Su mano entrelazada con la mía, su sonrisa, sus palabras
intentando hacerme sonreír, todo eso hizo que me olvidase de el pequeño detalle
de tener a mi ex novio casi al lado.
Había viajado hasta Nueva York por el mismo problema que
parecía volver querer sacar a la luz. Tenía que olvidarme de Marcos, de su
silla de ruedas y empezar a darme cuenta de que en algo tuvo razón cuando dijo
“Son cosas que pasan”; era una persona a la que quise mucho pero no por eso tenía
que pasarme toda la vida lamentándome por verle así.
-
Tengo que contaros algo –dijo Jeremy
interrumpiendo la cena- Tu madre va a venir a pasar aquí la navidad. No me
apetece volver a coger un vuelo mañana y supongo que vosotros no querréis
separaros
-
¿Pensabas que me iba a ir mañana? –pregunto irónico-
-
Ahora supongo que no, pero la idea era estar
juntos en Londres.
Preferí no meterme en la conversación y deje que ellos
hablaran de sus cosas, con tal de que al final todo fuera como Jeremy acababa
de decir me conformaba. Hasta hacia escasos días pensaba que iba a pasar las
navidades sola y ahora gracias al incidente que había tenido con Marcos la cosa
cambiaba. Al final los problemas parecían ayudarme.
-
Dije que invitaba yo, Max para –quite la tarjeta
de la mesa y la deje en sus manos- es lo menos que puedo hacer
-
Emma ya he pagado yo no te preocupes –escuche
decir a Jeremy-
-
Cuando? –era imposible que hubiera pagado, ni
siquiera le había visto moverse- Hace 5 segundos le he dado la tarjeta a ese
chico. Max te ha entretenido bien
-
Aggg os odio!
-
No hace falta que lo digas dos veces –respondió
divertido- deberíamos ir a dormir. Mañana tienes rodaje no?
-
A las 8 tengo que ir asique ahí te doy la razón,
deberíamos ir a casa
La agencia de la revista le había conseguido un hotel pero
de todas formas pregunte a Jeremy si quería quedarse a dormir en mi casa,
seguro que era más acogedora que cualquier hotel de Nueva York.
-
No hace falta. Hoy os la dejo solo para vosotros
dos
Con tan solo conocerle un poco ya podías darte cuenta de lo
buen hombre que era Jeremy, a veces podía parecer serio y hasta muy profundo al
igual que su hijo pero luego era un bonachón.
-
La edad cariño, la edad –se quito la camiseta y
se abrazo a mi cuerpo- Mi padre es bueno cuando quiere y con la gente a la que
quiere. Le caíste bien desde el día que te vio medio desnuda en la piscina
-
Entonces tú debes de ser su hijo favorito –reímos-
-
No te creas, ha visto a mi hermano muchas veces desnudo
-
Imagino –nos acercamos hasta darnos un beso y
apague la luz de la habitación; era hora de descansar- Mañana más y mejor te lo
prometo
Si para él ya le resultaba duro estar 1 semana sin sexo no podía
imaginar cómo debía sentirse al llevar casi un mes sin nada. Desde la última
vez que lo hicimos y acabamos en el hospital su querido amigo no había vuelto a
ver la luz.
6 de la mañana y mi despertador acababa de sonar. Aun tenía
que ducharme y comer algo antes de que el coche de producción me llamase para
ir al rodaje. Max seguía durmiendo y mejor que fuera así, no quería que por mi
culpa el tampoco descansara, ya tendríamos tiempo de vernos y hablar cuando
terminase de grabar.
-
Buenos días –dije al entrar a maquillaje-
-
Prepárate porque nos vamos a la universidad
-
Eso me acaban de decir
Cansada y muy adormilada pase por detrás de Emily y mientras
la maquillaban le di un abrazo. Ella iba a ser la única persona que
estaría conmigo en el rodaje asique más nos valía llevarnos bien.
-
Creo que sois las únicas jóvenes despiertas a
estas horas
Aun no me acostumbraba a escuchar a Robert De Niro
hablándome así, parecía que estaba soñando pero no, lo tenía justo a mi lado
preparándose como uno más de la película. Además ese día teníamos rodaje con él,
nada mas tenía que decirle 2 frases pero iban a ser las más intensas de toda mi
carrera.
-
Lo veo aparecer y te juro que se me pone la piel
de gallina
-
Me has visto decir alguna palabra cuando ha
llegado? –pregunto Emily- pues ahí tienes como me deja Robert cada vez que lo
veo. Vamos a hacer la película de nuestras vidas como nos quedemos así cuando
tengamos que grabar –reímos- va a ser un espectáculo
20 minutos después ya estábamos en el coche camino a la
universidad. Allí tendríamos que rodar en mitad de una clase; literalmente nos
iban a dejar un aula con alumnos dentro para que nosotros rodásemos esa escena.
Si teníamos un fallo casi 60 personas lo verían en vivo y en directo.
Primer fallo, Robert De Niro. Nadie podía ocultar la risa al
verle reír a carcajadas mientras apagaba el teléfono, todos lo habíamos apagado
antes de entrar y al actor más veterano se le había olvidado.
-
Un aplauso para Emma y Emily. La doble Em –todos
reímos- Han terminado su trabajo
La gente comenzó a aplaudir y ahí ya podía decir que por fin
empezaban unas pequeñas vacaciones. Serian mis primeras Navidades lejos de mi
familia pero las primeras con mi prometido.
----------------------------------------
-
Oh dios mío! ¿has ido a comprar? –pregunte
sorprendida al ver toda la cocina llena de bolsas-
-
No tenias nada en la nevera, luego encima tu
madre me mira raro por verte tan delgada.
-
Los disgustos que me das
Me acerque a el sonriente e introduje mis manos en los
bolsillos de su pantalón mientras el continuaba colocando la compra en los
armarios.
-
¿Te han violado por el camino? Menudos pelos
tienes
-
Así he bajado, por poco no voy en pijama
-
Mejor desnudo
-
Seguro que me harían mas caso que tu
-
No lo dudes
–respondí irónica- Vengo de trabajar y no tengo ganas de nada, ni
siquiera de estar contigo
Estaba serio y quizás era porque no notaba la ironía. Quizás
tantos juegos por mi parte llegaban a cansarle, era hora de darle un poco de
cariño aunque estuviera cansada; él no se merecía las consecuencias de mi
cansancio.
-
Em no me mires así
-
Como te miro? Con cara de enamorada? –sonreí-
Podríamos darnos un baño mientras vemos una película
Le encantaba darse baños viendo una buena película asique si
había algo que pudiese hacer para hacerle feliz ahí iba a estar. 500 días con
Summer en el portátil, sales de baño, mi novio y yo desnudos y ya
todo estaba listo para una buena tarde en casa.
-
Quiero tener unas vacaciones lejos de todo, solo
tu y yo
-
En una playa desierta –continúe diciendo-
Sonaba perfecto, sobretodo el estar lejos del trabajo
durante al menos una semana. Los dos habíamos trabajado mucho y nos merecíamos
un descanso.
-
Rob?... No me han dicho nada, supongo que Cassie
me tenía que llamar y no lo ha hecho –mire a Max confusa por lo que escuchaba
al otro lado del teléfono- febrero?... Cielo luego te llamo y hablamos
tranquilamente porque ahora no estoy en el lugar adecuado
Deje el teléfono sobre la pequeña mesa donde teníamos
apoyado el ordenador y me gire mirando a Max sorprendida.
-
Era Robert. Había hecho la audición para la
misma película que yo y supuestamente me han cogido… no entiendo nada
-
Cassie no te ha llamado?
-
No, por eso me parece todo muy raro. Ni siquiera
he hecho más pruebas, igual se ha equivocado Rob
Todo se había vuelto demasiado raro como para continuar mas
rato dentro de la bañera junto a Max. Tenía que llamar a Cassie para saber si
de verdad me habían cogido o si Robbie se había equivocado; mis vacaciones
junto a mi prometido estaban en juego.
-
Te iba a llamar justo ahora. Habrán llamado
antes a Robbie o no sé, a mi me lo acaban de decir justo ahora
-
No tengo que hacer ningún casting más?
-
No, solo me han dicho que eras perfecta para el
papel pero tenias que cortarte el pelo. No he querido asegurar nada hasta no
hablarlo contigo asique piensa lo que quieres hacer. Sería una buena película
Tenía que pensarlo muchas veces e incluso hablarlo con Max,
vale que el pelo volvía a crecer y un trabajo así no podía perderlo pero el tan
solo imaginarme deprimida los siguientes meses por culpa de que apenas tenía
pelo me estresaba.
-
No es tan corto Em. Estas guapa con lo que sea
-
Corto y teñido de rosa. Aun así te seguiría
gustando?
-
No me he enamorado de un físico –respondió
saliendo de la bañera- acepta ese trabajo y luego miramos fechas para irnos. Si
hace falta te rapto
Caminó hacia mí y me cogió en brazos sin tan siquiera
ponerse una toalla por encima. "Ojala todos los días fueran así" pensaba
mientras apoyaba mi cabeza sobre su hombro.
-
Dile que Cassie que si aceptas el trabajo y
luego prepárate porque te voy a llevar a un lugar que te encanta. Olvida todo
el cansancio
Termine haciéndole caso y después de llamar a Cassie para
confirmar la película me preparé y decidí darle el gusto de salir a dar una
vuelta por la ciudad. No tenía idea de a donde podría llevarme pero confiaba en
él como para saber que no sería ningún lugar horrible.
-
Hacía mucho que no tenía tiempo para venir hasta
aquí. Allie!!!!!!!!!!!!
La vi justo delante de nosotros y no pude remediar ir
corriendo hacia ella, hacia mucho que no nos veíamos.
-
Que haces aquí?
-
Darte una sorpresa. Con eso de que no contestas
mis llamadas desde que haces películas con Robert De Niro he tenido que llamar
a Max
-
No he tenido tiempo, lo siento de
verdad.
-
No pasa nada –respondió amablemente-
-
Mierda! –me gire y mire a Max buscando algo en
sus bolsillos- me he olvidado la cartera en el coche. Podéis esperar mientras
voy a por ella?
-
Claro –respondí-
Se acerco a darme un dulce beso antes de marchar y a
continuación continúe caminando por el parque junto a Allie. Tenía que contarle
tantas cosas que hasta podíamos dar 5 vueltas al parque y nunca terminaría.
- Tengo que enseñarte un video que me envió Jake ayer
-
No me des envidia si sale en una playa –reímos-
Lo tienes aquí?
-
Si, en la tablet
Nos sentamos en un banco y empezamos a ver el video del que
Allie me acababa de hablar.
“Hola Emma ¿Qué tal estas? Estoy tan emocionada porque Max
me haya avisado para hacer esto que creo nunca me había dado menos vergüenza
estar delante de una cámara. Cariño estamos todos muy orgullosos de ti, te
echamos mucho de menos pero sabemos que Max te cuida muy bien. Disfruta de este
día tan especial.”
Si tan solo con el mensaje de mi madre ya estaba llorando no
podía ni imaginar cómo me pondría cuando mis mejores amigas apareciesen en el
video. Un nuevo mar acababa de surgir.
“No sabes lo emocionadas que estamos por vosotros. Cuando
Max nos ha llamado para contarnos la noticia estábamos juntas y nos hemos puesto
a gritar en mitad de la calle. Em te echamos mucho mucho mucho de menos, ven a
visitarnos pronto y así nos enseñas ese gigante anillo que seguramente Max te
ha comprado. Enhorabuena!”
“Primero de todo, eres la única persona por la que grabaría
un vídeo así *sonrió a la cámara* El tiempo no lo es todo y vosotros dos lo habéis
demostrado. Nunca he visto a mi hijo tan feliz y eso es todo gracias a ti Emma.
Toda la familia apoyamos lo que estáis haciendo, os deseamos todo lo mejor”
-
Que es esto? –pregunte llorando-
-
Aun queda alguien mas
“ Hola princesa se que te he dicho que me iba a buscar la
cartera o al menos eso era lo planeado pero no, aquí me tienes seguramente más
nervioso de lo que jamás he estado. Solo quería decirte que te quiero y que
aunque hayamos tenido muchos problemas siempre hemos sabido solucionarlos. Te
amo”
Solo sabia llorar y abrazar a Allie, ni siquiera me daba
cuenta de que un chico de mi edad estaba delante mía con un ramo de rosas.
-
9 rosas, 1 por cada mes juntos
-
Donde esta Max?
-
Espera porque la sorpresa aun no ha terminado
Nos levantamos del banco y seguimos a ese chico hasta donde
quisiera llevarnos. Sentado en un banco a escasos metros del que estábamos
nosotras estaba el, mi futuro marido.
-
Disfrútalo cariño –me dio un beso en la mejilla
y se alejo de nosotros- no me defraudes! –grito divertida-
-
Ya sabe la respuesta –dije llorando mares-
Era incapaz de parar de llorar, nunca hubiera imaginado una
proposición tan bonita. Para mí ya había sido suficiente con que me lo pidiera
aquella noche en la habitación de mi casa en España, no hacía falta nada más
para saber que quería ser su mujer.
-
Em ¿quieres casarte conmigo?
-
-lo ayude a levantarse del suelo y le di un
beso- Si, si… claro que quiero!
Nunca me cansaría de responder a esa pregunta, daba igual
las mil peleas que pudiésemos tener que él sabía que estaba enamorada a más no
poder. Incluso los dos meses en los que estuvimos separados no pude olvidar lo
feliz que era cuando estaba junto a él, una sonrisa suya o una palabra bonita conseguían
hacerme olvidar el mundo en el que vivía.
-
Todo el mundo lo sabía y yo ocultándolo
-
Hasta hace una semana nadie lo sabia –me abrazo-
no llores mas por favor
-
Ahora ya puedo ir presumiendo de anillo? –lo
mire y sonreí con lagrimas en los ojos- Te quiero cariño
-
Yo también
Podía afirmar con certeza que ese día fue el más feliz de
toda mi vida. No daba crédito a lo que una persona podía llegar a hacer por
amor, incluso me llegue a sentir un poco cohibida al no saber que decir o que
hacer para demostrar que yo también lo quería de la misma forma, lo único que podía
hacer era llorar y decirle te quiero tantas veces como fuera posible.
-
Aun queda otra sorpresa –saco el móvil del
bolsillo y me enseño una foto- te gusta?
-
Claro que me gusta, es la Torre Eiffel –me
limpie las lagrimas y le mire sorprendida- Max…
-
Es tu regalo de cumpleaños. Un amigo de mi padre
nos deja su avión y mientras mis padres vuelven a Londres tu y yo pasaremos Año
Nuevo en Paris
Ya sí que no tenía palabras, lo único que quería era llegar a casa y
disfrutar de ese momento junto a mi prometido.
-
Allie lo sabía? –afirmo con la cabeza y no pude
controlar abrazarlo- os odio! Tenias todo planeado
-
Cuando me dijiste que estabas cansada te prometo
que creí que todo se iba a la mierda –me dio un beso en la cabeza- te ha
gustado la sorpresa?
Mire mi anillo por millonésima vez y afirme con la cabeza;
aun seguía en estado de shock.
Todo el cansancio que pudiera tener no importaba después de
lo ocurrido, mi prometido se merecía una recompensa y la obtuvo; dormir junto a
su prometida era más que suficiente.
A la mañana siguiente tenía que salir de casa siendo la
prometida de y no la novia de, sería raro y quizás me daba algo de miedo pero sería
especial. Por suerte no teníamos fotógrafos ni nada raro delante de casa,
simplemente un taxi nos esperaba para llevarnos al hotel en donde se alojaban
los padres de Max.
-
Feliz navidad!
-
Feliz navidad –respondí dándole un beso- ¿Qué
digo cuando vea a tus padres?
-
Se cómo eres siempre, nada ha cambiado
Ojala fuera tan fácil no estar nerviosa, desde ese momento
todos pasaban a formar parte de mi familia y era un poco raro.
-
Por favor ven al servicio conmigo –dije nada más
entrar al hotel- voy a vomitar!
-
Em estas bien? –pregunto cogiéndome de la mano-
Ni siquiera conteste, solo quería encontrar un baño y
vomitar todo lo que había desayunado. Los nervios un día llegarían a
matarme.
-
Si te doy ahora un beso va a ser muy asqueroso
verdad? –lo mire incrédula y sonreí lo que el cuerpo me permitía- Nunca te había
visto tan nerviosa
-
Tu familia me pone así –con ayuda de su mano me
levante del suelo - Vamos antes de que te digan algo por estar en el baño de
mujeres. Quizás hasta quieran violarte –dije divertida-
Aun con el estomago revuelto saque fuerzas y me dirigí hasta
la habitación donde estaban sus padres. Di la mano a Max y después de dos
suaves golpes una preciosa mujer vestida para bajar al restaurante del hotel
abrió la puerta.
-
Enséñame ese anillo ya –dijo nada mas verme- Parece
que yo era la única que no sabía nada
-
Si te lo hubiera dicho Emma ya lo sabría por
adelantado. No sabes guardar un secreto –dijo Max-
“Pelea madre e hijo ahora no por favor” eso era lo que
pensaba al ver como Sinead se aguantaba las ganas de responder. Todos sabíamos
que era una mujer encantadora pero en temas como ese no era capaz de guardar un
secreto, algo que Max conocía muy bien.
-
Hola preciosa –Jeremy se acerco a mí y me dio un
abrazo- la respuesta fue???
-
Fue un no. Lo siento mucho pero tu hijo no es mi
tipo –reí- Fue increíble, no sé qué deciros –mire a Max y sonreí- te quiero
-
Ahora es cuando me la llevo
Divertido me cogió de la mano y me volvió a sacar de la
habitación como si tuviera la intención de irse de verdad. Era adorable pero
todos sabíamos que al menos hasta después de comer íbamos a tener que aguantar allí.
Esperamos un par de minutos a que Jeremy recogiera sus cosas
de la habitación y más tarde nos dirigimos al restaurante donde celebraríamos
nuestra primera comida de navidad juntos.
Aun no daba crédito a que incluso después del pequeño
incidente con Marcos, Max no se hubiera ni planteado posponer la pedida o
incluso no realizarla nunca. Ya sabía que era el hombre de mi vida pero con ese
detalle lo dejaba aun más claro; no podía volver a perderle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario