El tan esperado día de la boda había llegado y como era
normal todo era un autentico caos. Tenía que hacer mil cosas; ir a la
peluquería, volver a casa a cambiarme… algo que fue posible gracias a la ayuda
de Max, sin él estaría perdida.
Me llamó nada mas despertar y paso a recogerme varias
horas antes de la boda para que así nos diese tiempo a hacer todo con calma.
-
Buenos días –dijo sonriente- has dormido bien?
-
Muy bien, estaba cansada del día anterior –respondí
tímida- Gracias por venir a buscarme
-
No podía dejarte sola
-
Ni ahora ni nunca
Respondí poniéndole una cara divertida y los dos reímos; no había
mejor forma de despertar que con una
sonrisa.
Ese día en vez de coger el metro preferimos coger un taxi, así llegaríamos un poco antes a todos los lugares que teníamos que ir.
Max no tenía nada que hacer asique el pobre se paso 1 hora esperándome sentado
en uno de los aparentemente cómodos de la peluquería y después unas 2 horas en
mi casa mientras me preparaba para ir a la boda.
-
Es muy fácil para ti. Solo tienes que ponerte el
traje, revolverte el pelo y ya
-
Y tú que tienes que hacer? Solo ponerte el
vestido
-
Y maquillarme y mirar que los tacones no me
hagan daño y… mil cosas!
-
Aun te queda algo por hacer
-
Qué? –pregunte estresada-
-
Darme un beso. Llevo desde ayer sin uno y de
verdad que lo necesito
-
Vas a tener que esperar a que me vista –respondí
desde la habitación- Puedes traerme el sujetador que hay en el baño?
-
Si intentas no calentar el ambiente lo estás
haciendo muy mal –escuche como se levantaba y caminaba hasta el servicio- rojo?
-
Si
Contuve la risa hasta que se acerco a mi habitación e igual
que un niño asomo la mano por la puerta y me lo lanzo. No sabía que no
necesitaba para nada ese sujetador, solo quería jugar un poco con él.
Termine de vestirme y de repente sin esperármelo recibí
una muy esperada llamada.
-
Max!!!!! –con el vestido de la boda puesto y con
el pelo perfectamente peinado corrí hacia él y salte encima suya. No me
importaba nada, solo necesitaba contarle la noticia- Me acaba de llamar Cassie
y la semana que viene tengo que ir a Los Ángeles a hacer otra prueba para la
película
-
Em me estas ahogando –afloje la fuerza con la
que le abrazaba y le mire muy sonriente- Me alegro muchísimo por ti
-
Gracias
Antes de arrugar aun más el vestido me baje de sus brazos y continué con lo que
estaba haciendo. No podía ocultar lo feliz que era al saber que quizás podían
cogerme en esa película, había hecho mil castings y al final de la única que me
llamaron fue de la gran producción, era increíble las vueltas que podía darte la
vida.
-
Em estas lista?
-
Si –cogí rápidamente los tacones y salí de la
habitación- vamos
Si no nos dábamos prisa no íbamos a llegar a la ceremonia. Teníamos
que recorrer medio Nueva York a hora punta y encima en taxi, con la mala suerte
que teníamos seguramente el taxista nos vería cara de idiotas y daría 4 vueltas
a la ciudad sin que nos enterásemos.
Podía leer la mente de Max, según me miraba y como se
comportaba sabía perfectamente que seguía pensando en porque en todo el día
no le había dado un beso. Apoyaba la cabeza contra mi hombro y me miraba igual
que un niño pequeño, era adorable.
-
Qué te pasa?
-
Estoy cansada
-
Tanto como para no besarme?
-
Si –respondí seria- Ahora no me apetece cariño.
Me duele el pie por culpa del zapato y no sé si quitármelo o pasar toda la
noche con este dolor. No estoy en mi mejor momento
-
Paramos en una tienda y compramos algo si
quieres
-
No hay tiempo
-
Perdona, puedes parar en el centro comercial más
cercano por favor? Tenemos que comprar una cosa
Si ya estaba agobiada porque no llegábamos, ahora por la
tontería de Max de hacerse el caballero conmigo íbamos a llegar aun mas tarde
de lo previsto.
El taxista nos dejo delante de un centro comercial gigante,
y el tan solo pensar que tenía que bajarme con el vestido y los pies descalzos
me ponía enferma.
-
Que he hecho?
-
Nada! Tengo prisa, odio llegar tarde
-
-me cogió de la mano y me paro unos segundos- Lo
siento, solo quería ayudarte
-
Vale Max, lo sé. Ahora acelera el paso
Gracias a que el vestido era largo la gente no se daba
cuenta de que iba descalza. Encima de mirarme por la ropa que llevaba no
hubiese soportado que también lo hicieran por lo que no llevaba. Nueva York era
la ciudad de las cosas extrañas, sobre todo para mí.
-
En serio?
Tire la bolsa con las tiritas al suelo y aguante las ganas
de llorar, no podía ser que el maldito taxista se hubiera ido así sin más.
-
No le dijimos que esperara. Somos gilipollas…
Allie me va a matar –lo mire y me puse de los nervios al verle tan tranquilo- Max
haz algo
Intentaba parar un taxi pero lo único que conseguía eran
gritos de los conductores.
-
Emma
-
QUE? –pregunte de mala manera-
Sujeto mi brazo bruscamente y me giro hasta que pudiera
mirarle a la cara. Le daba igual si llegábamos tarde o no, el solo quería
callarme con un beso.
-
Para un taxi y te prometo que me caso ahora
mismo contigo
Hablaba demasiado; fue levantar la mano y parar 2 taxis
enfrente nuestra.
-
Para cuando la boda? –pregunto divertido- Entra, eres un puñado de nervios
-
Pero te quiero
-
Doy gracias por ello
Un rápido beso y ya volvíamos a ir de camino hacia la
iglesia donde se iban a casar los novios.
Ninguno tenía idea de que Max y yo habíamos decidido darnos
una oportunidad lo que les pillaría por sorpresa al vernos llegar juntos.
Conociéndoles un poco sabíamos que iban a alegrarse más que nadie, además
aparte de Sara, serian los primeros en saberlo.
-
Era difícil no hacerte una foto con lo enfadada
que estabas
Esta vez fui yo la que apoyo la cabeza sobre su hombro. Rápidamente
volvía a enamorarme perdidamente de él y todo por culpa de un inesperado beso
en mitad de la calle.
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Minutos antes de que llegase la novia ya habíamos llegado a
la iglesia. Todo era precioso, flores rodeando el altar, pétalos de rosa en el
suelo, millones de sonrisas y un novio ansioso por ver lo guapísima que llegaba
su futura mujer.
Daba envidia ver como dos personas que se querían tanto habían
durado tantos años juntos sin ningún problema. Quizás el amor era diferente
para cada persona, unos eran más afortunados que otros pero al final todos
terminábamos con la persona que nos correspondía.
-
Os conocíais de antes?
-
Allie nos presento hace unas semanas –respondí-
-
No me abandones –dijo rozando mis labios- Me
muero de ganas por llegar al hotel
-
Mi casa es mejor –acorte las distancias y le di
un rápido beso- podemos gritar lo que queramos sin miedo a que nos echen
-
Mmm… no me va a costar nada quitarte ese vestido
–nos miramos picaros e intentamos volver a la normalidad antes de que alguien
se enterara de lo que hablábamos- Ya os dejo tranquilas hablando de lo que
queráis. No bebas mucho
Después de ese momento ya nada iba a ser lo mismo, solamente
quería pasar el rato lo antes posible y así volver a casa sin que nos tomasen
por unos maleducados que solo se quedaban a la cena.
Era raro no sentirse fuera de lugar cuando en una boda de
casi 100 personas solo conocías a 2, a no ser porque Jake se acerco para
pedirme un baile hubiera sido la boda más aburrida de toda mi vida.
-
Me alegro por vosotros
-
Esto me lo dice el que se acaba de casar –sonreímos
mutuamente- ha sido precioso
No había hombre más feliz que Jake, con tan solo mirarle a
los ojos y ver lo brillantes que los tenía ya te hacia darte cuenta de lo feliz
que era siendo el marido de Allie.
Bromeábamos hablando de como Max me miraba, parecía que tenía
miedo de que me escapara o algo. Lo mirábamos y comentábamos cualquier cosa que
hiciera, Jake poco a poco se estaba convirtiendo en un buen amigo.
-
Ven aquí grandullón –esperamos a que Max nos
hiciera caso mientras conteníamos la risa al verlo medio abandonado apoyado
contra la barra del bar- Te deja solo un minuto y ya no sabes qué hacer
-
Me abandona por ti. Debería preocuparme
-
-reí a su estúpido comentario y cariñosamente
apreté sus mejillas- no hay manera de que estés feo eh? –nos dimos un beso-
Ahora si queréis podéis bailar solos, no me pongo celosa
-
Continua con Jake, no os preocupéis por mí.
POV Max
Verla sonriendo era lo único que conseguía hacerme
plenamente feliz. Había causado tanto daño por culpa de la bebida que había
decidido no volver a beber mas, no podía permitirme perder a la mujer de mi
vida por alguna estupidez de una noche.
Después de todas las cosas que habíamos vivido Emma había
tenido la valentía de perdonarme, no podía decepcionarla, tenía que aprender a
ser un buen novio y a cuidar de lo realmente importante en la vida. Era duro
decirlo pero ni tan siquiera mis padres o hermanos lograban hacerme sonreír como
lo hacia esa chica de 20 años.
Ella me había cambiado y yo la había cambiado a ella; aunque
apenas hubiera ejercido como tal era una maravillosa actriz, tenia valentía y
eso era lo más importante dentro del mundo de la actuación. Todo lo que hiciera
estaría bien visto en mis ojos, Emma era perfecta.
Afortunadamente para mi, había mucha gente que conocía y con
la que podía hablar en cambio cuando Emma fue a bailar con Jake preferí
quedarme solo sentado en uno de los taburetes que rodeaban la increíble barra de bar que habían puesto en la sala.
Los observaba desde lejos e imaginaba mi futuro junto a ella, como seria nuestro baile de bodas… todo. Era la primera mujer que conseguía tal cosa, mis novias anteriores llegaron a ilusionarme, unas más que otras, en cambio Emma con lo joven que era había llegado a obsesionarme.
Los observaba desde lejos e imaginaba mi futuro junto a ella, como seria nuestro baile de bodas… todo. Era la primera mujer que conseguía tal cosa, mis novias anteriores llegaron a ilusionarme, unas más que otras, en cambio Emma con lo joven que era había llegado a obsesionarme.
Había otro nivel de enamoramiento quizás por eso
me costaba tanto hacerme a la idea de que en algún momento ella se querría ir
de viaje con sus amigas, sola, a ver a sus padres o lo que fuera. No podía
agobiarla, eso junto con no volverla a engañar eran mis máximas
prioridades.
-
De alguna manera estos tacones tenían que
ayudarme –se acerco a darme un beso- ya no soy la enana de hace horas
-
Estas preciosa
-
Gracias
A veces me llamaba cariño pero muchas otras no, eso solo
significaba que aunque ella fuera feliz a mi lado aun no se sentía 100% segura.
-
Cuando vayas a Los Ángeles puedo acompañarte?
-
Claro que puedes. Eso no se pregunta
-
-sonreí contento por su respuesta- había pensado
que después de allí podíamos ir unos días a Londres y a ver a tu familia.
Necesito pedirles perdón personalmente
-
No hace falta que pidas perdón a nadie –respondió
apoyando sus manos alrededor de mi cuello- conmigo está todo bien y es de la
única persona que te tienes que preocupar. Pero si aun quieres ir hasta allí yo
estoy encantada por poder ver a mi familia
-
Y a la mía. Tengo que presentarles a mi nueva
novia
-
Pero sin piscina de por medio –reímos- Te quiero
-
Yo también
Ojala pudiésemos haber marchado antes, estaba sufriendo por
tener que aguantar las ganas continuas de besar a mi novia. Si por mi fuera
habría estado cada minuto de la boda pegado a ella.
-
Joder! Sabes qué hora es? –pregunto preocupada-
-
Las dos y media –respondí mirando el reloj- que
pasa?
-
Tu sabes cuantas horas llevamos sin hacer el
amor? –espero una respuesta por mi parte pero no obtuvo nada. Para las matemáticas
era muy malo- 30 horas… Max 30 horas! eso es mucho
-
Se te ocurre algo para solucionarlo?
-
Escapar ahora mismo de aquí, sin despedirnos de
nadie
Eso fue lo que hicimos, hacer tiempo para luego escapar
quedando igualmente como unos maleducados. Menos mal que Allie y Jake ya nos
conocían de sobra.
Cogimos un taxi hasta el pequeño apartamento de Emma y allí
paso lo que ninguno esperaba. Entramos con tantas ganas a su habitación que ni
siquiera nos dimos cuenta de cómo estaba todo, ropa por el suelo, zapatos hasta
en la cama… todo un desastre.
-
No he traído condones
-
En ese cajón hay –respondió entre besos-
Ese no era nuestro problema, lo que tenía que pasar ocurrió exactamente 10 minutos después.
-
Max, Max… -escuchaba entre gemidos- MAX!
Mi respiración se paro por minutos, mi corazón latía tan
rápido que a no ser porque Emma estudio enfermería me hubiese quedado allí.
-
Cariño respira –apoyo su mano sobre mi pecho y volvió
a confirmar que mi corazón no iba bien- tenemos que ir al medico
No queria preocuparla, todo estaba bien, no me habia muerto.
No queria preocuparla, todo estaba bien, no me habia muerto.
- Le decimos que estaba haciendo el amor y me
paso esto? Suena estúpido –la abrace contra mi pecho e intente tranquilizarla-
cuando estemos en Londres voy a ver que es
-
No vamos a tener sexo en mucho tiempo. No
aguanto otro susto como este
El disgusto que tenia la pobre era mucho peor del que tenía
yo. La miraba y podía ver como tenía hasta ganas de llorar, quizás era más
grave de lo que me imaginaba.
-
Me estas asustando Emma
-
Deberíamos ir al médico ahora, me da igual si
nos mira con cara de loco. No es normal que te pase esto
Con tal de no asustarla más le hice caso y nos preparamos
para ir al médico. Se me quedaría cara de tonto cuando le contase a que se
debía pero era mejor eso a que la próxima vez no volviera a responder.
A las casi cuatro de la madrugada nos encontrábamos en una
gigantesca sala de espera de un hospital. Una señora me miraba intentando
averiguar que me pasaba, comparado con el niño que lloraba de dolor y la mujer
que tenía un oído sangrando lo mío era nada.
-
Max! –toco mi brazo y se levanto- vamos, acaban
de llamar
Si no fuera por ella no me hubiese ni enterado, cuando me metía
en mi mundo era difícil estar atento a otras cosas.
Les explique con algo de vergüenza lo que me había pasado y ahí empezaron todo tipo de preguntas, si había tomado viagra, si llevaba mucho sin hacerlo, si tenía alguna enfermedad cardiaca… Emma me miraba y aunque fuera algo serio intentaba contener la risa al escuchar ciertas preguntas.
Les explique con algo de vergüenza lo que me había pasado y ahí empezaron todo tipo de preguntas, si había tomado viagra, si llevaba mucho sin hacerlo, si tenía alguna enfermedad cardiaca… Emma me miraba y aunque fuera algo serio intentaba contener la risa al escuchar ciertas preguntas.
-
Fumas crack? –reímos cómplices- madre mía estoy
flipando
-
Al menos ya no queda duda. Ya verás tu porque es
esto, me estoy haciendo la idea –dijo algo más tranquila- Te van a decir que dejes de fumar
Como me lo mandasen iba a tener que soportarme de muy mala
ostia. La única vez que lo intente dure 2 días y fueron los peores de mi vida,
ni mi madre era capaz de soportar mi mal genio.
Media hora más tarde:
-
Más tranquila?
-
Te has librado de una buena
-
Ahora solo voy a tener que hacer el amor con mi
preciosa novia… –la cogí de la mano- muchísimo más a menudo
-
No han dicho eso. Tienes que tomártelo todo con más
calma o al final la que morirá seré yo.
El tabaco está haciendo daño ahí dentro
-
Me lo dice la segunda persona que mas fuma en el
mundo
-
Dejo de fumar tanto si tu lo haces conmigo. Lo
prometo
Me ofreció la mano y en cuanto se la acepte empezamos
nuestro nuevo reto, lo más difícil que había hecho hasta el momento.
Volver con Emma solo me iba a traer nuevas
experiencias; viajar a Los Ángeles por
motivos que no eran trabajo, junto con pasarnos un día entero haciendo surf en
Santa Mónica eran algunas de ellas. Necesitaba a alguien vital a mi lado y sin
duda ella lo era.
-
Sabias que la actriz con la que grabaste esa
peli solo tiene un año menos que yo?
Ni siquiera lo había pensado. Acababa de encontrar a una fan
de la película y mientras yo firmaba ella se dedicaba a calcular la edad de la
gente… era raro.
-
Emmm supongo que sí. Algún problema con ello?
-
No, solo que es raro –dijo sorprendida- Eres un
asaltacunas
-
A mucha honra
Reímos cómplices y continuamos con nuestro último paseo por
Los Ángeles, esa ciudad que Emma adoraba y en cambio yo no terminaba de
pillarle el gusto. Me parecía todo tan artificial que me era imposible
enamorarme de ella.
Después de una semana llena de emociones algo malo tenía que
ocurrir, algo aun peor que se me parase el corazón por segundos, Emma tenía que
volver a Nueva York y en cambio yo tenía que ir a Londres. El trabajo mandaba y
aunque solo nos separásemos por un par de días, tenía que acostumbrarme a no
tenerla conmigo a todas horas.
-
Cuando este el video listo envíamelo –nos dimos
un beso- Sobre la película no dudes que te van a coger
-
Ojala me llamen pronto, me estoy muriendo por
saber si son buenas o malas noticias. Supongo que estaré en España cuando me
llame Cassie asique lo sabremos a la vez
Volvimos a repetir el beso y ahí sí que ya nos despedimos.
Un taxi me esperaba a la entrada de su apartamento y mi vuelo salía en escasas
horas, Londres me esperaba.
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