No niego que me pensé un par de veces si ir a Madrid a ver a
Emma o no. No tenía claro en qué punto estaba nuestra relación desde que ella
no dejaba de mandarme señales confusas y todo era un caos. Aun así tras darle
vueltas y vueltas a la cabeza viaje a Nueva York y allí me quede, si era amor
lo que había entre nosotros dos volvería a surgir antes o después.
Los primeros días no me preocupe por si Emma llamaba o no,
suponía que seguía en Madrid asique no le di importancia, cuando ya pasaron más
de 15 días si que empecé a mosquearme un poco.
Las mujeres eran complicadas y Emma aun mas, no podía creer que después
de casi invitarme a pasar unos días en su casa ahora que estaba de vuelta en
Nueva York no fuera capaz de llamar, quizás no le interesaba tanto como
demostró en Venecia.
-
Solo tú y yo Buddy… Parezco gilipollas hablando
con un perro
Lo era y no por hablar con Buddy. Antes de volverme loco
hice unas llamadas y me prepare para una merecida noche de fiesta; si Emma no quería
llamarme no iba a quedarme esperándola en casa, había mil mujeres por el mundo.
Después de unas copas de más encontré a una preciosidad de
chica a la cual me lleve lejos de ese pub. No quería sobrepasarme con ella pero
si surgía algo lo mejor era no estar en un lugar público.
-
Vale –me miro fijamente y giro la cabeza- Vale liante,
yo me voy.
-
Te vas?
-
Sí, me voy –respondió levantándose del césped y
caminando hacia el coche- Ha sido demasiado
-
Donde crees que vas? Solo estaba hablando
contigo
-
Emmm si…
De repente la veo ofrecerme la mano como forma de despedirse
y me quedo sorprendido, nunca ninguna chica se había comportado de esa forma conmigo
después de invitarla a dar una vuelta.
-
Bueno, quizás te vuelva a ver por la ciudad
-
Si
-
Claro
En ese momento la sujete de la cintura e intente que no se
escabullera de mi. Encontrarla en el mismo pub que estaba con mis amigos fue
una casualidad, que consiguiera llevarla hasta aquel lugar ya no lo era.
-
Me has cogido de la cintura
-
Si, es verdad. Como habrán llegado mis manos
ahí?
Salir esa noche y encontrarla fue un regalo. Me gustaba
mucho y esta vez por fin sentía que había encontrado a una persona que podía
hacerme feliz de por vida.
-
Si no me detienes voy a besarte. Te parece bien?
Tras esa pregunta una preciosa sonrisa volvió a aparecer en
su cara. Nunca jamás pensé que besaría a alguien encima del capo de mi coche y
seguramente con algún viejo verde mirándonos.
-
Vas a ver cómo me subo al coche –dijo entre
besos-
-
Vas a ver cómo me dices adiós
No me importaba nada en ese momento, solo quería besar a esa
chica y disfrutar de los últimos minutos que nos quedaban.
-
Llámame
-
Llámame tú. Llevo esperando tu llamada mas de 15
días
Si, la chica de esa noche era Emma. Gracias a dios o a quien
fuera que hiciese eso posible la encontré junto a Cassie en el mismo pub que
estaba junto a mis amigos. La mayoría de las personas pensarían que estaba loco
por creer que coincidir con ella allí era una señal de la vida, pero lo creía
al cien por cien. Venecia, ahora Nueva York… estaba seguro de que mi vida no podía
ser al lado de otra persona que no fuera Emma.
-
Por qué lloras? –pregunte pasando un mechón de
pelo tras su oreja- Princesa…
-
No te preocupes –respondió intentando
recomponerse- Mañana hablamos, te prometo que te llamo
-
Em que pasa?
-
Nada, en serio
Sabía que si la agobiaba mas iba a ser peor asique le hice
caso y la deje sola en casa a sabiendas de que iba a llorar más de lo que ya había
llorando delante de mí.
POV Emma
Volver a enamorarme de Max me aterraba. Cada segundo a su
lado era perfecto y eso era lo que más miedo me daba; no podía permitirme
fallarle de nuevo, otra vez estaba segura de que no me lo perdonaría.
El destino se encargo de unirnos de nuevo y yo aunque a
veces diese señales de que quería volver con el aun no estaba segura de nada.
En el fondo seguía siendo la niña indecisa que conoció 3 años atrás.
-
Hemos hablado toda la noche, luego me ha llevado
al parque al que solíamos ir cuando estábamos juntos y al final hemos terminado
besándonos. No sé qué hacer, paso de llorar a dar saltos de alegría y la única
conclusión que saco es que estoy mal de la cabeza
-
Y lo estas –dijo divertida- Estas segura de que
estas preparada para intentarlo de nuevo con tu ex marido?
-
Si no fuera mi ex ahora mismo seguiría con el
-
Yo no sé qué decirte. Un día os odiáis, al
siguiente queréis estar juntos… haz lo que tu corazón te diga. No te apoyé con
Miles pero ahora sabes que me tienes para lo que quieras. Piensa en ser feliz
Ser feliz era mi prioridad pero muchas veces no era nada
fácil encontrar la forma de serlo.
En Venecia decidí no llamarle para así no enamorarme de él
pero después de la noche que acabábamos de pasar ya era difícil no hacerlo. La
decisión la tenía en mis manos; Max había dejado claro que no le importaba
darme otra oportunidad y eso sería genial si yo tuviese claro lo que sentía.
-
Hola
-
Shhh Buddy. Has llorado –pasó sus dedos sobre
mis mejillas y limpio lagrimas que aun tenia por toda mi cara- Pasa, estas en
casa
-
Perdón por despertarte
Lo encontré con tan solo unos bóxers puestos y el pelo
revuelto, lo normal para ser las 3 de la mañana.
Quería estar con él pero aun
no había decidido de qué forma, solo sabía que él era la única persona capaz de
hacerme sentir segura.
-
Preparo un té y hablamos. Odio verte así
Los minutos que tardo en hervir el agua sirvieron para
tranquilizarme un poco. Estaba en mi antigua casa, con mi ex marido y para mi
sorpresa me encontraba muy a gusto.
-
Me vas a hacer llorar a mí y no creo que nadie
quiera verme llorar. Estoy horrible cuando lloro
-
Siempre estas guapo
Un cómodo silencio se apodero de la habitación. Los dos nos
mirábamos fijamente y pensando en las palabras que acababa de decirle tanto él
como yo deseábamos besar a la persona que teníamos en frente. A veces mi cabeza
daba vueltas a una tontería y ese era el caso de Max; todos incluida yo misma
sabíamos que iba a terminar volviendo
con él, Max fue mi primer amor y si lo cuidaba sabia que sería el ultimo.
Aguantando las ganas de besarnos y terminar haciendo el
amor, nos metimos en la cama y nos abrazamos sabiendo que si íbamos despacio
todo iba a salir bien.
-
Aun sigues teniendo el video de Kanye? -Pregunto
sorprendido-
-
Claro. Es el mejor regalo que me han podido
hacer, mira
Busque el móvil dentro del pantalón que estaba tirado en el
suelo y en cuanto encontré el vídeo se lo enseñe como si fuera la primera vez
que lo veía. Sin duda alguna los mejores momentos de mi vida los pase a su
lado.
Contando la vez que me engaño con una chica, esa era la
tercera vez que intentábamos volver a mantener una relación duradera. Ya no
iban a haber mas oportunidades para ninguno de los dos, si nos decidíamos a
intentarlo de nuevo esa vez iba a ser la definitiva.
-
Me siento igual que si hubiéramos pasado estos
dos años juntos. Te lo prometo, es mirarte a los ojos y olvidar todos los malos
momentos que pudimos pasar
-
A quien le contemos lo que acaba de pasar no se
lo cree
-
Yo aun no me creo que estemos en la cama sin
hacer nada malo
-
-Nos miramos cómplices y reímos- Es la cosa más
rara que he hecho en mi vida. A mi madre le va a dar un paro cardíaco después
de la brasa que le di cuando paso todo lo de Miles
-
Quería que estuvieras con él o conmigo?
-
Ella quería que fuera feliz aunque nunca dejo de
adorar al yerno que tenia. Mi madre es la culpable de que nunca haya sido capaz
de olvidarte
-
En serio? –afirme con la cabeza- Pensaba que era
mi belleza y mi cuerpo escultural
Todo parecía volver a la normalidad, una normalidad que hacía
casi 3 años que no vivía.
Lo más difícil de retomar una relación entre dos actores
conocidos era que todas nuestras acciones iban a estar fotografiadas o grabadas
por cámaras. Salir de mi antigua casa sin que nadie me viese era el reto más
grande que jamás había echo.
Durante los tres primeros meses nadie, ni siquiera nuestras
familias sabían que habíamos vuelto. Hasta que no estuvimos seguros de que lo
nuestro iba en serio no tuvimos el valor de contárselo; nos limitábamos a
vernos en su casa o en la mía y allí se quedaba la relación.
-
Y los fans? Todos se van a volver locos
-
Bueno, tú coge la maleta y cuando estemos en
Londres ya pensaremos en los fans. Lo que más me preocupa es la reacción de mis
padres
Antes de que me diese tiempo a recoger las últimas cosas para
el viaje, Max se acerco y apoyando sus manos en mi cintura me dio un muy
necesitado beso. El se preocupaba por sus padres pero yo lo hacía por ellos,
por los míos, por los fans y por mil personas más, millones de cosas que solo lograban ponerme
peor de los nervios.
-
Y ahora tenemos que separarnos para que los
gilipollas de los fotógrafos no suban las fotos antes de llegar a casa de tus
padres
-
Nos vemos dentro del avión vale? –volvimos a
besarnos- No sé si podre vivir sin ti esta media hora
-
Idiota –respondí entre risas-
En el momento en que llegásemos a su casa y sus padres se
enterasen de la noticia, nuestra gran actuación terminaría. Ahí empezarían los
rumores y la mala prensa pero no nos importaba, costo tanto volver a estar
donde estábamos que nadie iba a estropearlo.
Hasta que no llegue a la cola de entrada al avión no volví a
ver a Max, me puse a comprar en las tiendas de dentro y se me olvido por
completo que mi novio me estaba esperando.
-
Max, cuánto tiempo –dije al verlo- que tal?
-
Emma… estaba esperando aquí a una amiga de mis
padres. Voy a Londres con ella
-
Ahhhh interesante
Se nos daba fatal mantener una conversación sabiendo que las
personas que nos rodeaban podían escucharnos.
Con una sonrisa de oreja a oreja y unas ganas tremendas de reírme
entramos al avión y allí sin importarnos los demás nos sentamos juntos. Era
tarde, íbamos a dormir en el avión y que la gente me mirase me daba lo mismo, quería
dormir entre los brazos de mi pareja y eso fue lo que hice.
-
Mi princesa –dijo Max acariciando mi pelo- Te
quiero mucho
Me hubiese gustado poder decirle que yo también lo quería
pero mi cuerpo no me lo permitió, en menos de dos segundos me quede dormida y
hasta llegar a Londres no me entere de nada de lo que había pasado en el viaje.
El día que le dijimos a sus padres que estábamos
comprometidos vomite en uno de los baños del hotel, esta vez que íbamos a
decirles algo que les sorprendería aun mas no fue menos.
Con Jeremy solía
hablar casi todas las semanas y me daba miedo que por haberle mentido durante
tantos meses se enfadase, tenía que entender que para ninguno era fácil contar
a su familia que habíamos vuelto a mantener una relación con una persona que en
cierto momento nos hizo mucho daño.
-
Perdona, eres Max…?
Max con los cascos puestos no se enteraba de nada asique
tuve que darle un golpe en el brazo para que atendiese a la chica que tenia al lado.
Últimamente Max estaba saliendo en todas las televisiones y era lo más normal
del mundo que la gente lo parase hasta en el aeropuerto, así me hacia darme cuenta
de la joya que tenía en casa.
-
Puedo darte un abrazo? –pregunto amablemente-
-
Si claro
En el momento en que la chica pasó sus brazos alrededor del
cuerpo de Max, mi novio levantó la mirada y me miro sonriente.
-
Dame, os hago yo la foto. No me importa
Cogí el móvil de la chica y lo mejor posible le hice una
foto que seguramente guardaría como su mayor tesoro.
-
Gracias
-
Gracias a ti cielo
No me importaba que nos hubiera
visto juntos, en algún momento se tenía que enterar y por suerte para ella lo
hizo antes que nuestra familia.
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