Ya que era nuestro último día en Los Ángeles teníamos que
aprovecharlo. Pleno invierno y nosotras estábamos haciendo surf o al menos
intentándolo, llegaría a Nueva York con el constipado de mi vida pero no
importaba mientras me lo hubiese pasado bien.
-
Fotógrafos a la vista
No podíamos ni tener una tarde sin que los malditos fotógrafos
nos persiguieran a todas partes. Parecía que les gustaba que saliera a hacer
surf con la ex novia de mi prometido.
-
Ahora es cuando empezamos a liarnos y les damos
de que hablar
-
Deberíamos
Nos miramos divertidas y poco a poco nos acercamos hasta
empezar a reír a carcajadas. Incluso como broma era imposible que llegásemos a
darnos un beso, si no queríamos dar que hablar lo mejor era pasar de los
fotógrafos y ellos se olvidarían de nosotras.
Por raro que parezca el surf se me daba bien, no era una
persona a la que le encantase hacer deporte pero esto me gustaba, quizás era
porque apenas tenía tiempo para practicarlo. Me daba golpes con la tabla, me moría
de frio, pero igualmente yo seguía dentro del agua divirtiéndome como una niña.
Los Ángeles podría ser una ciudad caótica y llena de personas que dicen ser lo
que no son pero por el simple hecho de tener esas playas merecía la pena vivir allí.
-
Emma tenemos que hablar un segundo
La mire seria y mientras me tapaba con la toalla empecé a
ponerme nerviosa por lo que pudiera decirme. Cada vez que teníamos que hablar
lejos de la gente era por algo malo.
“Max no te olvidas de alguien? Max Irons sale de la premiere
de *** acompañado por una espectacular rubia”
-
Estas bien? –pregunto después de leer la
noticia-
-
Se de alguien que va a volver directo a Londres
Podría dar la casualidad de que entre ellos no hubiera
ocurrido nada pero era muy sospechoso que se escondieran de las cámaras cuando los
vieron salir.
Entre Cassie y yo nos encargamos de dar con uno de los fotógrafos
que hicieron las fotos, con suerte nos diría todo lo que vio y así no haría
ninguna locura por adelantado.
-
Con el pedazo de chica que tenia al lado no
parecía muy contento. No sé si me equivocare pero yo diría que no se iba a
enrollar con ella
-
Muchas gracias por decírnoslo. Te debo una
-
Ya me la cobrare –respondió divertido-
Al menos mi representante conocía a buenas personas como ese
hombre. Si hubiese sido otro no nos habría dicho ni lo mas mínimo o quizás
hasta nos hubiera mentido.
No haciendo mucha memoria recordé que Emily había salido con
Max, quizás si le enseñaba la foto que le habían hecho la noche anterior ella
supiera quién era esa chica.
-
Ni idea. Igual es su prima, a saber. No seas
negativa, dudo que Max te haga eso
Si no quería molestar a nadie más con mis preguntas lo que tenía
que hacer era llamar a Max y que el mismo me contase lo que había pasado esa
noche. Ahora ya entendía a que venían tantos fotógrafos en la playa e incluso
delante del hotel, la tonta de turno no se había enterado de lo que hacía su
novio y luego pasaba lo que pasaba.
-
Y debería creerte?
-
Te juro que es la novia de mi hermano. Han
venido a traerme cosas, además si te fijas en la foto veras a mi hermano detrás
-
Aquí no se ve a nadie Max. Solo con ver a la chica
me he puesto de los nervios
-
Cuando tienes el vuelo de vuelta?
-
En un par de horas. Por qué?
-
Por ir a recogerte al aeropuerto con ella y mí
hermano. Así pasáis un rato juntos y te dejas de tantos celos
Ojala fuera cierto
todo lo que escuchaba. Si tan solo era la novia de su hermano íbamos a pasar
una buena noche juntos, sino bien podía irse de nuevo a su hotel.
-
No te ha mentido –dijo Emily dándome un abrazo-
Seguro que es una nueva novia de Samuel y por eso yo no la conocía, no te
preocupes
-
Te voy a echar de menos
En esos días en los que apenas nos separamos había
encontrado a una buenísima amiga. Nadie diría que al principio no nos llevamos
muy bien por todo el tema de Max; de no ser por que las dos decidimos dar una oportunidad
a la otra nada de esto hubiese surgido. Nos hubiésemos limitado a hacer la
película y seguramente luego iríamos cotilleando sobre la otra a sus espaldas.
Agotadas por el día vivido nos despedimos y cada una nos
dirigimos hacia el lugar de salida de su vuelo. Ella la pobre volvía sola a
casa, yo en cambio aun seguía teniendo a Cassie haciéndome compañía en ese
interminable vuelo.
Aun odiándolo un poquito por lo que me había hecho pasar en
Paris, lo recibí con un gran abrazo. Con la tontería llevábamos casi un mes sin
vernos y nunca creí echar tanto de menos a alguien.
-
Me encanta ver que el anillo aun sigue en tu
mano
-
No me hagas quitarlo –respondí con una gran
sonrisa- estoy agotada
-
Lo suponía –Cogió mi bolso y se lo colgó de su
hombro mientras apoyaba su otro brazo en mi cintura- Vamos al hotel y
descansas. Ya tendrás tiempo de ir a casa
Nunca me habían gustado mucho los hoteles pero esa vez tenía
razón, ya volvería en otro momento a mi fría y desordenada casa.
-
Y tu hermano?
-
En el hotel junto a su novia –paró en seco y me
miro fijamente- te juro que la de las fotos era ella
-
Tendré que creerte –respondí caminando de nuevo-
Vamos señor Irons, mueva el culo
Por culpa de mi viaje el pobre se había tenido que pagar un
hotel casi al lado de mi casa. La habitación era grande pero no lo suficiente
como para tener 4 maletas y un par de bolsas llenas de cosas que le había traído
su hermano.
-
Necesito darme una ducha
Quizás no debí decirlo mientras Max bebía un vaso de agua.
Me miro divertido y con aun un poco de agua dentro del vaso se acerco hacia mí.
-
No se te ocurra
Camine hacia el baño y antes de que me tirase el agua encima
cogí la manguera de la ducha y le apunte con ella.
-
Emma te la estás jugando
-
Como me lo tires por encima vas a terminar
empapado. Te aviso
-
Es un vaso contra una ducha… Me rindo
-
Deja el vaso
Con algo de respeto dejo el vaso sobre una de las mesas del
baño y mientras, aproveche para mojarle un poco.
-
EMMA! –antes de que me diese tiempo a salir de allí
me agarro del brazo y me paro apoyándome contra la pared- Vas a estar preciosa después
de esto
-
No lo hagas –suplique entre risas- Por favor
cariño
-
Seguro que tienes más ropa en la maleta. Si no
por mí no hay problema en que te pases todo el día desnuda
Seguramente no era la forma más normal de acabar el día,
pero al menos fue divertida. Volver a revivir las mismas risas de cuando nos
conocimos me hizo darme cuenta de que nada importa con tal de ser feliz en el
momento; el pasado era pasado y ahí debía quedar.
Samuel, el hermano de Max, junto a su novia llamaron por
teléfono y preguntaron si queríamos bajar a tomar algo con ellos. Con la ducha
que nos habíamos dado y las mil tonterías que habíamos hecho quizás no era la
mejor idea, pero ya que estaban allí y se habían molestado en avisarnos me
sentí un poco obligada a ir a verles. Así de paso me aseguraría que la chica si
era la novia de Samuel y no la de Max.
-
Hacía siglos que no nos veíamos –nos dimos un
fuerte abrazo y dos besos- que guapo
-
No tanto como tu
-
Las duchas de última hora sirven de mucho –respondí
mirando a Max- No preguntes, una larga historia.
