martes, 22 de octubre de 2013

capitulo 27

Desafortunadamente nuestro aniversario no duro para siempre y por culpa de mi tweet y de las mil fotografías que aparecieron online Cassie me llamo. Quería saber que tal estaba y porque estábamos en Nueva York, algo que Max se pregunto más de una vez. Todo se resumía en temas de dinero asique si algún día quería irme de luna de miel lo que tenía que hacer era trabajar más, hacer millones de castings y con suerte en alguno me cogerían. Ser actriz era muy duro sobre todo si estabas empezando.

-          Por eso es por lo que no me gusta este mundo. Te vas a Ucrania y yo a Texas con tu padre, no sé cómo vamos a hacer para vernos
-          Aun queda un mes para que me vaya
-          Y a mi dos pero sabes lo ocupada que voy a estar ahora. No nos vamos a ver en estos días, luego tú te vas y luego yo… a este paso nos vemos en navidad

Al final la culpa la tenía yo por ser tan pesimista y no ver que quizás algún día lo tendría libre y con suerte Max también. Acostumbrarme a estar sin el 3 meses iba a ser muy difícil aunque lo peor sería acostumbrarme a la idea de que eso iba a ocurrir tarde o temprano.

Me encantaba actuar pero no tanto hacer entrevistas o sesiones de fotos. En todas ellas terminaban preguntándome por Jeremy y me cansaba de forma sobrenatural, algún día se ganarían una mala contestación.

-          Ha influido en tu carrera que tu prometido sea el hijo de Jeremy Irons?
-          Para nada. Si hay alguien que me puede influir es Max ya sea hijo de Jeremy o de quien sea. Sin el seguramente estaría trabajando en un hospital
-          Pero ahora vas a rodar una película junto a Jeremy
-          Si y me encanta poder hacerlo pero cuando hice el casting ni sabía que Jeremy tenía un papel para la película. Salí del casting y mi manager me lo dijo, estaba rodando otra película y no tuve tiempo ni de hablarlo con Max… fue un caos

Al menos esa vez encontré una buena respuesta que darle. El chico parecía agradable pero eso no quitaba que me fuera a hacer preguntas incomodas, deseaba terminar esa parte lo antes posible, prefería las fotos a mas preguntas.

-          Que sexy que es mi mujer –escuche decir detrás mía- Nerviosa?
-          Max!

No lo esperaba allí. Los chicos de la revista habían organizado una sesión de fotos en un hotel perdido de Nueva York y aunque yo fuese muy elegante el hotel no lo era tanto.

-          Quien es este? –pregunte acariciando a un pequeño cachorro-
-          Emma ten cuidado –dijo Cassie-

No podía aguantar las ganas de coger a esa monada, podría manchar la ropa pero con un poco de cuidado eso no pasaría.

-          Feliz cumpleaños
-          No es mi cumpleaños
-          Tu piensa que si que lo es. Nuestra nueva mascota

Me encantaba poder quedarme con ese cachorro pero aun no sabía cómo iba a cuidarlo con todo el trabajo que tenia. Ya me imaginaba a Cassie cargando con el de un lado para otro.

-         Tengo que volver al trabajo. Luego le ponemos nombre

Antes de que me retocasen el maquillaje les di un beso a los dos; por fin tenía dos hombres en mi vida.


POV Max

Después de una mañana haciendo entrevistas y comprando un poco por fin tenía tiempo para ver a Emma, estaría trabajando pero menos era nada. En una de las entrevistas me preguntaron si tenía mascota lo que me recordó las ganas que tenía mi mujer de tener un tercer miembro en la familia. Busque en internet una perrera cercana, me acerque con el coche y después de mucho papeleo por fin teníamos a ese pequeño en la familia.
Cassie en cuanto lo vio supo que algún día iba a tener que cuidar de él y eso no le gustaba nada. Lo miraba con algo de recelo pero al final termino cayendo en sus redes al igual que toda la gente que pasaba por ahí y veía a esa criatura sobre mis piernas.

-          ¿Tienes algo que comentarme? –pregunto Cassie-
-          Que yo sepa no
-          A alguien hoy se le ha escapado decir “quiero ver a mi marido” no sé si eso significa algo

Sé que no lo dijo aposta pero Emma tenía que tener más cuidado si no quería que nuestras familias se enterasen de la noticia por alguien que no fuéramos nosotros. Tuve que confirmar las sospechas de Cassie y suplicarle que no dijera nada de lo que había pasado, aun no estábamos preparados para ver a mi madre teniendo un paro cardíaco.

-          Le podemos llamar Max

Tenía un descanso de 5 minutos y ya venía a vacilarme. A veces me replanteaba el haberme casado con ella.

-          Tienes nombre de perro cariño –empezó a reír a carcajadas- Elígelo tu
-          Emma está bien
-          Idiota –dijo antes de darme un golpe en el pecho- Se va a llamar Buddy, el es mi único amigo
-          Entonces yo que soy?
-          Mi marido –susurro al ras de mis labios- antes sin querer se me escapo delante de Cassie
-          Lo sé, no te preocupes

Aparté a Buddy de mis piernas y la senté a ella. Al final aunque me hiciera un poco rabiar sin ella no era nadie, la necesitaba a mi lado y los dos lo sabíamos.

La sesión de fotos no duro mucho mas, solo tenía que esperarla una media hora allí sentado y luego ya podría llevarla a cenar a cualquier restaurante de Nueva York.

-          Lo sabia Max! El perro va a terminar siendo mío. Como le coja cariño no lo volvéis a ver

Tener un perro iba a ser más complicado de lo que creía. Mientras fuera tan pequeño íbamos a tener que tenerlo a todas horas con nosotros y al final la que iba a pagar el pato iba a ser Cassie. Era casi como una madre para Emma, cuidaba de ella, del perro y hasta de mi.

Me daba pena por ella pero ese día mas que nunca me apetecía ir a cenar fuera con Emma.

-          Me lo han regalado –dijo enseñándome su vestido- La gente me adora
-          Eres una diva
-          Dejo de ser una cría para ser una diva. Me encanta lo bien que me conoce mi marido

No era normal, Emma no podía ser normal diciéndome esas cosas con tanta normalidad. Yo la llamaba diva de broma pero ella se metía en el papel y hasta le gustaba poder serlo por unos minutos.

Después de darle a Cassie todas las cosas que necesitaba para cuidar de nuestra nueva mascota, subí junto a mi mujer al coche y conduje hasta uno de mis restaurantes favoritos de la ciudad. Emma decía que con una estúpida bicicleta se conformaba como regalo de boda pero yo quería mas, quería hacerla feliz y sabia que eso no era suficiente.

Al entrar al restaurante una chica se nos acerco sonriendo. No pretendía ser un creído pero antes de que dijera nada le pregunte si quería una foto, su respuesta fue “Si, puedes hacérnosla? Soy una gran fan” Fan era pero de Emma.
Con tan solo un videoclip, una película y otra a punto de salir Emma tenía más fans que yo.

-          El orgullo de la familia
-          Porque la gente me conozca no quiere decir que sea por algo bueno. Tengo peor reputación que Britney Spears
-          Eres una pequeña loca pero por eso la gente te quiere, aunque no tanto como yo

La noche empezaba bien, los dos con una gran sonrisa en la cara y con muchas ganas de hablar de cualquier tontería que se nos pasara por la cabeza. Adoraba poder estar así con Em, en cuanto nos separamos por cuestiones de trabajo iba a ser muy difícil acostumbrarme a no levantarme con ella abrazando mi cuerpo o irme a dormir sin antes darle mil besos.

Después de cenar quizás debía pasarme por casa de Cassie a buscar a Buddy pero no lo hice, tenia cosas más importantes por las que preocuparme.

-          Baila para mí –pedí con la cámara entre las manos-

Sabia como hacerlo, esa pequeña era demasiado lista y muy fácilmente encontraba la forma de calentar el ambiente.
En mitad de la calle y conmigo grabándola empezó a bailar demasiado sexy. Las pocas personas que caminaban por allí a esas horas no dudaban en mirar como Emma se movía; si no fuera actriz bien podía dedicarse al baile.

-          Estáis grabando un videoclip? –pregunto un chico de unos 30 años- No está nada mal
-          No, es solo por diversión –respondí-
-          Pues deberías subirlo a internet. A la gente le encanta este rollo

En cuanto se fue me quede pensando en lo que había dicho, quizás no era mala idea subirlo. Emma ganaba más fans y así veían lo buena bailarina que era.

-          Ya sabes cómo son algunas
-          Se van a poner celosas porque tú sabes cómo ponerme a 100 y ellas no -respondí sujetando su cara- Mujer lasciva

Esta vez fue ella la que empezó a grabarme. No sabía qué hacer, mil cosas pasaban por mi cabeza y ninguna de ellas se podían hacer en lugares públicos.

-         Abrigo fuera

Eso era solo el comienzo. En mitad de la calle y con algunas personas mirando me quite el abrigo y empecé a hacer el idiota con tal de hacer reír a Emma. Aunque no lo demostrara a menudo yo era así, me encantaba hacer el idiota y si era en público mucho mejor.

En cuanto un chico se unió a mi baile Emma empezó a morir de la risa, intentaba seguir grabando pero sus carcajadas eran más altas de lo que yo podía hablar.

-          Divertiros

El chico se despidió de nosotros amablemente y ahí ya me di cuenta de que era mejor dejar el baile y volver a casa antes de que alguno cogiéramos una pulmonía de tanto estar en la calle. En otro momento quizás me hubiera controlado pero con Emma contoneándose en ese mini vestido mi cabeza solo podía pensar en una cosa, sexo. Tenía un problema, era verla y desear hacerle el amor a todas horas, luego pasaba lo que pasaba pero era irremediable.

Después del ejercicio que hicimos entre las sabanas Emma se quedo dormida rápidamente, yo en cambio fue imposible. Subí la locura de vídeo que habíamos grabado, envié un par de pruebas en video para varios castings y envié un mail a la madre de Emma; odiaba ver como mi mujer y mi suegra aun no habían solucionado sus problemas.

“Lo siento si mi español es muy malo y escribo alguna cosa más. Quizás debería llamaros pero creo que me resulta más fácil contaros todo lo que pasa por escrito.
He intentado hablar con Emma desde lo ocurrido y solo sé que está muy mal por todo lo que ha pasado. Sé que no tenéis la culpa de nada pero ella lo vive de esa manera y creo que lo mejor es darle un poco de tiempo. Tienes una hija muy lista y te aseguro que en unos días será ella la que os llame para hablar todo lo que tengáis que hablar.
No os preocupéis por nosotros, Emma está bien y yo igual, cuidamos el uno del otro.
En cuanto tengamos tiempo libre iremos a haceros una visita, estoy seguro de que todo volverá a la normalidad.
Un beso, Max.”

-          Cariño que haces? –pregunto adormilada- es muy tarde
-          Leyendo los comentarios que han puesto en el video. A la gente le gusta o eso parece

No le mentí, después de enviar el mail me puse a leer los comentarios del video y la mayoría eran muy divertidos. Por ese motivo me gustaba grabar videos, la gente podía sentirnos más cercanos pero no tanto como para saber que hacíamos cada segundo de nuestra vida.

Esta vez sí que apague el ordenador y aunque solo fueran dos horas necesitaba dormir si quería estar presentable para todas las entrevistas que tenia al día siguiente. Abrace a Em y en nada quede dormido.

5 horas más tarde…

-          ¿Qué joven eres no?

Me sorprendía lo jóvenes que podían ser los periodistas. Ese chico parecía tener a lo mucho 18 años, no daba crédito a lo que veía.

-         Tengo 20, la misma edad que tu prometida

Para una vez que Emma me acompañaba a una entrevista y me vacilaban de esa forma; me lo merecía.

-         Adelante con las preguntas, te acabas de ganar todo mi respeto

Había pasado de hacer entrevistas promocionando una película a hacer entrevistas promocionándome a mí mismo. Mi representante no paraba de mandarme a sesiones de fotos o cosas como estas, parecía que interesaba más mi vida privada que mi vida profesional algo que a mí personalmente no me gustaba nada.
Un día hablando con Em nos planteamos dejar todo este mundo y dedicarnos a un trabajo normal. Ciertas cosas que teníamos que pasar para poder actuar en una película no eran de nuestro agrado y supongo que del de nadie.

-          Si no fueras tu, quien te gustaría ser?

Que pregunta más rara, pensé.

-          Mi padre, me encantaría saber qué piensa cuando ve a Emma. Creo que está enamorado de ella

Tanto el chico como yo miramos a Emma y esperamos que se pronunciase al respecto, algo que no ocurrió. Para esas cosas prefería quedarse en silencio y decírmelo todo con la mirada.

-          Enana –dije acariciando su pierna-

Ya que Emma podía pasar el día conmigo no quise perder mucho tiempo con mis tonterías, conteste a todas las preguntas que tenía el chico y en cuanto pude salí de allí y me la lleve a dar una vuelta por la ciudad. Ya que teníamos nuevas bicicletas y hacia buen tiempo había que aprovecharlo.

-          Cassie me mata. Fijo que tiene que hacer cosas y con el perro no puede
-          Quieres ir a por el ahora?
-          Y donde lo llevo? En la cestita de delante?
-          Podrías –respondí seriamente-

Si ella quería podíamos recorrer 10 kilómetros en bici e ir a casa de Cassie a por Buddy. De no ser por Em ni me hubiera acordado de que el día anterior había traído un nuevo miembro a la familia.

En menos de 40 minutos allí estábamos, muertos de cansancio y con 0 ganas de que Cassie no estuviera en casa.

-          En bicicleta? Desde West Village hasta Harlem? Estáis locos
-          Teníamos ganas de hacer deporte
-          Sobre todo tu –dijo mirándome de arriba abajo- Acabas de salir de trabajar no?

Era igual que mi madre, me veía más o menos arreglado y ya sabía de dónde venía. Mis mentiras a veces eran muy fáciles de desmontar.

-          Subir al coche

Lo dicho, Cassie era nuestra madre en Nueva York.

Nos llevo de vuelta a casa y aunque allí pretendiese descansar un poco con Emma jugando con el perro iba a ser imposible. Parecía que Buddy quiera quitarme a mi mujer, apenas podía pasar un segundo con ella y eso solo hacia más que aburrirme.
Si me fui a vivir a Nueva York fue solo por poder estar con ella, ahora no podía dejarme de lado por culpa de un perro.

-          Búscate un nuevo hobbie
-          Para un rato que tengo libre quiero pasarlo contigo. Ahora no me vengas con tonterías
-          Estaba bromeando, no te lo tomes todo en serio

A veces me enfadaba sin motivo pero esa era mi forma de ser, de la mínima cosa hacia una montaña y al final la que pagaba mis problemas era Emma.

-          Max –dejó al perro en el suelo y se acerco a mí- eres tonto. Solo bromeaba, me da igual todo con tal de estar contigo. En serio doy mi vida por estar a tu lado, no te pongas así porque pase 5 minutos con el cachorro

Daba rabia ver como la mujer con la que te habías casado era más perfecta de lo que habías podido imaginar. Me sentía mal por a veces no ser quizás todo lo bueno que ella podía necesitar.

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