Sabía que no le gustaba la idea de volver a casarse otra vez
pero yo lo necesitaba. Quería que fuese mi mujer, la madre de mis hijos y la
persona con la que algún día moriría; Emma Fernández tenía que convertirse en
Emma Irons.
Podía ir o podía quedarse en Los Angeles, era su decisión y
tomase la decisión que tomase yo la aceptaría. Si no quería casarse la
entendería perfectamente pero también me rompería el corazón; solo dos veces en
mi vida me enamore tan fuerte de una persona y Emma formaba parte de ambas.
Nada más llegar a Nueva York decidí que si Em no me llamaba
yo no la llamaría, no quería ponerme aun peor de los nervios y si hacía falta
esperar a llegar a Las Vegas para saber si estaba allí o no, esperaría.
Sin apenas dormir hice las entrevistas lo más rápido posible
para así tener tiempo de sobra para la sesión de fotos. A las 5 de la tarde
salía mi vuelo y si no se daban prisa se iban a quedar sin persona a la que
fotografiar, mi boda era mucho más importante que cualquier otra cosa.
10 horas más tarde:
-
No va a estar
-
Perdona? –escuche decir a alguien- Pensé que me
hablabas a mi
Un señor de unos 70 años no dejaba de observarme de una
forma un tanto aterradora, parecía que por lo visto no había nadie más
interesante que yo.
Estaba esperando que el vuelo de Emma llegase a Las Vegas y
cualquier cosa que intentase hacer para entretenerme y no pensar en ella tenía
el efecto contrario, igual hablar con el hombre que tenía enfrente no era tan
mala idea.
-
Con que te casas?
-
Eso espero… aunque no sé si llegara a aparecer
Me daba miedo que ese señor me hablase como si me conociera
de toda la vida pero por sorprendente que pareciese aunque me mirase raro y me
hablara sin conocerme, me parecía una persona a la que podía contarle mis
temores.
-
Seguro que si… eso es
lo más importante que hay; el amor. Encontrar a la persona con la que pasar la
vida
-
Sé que he hecho la mejor elección
Ya sí que no entendía nada, le estaba contando prácticamente
mi vida amorosa y el hombre empezó a reír. En ese momento me sentí estúpido,
solo a mí se me ocurría contarle esas cosas a un loco.
-
Te equivocas. Crees que puedes elegir? El amor
te encuentra a ti no tu a él.
Nunca lo había visto así pero tenía mucha razón, el amor
hizo que encontrase a Emma más de una vez, por algo seria.
-
Tiene que ver un poco con el destino, con la
suerte, con lo que está escrito en las estrellas… y mucho con el hecho de que
las mujeres son mucho más inteligentes que nosotros y mas astutas
Tanto él como yo reímos, Emma claramente era mucho más lista
que yo.
-
Ya
-
No tuviste la menor oportunidad –dijo
señalándome con el dedo- Si quieres creer que has podido elegir, te diré que lo
has hecho bien
-
Por qué lo dice?
-
Porque ella ha venido y desde luego es preciosa
Detrás de mí, entre la muchedumbre de gente que había por el
aeropuerto una preciosa chica apareció. Estaba muy nerviosa, pero quien no lo
estaría en su situación.
En cuanto me levante de la silla y cruce una mirada con ella
supe que no me equivoque al hacer aquella locura, Emma era la mujer de mi vida
y me casaría con ella las veces que hiciera falta.
-
Eres un desastre, no puedes llamarme desde el
aeropuerto
-
Ya sé que es una locura pero…
-
Eres un desastre Max
La pobre estaba súper nerviosa y a punto de llorar. Me partía
el corazón solo de imaginarme el estrés que tenia llevar encima después de mi
sorpresa inesperada.
-
Pero eres mi desastre y te quiero
Ahora sí que podía afirmar que el amor no lo elige uno mismo,
el amor aparece cuando menos te lo esperas y gracias a él a veces llegas a
hacer locuras como la que acababa de hacer yo.
-
Te quiero, te quiero, te quiero
-
Por un momento creí que no ibas a venir
-
No será por veces que lo pensé. Estás loco
cariño, estas fatal
En el momento en que la volví a ver en Venecia supe que las
casualidades no existían. Me daba igual si nuestras familias no aceptaban que
nos volviésemos a casar después de todo lo que habíamos vivido, la vida me había enseñado a hacer caso a mi
corazón y en ese momento casarme con Emma era lo único que deseaba. Podríamos
tener peleas de vez en cuando pero eso mismo le ocurría a todas las parejas,
era algo normal e incluso nos daba un incentivo para luchar aun mas fuerte por
lo que queríamos. Si yo lo tenía claro y Emma también no había más que hablar,
nos íbamos a casar le gustase a los demás o no.
-
Max anda déjalo
ya. Si todavía no estamos casados
-
Ya lo sé, pero quería practicar para cuando lo
estemos
Intentando ambientar la noche cogí a Em en brazos y la lleve
hasta la habitación de la misma forma que lo hacían los recién casados.
-
No quiero parecer bobo
-
Creo que eso te va a costar –dijo entre risas-
Oh no! Hay un espejo en el techo. Es muy romántico
Menos mal que pille su ironía, si lo llegase a decir en
serio empezaría a plantearme el casarme con ella. Un espejo en el techo era de
todo menos romántico.
-
Les pedí algo bonito, no algo picante
-
Estamos en Las Vegas cariño
-
Increíble
Por muchas veces que me lo repitiese aun no era capaz de
asimilar lo que estábamos haciendo.
-
Qué pasa?
Ahora era yo el que parecía el señor del aeropuerto; no
dejaba de mirarla fijamente y no me extrañaría nada que Emma tuviera miedo.
-
Toda la noche en un avión y estas preciosa
-
Ay dios, no lo estoy
-
Si, lo estas –respondí acariciando su cara-
cansada?
-
No, nunca me he sentido mejor
-
Bien, ni yo
Era tarde y aunque Las Vegas nunca durmiese era mejor que fuéramos
saliendo a buscar un lugar en el que casarnos.
-
Eh espera –dijo antes de besarme- Esto me da la
vida, lo echaba de menos... Y creo que tu culo va a estar precioso en ese
espejo
Esa era la mujer con la que iba a pasar el resto de mi vida,
una mujer que solo quería ver mi culo en un espejo.
Con las prisas se me olvido por completo comprar un anillo
de boda, estaba tan preocupado pensando en otras cosas que lo más importante había
quedado en un segundo plano.
Emma no tenia vestido, yo tampoco tenía traje… quizás no había
sido tan buena idea ir hasta allí. Una mujer no se merecía una boda así, el día
mas importante de su vida tenía que ser perfecto.
-
Ten, este anillo era de mi abuelo
-
Sé que es egoísta el hecho de casarnos así, sin
amigos, ni familia, ni anillo
-
Da igual
-
Pero quiero ser egoísta contigo. Ha sido un
camino largo y siempre se ha interpuesto algo entre nosotros. Ya sé que esto es
Las Vegas y no es como lo había imaginado pero… pero será romántico. Te lo
prometo
-
Te quiero
-
Yo también princesa
Una adolescente embarazada, mas de dos borrachos, una mujer
que parecía una prostituta, en esa capilla no había nadie normal, era tan raro
que hasta nosotros dos parecíamos salidos de alguna comedia de mal gusto.
Ese no podía ser el lugar en el que nos fuéramos a casar,
nadie se merecía pasar un segundo en aquel antro.
-
Esto no está bien
-
No, es perfecto. Yo solo quiero que nos casemos
-
Em yo también lo quiero, de verdad pero en que
estaba pensando? No sé, se supone que debería ser un sueño hecho realidad… esto
da miedo –dije mirando al Elvis que tenía enfrente-
-
Tengo una idea, confías en mi?
-
Vestida así como no iba a hacerlo
Confié en ella y de alguna forma consiguió llevarme de
vuelta al hotel. Me hubiese gustado poder decir que esa noche nos habíamos casado pero
las cosas no fueron así, esta vez lo íbamos a hacer bien. Nada de locuras, nuestras
familias nos agradecerían lo que acabábamos de planear.
-
Si te nominan al Oscar nos prometemos, si lo
ganas me caso contigo esa misma noche
-
Eso no es justo Emma
-
Nada es justo, en el momento que empieces a
confiar en ti seré tuya para siempre. Me da igual si la gente piensa que me
caso contigo por los premios, tu sabes que no es así
-
Y si no gano?
-
Si no quisiera casarme no hubiese venido. Las
cosas no han salido bien hoy pero cariño yo me quiero casar contigo y algún día
lo hare
Al final eso era lo mejor. No me gustaba la idea de esperar
a unos premios para casarme con ella pero si así lo quería solo me quedaba
aceptar el juego que me acababa de proponer y poco más que rezar para que me
nominasen y más tarde ganase el premio. Confiaba en mis capacidades para ganar
pero era realista y sabia que había muchos actores mejores que yo.
-
Es la primera vez que quiero ganar un premio por
una mujer
-
Si he conseguido eso nos casamos ahora mismo. Yo
solo quiero que confíes en ti no que ganes un premio por esta tontería
Lo mejor era no darle más vueltas. Estábamos en Las Vegas y
aunque no nos hubiésemos casado, aun podíamos divertirnos; ya que habíamos hecho
la locura de viajar hasta allí lo menos que podíamos hacer era ver un poco la
ciudad.
Una vez alguien dijo “No mires atrás ni llores por el
pasado, pues ya se ha ido, y no te preocupes por el futuro, pues aún no ha
llegado. Vive el presente y hazlo tan bonito que merezca la pena recordarlo.”. Después
de tantos años luchando por un futuro feliz por fin me di cuenta de que no podía
vivir con esa mentalidad, el pasado era pasado y el futuro era incierto, estaba
viviendo en el presente y eso era lo único que tenía que preocuparme. Casarme,
ganar un premio, hacer feliz a mi familia… todas esas cosas a las que damos
tanta importancia carecen de ella, lo realmente importante en la vida es vivir
cada minuto como si fuera el último, si no lo hacemos quizás nos estemos
perdiendo una vida maravillosa.
Emma fue mi pasado, mi presente y con suerte seria mi futuro.
Emma ya no era una parte de mi vida, Emma era mi vida.
Tras nuestra escapada a Las Vegas tuvimos que volver a Los Ángeles
por motivos de trabajo, allí pasaríamos los siguientes dos días haciendo
entrevistas y luego con suerte podríamos volver a casa a hacer el vago durante
todo lo que quedaba de mes.
Era raro ver a Emma tranquila pero tras terminar la
promoción de su película parecía que por fin se había tomado unas vacaciones
merecidas, le daba igual si Cassie la llamaba para que hiciese castings, en ese
momento podía elegir lo que quería hacer y estar en el hotel mirando sus
antiguos libros de enfermería parecía su elección.
-
Debería volver a intentarlo, amo este mundo pero
no sé cuando se me acabara la suerte y dejaran de cogerme en películas. No quiero
tener solo una opción en la vida
-
Si lo haces tienes que hacerlo bien. Sabes que te apoyo en todo lo que decidas
-
Eso es lo que me da miedo. No quiero dejar una
cosa por otra en la que se que no voy a dar el cien por cien
-
Si no lo intentas te vas a quedar con las ganas.
Vamos a mirar universidades, te organizas las horas para estudiar y si ves que
no puedes pues no pasa nada… todo es intentarlo
Los dos sabíamos que con la vida que llevaba iba a ser un
poco complicado sacar la carrera de enfermería, pero si se ponía podía hacerlo
perfectamente.
-
Ale vamos a la playa! Así es como voy a estudiar
todos los días –dijo antes de echarse a reír -
-
Hey Em!
Y ahí aparecía Cassie, agenda en mano y con muy mala cara.
Sin decir palabra alguna ya podía imaginar que las noticias que nos iba a dar
no eran buenas.
-
Donde has estado estos últimos días? Nadie ha
sabido de ti… bueno de ninguno de los dos
-
Necesitábamos un poco de relax –respondí
intentando salvar a Em de la pregunta trampa-
-
Claro, Las Vegas es un gran sitio para
relajarse. Acaban de llamarme para avisar de que mañana vais a estar en 40
revistas, os han pillado y bien. Se rumorea que os habéis casado
-
Desde cuando le das importancia a lo que digan
las revistas? –pregunto Emma- Olvídalo
-
Os habéis casado? –tanto Emma como yo negamos
con la cabeza- Si volvéis a iros de viaje avisarme antes de que me de un
infarto. Aquí soy tu madre
-
Tengo 24 años
-
Te lo repito?
Llevaban tantos años trabajando juntas que era normal que
tuvieran una relación tan fuerte. Emma adoraba a Cassie y Cassie adoraba a
Emma, el viaje a Las Vegas solo era una anécdota más.
Tras este pequeño incidente nos deshicimos de Cassie lo
antes posible y aprovechando las últimas horas en Los Ángeles fuimos a la playa
a hacer algo de deporte. Gracias a momentos así a veces me planteaba la idea de
mudarme a una ciudad tan especial como Los Ángeles; aunque fuera igual de caótica
que Nueva York, en mi opinión LA tenia más gente sin escrúpulos que cualquier
otro lugar. Ser la meca del cine los volvía a todos más competitivos y si para
ganar un puesto tenían que pisotearte, lo harían.
-
Qué?... Cuando? Estamos ahí ahora mismo… No lo sé
Sara…
-
Qué pasa? –pregunte por lo bajo-
-
Ahora te cuento
Emma parecía sorprendida a la vez que asustada. Por lo poco
que sabia Sara le estaba contando algo realmente importante y mi novia no daba
crédito a lo que escuchaba.
-
Dice que ha conocido a un chico y se vienen a
vivir a Los Ángeles, así sin mas
-
Aquí por qué?
-
No lo sé, creo que el chico es actor o yo que sé.
Sabía que tenía novio pero nunca pensé que fueran tan en serio, se ha vuelto
loca
Nunca había tenido una semana más
rara, con suerte después de casarme con Emma no sería siempre así.
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