sábado, 1 de marzo de 2014

Capitulo 52

Los novios en teoría tenían que quedar hasta el final de la fiesta pero nosotros no lo hicimos, con todo lo que había ocurrido durante la ceremonia y el banquete mi cuerpo apenas podía aguantar un minuto más allí, si los invitados querían quedarse hasta la noche eran libres, la novia por el momento se iba de vuelta al hotel.

-          Ha sido el mejor día de mi vida –dije apoyando la cabeza sobre el hombro de Max- Tu padre no ha dejado de preocuparse por mí en todo momento
-          Hasta mi madre se puso celosa –nos miramos cómplices y reímos- Mi padre te quiere más que a cualquiera de sus hijos, es pasión lo que tiene por ti.
-          Yo sabes por qué lo quiero más que a nadie? Por ti, si no fuera por el no te tendría a mi lado y ahora mismo no se qué sería de mi sin ti

Nunca me cansaría de decirle lo mucho que lo quería, vale que ese día era el día de nuestra boda pero aun sin serlo sería capaz de repetirle veinte mil veces lo afortunada que era por tenerle a mi lado.

Llegamos al hotel y aunque mi cuerpo no estuviera para mucha más fiesta hicimos el amor de la forma más bonita y apasionada que podía existir. Esa era la primera vez que lo hacíamos estando casados y la primera que lo hacíamos pensando en ser padres; me daba miedo pero del miedo no podía vivir, un niño con suerte traería aun mas felicidad a nuestra familia.

-          Estamos casados y vamos a ser padres tarde o temprano, solo nos falta una cosa
-          El qué?
-          Nos falta bailar nuestra canción

Desnudo y sin importarle nada se levanto de la cama mientras en su móvil buscaba la canción que casi todos los días escuchábamos cuando estábamos juntos “I Wanna Dance With Somebody”. El baile era una tontería pero era nuestro baile y eso lo hacía especial. Bailar era uno de mis mayores hobbies y si lo hacía junto a mi novio y encima desnudos era lo más bonito que podía hacer. No por nada sexual sino porque así era como habíamos nacido y era una forma de la que no debíamos avergonzarnos, al fin y al cabo el baile es algo interior, no por llevar más o menos ropa eso tiene que cambiar tus sentimientos al moverte al ritmo de la música.

-          No quiero que te vayas otra vez
-          Ni yo quiero irme pero es lo que toca. Vamos a tener una luna de miel muy rara
-          Lo sé, tu entre Nueva York y Los Ángeles y yo aquí, abandonado durante un mes mas
-          Y tengo que ir a Brujas a una sesión de fotos asique peor aun. No quiero separarme de ti ni un segundo –dije abrazándolo- No quiero Max
-          No sabía lo de Brujas

No lo sabía porque había intentado ocultárselo el mayor tiempo posible, sabía que si se lo decía iba a querer dejar su trabajo por venir conmigo y no podía ser, me gustaría que fuera lo contrario pero lo primero era su trabajo y luego las locuras con su ya mujer.

Después de una noche bodas llena de sorpresas dormimos hasta la tarde del día siguiente; si algo bueno tenía casarse eso era que absolutamente nadie preguntaba por los novios durante al menos 24 horas. Comimos en la cama, hablamos sobre lo que teníamos que hacer los días siguientes y pasamos las horas besándonos como auténticos adolescentes. Besarlo era mi única pasión, era algo que sabía que se me daba bien y que para mi suerte a la persona a la que besaba le encantaba que lo hiciera.

-          Deberíamos ir a despedirnos de mi madre y tus padres. Mañana nos vamos todos y ninguno coincidimos en el mismo vuelo
-          Que les den Em, quiero estar contigo
-          Amor… vamos

Si por mi fuera también hubiera pasado las últimas horas a su lado, lo malo iba a ser que si no me despedía de mi madre y mis suegros estos se enfadarían conmigo durante todo lo que me quedara de vida.

-          Hola chicos –escuche decir a Sinead-

En ese mismo momento la mano de mi marido se poso en mi cintura y con ello su cuerpo se inclino sobre el mío hasta darme un impresionante beso delante de nuestras familias.

-          Y esto? –pregunte sorprendida-
-          No quiero que te vayas Em

Negué con la cabeza e intente dejar el tema lo antes posible, como siguiera repitiéndolo llegaría el punto en que hasta me lo plantearía.

Yo intente ser agradable con su familia pero el parecía que no tenía ni ganas de intentar hablar un poco con mi madre, daba igual lo mal que estuviera porque yo me fuera, tenía que poner un poco de su parte y a veces no ser tan irrespetuoso como lo estaba siendo en ese momento.

-          Te necesito más que tu a mí, alegra esa cara
-          Ves normal que nos casemos y luego no pasemos ni dos días juntos?
-          No cariño pero no podemos hacer otra cosa. En serio, disfruta del tiempo que nos queda juntos y no nos fastidies el día a todos. Para una vez que nos vemos…

Era normal que no le gustara que me fuera pero lo que no podía hacer era lo que estaba haciendo. De alguna manera encontraríamos la manera de vernos, lo mejor era no pensar en ello por el momento.

-          Ves? Pedazo de idiota
-          Juro que estaba a punto de empezar a llorar –dijo en tono de broma- Gracias, no sabes lo mucho que lo necesitaba
-          No quiero que luego vayas diciendo por ahí que te quedaste sin luna de miel por un director que estaba mal de la cabeza

Jason apareció en el momento perfecto. Según él llevaba buscándonos un buen rato por todo el hotel y cuando por fin dio con nosotros nos dio una de las noticias más esperadas, Max podía tomarse cuatro días libres, sus escenas se pospondrían hasta el día que llegase de Brujas.
Yo tenía que trabajar un par de horas pero eso no importaba mientras lo tuviera a él a mi lado, la sesión de fotos la haría por la mañana y la tarde la tendría toda para Max y la maravillosa ciudad que me dio a conocer al que ya era mi marido.

-          Un día Max, un maldito día. No sé por qué me he casado contigo
-          Que he hecho ahora?
-          Hasta tu madre ha visto como sonreías a esa chica, joder! Me pones de los nervios
-          Em
-          Ni Em ni ostias, te estás pasando de la ralla

Me levante de mi asiento y camine enfadada hacia la habitación. Daba igual si me acababa de casar o no, Max no se daba cuenta de que solo tenía que tener ojos para mí y eso me cabreaba de forma sobrenatural.

Como tenía que ser, él me siguió pero allí no consiguió lo que tanto deseaba, no iba a perdonarle tan fácilmente. Me cogió del brazo, me hizo mirarle a la cara y lo único que logro fue que le gritara toda la mierda que me acababa de hacer pasar.

-          Soy tu mujer, olvídate de las demás. Si sigues así Brujas se va a la mierda, paso de ir contigo a ningún lugar
-          Espera…

Salió de la habitación sin tan siquiera decirme a donde iba y por alguna extraña razón confié en él y le hice caso. Cuando se iba sin decir nada era que algo importante estaba a punto de suceder, con suerte algo que cambiara mi estado de ánimo. 5 minutos, 10 minutos,  hasta media hora llegue a esperar sin saber por qué lo hacía, Max me estaba gastando una broma de mal gusto y desde luego que esas no eran formas de hacerme olvidar todo.

-          Ves esto?
-          Eres idiota
-          Lo he llevado conmigo desde el día que me lo diste. Puedo tener mis fallos pero que no te quede la menor duda de que estoy enamorado de ti hasta las trancas. A la chica a la que sonreí abajo la conozco de que me ayudo a organizar la boda, solo de eso. No tienes motivos para ponerte celosa
-          “Mi vida ahora” –Negué con la cabeza incrédula tras lo que acababa de ver- Hace años que te lo regale
-          Los mismos que llevo enamorado de ti. Ayer nos casamos pero llevo casi 5 años enamorado de ti… confía en mi Em, me dijiste una vez lo de las chicas y lo entendí a la perfección. Nunca más va a volver a ocurrir

Con una pequeña sonrisa me acerque a él y le quite el libro de las manos para a continuación darle un merecido beso. Vale que a veces hacia mal las cosas pero muchas otras yo también me equivocaba y esa era una de ellas. Me gustaba tanto ese chico que al más mínimo gesto de complicidad con otra persona me ponía celosa, tan celosa que llegaba a crear ese tipo de situaciones absurdas y sin motivo.

-          Donde estaba el libro para que tardaras tanto en encontrarlo?
-          Lo tenía mi madre, el otro día dormí en su habitación y me pase toda la noche leyéndolo por culpa de los nervios de la boda

Aunque a veces me hacia rabiar, el hombre con el que me había casado era perfecto ante mis ojos. Iría con él a Brujas y al fin del mundo si hacía falta, lo único que quera era ser feliz a su lado.


Dos días después, Brujas…

Si creía que ya tenía lío con tan solo la sesión de fotos, cuando Cassie me dijo que tanto Max como yo estábamos invitados a una gala benéfica que se hacía en la ciudad el lío se multiplico por mil. Tenía que buscar un vestido, organizar los horarios y aparte de todo esto tranquilizarme un poco por lo que estaba por venir.

-          Mark y Jessica están ahí para ayudaros, no te preocupes y disfruta. Cuando terminéis llámame
-          Te odio Cass

De esa forma termine la llamada. Cassie era una de mis mejores amigas pero eso no le tenía por qué impedir haberme avisado un día o dos antes de que tenía que asistir a ese evento. Era una autentica locura preparar todo a escasas horas y sin opción a decir que no.


Con un espectacular vestido y Max a mi lado entré dentro del coche que nos esperaba a la entrada del hotel. No íbamos a ser los únicos actores en el evento, actores mundialmente conocidos como Alec Baldwin o  Antonio Banderas también asistirían, cosa de la que me entere en último momento y era motivo suficiente para ponerme aun peor de los nervios.

-          Esta es su mesa –dijo el señor que nos acompaño hasta ella- Los demás asistentes están a punto de llegar
-          Gracias –respondí amablemente-
-          Leonardo DiCaprio
-          Qué?
-          Siéntate y luego lee lo que pone a tu izquierda

En ese mismo instante y conmigo aun en estado de shock un guapísimo Leonardo DiCaprio apareció a mi lado y me saludo con una cariñosa caricia en la espalda.

-          Por fin nos conocemos –dijo amablemente- Enhorabuena por el Oscar
-          Muchas gracias

Estaba tan nerviosa que no sabía que decir, lo único que mi cuerpo me dejaba hacer era agarrar la mano de Max y apretarla más fuerte cada vez que mis nervios aumentaban. Era uno de mis actores favoritos y tenerlo a mi lado me ponía aun más nerviosa que el día que tuve que dar mi discurso en los Oscars.
Ser una actriz conocida no quitaba que siguiera siendo una fan mas, tenía 23 años y lo más normal era que actuase así cuando el mismísimo Leonardo DiCaprio se sentaba a mi lado y me hablaba.

-          Vais a salir de fiesta?
-          Mmmm… supongo, no lo sé. Hemos estado aquí hace ya tiempo pero no conocemos muchos lugares para salir
-          En mi hotel vamos a hacer una fiesta, estáis invitados.

Era muy raro acabar de conocer a Leo y que ya estuviéramos invitados a una de sus fiestas. A Max no le gustaba mucho la idea pero para una vez que nos pasaba algo así había que ir si o si, lo que pasara en esa fiesta seria una anécdota más para contarle a nuestros futuros hijos.

Cenamos en el lugar al que habíamos sido invitados, vimos como se subastaban algunos objetos para la beneficencia y cuando la noche se empezó a poner subimos en un coche y nos acercamos al hotel en el que estaba la fiesta.

-          Hoy hay que hacer algo diferente
-          Venir a esta fiesta no te parece diferente?
-          No. Algo peligroso, nuevo, algo que recordemos siempre.
-          Están fumando maría en una piscina, te parece lo suficientemente peligroso?

Ahí le había dado, eso era la primera de las mil locuras que íbamos a hacer esa noche. Nos quedamos en ropa interior y sin conocer a ninguna de las personas que estaban allí nos unimos a su orgia de sexo y drogas.
Aun no habíamos visto a Leo por ninguna parte pero por lo que se veía eso no era nada raro en su vida. No digo que fuera un drogadicto pero si tenía esa fiesta montada en su habitación era que el la había consentido.

-          Ven aquí

Max parecía haberse metido totalmente en el tema de la fiesta. Porro en mano y conmigo a escasos centímetros de su cuerpo medio desnuda decidió que lo más adecuado para hacer en ese momento era besarme apasionadamente. Daba igual la gente que nos pudiera ver, él quería una cosa y la iba a hacer.

-          Esto parece una película porno. Tenemos que parar

En ese momento alguien toco mi espalda, pensé que era Max pero al ver a Leo dentro de la piscina supe que me equivocaba. Amablemente nos invito a tomar algo y a continuación y sin esperármelo me robo de brazos de mi marido y me saco fuera con la intención de hacer algo que yo ni podía imaginar.

-         Mi marido está ahí, no puedo dejarlo solo
-          Pues que venga

Avise a Max con la mano y en menos de 10 segundos ya lo tenía a nuestro lado. Haber fumado aquel porro me afecto un poco pero no tanto como para no saber lo que hacía, si veía que Leo nos llevaba a algún lugar raro sería la primera en parar la situación.

-          No me gustan estas cosas
-          Cariño vamos... Queríamos hacer algo diferente
-          Estás loca

Esa misma frase me la repitió durante toda la noche pero lo vivido no nos lo quitaba nadie. Nunca llegue a imaginar que tendría sexo con dos hombres a la vez, era algo que jamás me había planteado, aunque teniendo a uno de los hombres más sexys del mundo sugiriéndome tener sexo con el no me sorprendía para nada haberle respondido que sí.

Acabábamos de conocernos pero daba igual cuando de sexo se trataba.
Max estaba incomodo, yo más de lo mismo y Leo parecía ni inmutarse; era la hora de despedirse y aunque costara después de lo que habíamos hecho, hora de volver a nuestra vida normal.

-          Al menos ha merecido la pena desnudarme delante de otro tío
-          Te ha encantado –dije finalizando la conversación-

Todo había sido perfecto pero hablar de esos temas me seguía poniendo de los nervios. Lo hecho, hecho estaba y lo mejor era no pesar más en ello.

Volvimos a nuestro hotel, descansamos y lo antes posible volvimos a despertar para terminar nuestro ultimo día de luna de miel haciendo turismo por la ciudad que mejores recuerdos nos había dado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario