueño y un desayuno más que necesitado volví a la habitación y empecé a prepararme para aguantar toda una mañana de entrevistas junto a Charlie y Miles.

-          Estas preciosa –dijo Monique- Vas a poner de moda ir en vaqueros a las entrevistas
-          Y estoy muy cómoda –continúe diciendo emocionada-
-          Hora de irse

Cassie como siempre organizada al máximo. Si no fuera porque la tenía a ella siempre llegaría tarde a todas partes, un atentico caos si pretendía terminar todo el trabajo en una mañana.

En el hall del hotel Miles esperaba mientras el pequeño ya estaba dentro haciendo su trabajo. En escasos minutos nosotros entraríamos nosotros pero con el lio que había organizado a la puerta del salón de entrevistas ya podía imaginar lo que nos esperaba.

-          He podido ver un trozo de la película y he de decir que la escena de sexo me ha parecido increíble
-          Parecía muy real verdad? –el entrevistador afirmo-
-          Cuando la gente lo vea podría pensar que estamos haciéndolo de verdad –continuo diciendo Miles-
-          Lo que quizás sea cierto

Nos miramos cómplices y sin preocuparnos de si molestábamos o no empezamos a reír a carcajadas.  No sé qué pasaría por la cabeza de Miles en ese momento pero al menos en mi caso me sentía igual que cuando estábamos en el rodaje, por momentos me sentí tan cómoda que parecía que poder aguantar horas y horas respondiendo preguntas.

-          Como fue trabajar con actores tan jóvenes? –preguntaron a Miles-
-          Fue muy divertido. En el caso de Charlie, él es mucho más profesional que otros actores. Es un placer poder trabajar con él... –cruzamos miradas y sonreímos tímidamente- No puedo decir lo mismo de Emma, con ella ha sido un horror
-          A que es majo este chico? –pregunte irónicamente-

Intentando alargar la broma pase un brazo por encima de sus hombros y sonreí.

-          Imaginaros esto las 24 horas del día. Ella es la persona más pesada y al mismo tiempo adorable con la que he trabajado
-          Creo que debería alegrarme por ese cumplido

Al igual que hicimos nosotros, todos los periodistas presentes se rieron. Desde el momento en que empezamos a bromear nada fue igual, más que una entrevista seria se convirtió en una conversación de amigos, algo que deseaba que pasara en todas las entrevistas.

Después de la grupal, en parejas nos empezaron a meter en una pequeña habitación en la que estaban organizadas las entrevistas más cortas y personales. En mi caso me tocaba compartir habitación con Miles, algo más que esperado. Preguntaron por la película, por como fue el rodaje, por mi separación, incluso hicieron preguntas demasiado personales a las que por primera vez no quise responder. No pretendía ser maleducada pero si preguntaban si me había separado de Max por estar con Miles tenía que serlo.

-          Otra pregunta? –pregunto Cassie interrumpiendo-
-          Mmm si –respondió la entrevistadora con la mirada fija en el papel- Que opináis de los rumores de que sois pareja?
-          Oh dios mío –escuche decir a Miles-

Esa mujer se había vuelto loca, parecía que no le servía con que Cassie tuviera que interrumpirla que ella seguía haciendo preguntas sobre mi relación con Miles.

-          Somos buenos amigos, solo eso. Ni novios ni nada, amigos que se conocieron haciendo una película –respondí muy seria-

 Sus preguntas habían conseguido volver todo muy incomodo. Con tan solo las miradas que Cassie y yo le estábamos echando, esa señora tendría que haberes dado por aludida y haber terminado  la entrevista lo antes posible, no podía creer que el manager de Miles fuera el que la mandase salir. Aun después de todo este caos tanto Miles como yo nos despedimos dándole la mano, algo que hicimos por demostrar la educación que teníamos.

-          Dame un abrazo –pidió Miles-

Necesitándolo más que nunca lo abrace y le di las gracias susurrándoselo al oído. Estar a su lado lo volvía todo mejor, incluso esas estúpidas entrevistas.

Olvidando este pequeño incidente las demás fueron mejor, solo un chico mas se atrevió a preguntar algo más personal pero en esas preguntas no tuve problema al responder. La mañana había sido entretenida pero la tarde pintaba aun mejor. Comida con todo el equipo y poco después presentación oficial del primer tráiler de la película.

-          Quiero salir a fumar –le dije a Miles a mitad de la comida-
-          Y yo quiero invitarte a cenar hoy a la noche –le mire sorprendida mientras el continuaba hablando- Algo por la ciudad, tu y yo solos
-          Que directo señor
-          Cuál es la respuesta?
-          Sí, claro. Con tal de que no te aproveches de mi supongo que me vendrá bien salir de este hotel

Avivaríamos aun mas los rumores de que estábamos juntos pero los dos nos merecíamos disfrutar un poco de la ciudad de Toronto, no todo era trabajar.

Con mi cumpleaños aun sin celebrar y a miles de kilómetros de casa tenía que organizar algo aunque fuera muy intimo. Saldría a cenar con Miles pero después podríamos quedar con Cassie y los demás chicos del equipo e ir a celebrarlo a algún pub de la ciudad.

-          Emma tienes un regalo

Esta vez la que dijo “Oh dios mío” fui yo, solo viendo las rosas que traía en las manos aquel chico del hotel podía saber de quién se trataba. Max no podía estar haciéndome eso, no después de la última pelea que tuvimos.
“Felicidades princesa. Te quiero mucho, Max”
Después de haber pasado una semana junto a su padre me había replanteado varias veces volver con él. Lo seguía queriendo mucho pero con las peleas que teníamos por culpa de sus celos y mi indecisión lo mejor era continuar como hasta ahora. Quizás con unos meses separados y alguna que otra relación esporádica nos daríamos cuenta de lo que de verdad queríamos.

Debería haberle llamado para darle las gracias por las rosas pero no lo hice, delante de todo el equipo y con Miles a mi lado no era el momento de hacerlo. Cuando volviera a la habitación si tenía tiempo y me acordaba lo haría, pero por el momento no.

Miles me miraba y sin preguntar nada ya sabía que eran de mi ex marido algo que parecía no hacerle mucha gracia. El regalo de Max estropeo por completo el buen ambiente que teníamos.

-          El pantalón negro con el crop top negro y esos zapatos de ahí. Iría descalza pero ya sabes cómo es la gente, empezarían a preguntar si voy así por Miles o a saber
-          Relájate Em. Me estas estresando -dijo Cassie-

Por la tontería de Max ahora mi cabeza no dejaba de darle vueltas a algo que pensé que ya estaba más que solucionado. Si no decidía en ese mismo momento que hacer con mi vida alguien iba a terminar herido, incluso yo podía ser esa persona.

Volver con Max, estar sola, intentarlo con Miles… si no fuera porque Miles había demostrado tener sentimientos por mi molestándose por el ramo que Max me había enviado, hubiera sido más fácil decir que me quedaba sola. El problema era que quizás yo también tenía sentimientos por él.

-          Tienes dos entrevistas tu sola y luego el photocall –me coloco un poco el pelo y me señalo la puerta a la que tenía que ir- En 5 minutos voy, tengo que buscar a James para que me diga cómo hacer luego
-          Vale –respondí con la mirada fija en el guapísimo chico que acababa de salir del ascensor-

Me miraba y parecía que miraba a un extraño; no podía creer que le hubiese molestado tanto algo de lo que yo no tenía la culpa, sabía perfectamente que lo que tenía con Max termino en el minuto en que le bese a él.

En cuanto lo vi sentarse en aquel sofá y no dirigir su mirada hacia mí ni por tan solo un segundo me olvide por completo de la entrevista, solo quería hablar con él, los demás podían esperar.

-          Entra ya –dijo Cassie cogiéndome del brazo y moviéndome hacia la sala de entrevistas- ya es la hora Emma

Triste por no poder tener 1 minuto para hablar con Miles entré y respondí las preguntas más seria de lo normal. En el momento en que todos mis problemas estuvieran solucionados y nadie buscara la forma de volver a sacarlos a la luz, podría ser una Emma feliz.

A no ser que hablase con él en mitad del photocall veía muy difícil poder hacerlo en todo el día, necesitaba aclarar si la cena aun seguía pendiente o ya ni eso podíamos hacer.

-          Estas espectacular –gire la mirada y sonreí a la vez que pasaba mi brazo por su cintura-
-          Gracias, tu también estas muy guapo

Solo una persona con sentimientos podía pasar de estar enfadado a decir tales cumplidos. Miles era así y ni teniendo 10 cámaras delante supe controlarme a la hora de darle un gran beso en la mejilla.

-          La cena sigue en pie?
-          No me la pierdo ni por mil ramos de rosas.

Estaba decidido, iba a darle una nueva oportunidad al amor aunque por culpa de ella me jugase mi amistad con Max y hasta mi trabajo. Los falsos rumores se convertirían en verdad y al final la única que quedaría mal sería yo por haberles dicho una verdad que por motivos de la vida había terminado dándoles la razón a ellos.

-          No aguanto estos zapatos

Terminadas las fotos me los quite y camine lo que quedaba hasta la salida descalza, no me importaba si los demás me hacían fotos o se reían de mí, lo primero era mi comodidad.

-          Miles!

 Si no quería que me viesen así lo mejor que pude hacer fue subirme sobre la espalda de Miles y dejar que el me sacase de allí.

-          Momento para recordar

Con el móvil entre las manos y riéndose al igual que los demás, James nos hizo una foto que minutos más tarde ya había subido a su cuenta de twitter. A partir de esa foto los rumores volvieron a aparecer, esta vez con razón.

Olvidando el detalle del ramo de flores y su pequeño desprecio después de comer le ofrecí venir a mi habitación mientras recogía las cosas para irnos a buscar algún restaurante por la ciudad. No tenía planeado besarle ni hacer nada mas allá de coger el bolso, pero si él me lo pedía tampoco iba a apartarle la cara.

-          Mierda –mire el móvil y vi como Max estaba llamando- te parece si apagamos los teléfonos? Ahora mismo no quiero hablar con nadie más, solo tú y yo
-          Me encanta la idea

Saco el teléfono del bolsillo y delante de mí lo apago y lo volvió a guardar. No iba a pedirle que lo dejara allí, no estaba tan mal de la cabeza como para no llevar ningún móvil y luego perdernos por la ciudad. Con tan solo llevar uno y tenerlo apagado durante la cena era más que suficiente.

Sin sacar el tema de los celos o de Max dimos un agradable paseo por una ciudad que aunque estuviese helada era absolutamente preciosa. Podíamos haber parado a cenar en un bonito restaurante pero no sé cómo ni porque nosotros terminamos en un McDonald’s de un centro comercial. Tener dinero y ser mínimamente conocidos no nos impedía poder ahorrar un par de dólares comiendo una hamburguesa que seguramente disfrutaríamos más que un plato de ostras. Cuando tuviéramos 60 años igual empezaba a plantearme a qué lugar debería ir y a cual no, por el momento con 21 recién cumplidos ese lugar era perfecto.

-          En qué piensas?
-          Echaba de menos estos momentos

En el mismo momento en que respondí a su pregunta Miles alargo los brazos y acaricio mi cuello mientras me miraba fijamente. Por raro que pareciese sabía que podía leerme la mente y saber exactamente en lo que pensaba; a veces una persona podía llegar a conocerte mejor que tu misma.
Mire sus labios por un segundo y en un rápido movimiento ya los tenia rozando los míos. No duro mucho pero ese primer beso en público hizo que no pudiese dejar de reír nerviosa.

-          Deberíamos volver al hotel
-          Si, vamos

Nos pusimos la chaqueta rápido e imaginando lo que podía pasar en unos minutos cogimos un taxi hacia el hotel en el que estábamos alojados. Con suerte Cassie habría olvidado la idea de celebrar el cumpleaños todos juntos y no estaría esperándome en la habitación o en ningún lugar.

-          Hola
-          Hora de ir de fiesta

La suerte no era lo mío, Cassie junto a Monique esperaban a la entrada del hotel y parecía que tenían ganas de pasar toda la noche en vela y claro estaba que de una forma muy diferente a como queríamos Miles y yo.

-          Hay que celebrar tu cumpleaños no te preocupes

Con pena pero de la mano de Miles seguimos a las chicas hasta un pequeño salón privado del hotel. Allí estaba todo el equipo incluso el pequeño Charlie con sus padres,  esta vez no podía escaparme y dejarlos plantados, durante un par de horas tenía que disfrutar de mi cumpleaños y aunque me costase, olvidarme de las mil cosas que quería hacer con Miles.

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