-
Puedo imaginarla –reímos- Emma ella es
Elizabeth, mi novia
Al final era verdad lo que Max me había dicho. La chica era
la novia de su hermano y encima era muy agradable, un poco la típica rubia
inglesa pero no tan borde y sosa como la mayoría.
Entre bostezos tomamos un par de copas en el restaurante del
hotel. Aunque no quise decir nada Max se ocupo de explicarles todo el viaje que
había hecho y así darles la noticia de que volvíamos a la habitación. Ellos
podrían quedarse allí perfectamente pero yo necesitaba pillar la cama lo antes
posible.
-
Buenas noches pequeña
Rodeó mi cuerpo con sus brazos y dulcemente me llevo hacia él
para a si poder dormir a escasos milímetros el uno del otro. No tenía ganas ni
de hablar, solo quería dormir y cuando llegase la hora ya me despertaría.
...................................
...................................
10 de la mañana y ya estaba despierta, algo raro cuando
normalmente mi sueño se alargaba hasta las casi 2 de la tarde. Aunque mirase
mil veces hacia mi izquierda era obvio que mi novio ya no estaba allí, quizás
estaba en el baño pero no se escuchaba ningún ruido.
Con dos golpes llamaron a la puerta y me levante de la cama
suponiendo que sería Max el que llamaba.
-
El desayuno. Donde se lo dejo?
-
Ahí mismo –respondí señalando una mesa al lado
de la cama- Gracias
Max habría pedido el desayuno, porque lo que era yo era
imposible.
-
Max??? –pregunte entrando en el baño- Que haces?
-
Buenos días –dijo acercándose a darme un abrazo-
Perdóname, no quería despertarte
Tapado con un albornoz y con el pelo empapado fue como me lo
encontré.
-
Te acabas de duchar?
-
Si, por eso se me ha olvidado que había pedido
el desayuno. No sirvo para dar sorpresas
-
Da igual, ya estaba despierta
Lo mire de arriba abajo y en un pequeño flashback recordé la
foto que me había enviado hacia unos días. Iba a ser divertido jugar con él un
rato.
-
Me gusto mucho la foto
-
Deberías verla en carne y hueso
-
Debería
Poco a poco fue quitándose el albornoz mientras yo le miraba
atónita. Podía parecer que era la primera vez que lo veía desnudo, en cambio
era solo una táctica para luego dejarle a medias.
-
Hora de vestirse
-
Sabía que lo ibas a hacer
-
Pues dile a tu amigo que vuelva a esconderse
porque hoy no tengo tiempo de nada. Es hora de desayunar
Admito que me costó mucho no hacer nada con él pero después
de lo que me había hecho en Paris se lo merecía.
-
Churros mmm… -dijo con una sonrisa picara-
-
Odio los churros
-
Estas con ganas de pelea eh?
-
Idiota –dije tirándole un trozo de tostada a la
cara-
No tenía ganas de pelea pero si de jugar. Max podía parecer
una persona seria pero en cuanto lo conocías un poco te dabas cuenta de que era
un chico muy divertido. Empezamos tirándonos trozos de tostadas y terminamos
riendo a carcajadas tumbados en el suelo; nunca me había ido de un hotel más
feliz.
-
La habitación estaba a tu nombre. Si llaman para
decirnos algo de la mierda que hemos dejado ahí es todo tu culpa
-
La habéis dejado muy mal? –pregunto Samuel-
-
Seguro que hay tostadas hasta en el techo. Ahí
donde la ves está muy loca –dijo Max refiriéndose a mi-
En un coche alquilado empezamos a llevar las cosas de Max
hacia mi casa. Con suerte al ser un apartamento tan pequeño entrarían las
maletas y nosotros no. Teníamos que buscar otro apartamento lo antes posible.
-
Esto esta súper bien
Hasta parecía que Samuel hablaba en serio. En mi opinión el
apartamento era una autentica basura, una habitación, un servicio y poco mas, para
una persona estaba bien pero no para dos.
-
Mis pies se salen de la cama asique con eso te
lo digo todo –dijo Max-
-
Puedes dormir en el suelo, así no se salen de
ninguna parte
Tanto por parte de Samuel como de su novia se escucho un
gran “Ohhhh”, ahí empezaron a conocer como era mi relación con Max. La que
mandaba era la más pequeña quisiera el o no.
Durante ese día no hicimos mucho mas, pasamos el día en casa
colocando cosas y después nos rendimos viendo una película en mi pequeño salón.
Desde que volví de Los Ángeles todo fue un autentico caos pero al menos era
tiempo sin rodajes o castings que hacer, ya tendría tiempo de volver a grabar
películas y estar lejos de mi familia.
-
Si claro. Hará frio pero me apetece ir a hacer
algo de deporte… Vale, mañana nos vemos. Besos
Max me observaba pensativo, seguramente intentando averiguar
con quien hablaba.
- Robbie –dije sorprendida- Me ha dicho que si quería
ir a dar una vuelta mañana por la ciudad y así hablábamos de la película
-
Y has dicho que si?
-
Claro, así estaremos más cómodos cuando grabemos. Es un buen chico
-
Pues vale
Desde el día en que lo conoció, él y Robert no se llevaron
muy bien. La situación con Max no era la mejor y quizás el que tuviera que
grabar una escena de cama con Robert no mejoro mucho la situación. Parecía que
los celos nunca iban a desaparecer.
-
Encima vas a rodar toda una película con él. Me
voy a poner enfermo
-
Ven mañana con nosotros y así te dejas de tonterías
-
Prefiero quedarme aquí deprimiéndome
Negué con la cabeza y me acerque a abrazarlo. Aunque odiase
los celos me gustaba que fuera un poco así, sin esa faceta suya la relación sería
muy aburrida.
-
Ven, tengo que darte algo. No pienses que me
olvide de ti en Los Ángeles
-
Eso es que me quieres más de lo que me
demuestras
-
Obviamente –respondí muy segura- No tengo porque
demostrarte a todas horas lo loca que me vuelves
En cuanto lo vi supe que lo tenía que comprar. Quizás Max no
era una persona que leyese mucho pero sabía que si le compraba ese libro por
obligación tenía que leerlo. "Mi vida ahora" era el libro más bonito que había
tenido la oportunidad de leer, hablaba de un amor muy joven que con
el tiempo iba cobrando mas y mas sentido. Algo que es imposible de olvidar
aunque las circunstancias de la vida te lo pongan difícil.
-
Pase lo que pase siempre te esperare
-
Lo dice en el libro? –pregunto mirando la
contraportada-
-
Lo dice el libro y ahora lo digo yo. En serio,
me da igual si nos pasamos todo el día discutiendo, sabes que te quiero y eso
no va a cambiar nunca
Dejó el libro sobre la mesa y se acerco a mí hasta poder abrazarme.
Por esos momentos todo lo que pudiese ocurrir merecía la pena.
-
Si no te peleases conmigo a saber con quién lo harías
–dijo antes de darme un beso en la cabeza-
Sin hermanos ni nadie que nos molestara aprovechamos esa
noche a solas y hicimos una de las cosas que mejor se nos daban, el amor.
-
Saluda a cámara
-
Max apágala
Nunca me había gustado la idea de grabarnos mientras
teníamos sexo, tan solo el hacerme la idea de que alguien pudiera ver lo que
hacíamos en nuestra intimidad me ponía de los nervios.
-
Solo hoy, hazlo por mí. Te va a encantar
Lo dudaba mucho; si lo hice por algo fue porque de esa forma
dejaría de pedírmelo a todas horas. El video se lo quedaría él y de ahí no podía
salir, como alguien más lo viese era capaz de suicidarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario