Vuelta a Nueva York y vuelta a dormir lejos de mi novio.
Aunque lo normal era que con tan solo dos meses juntos siguiésemos viviendo
cada uno en su casa echaba de menos pasar las 24 horas del día a su lado,
me había acostumbrado a ello y ahora era raro tener que volver a mi vida
normal.
Normalmente nos veíamos un par de horas todos los días pero había veces que por motivos de trabajo no podíamos permitirnos ni 5 minutos y se hacía duro, tan duro como que con tan solo escuchar el nombre de Max me ponía a llorar.
Normalmente nos veíamos un par de horas todos los días pero había veces que por motivos de trabajo no podíamos permitirnos ni 5 minutos y se hacía duro, tan duro como que con tan solo escuchar el nombre de Max me ponía a llorar.
- Estas
deprimida, no paras de comer… estás segura de que no estás embarazada?
–pregunto Luis, mi compañero de rodaje-
-
Si, como porque me estreso y luego no me van a
coger en mas películas porque no voy a caber por la puerta. Todo por culpa de
mi novio
-
Encima que venimos todo el equipo a Nueva York y
te ahorramos el viajar de nuevo, nos lo pagas así? Sonríe mujer, me apuesto lo
que quieras a que luego os veis
-
Ahora hazme sentir mal por haberos echo venir
hasta aquí. Ha sido el director el que ha querido hacer promoción en mi ciudad
Ese día más que nunca necesitaba a Max a mi lado. Era egoísta
y me daba igual que tuviera rodaje o lo que fuera, 5 minutos fijo
que tenia para pasarse a visitarme.
Deprimida continúe haciendo entrevistas junto a dos de mis
compañeros en la película que rodé en España, nuestro día se iba a basar en eso
asique aunque me costase la vida tenía que centrarme en el tema de la película
y olvidar por un momento mi situación amorosa.
-
El miércoles tienes el desfile de Chanel. Max va
a acompañarte? –pregunto Cassie-
-
Eso fue lo que me dijo, a saber si ha cambiado
de opinión
-
Bueno vosotros sabréis. Si cambia de opinión
avísame porque si no va el tendré que pensar en otra persona para que te
acompañe
Hablando del rey de Roma justo en ese momento entró en la
habitación en la que estábamos todo el equipo descansando. Me saludo
con un largo beso y a continuación se sentó a mi lado intentando no interrumpir
la conversación que estaba teniendo con Cassie.
-
Vas a ir al desfile?
-
Claro, ya se lo dije a Em. Que creéis que he
estado haciendo hoy? Por poco no me vuelvo loco probándome ropa que llevar
-
Teníamos dudas de que pudieras venir. Llevas
toda la semana con trabajo
-
Si pero
el miércoles soy todo tuyo. En serio, ese día podéis hacer conmigo lo que
queráis
-
Cassie lo dudo –dije divertida- eres mío y solo mío.
Que te cuente luego Luis como he estado todo el día por tu culpa, no quiero que
te separes de mi nunca mas
Me daba igual que pudiera pensar que era muy posesiva con él,
lo necesitaba conmigo y se lo decía claramente, prefería ser así a ir llorando
por las esquinas y luego no decir nada.
Promoción de la película, desfile de Chanel, sesión de
fotos… algún día tendría tiempo para pasarlo en casa viendo películas con mi
novio? Lo dudaba mucho.
Al menos pude pasar un par de horas con él en el desfile aunque millones de fotógrafos no dejaran de molestarnos, parecía que éramos mas importantes nosotros que la colección de ropa que presentaban.
Al menos pude pasar un par de horas con él en el desfile aunque millones de fotógrafos no dejaran de molestarnos, parecía que éramos mas importantes nosotros que la colección de ropa que presentaban.
-
Has elegido el vestido que te vas a poner para
los globos de oro?
-
Para tu suerte, si. Estos días he estado de
diseñador en diseñador probándome vestidos… mas te vale ganar para que lo luzca
bien –dije divertida-
-
Chanel? –negué con la cabeza- Eww… entones mejor
no hablemos de esto aquí
-
Ya me lo veras puesto el gran día
Dejamos de hablar y por fin el desfile comenzó. Estar
invitada a un desfile de Chanel era un sueño hecho realidad pero lo que más me
alegraba era poder hacerlo realidad junto a mi novio, con el todo era mucho
mejor.
Más nerviosa que nunca y sujetando bien fuerte la mano de
Max tuve la oportunidad de hablar con el diseñador que había hecho posible esa
colección. Karl Lagerfeld era una de las personas a las que más admiraba y
poder hablar con él cara a cara conseguía hacerme temblar de nervios.
-
Muchas gracias. Espero veros pronto, me
encanta tu trabajo
En ese momento su mano toco mi brazo y juro que tuve que
controlar las ganas de caerme redonda al suelo.
-
Le gusta tu trabajo
-
Cariño que me da algo. Vámonos de aquí antes de
que me desmaye
El desfile había terminado y lo que podía haber ocurrido
ocurrió, era hora de volver a casa y de paso hora de tranquilizarme un poco.
Karl acababa de decirme que le gustaba mi trabajo y para una fan de él como lo
era yo era el mayor cumplido que podían dedicarme.
-
Oh dios mío Cassie, no te vas a creer lo que ha
pasado…
En ese momento no me di cuenta de que estaba haciendo algo
que odiaba que Max me hiciera a mí, olvidarme. Estaba tan emocionada por lo que
había ocurrido que ni me daba cuenta de que esas horas podían ser las pocas que
pudiera pasar al lado de mi novio en toda la semana. Si de verdad quería estar
con él lo mejor era llamar en otro momento a Cassie.
-
Emma vete a la maldita cocina y haz algo de
comer!
-
Qué?
-
A la cocina!
Tenía que verle gritarme con mis propios ojos porque sino no
me lo creía. No entendía a que venía ese machismo a esas horas.
-
Imbécil! –grite lanzándole un cojín- Me has
asustado. Pensaba que lo decías en serio
-
Emma a la cocina ya!
-
Para de gritar eso, los vecinos van a pensar que
estas mal de la cabeza
-
A LA COCINA!
Si empezaba con su juego iba a ser muy difícil pararme, podía
ser muy buena gritando cosas que no le gustaba que los demás escucharan.
-
Max oh si! Ya sé que te encanta que te meta el …
-
Emma!
Lo conocía como si lo hubiera parido, era tocar el tema sexo y ponerse de los
nervios.
Continuando con la broma corrí por toda la casa gritando la misma clase de frases que le hacían enfadarse; sabía que si conseguía enfadarlo de verdad la reconciliación iba a ser lo mejor que nos podía ocurrir.
Continuando con la broma corrí por toda la casa gritando la misma clase de frases que le hacían enfadarse; sabía que si conseguía enfadarlo de verdad la reconciliación iba a ser lo mejor que nos podía ocurrir.
-
Eres mía –dijo cogiéndome del brazo-
-
Me besas ya o tengo que esperar?
Me moría de ganas por que lo hiciera, daba igual si se lo pedía
yo o no, necesitaba un buen beso y no uno más de los mil que nos dábamos al día.
-
Como empiece no paro
-
Nadie te va a mandar parar
Tomando las riendas lo agarre de la camiseta y me abalancé
sobre su cuerpo; el desfile estuvo bien pero lo que íbamos a hacer en casa iba
a estar mucho mejor.
Después de haber estado casados un año creí que tres meses
de nuestra nueva relación eran suficientes para pedirle que se viniera a vivir
conmigo. Nunca tuvimos problemas de convivencia y dudaba mucho que esta vez los
tuviéramos, lo necesitaba conmigo a todas horas y vivir con él se acercaba
mucho a mi deseo.
-
Ven conmigo a India y me mudo donde tú quieras
-
Son 3 meses cariño
-
Lo sé, ven. Ten voy a necesitar
Iba a conseguir que Cassie se enfadase conmigo por no
trabajar pero esta vez mi pareja era mucho mas importante que cualquier
película que pudiera hacer. Me merecía un descanso y seguramente vivir tres
meses en una de las ciudades más pobres de la India me abría los ojos sobre el
mundo en el que vivía. No todo era ganar dinero, hacer amigos famosos e ir a
fiestas, había cosas más importantes y ayudar a gente que pedía ayuda a gritos
era una de ellas.
-
Igual es mejor que vuelvas a tu casa. Siempre ha
sido tuya y sabes que aunque esté llena de juguetes de Buddy por todas partes
es mucho mejor que esta
-
Es raro
-
Lo sé pero es tu casa –dijo acariciando mi pelo-
Si te dijera lo que estoy pensando…
-
Qué?
-
Tonterías mías
No me gustaba nada que dijera que pensaba en algo y luego no
me dijera que era, para eso mejor que no hubiera dicho nada.
-
Dímelo
-
Por un momento me he sentido igual que el día
que te pedí matrimonio, exactamente igual. Tuvimos nuestros momentos malos pero
aun así puedo recordar millones de momentos en los que me alegre de ser tu
marido
-
Prométeme que no me vas a pedir matrimonio hasta
que no tengamos 5 hijos y alguno de ellos este casado
-
Estás loca
-
Amor no quiero volver a casarme, al menos por
ahora. Dijimos de ir despacio y a veces lo hacemos y otras no pero en este tema
por favor hazme caso
Era precioso que volviera a pensar en casarse conmigo pero
por el momento tenía claro que no era buena
idea volver a cometer el mismo error de hace años. Daba igual el tiempo que
tardásemos en comprometernos de nuevo, si tenía que esperar 7 años lo haría,
esta vez tendría claro que la persona con la que me iba a casar era el hombre
de mi vida y al cual no iba a engañar por nada del mundo.
Nada fue fácil hasta ese momento, lo único que nos animaba a
seguir esa relación era lo mucho que nos queríamos. Los rumores, la familia,
los amigos… al final lo único que importaba era lo que nosotros opinásemos pero
siempre, quisiéramos o no, la opinión de los demás influía un poco.
3 meses después…
Ya era enero y eso solo significaba una cosa, premios. Era
un día de locos pero con suerte todo el esfuerzo que estábamos haciendo
preparándonos para la gala de los globos de oro merecería la pena cuando Max
tuviera el premio entre las manos.
Él en una habitación, yo en otra, parecía que hasta que no
nos subiéramos en el coche y fuéramos hacia el hotel donde se entregaban los
premios no nos íbamos a ver. Estaba de los nervios.
-
Preciosa –dijo Cassie mirándome de nuevo de
arriba abajo- Si no le dan el premio a Max que te lo den a ti por guapa.
-
Jesucristo!
Y ahí apareció mi novio, vestido con un traje negro y
pajarita y listo para llenarme de halagos.
-
No digas nada más porque estoy de los nervios.
No sé cómo puedes estar tan tranquilo, parece que soy yo la nominada
-
Nunca había visto mujer más guapa en la vida
-
Cuando veas a Anne Hathaway me cuentas. Vamos
Media hora más tarde llegamos al Beverlly Hills Hotel y allí
haciendo el esfuerzo más grande de mi vida me trague los nervios y sonreí a los
fotógrafos mientras daba la mano a Max.
Se me había olvidado por completo que a mi lado había
actores a los que llevaba toda la vida admirando, Angelina Jolie, Hugh Jackman,
Robert DeNiro… este último fue la gran sorpresa de la noche. En cuanto nos vio
no dudo en venir hacia nosotros y saludarnos con un abrazo que quedaría grabado
para la prosperidad.
-
No, no continuar. Perdón por haberos
interrumpido de esta forma
-
Robert! Robert! –gritaban los fotógrafos-
-
Emma y Max, ellos son los protagonistas
El hombre se acababa de meter en medio del photocall y como era
normal los fotógrafos ahora querían una foto de los tres juntos, algo que nunca
llego a ocurrir.
En mi mundo interior algo me
decía que esa anécdota la recordaríamos para siempre y no por Robert sino por
ser el día en que Max ganaba su primer globo de oro. Aunque él me dijera que no
lo iba a ganar, los dos sabíamos que estaba entre los favoritos y al menos yo
no iba a perder la esperanza de verlo ganando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario