sábado, 28 de septiembre de 2013

capitulo 22

Todos los días en Nueva York traían experiencias nuevas; esa vez fue ir a un cine en una azotea del East Village, un bonito lugar en Manhattan. Era Enero pero no importaba mientras tuviéramos muchas mantas y un encantador chico al lado para dar calor.
Ese lugar era especial, me demostraba lo que el cine podía llegar a producir en las personas. Ni el frio ni ninguna otra circunstancia era capaz de estropear una buena película.

-          Me encanta este director
-          Y el actor también –continuo diciendo Max-
-          Ryan Reynolds siempre me encantara pero ahora en serio, este director es lo mejor del mundo.
-          Español tenía que ser
-          Pues claro, como tu maravillosa novia –dije acercándome a él- Ya deberías saber que somos mejor que los demás

La mujer que teníamos delante nos hecho la bronca y tuvimos que callarnos. La verdad es que tenía razón pero tampoco nos habíamos puesto a gritar como para que nos mandara callar de la forma en que lo hizo.

Me limite a apoyarme sobre el pecho de Max y así terminar de ver la película, de esa forma no molestaría a ninguna señora malhumorada.

-          Ha sido un gran día. Incluso ni me ha molestado que hayas salido por la mañana con Robert
-          Un aplauso para Max –grite en mitad de la calle- Me llaman, un segundo

Conteste al teléfono y cinco minutos después mi cara paso de completa felicidad a mucho miedo. Hacía tiempo que no pensaba en ello pero parecía haber llegado el momento de cortarme el pelo para rodar la película.

-          En 2 días. Voy a estar de los nervios hasta que llegue el momento de cortarlo
-          Sin fumar y encima preocupada a saber quién te aguanta
-          Espero que tu –respondí abrazándole temerosa- Dime que va a salir todo bien
-          La película va a ser un éxito y va a ser gracias a ti y a tu precioso pelo –me dio un beso en la cabeza- Estas guapa de cualquier manera. Te conocí morena, me enamore de ti rubia y me casare contigo con el pelo corto
-          Te quiero

Y otra vez más Cassie volvía a interrumpirnos. Si pensaba descansar esos días ahora se complicaba un poco con el viaje a Madrid que tenía que hacer. La película que acabábamos de rodar necesitaba publicidad y parecía que la persona más adecuada para hacerlo en España era yo.

-          En 2 días me corto el pelo y ese mismo día voy a Madrid. Como este horrible podéis ir olvidándoos de mi… oh dios mío –dije cansada-
-          No seas tan pesimista
-          Ven conmigo y así dejo de serlo

Al menos con él a mi lado todo sería un poco mejor. Apenas nos había dado tiempo a mudarnos pero daba igual, ya tendríamos tiempo de ello cuando volviésemos de Madrid.

-          Es solo un día. Vamos, descansamos un poco en el hotel, hago las entrevistas y volvemos… volvemos si quieres, sino podríamos ir a visitar a tu suegra
-          Tienes tiempo antes de ir al rodaje?

“Mierda!” eso fue lo que dije cuando me di cuenta de que apenas tenía una semana para que el rodaje de la película empezara. Iría a Madrid pero no vería a mi familia, lo máximo que podía pedir era que ellos viajasen hasta allí para tan solo verme un par de horas si había suerte.

-          Ya pensaremos que hacer, de momento voy contigo –rodeo mi cintura con su brazo y nos dimos un beso- Ahora nos vamos todos al karaoke, ya verás que voz más bonita tengo
-          Tienes que cantar Mi carro me lo robaron, así me demuestras que mis clases de español funcionaron de algo
-          La gente me mira raro cuando lo hago –respondió muy serio- no tenias que haberme enseñado nada

Tan solo por lo bien que me lo pasaba escuchándolo mereció la pena las horas que me pase intentando que aprendiese a pronunciar bien “mi carro”.

Entre risas y miradas cómplices pasamos una buena noche en el karaoke. Había señores mayores, gente de nuestra edad, incluso niños cantando, ahí no había diferencia entre actores y no actores. A veces nos solían tratar diferente por haber salido en una película y eso me ponía de los nervios. Tenían que entender que salir en una pantalla o ganar un poco más que los demás no nos hacia diferentes, en mi caso había nacido en una familia de clase obrera y me encantaba que fuera así. La gente que iba derrochando dinero por la vida podría ser muy feliz pero ese no era mi caso.

La novia de Samuel parecía algo cortada a la hora de hablar con nosotros, por lo poco que había hablado con ella podía intuir que era buena chica asique deje un poco de lado a Max y me senté junto a ella. Una nueva amiga nunca venia mal.
Aprovechando que estábamos en un karaoke la convencí para que saliese a cantar conmigo una canción. Daba igual cual fuera, solo quería reírme un rato.


48 horas más tarde:

-          OH DIOS MIO! Parezco Anne Hathaway en Los Miserables
-          Más bien Michelle Williams, no seas dramática
-          Max no dice nada, mala señal –lo mire y espere una frase por su parte- Vale, eso significa que estoy horrible. Quiero morirme
-          Estas espectacular! –se levanto del sofá donde estaba sentado y se acerco hasta mi- No creí que te iba a quedar tan bien, estas muy pero que muy sexy

Iba a costarme mucho acostumbrarme a ese cambio de pelo pero de momento no tenía tiempo para lamentaciones. Me arreglaron un poco y después de pasar por casa a recoger mi pequeña maleta salimos hacia el aeropuerto, Madrid nos esperaba.

Era la primera vez que viajaba a España por cuestiones de trabajo e iba a ser muy raro. Apenas había hecho un par de entrevistas y ahora tenía que promocionar una película yo sola, lo único que me animaba era saber que Max estaba a mi lado y que mi madre estaba viajando hasta Madrid para pasar unas horas conmigo. Si no fuera porque a veces teníamos que hacer esos pequeños esfuerzos, nuestra familia se hubiese ido al garete hacia muchos meses.

-          Hemos llegado –dijo Cassie animada-
-          Te apetece ir a dar una vuelta? –pregunte a Max-
-          Es tarde y estoy cansado. Mejor mañana, ahora solo quiero dormir

Me parecía bien, yo también estaba cansada y lo mejor iba a ser descansar un poco.

Miraba a Max y recordaba los buenos momentos que habíamos pasado en esa ciudad. Allí habíamos vivido mil experiencias, desde ser el primer lugar en el que quedábamos solos a ser la ciudad en la que comenzó un romance de verdad. Brujas nos había dado muchos momentos inolvidables pero Madrid seria especial.

-          Pensé que no te iba a besar nunca –dijo acariciando mi cuello- me lo ponías cada vez más difícil
-          Porque me gustabas mucho y no quería que lo supieras
-          Pues ahora lo se

Y yo me alegraba de que fuera así.
Sin importarme si Cassie o cualquiera nos veía nos dimos un largo y necesitado beso, ese tipo de besos que te hacen dar cuenta de lo enamorada que estas.

En un taxi nos llevaron hasta el hotel y allí sin esperármelo me encontré algo que jamás había tenido, fans. Eran casi las 11 de la noche y un par de chicos esperaban a la entrada del hotel gritando mi nombre y el de Max en cuanto lo vieron.

-          Emma hoy no, no bajes
-          Por la mañana los saludas –continuo diciendo Max-

Me daba mucha pena que esos chicos se quedasen allí sin ni siquiera tener una foto o un autógrafo, quizás se habían pasado horas esperando y a la mañana siguiente no podían volver para vernos.

-          Solo 5 minutos, ir subiendo si queréis

Iba a ser imposible convencerme de hacer lo contrario asique los deje allí con las maletas y baje hasta donde estaba el grupo de fans a saludarlos.

-          Tu pelo! –grito sorprendida una de las chicas-
-          Me has deprimido aun mas –respondí casi riendo- En un par de semanas empiezo el rodaje y he tenido que cortarlo
-          Te queda bien –dijo el chico que tenia al lado-

Era genial poder hablar con ellos pero también tenían que entender que estaba cansada del viaje y me merecía descansar un poco. Firme rápido y luego vinieron las fotos, ahí sí que me iba a pasar de los 5 minutos que les dije a Cassie y Max.

-          Me la llevo chicos, mañana bajamos los dos –me dio la mano y me hizo moverme casi a la fuerza- Buenas noches
-          Max!!!!! –grito una chica-
-          Mañana bajo lo prometo

No parecían muy contentos porque nos fuéramos, pero no podían decir que no pase casi 10 minutos con ellos. Ahora entendía porque Cassie me dijo que no fuera a saludar.

Antes de ir a la habitación paramos en el restaurante del hotel para cenar algo. Con todo el viaje que habíamos hecho y los fans de la entrada ni siquiera me acordaba de que no  había probado bocado en muchas horas.

-          Hoy no me tires comida

En cuanto lo escuche no pude parar de reír. Lo decía tan serio que hasta parecía que no bromeaba.

-          Deberíamos ir a la habitación
-          Tienes sueño? –pregunto acariciando mi brazo-
-          No, tú tienes?
-          Tampoco
-          Bien. Podríamos… -suspire ante sus continuas caricias-podríamos subir y ver una película
-          Bueno, ya he visto todas las películas –respondió al ras de mis labios-
-          Estoy segura de que hay muchas películas
-          Y yo estoy seguro de haberlas visto todas
-          Entonces descartamos eso

Sin dejarle darme un beso me levante de la silla y camine hasta la habitación. No sabía cómo terminaría ese juego pero por si acaso preferí averiguarlo en la habitación antes que en medio del restaurante.
En cuanto volvió a acariciar mi cuello supe lo que iba a pasar.

-          Podríamos…
-          Podríamos nada. Hagamos lo que hagamos sabes cómo va a terminar la noche

Con tantos besos en el cuello y en todas partes no pude resistirme a empezar el juego que él quería.

-          Max no, para –lo separe de mi cuerpo- no podemos, hoy no
Por la forma en la que me miraba sabía que no le hacía mucha ilusión parar en ese momento.
-          Qué te pasa?
-          Hoy no cariño –dije cansada de la situación- A este paso antes de casarnos me quedo embarazada
-          Como si lo hiciésemos sin nada
-          Da igual Max

Era tanto y tan continuo que hasta a mi me cansaba. Necesitaba descansar y ya llegaría el momento de volver a hacer el amor.

Hablando un rato con el conseguí calmarlo y así hacerle dormir a mi lado. Muchas veces cedía yo asique ese día le tocaba a él ceder conmigo, tenía que entender que a la mañana siguiente iba a tener mucho trabajo que hacer y no estaba como para gastar fuerzas en nada.


Desperté muy pronto y preferí no molestar a Max, estaba mejor durmiendo que acompañándome mientras me maquillaban y vestían para las entrevistas. De esa forma le pedía perdón por lo de la noche anterior, no tenia sexo pero al menos tenía 1 hora más de sueño.

En la habitación de Cassie me esperaban ella junto con una maquilladora, allí me dejarían perfecta y lista para ir a hacer la mejor promoción del mundo. Tanto los productores como el director de la película confiaban en que hiciera un buen trabajo asique no podía defraudarles.

-          Buenos días –dijo Max mientras pasaba por detrás de mi silla- te he traído una sorpresa

La maquilladora dejo de hacer su trabajo y así pude ver de qué se trataba esa sorpresa.

-          Mama!

No pude remediar gritar al verla allí, con tanto lio que teníamos en la habitación ni me había acordado de que llegaba a esa hora. Hacía casi dos meses que no la veía y parecían años; estaba más guapa que nunca, parecía que su nuevo novio la hacía muy feliz.

Normalmente era sincera pero no sé si cuando me dijo que el pelo me quedaba muy bien era verdad o simplemente estaba haciendo su deber como madre.

-          Me siento una famosa de verdad. Dentro de poco el Oscar –dije divertida- Aun no me acostumbro a toda esta mierda
-          Es tu vida –respondió Max- Es a lo que te dedicas asique no nos queda otra que hacer promoción
-          Actuó, no hago promociones
-          Si no las hicieras nadie vería la película

Ahí había dado en la diana. Era verdad que sin promoción nadie vería la película pero también tenía razón yo en que sin un actor que amase su trabajo daba igual la mucha promoción que hiciese que la película seria una completa basura.

-          Lista –dijo la maquilladora

Me levante de la silla y divertida fui hacia Max.

-         Quieres pelear eh? Eh? Eh? –reí- Porque eres tan guapo? –me acerque a él y acaricie su cara- Si es que eres perfecto, verdad chicas?

Mi madre me miraba sin entender nada mientras que las demás no sabían que responder por miedo a mi reacción.

-          Te tienen miedo –dijo Max-
-          Mejor, más hombre perfecto para mí –respondí abrazándole- Te quiero

 Antes de que me entretuviese mas hablando de lo guapo y lo mucho que quería a mi prometido Cassie me aviso de que teníamos que ir bajando al salón de actos del hotel. Allí esperaban todos los periodistas ansiosos por encontrar respuesta a sus mil preguntas.

Casi todos preguntaban lo mismo, de que iba la película, como fue trabajar con actores como Robert DeNiro, si el rodaje fue fácil… preguntas típicas, en cambio un chico bastante joven el cual creo que tendría mi misma edad me pregunto algo que me sorprendió “Antes de ser actriz cursaste un curso en la carrera de enfermería. Conocer a Jeremy Irons te impulso a dar el salto al mundo del cine?”.

Nunca lo había pensado, supongo que vivir durante unos meses rodeada de actores por todas partes había conseguido que me involucrase de diferente manera en ese mundo.

-          En unas vacaciones a Brujas me encontré con el rodaje de una serie. Allí me pidieron que hiciera de extra y creo que en ese momento empezó todo. Ni yo misma tenía claro lo que quería ser. Quizás Max fue el que me ayudo a decantarme por algo, Jeremy y Sinead son parte de mi familia pero no hasta el punto de influirme a la hora de hacer algo nuevo
-          Max… -en cuanto lo nombro una sonrisa tonta asomo de mi boca- Alguna vez os habéis planteado actuar juntos?
-          Lo hemos hecho y varias veces, no hablábamos mucho pero no estuvo mal –reí nerviosa- Siguiente pregunta?

Tan solo nombrarlo me ponía muy nerviosa, tenia tanto miedo a que me preguntasen por mi vida privada que intentaba escabullirme lo antes posible de ese tipo de preguntas.

Estuve casi 2 horas hablando, cuando me quise dar cuenta apenas tenía voz. Avise a mi madre y a Max de que había terminado y en ese rato que tenia libre nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad.

-          Se lo prometiste asique no te queda otra que bajar ahí conmigo y hacerte fotos con ellos. Se están muriendo de frio
-          Cual va a ser mi recompensa?
-          La felicidad de saber que tienes fans a los que les gusta tu trabajo… y tu estupendo físico
-          Tu hija es muy rara –dijo mirando a mi madre- En cuanto volvamos vas a pasar un buen rato haciéndome favores sexuales
-          Los que tú quieras pero ahora toca ir a saludarlos

A los chicos de la noche anterior parecían habérsele unido otros 10 mas, les daba igual estar a 5 grados que ellos querían una foto con nosotros. Sorprendente pero cierto.

Max que supuestamente tenía que estar más acostumbrado que yo a ese tipo de cosas me cogió de la mano y con algo de vergüenza me siguió hasta donde se encontraban todos los fans. Esta vez iba a ser mucho más rápida que la noche anterior, lo sentía por ellos pero no podía hacer esperar a mi madre.

-          Podemos hacernos una foto en grupo?
-          Claro –respondí amablemente-

Con un simple gesto avise a Max de que viniese a mi lado y así los demás chicos se colocarían a nuestro alrededor. Si hubiese pensado en eso antes, me hubiera ahorrado las mil fotos que me hice con cada persona que estaba allí.

-          No querías fotos pues toma fotos –dijo Max en cuanto nos separamos del grupo- No tienes que ser tan buena
-          Me daban pena. Yo también he sido fan y sé lo que es estar esperando
-          Seguro que perseguías a Britney Spears
-          A tu padre perseguía

Emma 1, Max 0. Nombrar a Jeremy siempre era una buena forma de ganar.

-          Eres perversa, malvada… y muy sexy –me cogió de la cintura y acerco mi cuerpo al suyo- tu madre nos mira
-          Los fans también
-          Pues te doy el beso ya y así nos ahorramos mas miradas vale?

Afirme con la cabeza y hice lo que acababa de decir, besarle.

Subimos a uno de los taxis que teníamos en la entrada y con ayuda de lo poco que conocía Madrid le dije al conductor que nos llevase a varios sitios que seguramente a Max y a mi madre les gustarían.
Con tan solo dos horas de descanso no es que tuviésemos mucho tiempo libre pero al menos nos daba tiempo a hacer un poco de turismo, tomar algo y quizás hasta a comprar algo.

-          Me encanta tu pelo
-          Para de repetírmelo porque ya se está notando que lo dices para contentarme
-          Lo digo muy en serio –tocó mi pelo y me miro sonriente- te queda bien, es diferente. Lo único que ya no tengo a donde agarrarme
-          Siempre pensando en lo mismo

Como algo típico en mi deje de hablar y empecé a hacer el idiota subiéndome sobre su espalda. Hasta que la niña que tenia dentro no desapareciera seguiría haciendo ese tipo de cosas a todas horas.

-          Yo te lo compro –dije a mi madre- No me digas que no, es bonito y te gusta. Da igual el precio

Si la hacía caso nunca iba a comprarle nada, además le debía algo como regalo de navidad. Ese bolso de 500 euros iba a ser el regalo perfecto.

-          Sabes qué? Lo bueno de tener el pelo corto es que me voy a comprar mil sombreros, este el primero

Un precioso sombrero negro iba a ser mi único recuerdo de Madrid. Un sombrero podía cambiar por completo un look y ese lo hacía a lo grande.

-          Lo siento –dijo Max escapando de mi-
-          Maximilian Paul Diarmuid Irons no te vayas! Siempre haces lo mismo

Lo odiaba con todas mis fuerzas cuando pagaba todo lo que quería, hasta el bolso de mi madre estaba pagado.
Mi madre no decía nada y al final la que quedaba mal era yo por ser la niña caprichosa que quiere pagar lo que compra.

-          Lo mío lo puedes pagar pero lo de mi madre no
-          Que mas da Em
-          Es mi regalo. Tu invítala a cenar o yo que sé, luego tienes todo el tiempo del mundo para pasar con ella. En cuanto llegue al hotel te ingreso el dinero, odio que me hagas esto siempre que vamos de compras

No había día que no lo hiciera, era un detalle por su parte pero ciertas cosas tenía que entender que también a mi me prestaba comprarlas con mi dinero.

-          Estas mosqueada
-          Estoy bien, eres un amor haciendo lo que haces –me acerque y le di un beso- Ahora tu, yo y mi nuevo sombrero nos vamos a hacer una locura sin que mi madre sepa nada

Mi madre decía que tenía que volver al hotel a recoger unas cosas aunque la verdad creo que no era del todo así. Quería dejarnos un rato solos por Madrid y no supo que otra escusa usar. Después de tantas peleas que pudiésemos tener cuando era más joven, por fin sabía lo que era querer de verdad a tu madre.

-          Hablaste una vez de hacernos un tatuaje juntos. Ha llegado la hora
-          No lo dices en serio –respondió algo asustado- Emma?
-          Nunca he hablado más en serio. Me voy a tatuar tu nombre en el culo –dije divertida mientras lo abrazaba - venga por favor
-          Lo que quieras

Ese era mi chico, guapo, comprensivo y encima me consentía ciertas cosas. Nuestro primer tatuaje juntos sería algo muy normal, él una E en el pecho y yo una M en la muñeca; simple, bonito y con mucho significado.

Cogimos un taxi de vuelta al hotel y durante todo el camino era incapaz de dejar de mirar mi tatuaje. Era precioso pero lo que no lo seria tanto seria la charla que mi madre y mi representante me iban a dar, igual que si tuviera 13 años.

-          Tengo tres entrevistas en menos de 1 minuto. Luego podéis ir largando todo el rollo
-          Es muy bonito por vuestra parte –dijo mi madre-

Me sorprendió que le gustara, era raro viniendo de parte de mi madre a la cual nunca le habían gustado los tatuajes. Mi cara expreso a la perfección lo sorprendida que me dejo, hasta Max se rió de mi.

-          Te has librado –dijo con una sonrisa picara en su cara- Vete ya que sino luego vas a leer por todas partes que eres muy tardona
-          Te quiero

Un rápido beso y ya estaba lista para volver a hacer mi trabajo durante otras dos horas más. Esta vez quizás se hacía algo más ameno, las fotografías no eran mi fuerte pero al menos en ellas no tenía que hablar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario