Era el último día de Max en Los Ángeles y lo que no íbamos a
hacer era quedar todo el día en la cama. La idea no me desagradaba pero si ese día
iba a ser el último que pasara a su lado como su novia, tenía que ser especial.
Desayunamos observando las maravillosas vistas que teníamos enfrente de casa, caminamos un buen rato por la playa y cuando ya se iba acercando la hora de comer cogimos el coche y nos fuimos a descubrir California un poco más.
Desayunamos observando las maravillosas vistas que teníamos enfrente de casa, caminamos un buen rato por la playa y cuando ya se iba acercando la hora de comer cogimos el coche y nos fuimos a descubrir California un poco más.
-
Nunca he estado aquí. Ni siquiera sabía que
había un pueblo entre las colinas, pensaba que eran solo barrios de Los Ángeles
-
Esto es genial, después de lo que vi en Agra
necesitaba un poco de normalidad
-
Hollywood te parece normal?
-
Estar contigo sin preocuparme por los demás me
parece normal. Debería ser así siempre
-
No, está bien que te preocupes por la gente si
no lo hicieras no serias tú. Lo que pasa es que tenemos que venir mas a lugares
como estos. Nueva York es una autentica locura, peor que Los Ángeles.
-
Quieres mudarte?
Si lo preguntaba en serio era que no me conocía bien. Nueva
York podía ser un lugar caótico pero era mi casa; al igual que tenia cosas
malas tenía muchas buenas y fundamentalmente gracias a esa ciudad mi vida dio
un cambio de ciento ochenta grados.
Por un momento de estrés no podía irme tan fácilmente, de vez en cuando estaba bien ir a California a ver el sol pero nuestro hogar no estaba allí.
Por un momento de estrés no podía irme tan fácilmente, de vez en cuando estaba bien ir a California a ver el sol pero nuestro hogar no estaba allí.
-
Pago yo esta casa mientras te quedes aquí
-
Me gusta estar con Sara
-
Y con Charlie?
-
Es un buen chico –respondí intentando permanecer
seria- Un poco raro pero se le aguanta
-
Quédate aquí Em, adoras la playa y te queda más
cerca del trabajo.
La idea no era mala, para una vez que estaba lejos de casa lo mejor era vivir a gusto sin depender de mi amiga o del novio de ella. En su casa
se estaba bien pero no era lo mismo levantarse por la noche con cuidado de que
nadie te viera medio desnuda a levantarte completamente desnuda y no importarte
nada porque sencillamente vivías sola.
-
La casa, la boda… algo más que deba saber?
-
Si, mañana vas a tener que empezar a buscar un
vestido para la ceremonia. Sé que te hubiera gustado tener más tiempo pero no
planee que esto fuera a ocurrir tan pronto
-
Me gusta así. El vestido es lo de menos mientras
te tenga a mi lado
Antes de pensar en vestidos, cenas y demás, lo primero que
teníamos que hacer era avisar a nuestra familia de la noticia. Todo lo
pagábamos nosotros asique no tenían ni que preocuparse por el vuelo, costara lo
que costara todos nuestros seres queridos iban a estar presentes en nuestra
segunda y ultima boda.
Mi madre lloró, Sinead gritó y sin sorprendernos para nada
mi querido amigo y futuro suegro Jeremy se echo a reír. Él más que nadie estaba
feliz por lo que íbamos a hacer, lo que le hacía gracia parecía ser el hecho de
que nos casáramos en Agra.
-
Tus hermanos tienen que venir. No estoy tan loca
como para no invitarlos
-
Entonces viene toda mi familia y por tu parte solo
tu madre?
-
Es la única familia que tengo. Sara y Sofía
supongo que podrán venir, con eso ya llevo al menos 3 personas. No te sientas
mal por mi
-
Es raro
-
Lo sé pero así es mi vida. Ellas son las únicas
personas que me importan como para que vengan a mi boda
Apenas 7 invitados tendríamos en nuestra boda, los justos y
necesarios para demostrar nuestro amor. Aun no teníamos claro si invitar o no a
los compañeros de rodaje de Max pero seguramente por no hacer un feo a nadie
les diríamos que viniesen; ya que estaban allí al menos que armonizasen un poco
más la fiesta después de la ceremonia.
-
Habrá algún problema con que me case de negro?
-
Te vas a casar de negro? –preguntó sorprendido-
-
Siempre he querido que mi vestido de novia fuera
negro. No me mires así
-
No se por qué me sorprendo –dijo antes de soltar
una carcajada- Pago todo lo que necesites
-
El
vestido y los vuelos corren de mi cuenta. Tu puedes encargarte de buscar el
lugar… siempre te dejo lo más fácil –dije irónica- Cariño si necesitas ayuda llámame
y si no encuentras nada nos casamos en la habitación del hotel si hace falta
-
Te amo
-
Y yo a ti
Colocándome de puntillas sobre sus zapatos le di un último
beso y le deje libre hasta 10 días más tarde en los que nos volveríamos a ver a
punto de darnos el “si quiero”. Cada vez que nos juntábamos hacíamos una locura
y hasta el momento esa era la mayor.
A veces me creía superwoman y esa vez fue una de ellas.
Nadie era capaz de aguantar 7 horas bailando y luego tener fuerzas para
probarse cuarenta mil vestidos de novia, yo en cambio creía que podía hacerlo y
eso hice durante al menos 4 de los 8 días que tenía antes de viajar a Agra. El quinto fue algo diferente, me levante de la cama y fue imposible dar un paso más,
mis agujetas apenas me permitían moverme y algo tenía que hacer con mi vida, o
paraba de bailar cosa que veía imposible o de una vez por todas me decidía por
un vestido de novia.
-
No sé porque te casas
-
Porque quiero a mi novio? Esas frases
ahórratelas Miles
-
Os pasáis todo el día peleando, como estéis así
durante el rodaje me suicido -dijo Diego-
Unos días estábamos muy bien y otros fatal, los últimos
siempre solían ser por culpa de algo referente a Max. Habían pasado muchos años
y Miles parecía no entender que volviese a rehacer mi vida con el hombre al que
deje por él; el amor que sentía por Max nunca lo llegue a sentir por él y
aunque le doliese saber eso tenía que sobrellevarlo y hacer su vida sin mí a su
lado. Daba igual cuantas películas tuviéramos que hacer juntos, Miles podía
llegar a ser un buen amigo pero nunca más seria mi pareja.
-
Te arrepientes de lo que paso?
-
No me arrepiento de nada, si fuera por eso ahora
mismo no estaría aquí. Sabes que eres mi ex novio preferido?
-
Lo suponía –respondió intentando disimular una
pequeña sonrisa- Ojala seáis muy felices juntos
-
Eso espero
Los problemas parecían ir olvidandose, si algo bueno tenía
el tiempo era que gracias a él los sentimientos poco a poco iban
desapareciendo, unas veces se estancaban si el amor era muy fuerte y otras
muchas sencillamente se perdían entre la multitud abriendo puertas a otros
amores aun mejores. Ese tenía que ser el caso de Miles; no me tendría a mi pero
un chico como él se merecía a la chica más divertida y guapa del mundo.
-
Tengo que irme chicos, ayer encontré mi vestido
y con suerte hoy podre recogerlo
-
En un día ya lo tienes? Mi ex mujer tardo 4
meses en que se lo dieran -dijo Diego-
-
Lo tenían de mi talla asique no hay problema.
Parece que la suerte esta de mi parte por una vez en la vida
-
Eso es que todo os va a salir perfectamente.
Queremos fotos
-
Las tendréis –respondí sonriente- Me voy, mañana
nos vemos
En el momento en que pise la calle un guapísimo chico salió
detrás de mi gritando mi nombre, ese chico solo podía ser Miles. Si no fuera porque
él dio el primer paso nunca me hubiera atrevido a darle ese necesitado abrazo. Habíamos pasado muchas
cosas juntos y aunque intentásemos ser fuertes a veces solo éramos dos críos
con mucha necesidad de cariño.
-
Quieres que te lleve a alguna parte?
-
No hace falta cielo, he traído mi coche
Estuve a punto de invitarle a mi nueva casa a ver una
película pero esta vez iba a tomarme nuestro nuevo intento de amistad con más
tranquilidad, seguramente cuando empezásemos el rodaje de la película y yo ya
estuviera casada, todo empezaría a encauzarse.
Ya que mi madre no podía estar conmigo en ese día tan
especial, la última prueba del vestido la hice junto a Sara. Mi madre estaría
asustada pero Sara lo estaba aun mas, parecía que nadie daba crédito a que me
casara con un vestido negro.
-
Es perfecto a que si?
-
Estas preciosa –dijo la chica de la tienda-
-
Es diferente pero…
-
Pero lo odias
-
Todo lo contrario, me encanta por eso estoy
sorprendida. Max se va a desmayar cuando te vea
Cada hora que pasaba
mas nervios se acumulaban en mi estomago; hacia escasos días que habíamos
planeado esa locura y ya apenas quedaban horas para que llegara el gran día. Al fin y al cabo las
bodas eran una estupidez, solo la celebrábamos para hacer felices a nuestras
familias porque por lo demás lo único que hacía era quitarnos dinero de
nuestras cuentas bancarias.
Aun no sabía lo que Max estaba preparando pero conociéndole ya se habría gastado la mitad del dinero que le iban a pagar con la película.
Aun no sabía lo que Max estaba preparando pero conociéndole ya se habría gastado la mitad del dinero que le iban a pagar con la película.
Tras organizar todo para que me enviasen el vestido a Agra,
Sara y yo nos fuimos a mi maravillosa casa en la playa. Allí sin ni siquiera
prepararlo organizamos una tarde de chicas que desde hacía mucho tiempo la
necesitaba; contarle mis problemas a mi mejor amiga era genial pero si lo hacía
con un bote de helado entre manos y la brisa del mar rozando mi pelo mucho
mejor.
-
Va a ser raro casarnos y a los dos días tener
que dejarlo allí de nuevo solo. Se lo digo a Max cada vez que hablamos pero te
prometo que muchas veces quiero mandar todo a la mierda por estar con él, nunca
me había pasado con nadie
-
El día que lo conociste se te caía la baba, ahora es normal que no lo quieras dejar a solas ni un momento. Yo no lo
haría
-
Recuerdas ese día? –pregunte con una gran
sonrisa- Fue una locura pero no puedes imaginar lo bien que me lo pase
-
Conociste al hombre de tu vida
-
Y ahora nos vamos a casar, quien me lo iba a
decir –dije melancólica- Deje mis estudios, gane un Oscar, he roto y he vuelto
con Max mil veces… lo raro es que sigamos siendo amigas
-
Seguimos siéndolo? –pregunto divertida-
Ese viaje nos cambio la vida a todos. Si nada de eso hubiera
pasado lo más probable es que ya hubiese terminado la carrera de enfermería y
estuviera trabajando en un hospital, algo totalmente diferente a ensayar para
una película y casarse. Gracias a ese viaje mi madre podía permitirse no tener
que trabajar, yo me encargaba de sus gastos y ella con 55 años que tenia por
fin podía disfrutar de una vida que antes de conocer a Max no podíamos
permitirnos. No digo que todo fuera gracias a un chico pero si gracias a la
iniciativa que me dieron tanto él como sus padres supe luchar por un sueño que
nunca creí poder llevar a cabo.
-
Hola amor –dije respondiendo al teléfono-
-
He conseguido el lugar en el que nos vamos a
casar. Te vas a enamorar de las vistas
-
En el Taj Mahal?
-
No será porque no lo intenté pero no. Ayer
rodamos en un inmenso campo y se me ocurrió la idea de organizarlo todo allí,
es precioso Em
-
No me quiero casar en un campo de ganado
-
No es eso, hasta había flores. Parecía un mundo
diferente, confía en mi
No me quedaba otra que hacerlo, de todas maneras no podía
hacer nada estando a tantos kilómetros de distancia.
-
Ya tenemos todo preparado para el viaje, en nada
nos tienes ahí
-
Mi futura mujer
-
Suena bien a que si? –reí- Tengo muchas ganas de
ver a tu padre, casi más que a ti
-
Lo sabía. Vosotros dos parece que estáis
enamorados el uno del otro
-
Solo voy a Agra por pasar más tiempo con él, la
boda me da igual –dije divertida-
De no ser porque ya era muy tarde en Agra me hubiese pasado
todo el día hablando con Max. Apenas nos quedaban días para casarnos y era más
que raro no verle durante los días previos, iba a ser una boda inusual y no
solo por el hecho de hacerla en la India.
La primera vez que nos casamos
fue de forma inesperada, esta era casi lo mismo lo único que contábamos con la
presencia de nuestros familiares. Si cada dos por tres nos daba por hacer
locuras, alguna de ellas terminaría saliendo mal, con suerte la boda no sería
una de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario