miércoles, 29 de enero de 2014

Capitulo 47

A la mañana siguiente el Oscar no importaba, lo único que importaba era ser feliz al lado del hombre que dormía con una mano sobre mi pecho izquierdo. Un premio estaba bien pero si no tenía a Max a mi lado para celebrarlo de nada servía; él y solo él me daba la felicidad que necesitaba.

-          Buenos días

Tanto mi madre como los padres de Max estaban en el restaurante del hotel desayunando o casi mejor dicho comiendo. Todos tuvimos una larga noche y las 2 de la tarde parecía la mejor hora para salir de la cama y comer algo.

-          Y aquí llega la mujer más buscada del planeta –escuche decir a un Jeremy muy cansado- Que tal habéis pasado la noche?
-          Bien
-          A saber que habéis hecho. Ayer nos abandonasteis –dijo Sinead-
-          La mejor fiesta estaba aquí –respondió Max-
-          Ya me ha contado tu padre. Dudo que sobreviváis a otra borrachera como la de anoche, teníais que haber estado con él cuando llegamos de lo de Vanity Fair
-          Al final pudisteis entrar sin nosotros?
-          Bueno ahí estaba hasta la abuela de Brad Pitt. Teníais que haber venido, todos preguntaban por vosotros. Emma ha sido la primera ganadora que no ha ido a la fiesta
-          Y seré la primera en ir a Disney World al día siguiente. Quien se apunta?

Se me acababa de ocurrir en el mismo momento en que lo dije, de repente me entraron ganas de ir a Disney world y lo solté tal cual. Podía ir sola pero si alguien me acompañaba sería mucho mejor.

-          Como no voy a estar enamorado de ti? –pregunto aun con su mano en mi cuello- Vamos a tardar un rato en llegar
-          Da igual, quiero ir
-          Pues entonces nos vamos ya. La ganadora del Oscar manda y yo cumplo ordenes. Venís?

Nadie dijo nada, todos estaban demasiado cansados como para mover sus culos de la silla, nosotros en cambio con la resaca que teníamos aun teníamos ganas de divertirnos un poco más y eso íbamos a hacer.
Todo había sido improvisado pero para ir a un parque de atracciones no hacía falta preparar mucho, quizás lo único que me falto fue avisar a Cassie de que no iba a poder hacer ninguna de las entrevistas que seguramente me había organizado.

-          Aun no le he contado lo de India. Me va a odiar
-          Te quiere mucho y te entenderá, seguro que ella también quiere tener vacaciones
-          3 meses?
-          O mas –dijo sonriente- olvídalo y disfruta, ya no nos queda nada para irnos

Intentaba no pensar en Cassie y disfrutar del parque pero no era tan fácil como aparentaba. Últimamente la estaba mintiendo mucho y al final iba a terminar pasándonos factura en nuestra relación, mentirle no era bueno y aunque doliera lo mejor era contarle todos los planes que quería hacer junto a Max.

No lo sabía con certeza pero seguramente después de haber ganado el Oscar Cassie no tendría problema en encontrarme mil trabajos que hacer, con suerte mi viaje a la India se quedaría en una simple anécdota y cuando volviese de allí todo volvería a la normalidad.

-          Enhorabuena
-          Em –me aviso Max- te lo dicen a ti
-          Qué?
-          Esa chica te acaba de dar la enhorabuena

Iba tan metida en mi mundo que ni siquiera escuchaba lo que me decían. Amablemente le di las gracias y continúe mi camino, si me paraba a hablar con ella mil personas más querrían lo mismo y no podía ser.

-          Esto es muy raro
-          Raro sería que no te reconocieran llevando unas orejas de Minnie que poco mas miden como yo
-          Te encantan
-          Me encantan, estas tan sexy con ellas –dijo irónico- Estas guapa con todo pero admite que esto llama un poco la atención
-          Lo sé –respondí mirándole perdidamente enamorada- Gracias por haberme traído, se que hoy no era el mejor día para venir a un parque de atracciones
-          Por ti lo que sea

Solo Max me hacia feliz, definitivamente si no lo tenía a mi lado no era capaz de vivir, él era mi vida. Una vez lo pude perder pero con esta segunda oportunidad tenia más claro que nunca que no podía volver a permitirme comportarme como una adolescente, era mayorcita y sabia lo que quería.

-          Es difícil no enamorarse de ti –dijo antes de darme un beso- Me vas a volver loco
-          La gente nos mira y me estoy empezando a preocupar
-          Espera que repito el beso y así tienen motivo para mirar

Ahora la que se iba a volver loca era yo, no podía hacer eso y luego pedirme normalidad. Me conocía lo suficiente como para saber que no me gustaba llamar la atención y darnos un beso sabiendo que la gente nos miraba lo hacía y mucho.

Mi idea era ir a Disney a pasar una tarde lejos de la monotonía y eso era lo que iba a hacer, si a la gente le parecía mal que no me sacas fotos con ellos lo sentía mucho pero aparte de eso tenía una vida y la iba a disfrutar.
Carreras detrás de Mickey, millones de risas al lado de mi novio… Disney World fue una buena elección para pasar el día después de los Oscars, todo el estrés del día anterior lo estaba descargando y de menuda forma.

-          Voy a vomitar, no bromeo

Para mi suerte y la de las personas del parque al lado tenía un servicio. Entré corriendo y como si me diera la vida en ello vomite absolutamente todo lo que había comido; parecía que el alcohol de la noche anterior y las montañas rusas no se llevaban muy bien.
Al salir del servicio Max preocupado me suplico volver al hotel, yo un poco mejor le respondí que no, estaba tan a gusto allí que ni los vómitos ni nada me iban a estropear el día.

-          Amor es mejor que nos marchemos, si mañana estas mejor no hay problema en volver
-          Vas a cuidar de mi?
-          Todo el día y toda la noche, no duermo si hace falta.

Con todo el dolor de mi alma volvimos al hotel con la esperanza de que al día siguiente estuviese mejor y pudiera volver al parque. No sé por qué quise ir pero tenía claro que no me marcharia de Los Ángeles sin terminar de ver el parque entero.

Cuando fuimos a entrar a la habitación, Jeremy salía de la suya lo que significaba que teníamos que explicarle lo que había pasado, motivo suficiente para que quisiera que me mirase un medico.

-          Estaba mareada solo eso. No te preocupes
-          Quizás deberías ir –dijo Max-
-          Max… estoy bien, en serio. Solo necesito descansar

Terminando la conversación entre a la habitación, me puse el pijama y me metí en la cama con la intención de dormir y no ver a ningún médico en mucho tiempo. Max y Jeremy podían hablar mucho pero yo iba a hacer lo que me diese la gana.

-          No estoy embarazada. Sé que habéis estado hablando de eso y te aseguro que no lo estoy
-          Como lo sabes?
-          Me hice la prueba hace una semana
-          QUE? –pregunto sorprendido-
-          Creía que lo estaba. Si no paramos de hacerlo a la mínima que no me baja la regla pienso que lo estoy
-          Entonces quieres dejar de hacer el amor
-          No, claro que no quiero eso. Joder solo te digo que no estoy embarazada y punto. No sé porque estamos gritándonos
-          Debiste haberme dicho lo de la prueba

Debí pero me daba tanto miedo estar embarazada que preferí guardármelo para mi sola, ni siquiera mi madre sabía lo que había pasado.
Por desgracia para Max no lo estaba, apenas dos días después de hacer el test me bajo la regla y fue un autentico alivio, no podéis imaginar lo contenta que me puse. Era muy feliz con Max pero por el momento no me planteaba ser madre, mi carrera aun acababa de empezar y quería aprovecharla al máximo durante al menos dos años más. Después de esos dos años quizás me plantease serlo pero por el momento ni se me pasaba por la cabeza.

-          Te has enfadado?
-          Déjame tranquilo
-          Amor por favor… lo siento
-          Emma mañana hablamos. Odio que me mientas

No pude decirle nada más, tenía razón y a veces el silencio era la mejor respuesta.

Aun estando enfadado hizo una cosa que me recordó por qué lo quería tanto; rodeó mis hombros con su brazo y dulcemente me dio un beso en la frente, algo que hacia todas y cada una de las noches que dormíamos juntos.
Pensando en lo que acababa de pasar apenas pegue ojo, era mi culpa y de alguna forma tenía que solucionarlo.

-          Estas despierto?
-          Si pero no tengo ganas de hablar. Intenta dormir
-          No me gusta estar así Max
-          Haberme dicho la verdad -dijo enfadado-
-          No era nada fácil, ponte en mi lugar. Si me gustase mentirte lo haría siempre y sabes que no es así
-          Em déjalo

Iba a hacer todo lo posible para irme a dormir con todo solucionado, sin quererlo o queriendo Max estaba consiguiendo hacerme sentir la peor persona del mundo.

-          Cariño por favor por favor por favor. Parezco gilipollas pero por favor perdóname, te juro que no lo vuelvo a repetir
-          Es que como lo repitas esto se termina. No me puedes mentir en algo tan serio
-          Lo siento Max, tenía miedo

Con su mirada fija en mi, negó con la cabeza y acaricio mi mejilla. Esa era su forma de perdonarme y yo no podía agradecérselo más.

-          Te quiero mucho
-          Yo también aunque luego me hagas estas cosas.

Después de un necesitado beso supe que todo estaba bien, a veces nos enfadábamos pero rápidamente sabíamos perdonar, en eso consistía una relación.

Aunque ya no hubiese problemas, el sueño seguía sin venir. Hablábamos y hablábamos y al final lo único que conseguíamos era estar más despiertos, la única idea que se me ocurría era poner una película tan mala que al segundo nos hiciera dormir.

-          No me fastidies, te gusta?
-          Es súper divertida –respondió Max a punto de reírse- Pero míralos
-          Eres más raro

Para mí esa película era lo más aburrido del mundo en cambio a Max le encantaba; no entendía como dos personas tan diferentes podían llegar a gustarse tanto.

-          Abrázame y calla. Yo no creo que pueda dormir pero tu inténtalo
-          Cariño…
-          Inténtalo, estas mala y tienes que descansar –dijo interrumpiéndome- Te quiero princesa

Y eso era lo que ocurría después de una pequeña pelea, lo solucionábamos al minuto y luego todo estaba aun mejor que antes de haber discutido. Pelear con Max al final era bueno, dentro de poco llegaría hasta a gustarme.

Cuatro días después de la entrega de premios regresamos a casa. Por desgracia nuestras familias no vendrían con nosotros, cada uno tenía su vida lejos de Nueva York y era normal que quisieran seguir con ellas. El único que por motivos de trabajo se quedo con nosotros fue Jeremy, tenía que hacer un par de entrevistas en la ciudad y que mejor lugar que la casa de su hijo para quedarse.

-          Qué te pasa? –pregunto Max-

Junto a su padre, los tres estábamos en el salón de casa viendo una de las películas ganadoras de los Oscars. No era mala pero ya fuera por mi cansancio o porque a veces se hacía muy pesada, poco a poco me estaba quedando dormida.

-          Nada

Sin decir nada más pasó la manta con la que estábamos tapados por encima de nuestras cabezas y me miro algo preocupado por mi forma de comportarme.

-          Me estas rayando
-          No he hecho nada –dije casi rozando sus labios-

Podía estar cansada pero el darle un beso no me lo quitaba nadie, a ver si así se le quitaba un poco la tontería.

-          Ahora te rayas menos?
-          Si –respondió antes de volver a besarme- Me pone enfermo que esté mi padre aquí. Si te contara las cosas que podríamos hacer sin él
-          Hay que esperar un par de días mas

Aparté la manta de encima de nuestras cabezas y respire exhausta. Aunque costase mucho, durante el tiempo que Jeremy estuviese con nosotros íbamos a controlarnos, los besos valían pero el sexo tendría que esperar.

viernes, 24 de enero de 2014

Capitulo 46

Tan solo quedaba un día para la gala de los Oscars y toda la familia estaba en Los Ángeles. Mi madre, los padres de Max, Sara… por el momento todo parecía ir sobre ruedas, el único problema era que dos de las cuatro personas que estaban en Los Ángeles iban a tener que vernos desde el hotel. Mi madre era indiscutible pero por parte de Max aun no sabíamos a quien llevar, Jeremy decía que no le importaba quedarse en el hotel pero todos sabíamos que si la prensa se enteraba que estaba en LA y no había asistido a la entrega los rumores empezarían a surgir.

-          Si voy yo voy a tener que posar y sabéis que no me gusta
-          Vas a tener que ir a la fiesta de después asique tú eliges
-          Da igual Em, mejor que vayan las madres

Sinceramente prefería que viniese Jeremy pero si él no quería, no iba a rogárselo mas. Mi madre y Sinead era la elección echa y así quedaría.

-          Es así, no le des más vueltas –dijo Max antes de darme un beso- En la fiesta podéis ir juntos de la manita y diciéndoos lo guapos que estáis
-          Eres tonto –respondí entre risas- Te quiero
-          Hacía tiempo que no te escuchaba decirlo
-          El mismo tiempo que hacía que no te veía. Menuda semana hemos tenido… en un rato nos escapamos de todo este jaleo y hacemos algo divertido, tengo ganas de volver a la playa
-          Si quieres nos bañamos
-          En marzo y de noche?
-          Si quieres todo es posible

Dicho y hecho, serian las 11 de la noche y nosotros dos estábamos en la playa jugando como niños pequeños. Si en alguna entrevista me preguntaban cual había sido mi ritual de preparación para los Oscars respondería que bañarme en la playa a las 11 de la noche acompañada por el chico más sexy del mundo; no había nada mejor que eso.

Mi nominación no importaba y lo iba a demostrar, en cuanto pisara la alfombra roja Max fuera como fuera tenía que ser el centro de atención, el hombre al que todo el mundo recordaría por haber ganado un Oscar aquella noche.

Con un vestido rojo muy español y mi madre detrás de mí, di mis primeros pasos por la alfombra roja de los Oscars. Nunca nada me había gustado tanto a la vez que me aterraba, era una sensación nueva, algo que aunque te de miedo quieres repetir una y otra vez.



-          Esta preciosa verdad? –pregunto Max interrumpiendo una entrevista
-           Perdón ya me voy

-          No, no. Max ven –le pidió el periodista-

Max era imposible, aunque no quisiera meterse en lios siempre terminaba haciéndolo. Si ya era difícil hacer una entrevista sola junto a él iba a ser el doble de complicada, empezarían con preguntas personales y como eran los Oscars los dos terminaríamos contestando la verdad. Eso solo nos pasaba por buenas personas y un poco por idiotas.

-          Ella lo es todo, será por veces que lo he dicho
-          Algo que objetar Emma?

Mire a Max y negué con la cabeza incrédula tras lo que acababa de escuchar, parecía que nunca se cansaba de declarar su amor en público.

-          Solo puedo decir que este hombre que tengo a mi lado va a ganar el premio. Esa va a ser mi frase durante toda la noche
-          Pues mucha suerte chicos. Sois encantadores
-          Gracias

Tras unas cuantas risas y muchos nervios por fin entramos dentro del teatro. Era la primera vez que estaba allí y como tal todo me sorprendía, hasta le llegue a decir a Sinead lo agradables que eran los acomodadores, esas cosas no solía verlas todos los días.

-          No sé cuantos tranquilizantes me he tomado. Señor, me va a dar algo

Y tras esa gran frase por mi parte un hombre toco mi hombro mientras me llamaba por mi nombre.
Robert estaba allí y no podéis imaginar lo mucho que me alegre de verlo, gracias a él estaba donde estaba y por lo que parecía ese hombre solo me traía buena suerte.

-          Sí, estoy muerta de nervios. Lo comentaba con mi suegra y ni siquiera ella puede tranquilizarme
-          Respira hondo y cuando estés allí arriba agradéceme el primer Oscar de tu carrera. No va a ser el ultimo pequeña

En su boca todo sonaba perfecto, incluso que me llamase pequeña me encantaba.

-          Recuerda lo que te he dicho, agradécemelo.

Apenas dos minutos antes de que empezase la gala nos dimos un necesitado abrazo y por fin, después de tanta espera, toda esa locura comenzó.
Ni mejor director ni mejor guion, parecía que el futuro de la película quedaba en manos de mi prometido.

-          Y el Oscar a mejor actor de reparto es para… Martin Janviá

Aplaudí por no faltarle el respeto al ganador pero si no hubiese sido por eso hubiera hasta escupido al escenario. Max se lo merecía más que nadie, él era mi ganador y muchas más personas opinaban igual que yo.

-          No es justo –le susurre al oído-
-          Da igual. Te quiero
-          Yo también

Nada en la vida era justo pero al menos me quedaba la esperanza de que algún día fuera su nombre el que apareciese en ese sobre dorado.

-          Y las nominadas a mejor actriz secundaria son… Emma Fernández por Warrior…

Sorprendente pero en ese momento no estaba nerviosa. Si Max no había ganado el premio yo mucho menos, no tenia de que preocuparme.

-          Y el Oscar es para… Emma Fernández

-          Amor
-          Emma
-          Em

No sabía ni quien me hablaba, acababa de entrar en estado de shock y por un segundo olvide hasta por donde tenía que ir para llegar el escenario.

Al día siguiente saldría en las televisiones de medio mundo pero a mitad de camino me acorde que no le había dado un beso a mi novio y sin importarme nada ni nadie volví hacia él y se lo di bajo la mirada de cientos de personas.

-          Perdón –dije ya encima del escenario- No sé qué decir, no me lo creo.

Cassie antes de viajar a Los Ángeles me dio un solo consejo y en ese momento lo iba a poner en práctica “Si te pones muy nerviosa, mira a Max y habla como si solo estuviera él.”

-          La mayoría de actores empiezan en este mundo por vocación, yo empecé por amor, por amor a mi novio y por amor a contar una historia jamás contada. El amor te hace hacer muchas locuras y a mi ya veis hasta donde me ha traído… -intente mantener la calma y aunque me costase mucho, no llorar- Este premio es tuyo cariño
-          Es tuyo –escuche decirle entre el público-
-          Es tuyo Max, solo tuyo… Gracias a mi director, a mis compañeros, a mi familia, a Robert –lo busque entre los asistentes y sonreí lo que mi cuerpo me permitía- gracias todos los que habéis confiado en mí. Gracias

Salí del escenario y en cuanto me quise dar cuenta Max ya estaba a mi lado. Los dos estábamos llorando mares y por una vez en la vida me gustó vernos así, solo nosotros dos demostrábamos lo mucho que nos queríamos llorando.

-          Todo el público se ha levantado a aplaudirte
-          Cariño estoy de los nervios, no sé ni lo que ha pasado

Después del premio venia la rueda de prensa con todos los medios de comunicación allí presentes y si ya estaba de los nervios en el escenario, allí lo estaba aun mas. Nadie me había preparado para eso, estaba tan segura de que no iba a ganar que veía estúpido preparar un discurso.

-          Que se supone que tengo que decir? –pregunte bajo la mirada atenta de cientos de periodistas-
-          Habla de cómo te sientes después de haber ganado
-          Jesucristo –dije muy nerviosa- No sé, estoy de los nervios y sinceramente ahora mismo solo quiero salir de aquí e irme a cenar algo con mi novio

Los periodistas rieron ante mi sinceridad; si querían saber cómo me sentía esa era la única verdad.

-          Como te sientes siendo la segunda española en ganar un Oscar?
-          Oh dios mío, Penélope!

En ese momento me di cuenta de lo que estaba sucediendo. Mi cara lo decía todo, parecía una loca pero ciertas reacciones eran imposibles de controlar.

-          Porque me lo acabas de decir pero te juro que ni me había dado cuenta. He venido pensando que no iba a ganar, en serio. No es por quedar bien ni nada, os prometo que tenia súper claro que no iba a ganar.
-          Que fue lo primero que pensaste cuando dijeron tu nombre?
-          Mi novio se lo merecía más, eso fue lo primero que pensé –respondí muy sincera-
-          En serio?
-          Al cien por cien. Me alegro de haberlo ganado pero no se en que estarían pensando los que votaron para dármelo a mí y no a Max, es una locura

Me tome esas entrevistas como una forma de desahogarme, esa era la verdadera Emma y si a alguien no le gustaba que no mirase.

-          Y ahora es cuando me voy a cenar una pizza con mi novio y mi nuevo amigo. Adiós

Con nuevo amigo me refería a mi Oscar, con novio era obvio que lo decía por Max. Mi madre y Sinead seguían viendo la entrega de premios pero yo ya no pensaba en otra cosa que no fuera salir de allí y olvidarme del mundo por unas horas, ni fiestas ni nada, solo Max, el Oscar y yo.

-          Me voy a emborrachar, voy a hacer el amor con mi novio y luego voy a volver a hacer el amor con mi novio
-          Ojala ganases Oscars todos los días, no puedes imaginar lo bien que me lo iba a pasar –dijo divertido- Antes de hacer todo eso vamos a tener que pasarnos por el hotel a ver a mi padre
-          Jeremy! Si, vamos

Parecía que estaba borracha incluso antes de beber, no era normal como actuaba. La mayoría de actores después de ganar un premio tan importante se comportaban de forma elegante pero yo no, yo cuanta más locura hubiese mejor. Era un autentico horror ante los ojos de Hollywood.

Fuimos hasta el hotel en el que Jeremy se había quedado, entre gritos y abrazos le explicamos lo que había pasado y luego olvidándonos de las dos mujeres que aun seguían en el teatro salimos a emborracharnos.

-          Te he dicho que me encanta tu novia? –pregunto Jeremy a Max- Tu madre me va a matar pero esto me hace sentir joven y lo necesito
-          Por un día no pasa nada Jer. Si nos da un coma etílico que nos lo de, total ya hemos ganado un Oscar
-          Algunos –dijo Max-
-          Amor tu lo ganas el año que viene como que me llamo Emma. La borrachera la pillas ahora y así ya tienes todo un año para coger fuerzas para la siguiente

Dicho y hecho, junto a mi suegro bajamos a la cafetería del hotel y allí mismo cogimos la borrachera de nuestras vidas. Me hubiese gustado haber salido del hotel e ir a celebrarlo por la ciudad pero con todo el jaleo que había organizado por culpa de los premios, el hotel parecía el lugar más seguro.

-          Emma!!!! –escuche gritar a Sara- Enhorabuena
-          Me voy a follar a mi novio, mañana hablamos

Después de esa frase ya no había nadie que pudiera decirme que era mala amiga, las necesidades eran lo primero, luego ya vendrían las felicitaciones.

-          Estamos muy borrachos

Lo estábamos pero parecía que a ninguno nos importaba cuando en medio del ascensor empezamos a besarnos desenfrenadamente. Cualquiera que pasara por allí podría habernos visto pero por suerte llegamos a la habitación sin llamar mucho la atención.
Sin pedirle ayuda Max se encargo de quitarme el vestido y a continuación hicimos lo que tantas ganas teníamos de hacer.

-          Voy a quedar embarazada después de esto
-          Oscar se va a llamar el niño –dijo Max cigarro en mano- 5 minutos de descanso y otro mas
-          No puedo más cariño

Me levante de mi sitio y me tumbe sobre su cuerpo con la sola intención de descansar con su respiración rozando mi cuello. Después de una noche tan intensa, estar a su lado tan solo mirándonos era lo mejor que podían darme.
-          Mi padre estará vivo?
-          Eso espero –respondí entre risas- Se estará divirtiendo con Sara y supongo que nuestras madres
-          Esas dos no sé donde estarán. Seguro que mi madre ha querido ir a la fiesta de Vanity Fair
-          Sin nosotros?
-          Le damos igual Em, sabían lo que queríamos hacer antes de decirles nada.

Al final mi madre iba a convertirse en la mejor amiga de Sinead y tanto Max como yo no queríamos que eso ocurriese. Dos mujeres de armas tomar unidas era lo peor para dos hijos que querían mas independencia de la normal; si llegaban a enterarse de que nos íbamos a volvernos a casar, la tercera guerra mundial no tardaría mucho en surgir.

martes, 21 de enero de 2014

Capitulo 45

Después de los premios la vida normal volvía a aparecer y como ya era normal me traía mas de mil papeles que firmar. Cassie se encargaba de organizar mi trabajo pero al fin y al cabo la que tenía que firmas los proyectos era yo, sin mi firma no podíamos hacer nada.
Películas, programas de radio, sesiones de fotos… el dinero que pudiera ganar haciendo todo ese trabajo no merecía la pena si tenía que estar lejos de Max. Desde que volvimos de Los Ángeles me plantee seriamente volver a la universidad y con cada papel que firmaba mis ganas de dejar de hacer un trabajo que no me gustaba aumentaban.

-          No lo sé, quizás deberíamos relajarnos un poco
-          Apenas has hecho películas Emma, hay actores que están los 12 meses del año trabajando fuera de casa
-          Porque no tendrán familia pero yo la tengo! –respondí de mala manera- Amo mi trabajo pero lo que no soporto es que la maldita productora no me dé ni un minuto libre. Quiero estar con mi novio, disfrutar de mi juventud y si a alguien no le gusta pues que no me cojan en la película. Me da igual Cassie
-          Emma… –escuche decir a la ayudante de Cassie- son para ti. Max te espera en la entrada
-          Ves? Cass dame dos días para pensarlo bien y hablarlo con Max y luego te digo que hago
-          Tú decides
-          Lo sé pero sabes que tu opinión me importa mucho

Tras una mirada de hija a madre termine de firmar el último contrato y salí corriendo de la oficina. Max me había traído un pequeño ramo de rosas y eso solo podía significar algo, por fin íbamos a tener un día romántico.

-          Y esto? –pregunte al verle en un coche que no era el nuestro- lo has comprado?
-          Alquilado durante tres días. El otro día dijiste que querías hacer turismo y eso vamos a hacer, nos vamos a la montaña.
-          Tengo que ayudar a Sara con la mudanza
-          Está en LA! Se las puede arreglar sola

Tenia razón asique me calle la boca y subí en el coche sin ni siquiera saber si a mi novio se le había ocurrido la idea de meter una maleta con ropa para la montaña. Adoraba que me diera esas sorpresas pero por otra parte me daba miedo no tener nada planeado y depender al cien por cien de él. Era una mujer muy independiente y cosas como las que acababa de hacer Max podían llegar a estresarme mucho.

-          La ropa esta en 2 maletas en el maletero, Buddy ha quedado con Jake y Allie y tu guapísimo novio esta aquí contigo. Deja de preocuparte y disfruta del viaje
-          A donde vamos?
-          A las montañas Catskills. Ahora relájate, pon música y en nada estamos allí –dijo acariciando mi pierna- Guapa
-          Perdón por ser tan pesada
-          No pidas perdón. Si no estuviera acostumbrado a esto no me casaría contigo

Lo adoraba pero tantas veces recordarme que nos íbamos a volver a casar llegaba a cansarme un poco.

-          Mañana salen los nominados, nervioso?
-          No vamos a ver la tele y no va a haber cobertura, creo que hasta que no volvamos no me voy a preocupar por nada. Me voy a casar con la mujer de mi vida gane o no gane
-          Y es por eso que te quiero más que a mi vida –me moví un poco de mi asiento y le di un beso- Puedes seguir conduciendo

En cuanto llegamos a aquel pequeño pueblo supe lo que era vivir en el paraíso. Era tan diferente a Nueva York que aun no podía creer que tan solo estuviéramos a una hora de la ciudad; la gente hablando tranquilamente en la calle, los niños corriendo sin preocuparse por si un coche les atropellaba, todo eso a parte de transmitirme tranquilidad me recordaba mucho a mi vida en España. Hacia tanto tiempo que no pasaba más de 15 días junto a mi familia que parecía que se me había olvidado cómo era la vida con ellos.

-          Gracias por no haber cogido un hotel. Esto me recuerda a mis abuelos
-          Por el crujido del suelo verdad?
-          Por eso y por la decoración, es igual

Todo me recordaba a ellos, los echaba tanto de menos que si no fuera porque ya no vivían hubiera viajado a España sin pensármelo dos veces.

-          Em
-          OH NO! –dije al verlo arrodillarse frente a mi- Cariño

Con mil sentimientos encontrados no daba crédito a que Max me volviese a pedir matrimonio en aquel pueblo. Creía que después del viaje a Las Vegas había quedado claro que quería casarme con él, no hacía falta todo eso, solo conseguía hacerme llorar.

-          Te amo –dije a lagrima viva- Debería ser yo la que hiciera estas cosas. Me he portado muy mal contigo estos años
-          Olvídalo. Pequeña deja de llorar que al final me pongo yo también

Después de tanto tiempo juntos parecía que algo le había contagiado. Lloraba por todo pero sobretodo con los detalles que tenia Max era normal que lo hiciera.

-          Si me hubieras dicho de casarnos aquí con todas las vacas y los cerdos te juro que hubiera dicho que si -antes de que volviese a hablar le interrumpí- …ahora ya es tarde
-          Eres odiosa a la vez que adorable

Con un nuevo anillo en una mano y mi prometido en la otra salimos a aprovechar el tiempo haciendo cosas que en la ciudad no podíamos hacer. Ir a una granja, ordeñar vacas, dar largos paseos por el campo, incluso hasta bailamos con las señoras mayores del pueblo, no sabíamos lo que estaba pasando en el mundo pero nuestra vida allí era tan tranquila y sin preocupaciones que ojala pudiésemos vivir así para siempre.

Aunque aun no lo tuviéramos confirmado sabia que Max estaba nominado al Oscar, podía intuirlo, incluso podía imaginarlo encima del escenario recogiéndolo y agradeciéndoselo a todas las personas que desde el principio creyeron en el. No por ser mi pareja se lo merecía más que los demás pero era un gran actor y como tal tenía que ganar ese premio.

-          Las niñas se van a volver locas al ver esta foto
-          Mi nueva amiga, la vaca Mery –dijo divertido- Como me dé una ostia va a ser por tu culpa
-          Todo es por mi culpa asique aguanta 1 segundo mas y sonríe. Listo! Ha salido guapísima
-          Yo no, ya lo se

Adoraba jugar con él, una relación sin esos juegos seria un aburrimiento.

-          Quieres volver a bailar con las señoras?
-          Deberíamos –respondí muy segura de lo que decía- Son geniales. Tu viste como bailaban? Señor, a su edad quiero ser ellas
-          Entonces vamos

Apenas nos quedaba otro día más en el pueblo pero era tan agradable poder compartir tiempo con esas personas mayores que no me importaba si me perdía el ver algún monumento o alguna actividad que pudiéramos hacer.

Gracias a ese viaje descubrí lo que de verdad quería hacer con mi vida; primero de todo no quería decepcionar a nadie pero mucho menos quería mentirme a mí misma. Con la ayuda de Max y el apoyo de Cassie continuaría mi carrera de actriz, esta vez mucho más relajada que otras veces. Si la productora no aceptaba mis normas me daria absolutamente igual que me cogieran o no para la película, lo que más me importaba era mi familia e iba a luchar por mantenerla. Todos los actores tenían unas condiciones de trabajo y las mías eran estar cerca de mi familia cuando lo pidiese.

-          Voy un segundo a la calle. Tu quédate aquí, no te preocupes.
-          Que vas a hacer?
-          Tomar un poco el aire

Le estaba mintiendo, a lo único que salía era a llamar a su publicista para que me contase si Max estaba o no nominado al Oscar, ya no aguantaba más la intriga. Bromeando le decía que solo me casaría con el si lo ganaba pero los dos sabíamos que no lo decía en serio, cuando tuviésemos tiempo y nuestra familia pudiera estar con nosotros lo haríamos y esta vez duraría para siempre.

-          No?
-          Es imposible, si ganó el otro premio
-          Te lo juro Emma
-          Estas de broma

Tenía que estarlo, no me podía creer que después de haber ganado un Globo de Oro, la academia no hubiera nominado a Max.

-          Como no va a estar nominado? Era obvio que lo estaba
-          Ahhhhh! Te quiero!
-          Mañana hablamos. Ir a celebrarlo
-          Eso voy a hacer. Gracias

Max no sabía a lo que había salido asique cuando volviese a entrar al bar tenía que intentar aparentar normalidad.
Abrí la puerta y allí me lo encontré, bailando con la señora mas mayor y disfrutando igual que un niño.

-          Y esa sonrisa?
-          Nada, sigue bailando

Iba a ser imposible, al verme tan feliz después de volver de la calle todos podían intuir que me pasaba algo. Mi actuación había sido pésima.

-          Que ha pasado?
-          Ya lo sabes, no te hagas el interesante
-          No lo sé, si lo supiera no te lo preguntaría
-          No he podido resistirme…

Tenía que haber grabado su reacción; me miro a los ojos, respiro profundamente y dos segundos después una enorme sonrisa asomo por su boca, justo lo contrario de lo que hubiera hecho yo. Si fuera yo la nominada ya estaría en la otra punta del mundo de los saltos que había dado, Max parecía que no tenía sangre en las venas.

-          Di algo
-          Te vas a casar conmigo
-          Eres increíble te lo juro. Algo referente a la nominación?
-          Que me voy a casar contigo –repitió sonriente- Vamos a celebrarlo a la casa y si nos dicen que gritamos mucho que les den
-          Ya somos dos –respondí picara-

No sería la primera ni la última vez que nos llamaban la atención por hacer demasiado ruido mientras hacíamos el amor, para nosotros era algo normal y en ese momento lo que menos nos preocupaba era si molestábamos a alguien.

Salimos del bar, volvimos a la pensión, hicimos el amor y cuando terminamos dormimos igual que un bebe. Nuestra vida a veces llegaba a ser de lo más aburrido pero así era como nos gustaba vivir; a veces lo aburrido era lo más gratificante.

-          Mi madre ha llamado veinte veces… y Cassie. Ha pasado algo fijo –dije preocupada-
-          Igual es por la nominación, llámalas por si acaso

Solo pasaron dos segundos después de terminar la llamada con Cassie y yo ya estaba llorando mares. Era imposible que lo que me acababa de decir fuese verdad, era más que imposible.

-          Amor, amor mírame –dijo Max mientras acariciaba mi pierna- Estas nominada, alegra esa cara princesa
-          Es imposible
-          Es posible y lo has conseguido
-          Sin estar nominada a un globo de oro?
-          Sorpresa! La vida te da regalos y este es uno de ellos

Tardé más de dos semanas en darme cuenta de lo que había pasado; muy pocas veces la academia no estaba de acuerdo con la prensa y gracias a una de esas pocas veces mi nombre estaba en la lista de nominados a mejor actriz secundaria. Ni siquiera la película en la que actuaba estaba nominada, solo yo lo estaba y daba mucho miedo.

Tras nuestro pequeño descanso en la montaña volvimos a Nueva York y si en algún momento me plantee dejar de actuar esa vez iba a ser imposible. Sesiones de fotos, entrevistas, programas de televisión… Cassie aprovecho la ocasión y me dio mucho más trabajo del que podía soportar, si no descansaba al menos un día en cualquier momento me iba a dar un ataque al corazón.

-          Tus padres van a venir con mi madre, esto no puede ser real
-          Todos queremos verte ganando el premio
-          Tus padres vienen por ti no seas idiota
-          Mi madre quizás pero mi padre viene por ti al cien por cien. Cuando subas al escenario dedícale unas palabras, le hará más ilusión eso que el día que lo gano é
l
Max solo bromeaba, el único capaz de ganar el premio era él, yo ni siquiera me lo planteaba, era una estupidez hacerlo.

-          Quedan tres días para la entrega y ni siquiera tienes vestido. Lo siento por Max pero vas a tener que venir conmigo –dijo Cassie-

Lo dicho, desde que volvimos de la montaña no había parado ni un segundo, ni siquiera para pisar mi casa. Parecía que mi vida se resumía en entrar en un hotel, hacer el trabajo que tuviera que hacer, descansar allí mismo y vuelta a lo mismo, lo único que me tranquilizaba un poco era que en mi misma situación se encontraba Max asique aunque no estuviera nominada no le vería mucho.

domingo, 12 de enero de 2014

Capitulo 44

Sabía que no le gustaba la idea de volver a casarse otra vez pero yo lo necesitaba. Quería que fuese mi mujer, la madre de mis hijos y la persona con la que algún día moriría; Emma Fernández tenía que convertirse en Emma Irons.
Podía ir o podía quedarse en Los Angeles, era su decisión y tomase la decisión que tomase yo la aceptaría. Si no quería casarse la entendería perfectamente pero también me rompería el corazón; solo dos veces en mi vida me enamore tan fuerte de una persona y Emma formaba parte de ambas.

Nada más llegar a Nueva York decidí que si Em no me llamaba yo no la llamaría, no quería ponerme aun peor de los nervios y si hacía falta esperar a llegar a Las Vegas para saber si estaba allí o no, esperaría.

Sin apenas dormir hice las entrevistas lo más rápido posible para así tener tiempo de sobra para la sesión de fotos. A las 5 de la tarde salía mi vuelo y si no se daban prisa se iban a quedar sin persona a la que fotografiar, mi boda era mucho más importante que cualquier otra cosa.


10 horas más tarde:

-          No va a estar
-          Perdona? –escuche decir a alguien- Pensé que me hablabas a mi

Un señor de unos 70 años no dejaba de observarme de una forma un tanto aterradora, parecía que por lo visto no había nadie más interesante que yo.
Estaba esperando que el vuelo de Emma llegase a Las Vegas y cualquier cosa que intentase hacer para entretenerme y no pensar en ella tenía el efecto contrario, igual hablar con el hombre que tenía enfrente no era tan mala idea.

-          Con que te casas?
-          Eso espero… aunque no sé si llegara a aparecer

Me daba miedo que ese señor me hablase como si me conociera de toda la vida pero por sorprendente que pareciese aunque me mirase raro y me hablara sin conocerme, me parecía una persona a la que podía contarle mis temores.

-          Seguro que si… eso es lo más importante que hay; el amor. Encontrar a la persona con la que pasar la vida
-          Sé que he hecho la mejor elección

Ya sí que no entendía nada, le estaba contando prácticamente mi vida amorosa y el hombre empezó a reír. En ese momento me sentí estúpido, solo a mí se me ocurría contarle esas cosas a un loco.

-          Te equivocas. Crees que puedes elegir? El amor te encuentra a ti no tu a él.

Nunca lo había visto así pero tenía mucha razón, el amor hizo que encontrase a Emma más de una vez, por algo seria.

-          Tiene que ver un poco con el destino, con la suerte, con lo que está escrito en las estrellas… y mucho con el hecho de que las mujeres son mucho más inteligentes que nosotros y mas astutas

Tanto él como yo reímos, Emma claramente era mucho más lista que yo.

-          Ya
-          No tuviste la menor oportunidad –dijo señalándome con el dedo- Si quieres creer que has podido elegir, te diré que lo has hecho bien
-          Por qué lo dice?
-          Porque ella ha venido y desde luego es preciosa

Detrás de mí, entre la muchedumbre de gente que había por el aeropuerto una preciosa chica apareció. Estaba muy nerviosa, pero quien no lo estaría en su situación.

En cuanto me levante de la silla y cruce una mirada con ella supe que no me equivoque al hacer aquella locura, Emma era la mujer de mi vida y me casaría con ella las veces que hiciera falta.

-          Eres un desastre, no puedes llamarme desde el aeropuerto
-          Ya sé que es una locura pero…
-          Eres un desastre Max

La pobre estaba súper nerviosa y a punto de llorar. Me partía el corazón solo de imaginarme el estrés que tenia llevar encima después de mi sorpresa inesperada.

-          Pero eres mi desastre y te quiero

Ahora sí que podía afirmar que el amor no lo elige uno mismo, el amor aparece cuando menos te lo esperas y gracias a él a veces llegas a hacer locuras como la que acababa de hacer yo.

-          Te quiero, te quiero, te quiero
-          Por un momento creí que no ibas a venir
-          No será por veces que lo pensé. Estás loco cariño, estas fatal

En el momento en que la volví a ver en Venecia supe que las casualidades no existían. Me daba igual si nuestras familias no aceptaban que nos volviésemos a casar después de todo lo que habíamos vivido,  la vida me había enseñado a hacer caso a mi corazón y en ese momento casarme con Emma era lo único que deseaba. Podríamos tener peleas de vez en cuando pero eso mismo le ocurría a todas las parejas, era algo normal e incluso nos daba un incentivo para luchar aun mas fuerte por lo que queríamos. Si yo lo tenía claro y Emma también no había más que hablar, nos íbamos a casar le gustase a los demás o no.

-          Max anda déjalo ya. Si todavía no estamos casados
-          Ya lo sé, pero quería practicar para cuando lo estemos

Intentando ambientar la noche cogí a Em en brazos y la lleve hasta la habitación de la misma forma que lo hacían los recién casados.

-          No quiero parecer bobo
-          Creo que eso te va a costar –dijo entre risas- Oh no! Hay un espejo en el techo. Es muy romántico

Menos mal que pille su ironía, si lo llegase a decir en serio empezaría a plantearme el casarme con ella. Un espejo en el techo era de todo menos romántico.

-          Les pedí algo bonito, no algo picante
-          Estamos en Las Vegas cariño
-          Increíble

Por muchas veces que me lo repitiese aun no era capaz de asimilar lo que estábamos haciendo.

-          Qué pasa?

Ahora era yo el que parecía el señor del aeropuerto; no dejaba de mirarla fijamente y no me extrañaría nada que Emma tuviera miedo.

-          Toda la noche en un avión y estas preciosa
-          Ay dios, no lo estoy
-          Si, lo estas –respondí acariciando su cara- cansada?
-          No, nunca me he sentido mejor
-          Bien, ni yo

Era tarde y aunque Las Vegas nunca durmiese era mejor que fuéramos saliendo a buscar un lugar en el que casarnos.

-          Eh espera –dijo antes de besarme- Esto me da la vida, lo echaba de menos... Y creo que tu culo va a estar precioso en ese espejo

Esa era la mujer con la que iba a pasar el resto de mi vida, una mujer que solo quería ver mi culo en un espejo.

Con las prisas se me olvido por completo comprar un anillo de boda, estaba tan preocupado pensando en otras cosas que lo más importante había quedado en un segundo plano.

Emma no tenia vestido, yo tampoco tenía traje… quizás no había sido tan buena idea ir hasta allí. Una mujer no se merecía una boda así, el día mas importante de su vida tenía que ser perfecto.

-          Ten, este anillo era de mi abuelo
-          Sé que es egoísta el hecho de casarnos así, sin amigos, ni familia, ni anillo
-          Da igual
-          Pero quiero ser egoísta contigo. Ha sido un camino largo y siempre se ha interpuesto algo entre nosotros. Ya sé que esto es Las Vegas y no es como lo había imaginado pero… pero será romántico. Te lo prometo
-          Te quiero
-          Yo también princesa

Una adolescente embarazada, mas de dos borrachos, una mujer que parecía una prostituta, en esa capilla no había nadie normal, era tan raro que hasta nosotros dos parecíamos salidos de alguna comedia de mal gusto.
Ese no podía ser el lugar en el que nos fuéramos a casar, nadie se merecía pasar un segundo en aquel antro.

-          Esto no está bien
-          No, es perfecto. Yo solo quiero que nos casemos
-          Em yo también lo quiero, de verdad pero en que estaba pensando? No sé, se supone que debería ser un sueño hecho realidad… esto da miedo –dije mirando al Elvis que tenía enfrente-
-          Tengo una idea, confías en mi?
-          Vestida así como no iba a hacerlo

Confié en ella y de alguna forma consiguió llevarme de vuelta al hotel. Me hubiese gustado poder decir que esa noche nos habíamos casado pero las cosas no fueron así, esta vez lo íbamos a hacer bien. Nada de locuras, nuestras familias nos agradecerían lo que acabábamos de planear.

-          Si te nominan al Oscar nos prometemos, si lo ganas me caso contigo esa misma noche
-          Eso no es justo Emma
-          Nada es justo, en el momento que empieces a confiar en ti seré tuya para siempre. Me da igual si la gente piensa que me caso contigo por los premios, tu sabes que no es así
-          Y si no gano?
-          Si no quisiera casarme no hubiese venido. Las cosas no han salido bien hoy pero cariño yo me quiero casar contigo y algún día lo hare

Al final eso era lo mejor. No me gustaba la idea de esperar a unos premios para casarme con ella pero si así lo quería solo me quedaba aceptar el juego que me acababa de proponer y poco más que rezar para que me nominasen y más tarde ganase el premio. Confiaba en mis capacidades para ganar pero era realista y sabia que había muchos actores mejores que yo.

-          Es la primera vez que quiero ganar un premio por una mujer
-          Si he conseguido eso nos casamos ahora mismo. Yo solo quiero que confíes en ti no que ganes un premio por esta tontería

Lo mejor era no darle más vueltas. Estábamos en Las Vegas y aunque no nos hubiésemos casado, aun podíamos divertirnos; ya que habíamos hecho la locura de viajar hasta allí lo menos que podíamos hacer era ver un poco la ciudad.

Una vez alguien dijo “No mires atrás ni llores por el pasado, pues ya se ha ido, y no te preocupes por el futuro, pues aún no ha llegado. Vive el presente y hazlo tan bonito que merezca la pena recordarlo.”. Después de tantos años luchando por un futuro feliz por fin me di cuenta de que no podía vivir con esa mentalidad, el pasado era pasado y el futuro era incierto, estaba viviendo en el presente y eso era lo único que tenía que preocuparme. Casarme, ganar un premio, hacer feliz a mi familia… todas esas cosas a las que damos tanta importancia carecen de ella, lo realmente importante en la vida es vivir cada minuto como si fuera el último, si no lo hacemos quizás nos estemos perdiendo una vida maravillosa.

Emma fue mi pasado, mi presente y con suerte seria mi futuro. Emma ya no era una parte de mi vida, Emma era mi vida.

Tras nuestra escapada a Las Vegas tuvimos que volver a Los Ángeles por motivos de trabajo, allí pasaríamos los siguientes dos días haciendo entrevistas y luego con suerte podríamos volver a casa a hacer el vago durante todo lo que quedaba de mes. 
Era raro ver a Emma tranquila pero tras terminar la promoción de su película parecía que por fin se había tomado unas vacaciones merecidas, le daba igual si Cassie la llamaba para que hiciese castings, en ese momento podía elegir lo que quería hacer y estar en el hotel mirando sus antiguos libros de enfermería parecía su elección.

-          Debería volver a intentarlo, amo este mundo pero no sé cuando se me acabara la suerte y dejaran de cogerme en películas. No quiero tener solo una opción en la vida
-          Si lo haces tienes que hacerlo bien. Sabes que te apoyo en todo lo que decidas
-          Eso es lo que me da miedo. No quiero dejar una cosa por otra en la que se que no voy a dar el cien por cien
-          Si no lo intentas te vas a quedar con las ganas. Vamos a mirar universidades, te organizas las horas para estudiar y si ves que no puedes pues no pasa nada… todo es intentarlo

Los dos sabíamos que con la vida que llevaba iba a ser un poco complicado sacar la carrera de enfermería, pero si se ponía podía hacerlo perfectamente.

-          Ale vamos a la playa! Así es como voy a estudiar todos los días –dijo antes de echarse a reír -
-          Hey Em!

Y ahí aparecía Cassie, agenda en mano y con muy mala cara. Sin decir palabra alguna ya podía imaginar que las noticias que nos iba a dar no eran buenas.

-          Donde has estado estos últimos días? Nadie ha sabido de ti… bueno de ninguno de los dos
-          Necesitábamos un poco de relax –respondí intentando salvar a Em de la pregunta trampa-
-          Claro, Las Vegas es un gran sitio para relajarse. Acaban de llamarme para avisar de que mañana vais a estar en 40 revistas, os han pillado y bien. Se rumorea que os habéis casado
-          Desde cuando le das importancia a lo que digan las revistas? –pregunto Emma- Olvídalo
-          Os habéis casado? –tanto Emma como yo negamos con la cabeza- Si volvéis a iros de viaje avisarme antes de que me de un infarto. Aquí soy tu madre
-          Tengo 24 años
-          Te lo repito?

Llevaban tantos años trabajando juntas que era normal que tuvieran una relación tan fuerte. Emma adoraba a Cassie y Cassie adoraba a Emma, el viaje a Las Vegas solo era una anécdota más.

Tras este pequeño incidente nos deshicimos de Cassie lo antes posible y aprovechando las últimas horas en Los Ángeles fuimos a la playa a hacer algo de deporte. Gracias a momentos así a veces me planteaba la idea de mudarme a una ciudad tan especial como Los Ángeles; aunque fuera igual de caótica que Nueva York, en mi opinión LA tenia más gente sin escrúpulos que cualquier otro lugar. Ser la meca del cine los volvía a todos más competitivos y si para ganar un puesto tenían que pisotearte, lo harían.

-          Qué?... Cuando? Estamos ahí ahora mismo… No lo sé Sara…
-          Qué pasa? –pregunte por lo bajo-
-          Ahora te cuento

Emma parecía sorprendida a la vez que asustada. Por lo poco que sabia Sara le estaba contando algo realmente importante y mi novia no daba crédito a lo que escuchaba.

-          Dice que ha conocido a un chico y se vienen a vivir a Los Ángeles, así sin mas
-          Aquí por qué?
-          No lo sé, creo que el chico es actor o yo que sé. Sabía que tenía novio pero nunca pensé que fueran tan en serio, se ha vuelto loca

Nunca había tenido una semana más rara, con suerte después de casarme con Emma no sería siempre así.