2 días después del entierro de Mark todo parecía volver a la
normalidad. Debería estar viajando de nuevo a España y en cambio viajaba hacia
Oxford junto a Max, no me apetecía dejarlo solo ni un segundo tal y como
estaba. Nos divertíamos juntos y él intentaba no estar triste pero en cuando
lo dejaba un rato a solas podía ver como volvía con la misma cara cabizbaja que
tuvo en el entierro.
-
En 2 días nos vamos
-
A donde? –pregunte con miedo-
-
Nueva York. Tengo que hacer entrevistas y una
sesión de fotos y tú tienes que venir conmigo… estas obligada
-
Obligada? –me acerque a él y agarre su
camiseta- obligada no voy a ninguna parte. Deberías conocerme un poquito mejor
-
Y lo hago
Sin darme tiempo a reaccionar me sujeto de la cintura y me presiono
contra él hasta dejarme sin palabras. Tenerlo tan cerca, casi
sintiendo sus latidos en mi pecho me seguía poniendo nerviosa.
-
Me estoy aguantando las ganas de llevarte al
hotel ahora mismo –bajo la mirada hacia mi boca- te mueres de ganas
-
Max… -nos miro algo incomodo- ya podéis iros. Hemos
terminado el rodaje por hoy, no hay que repetir mas escenas
Lo mire divertida y espere a que dijera algo. Nunca nadie
nos había interrumpido en mejor momento.
-
Llevamos 3 días sin hacer nada
-
Y sabes perfectamente por que ha sido –Preferí
no nombrar la muerte de Mark- Si quieres vamos a dar un paseo por la ciudad,
cenamos en un bonito restaurante y luego ya veremos qué pasa
-
Necesito emborracharte?
-
No hace falta, eso solo fue la primera noche –respondí
divertida- ahora ya me tienes segura asique la he jodido
-
Eres toda mía -mordió mi cuello y volvió a su posición
normal- Tú eliges el restaurante
Después de la tormenta siempre viene la calma y eso por fin
ocurrió en nuestras vidas. 3 días eran suficientes para echar de menos sus
caricias, sus besos… todo. Necesitaba otro tipo de sentimientos que no fueran
culpabilidad o pena por algo que Max no había tenido nada que ver, necesitaba a
la persona que conocí hacia casi 4 meses.
Sabía perfectamente que no era fácil superar algo tan fuerte
en tan poco tiempo, pero con un poco de apoyo y mucho esfuerzo por su parte podía
volver a ser el chico del que me enamore.
-
Adelante princesa –me abrió la puerta del
restaurante y enseguida cogió mi mano- gracias por todo
-
Has sido tú el que me ha invitado
-
Y tú la que alegra mis días
Tanta ñoñería estaba consiguiendo ablandar a una Emma que se
daba aires de dura. Por primera vez un chico conseguía lo inimaginable.
-
Tengo que encontrar un trabajo o sino no voy a
poder permitirme todo esto. Me estoy gastando todos mis ahorros en estos días. Ni
siquiera sé cómo voy a acompañarte a NY
-
Te lo he pedido yo, no tienes que pagar nada. Mi
casa es tu casa y sabes que todo lo que necesites yo te lo doy
-
Pero esa no es mi idea de vida, no voy a
depender siempre de ti. Quiero terminar mi carrera, tomarme un año sabático
y luego empezar a trabajar en un hospital o donde sea. Tenía todo bien planeado
hasta que un tío disfrazado de rey apareció en mi vida
-
Deja de planear cosas y vive la vida como si
fuera tu ultimo día
-
Bonita frase… ahora en serio, no voy a poder
seguir así siempre
Ni siquiera él sabia que hacer para que pudiera permitirme
todos los gastos que iba a tener allí. Lo único que tenia más que claro era que
Max no se iba a encargar ni de contratarme ni de pagar mis gastos.
-
Podrías ser la enfermera personal de mi padre,
el hombre esta mayor
-
Eres idiota –respondí entre risas- también me
podría dar a la prostitución
-
Solo conmigo!
-
Seria millonaria si solo fuera contigo
O dejábamos de tontear descaradamente o terminábamos en el
mismo baño del restaurante teniendo sexo. Se suponía que en los primeros meses
de una relación había mucha libido pero en nuestro caso no era mucho, era
demasiado.
Charlamos un poco sobre la película, el viaje a Nueva York,
la vida en general… de esa forma dejábamos a un lado las ganas de llegar al
hotel y continuábamos conociéndonos un poco más.
Me paraba a pensar en mis amigas y nunca hubiera imaginado
echarlas tanto de menos como en esos momentos. Tener al chico de tus sueños a
tu lado no siempre era suficiente, necesitaba una familia y unas amigas con las
que desahogarme. A veces solo ver a Max me agobiaba.
-
Cierra los ojos –me pidió-
-
Imbécil!
Pensaba que me iba a dar un beso y en vez de eso me echo
todo el humo del cigarro en la boca. Si no era yo la que fumaba odiaba que
hicieran eso.
-
Te has enfadado? –camino detrás mía- Emma
-
Por poco me matas idiota –le di un golpe en el
pecho y sonreí sin poder ocultar que no estaba tan enfadada como parecía- no lo
repitas
-
Lo siento
Lo vi acercarse a mi boca y me aparte sin pensarlo, tenía
miedo de que lo volviese a repetir.
-
Te iba a dar un beso –dijo entre risas- ya ni me
quieres ni nada
-
Eres igual que un niño chico
Si le hablaba en español no se iba a enterar de lo que decía
asique era una buena táctica para cuando me enfadase con él.
-
Odio que hagas eso
-
Pelea?
Ahora sí que estaba bromeando, solo quería echarme unas
risas con mi novio y si para ello hacía falta fingir una pelea en medio de la
calle lo haría.
Sujeto mis brazos, me dio una sonora palmada en el culo y me
cogió en brazos… estaba loco.
Cogimos un taxi y después de unas cuantas risas por fin
llegamos de nuevo al hotel, ese lugar tan esperado por los dos.
-
A dormir! –grite intentando molestarlo- Nunca había
estado tan cansada
-
Conmigo no juegas
Por sorprendente que parezca no fue nada brusco, fue una de
las veces que mas disfrute. Fue cariñoso, súper cuidadoso conmigo… se notaba que
quería disfrutarlo de una manera totalmente diferente a las demás veces.
Fue más que sexo.
.............................................
Antes de hacer una nueva locura llame a mi familia y les
conté que me iba a Nueva York durante un par de días. Ninguno se creía lo que
escuchaban, había viajado a Londres por un entierro y ahora estaba viajando a
la otra punta del mundo por amor.
Con la misma maleta con la que viaje de España nos dirigimos
al aeropuerto y de nuevo nos preparamos para un largo viaje. A no ser que
ocurriera algo interesante, en menos de 2 segundos me iba a quedar dormida
entre los brazos de Max.
-
Baila conmigo –pidió a la vez que me ponía uno
de sus cascos- Vamos Em
Estaba sorprendida al verlo tan alegre y hasta bailando en
medio del avión. No sé si se había tomado algo antes de subir o qué pero había
demasiada energía dentro de su cuerpo.
-
No te merecías lo que te he hecho pasar estos
días por culpa del entierro
-
Quise acompañarte porque te quiero. No tienes
que disculparte por nada
Acaricie su mano e intentando cambiar de tema empecé a mover
el cuerpo al son de la música.
Por desgracia lo de Mark no tenia vuelta atrás
asique él tenía que volver a su vida y ser feliz de la forma que más le
conviniese.
-
Hola Nueva York! –grite al llegar al aeropuerto-
estoy loca lo sé, no me mires así
Por fin volvía a escuchar una carcajada de verdad, todo parecía volver a la normalidad.
-
Ven conmigo. No querrás que me quede dormido a
mitad de la entrevista no?
-
Ha sido tu culpa por no dormir en el avión –nos
miramos poniendo caras raras- te acompaño porque no tengo nada mejor que hacer.
Nueva York debe de ser la ciudad más aburrida del mundo
Lo hacía solo porque me lo pedía que si no me hubiese ido
perfectamente de compras o a descubrir la ciudad yo sola. Después del vuelo de
lo que menos ganas tenia era de pasarme 3 horas en una sala escuchando como le
hacían preguntas a mi novio y menos aun de plantearme si debía hacer público
que tenia novia o lo que fuera.
Hablar de mi vida privada públicamente era algo que no me
gustaba, ni siquiera me gustaba hablar de ella con mi madre como para hablarla
con un periodista.
-
Nos han tenido que ver Em. No soy partidario de
contar mi vida pero hay cosas que no podemos ocultar toda la vida… además yo no
intereso a nadie.
-
Haz lo que creas conveniente
Lo máximo que vi de Nueva York esa mañana fue lo poco que pude
divisar desde el taxi que nos llevo al hotel. Max tenía que prepararse y yo
como buena novia me ofrecí a ayudarle.
-
Vamos!
-
Más tarde –respondió-
Con la tontería que nos había dado a última hora íbamos a
llegar tarde a la entrevista. Tenía que parar de besarme y hacerme cosquillas o
todo lo bueno que tenia quedaría suplantado por su inusual impuntualidad.
-
Tienes un trabajo al que ir
-
Pueden esperar –dijo entre besos-
Tanta felicidad y pasión habían llegado en el momento más
inoportuno. Había que pararlo como fuera y obligarlo a bajar a la sala donde le
esperaban, no podía perder más tiempo.
Cuatro mujeres junto con un chico bastante joven esperaban
sentados alrededor de una larga mesa. Parecía mas un interrogatorio que una
entrevista.
-
Te quiero
Me besó y caminó hasta su sitio, ahí ya había dejado
clarísimo lo que éramos, no hacía falta que nadie preguntara.
Tenía miedo de lo
dura que pudiese ser la prensa conmigo, me imaginaba artículos en las revistas
hablando de lo joven, baja, fea o cualquier tipo de adjetivo malo que pudiera
tener, estaba aterrorizada.
Avise al representante de Max de que iba un segundo a la
calle y llame a Sara, necesitaba desahogarme con alguien.
-
Os necesito conmigo, me estoy agobiando mucho
con todo esto
-
Esta todo bien con Max?
-
Mas que bien, es perfecto pero eso es lo que me
da miedo. No quiero ser un personaje publico
-
No lo tienes por qué ser Emma. Tranquilízate, vas a terminar preocupándome
Estaba a punto de llorar, mi agobio estaba sobrepasando los límites.
-
Me da miedo hablarle de esto y que se preocupe por otra cosa más. Ya ha
tenido suficiente con perder a su mejor amigo
Para algunas cosas me daba cuenta de que la edad importaba,
aun teniendo casi 21 años me sentía desprotegida al no estar cerca de mi
familia. Necesitaba a una persona a mi lado que conociera de más de 4 meses a
ser posible.
Termine la llamada con Sara y ni siquiera fui capaz de
volver dentro de la sala con Max y los periodistas; me senté en las escaleras
del hotel y espere a que alguien apareciese lo antes posible.
-
Puedo leerte la mente –me ayudo a levantarme y
me dio un beso en la frente- No debía haberlo hecho, lo siento
-
No es eso Max. Me ha encantado el beso
-
Entonces qué es?
-
El conjunto de todo. No me esperaba vivir todo
esto y llega un momento que me agobio sin motivo
Prefería no hablar más del tema antes de darle pena y que se
diera cuenta de que no era la chica fuerte que parecía. Necesitaba
tranquilizarme un poco y con suerte todo volvería a la normalidad. Nueva York
era una ciudad demasiado bonita como para desperdiciarla por mis lagrimas.
Descansamos apenas 1 hora y cuando el teléfono volvió a
sonar despertamos para bajar a comer junto con su representante y toda la gente
que había viajado con nosotros hasta allí.
-
Estas mejor?
-
Un poco
No obtener un beso o ni siquiera un abrazo me hizo volver al
mismo estado de ansiedad de antes. Estaba mal y aunque lo intentase ocultar en
algún momento iba a terminar explotando.
-
Quieres ir de tiendas?
-
Yo que se Max. Hacemos lo que quieras y
puedas… –conteste de mala manera-
Con poder me refería a lo que su representante le
permitiera. Nunca había estado con nosotros y para una vez que lo hacía parecía
que no nos dejaba ir a ninguna parte con tal de que no nos vieran los fotógrafos.
-
Necesito comprar ropa
Las cosas no estaban bien y lo dejábamos claro en la forma
en la que hablábamos. Por culpa de mis tonterías estaba empezando a fastidiarle
el viaje a los demás.
-
Puedes dejarnos un segundo? –pregunto algo
molesto- Solo quiero hablar con mi novia
No sé si era por mi o que él era muy raro, pero ese maldito
representante estaba empezando a volverme aun más loca.
-
Que ha pasado para que estés así? –pregunto a la
vez que posaba sus manos en mi cuello-
-
Tu vida me viene muy grande. No estoy preparada
para esto, menos aun para soportar a ese hombre siguiéndonos a todas partes
Intente controlarme pero cuando lo vi mirarme igual que si
fuera una niña pequeña me comporte como tal. Lo abrace y llore todo lo que había
aguantado, no podía con tanta presión. Ni siquiera estar en la calle a la vista
de todo el mundo me importaba.
-
Cariño no sé. Me he agobiado al verte en la
entrevista y no sé cuando se me pasara
Coloco mi pelo bien y acaricio mi mejilla. Si seguía siendo
tan perfecto no iba a dejar de llorar nunca.
-
No llores mas por favor, vas a conseguir que
llore contigo –dijo abrazándome mas fuerte- Creo que nos están grabando
Si ya no era suficiente con todo lo que me pasaba, ahora
tenia que preocuparme por unos malditos fotógrafos que estaban fotografiando o
quizás grabando como lloraba. La vida al lado de Max no era tan fácil como
parecía.
-
Esto es solo hoy, te prometo que en Londres
nadie nos va a seguir. Se han debido enterar por alguien de que hemos viajado a
la ciudad –volvió a colocar mi pelo- te quiero
-
Yo también
Era hora de parar de llorar, así con algo de suerte los
fotógrafos dejarían de seguirnos.
-
Puedo pasar un par de horas sola? Me apetece ver
la ciudad y así despejar la cabeza. No estoy como para aguantar a ese hombre
durante más tiempo –señale a su representante-
-
Sé que llega a ser odioso pero en el fondo es un
buen tío. A la pregunta no se que responder, quizás debería retenerte a todas
horas a mi lado
-
Más aun? –golpee su pecho y lo abrace de nuevo-
idiota.
Me merecía un respiro, no podía estar a todas horas a su
lado porque si no íbamos a terminar fatal. Las lagrimas pasarían a ser gritos y
duraríamos menos que el matrimonio de Kim Kardashian.
Era una persona que quería ser libre y con tanto agobio por
culpa del trabajo de Max y la muerte de su amigo, no podía serlo. Tuve que
plantarme delante de él y explicarle la situación para que por fin entendiera lo que
pasaba.
........................................
Cogí un taxi intentando aparentar que llevaba viviendo allí
toda la vida y le pedí que me llevara a Central Park. Sabía que allí aunque nunca
hubiera estado, iba a poder sentirme bien y sin ningún agobio. Uno de los
lugares a los que llevaba toda mi vida queriendo ir era a Strawberry Fields,
sitio en memoria de John Lennon, uno de mis mayores ídolos.
Quizás en ese momento me hubiera gustado tener a Max a mi
lado pero lo mejor era estar como estaba, al menos durante un par de horas.
“Imagínanos juntos para siempre”
“Juntos, felices, casados, con hijos… imagino mi vida
a tu lado. Te quiero”
No hay comentarios:
Publicar un comentario