lunes, 29 de julio de 2013

capitulo 12

Sin ningún trabajo pendiente lo único que hacía en la ciudad era ir de un casting a otro. Cassie no paraba de mandarme fechas y lugares a los que ir y era algo agotador. Hasta que no me llamasen para alguna película mi vida iba a ser así todos los días, ni siquiera tenía tiempo para hablar con mi familia; era llegar a casa y lo único que me apetecía hacer era dormir.

-          Mama estoy cansada. He ido a cenar con una amiga y por poco no me quedo dormida encima del plato. Necesito volver unos días a casa con vosotros, hace siglos que no puedo hablar con las chicas
-          Te echan de menos
-          Y yo a ellas mama –respondí triste- en 2 días tengo que ir a la boda de unos amigos y ni siquiera he podido ir a comprar nada. No tengo tiempo, es horrible
-          Pídele ayuda a Max
-          -reí irónica- ojala pudiera
-          Creo que soy de las pocas personas que pueden aconsejarte bien asique yo creo que ya lo habéis pasado lo suficiente mal los dos como para seguir así. Por lo poco que lo he conocido sé que es buen chico y se merece una oportunidad
-          Has hablado con él?
-          No…  –respondió dubitativa- el otro día el pobre chico me llamo intentando hablar español y me pareció la cosa más dulce que alguien puede hacer por una chica. Piénsalo bien pero ya sabes mi opinión

Seria por veces que lo había pensado y aun seguía sin poder olvidar todo lo que leí en las revistas, las fotos con la chica… solo me falto verlos en la cama.

Aun estando cansada me pase casi 2 horas hablando con la familia. Necesitaba saber que aunque estuviésemos lejos todos estaban bien, los quería y por eso me preocupaba. Aunque fuéramos una familia pequeña todos estábamos muy unidos incluso si la pequeña se acababa de mudar a Nueva York.

Prepare una taza de té, cosa que Max me había contagiado, y mientras miraba el correo me la tome. No había nada mejor que tomar un té antes de dormir, me hacia dormir igual que un bebe.

“Estoy a punto de volverme loco Em. Dime algo por favor”
“Mañana te invito a desayunar vale? Ahora solo quiero ir a la cama y descansar. No te preocupes por nada, mañana hablamos”

No tenía tiempo ni de pensar en que le iba a decir, solo quería abrir la cama y dormir horas y horas.

La mañana siguiente recibí una llamada preguntando donde quedábamos o si quería que me pasara a recoger. Respondí un adormilado “pásate a buscarme” y en  20 minutos ya lo tenía en la puerta de mi apartamento esperando a que bajase.

-          Tienes que acompañarme a una entrevista
-          Cómo?

Había quedado con él para hablar no para ir a una entrevista y que mil personas volviesen a opinar de nosotros. Con esas cosas estaba fastidiando un poco todas las mejorías que habíamos hecho.

-          Son solo 3 preguntas para una revista, te prometo que es rápido. Además hemos quedado en una cafetería asique imagínate lo que voy a tardar. Perdón por no decírtelo antes

No podía hacer otra cosa, o le acompañaba o me iba a desayunar sola y encima sin poder hablar con él.

Cogimos el metro y después de una media hora llena de conversaciones sobre películas llegamos a la cafetería donde había quedado con la periodista. Al menos se trataba de una mujer mayor, nada de lo que preocuparme.
Le hizo dos preguntas sobre la película que acababa de grabar y luego otra que me hizo aguantarme las ganas de responder yo misma “Hay alguien ocupando tu corazón ahora mismo?”

-          Mucha gente, ya sabes mi familia, mis amigos… -me miro y sonreímos tímidamente- mucha gente.
-          Entiendo –respondió mientras tomaba nota- Muchas gracias por aceptar esta pequeña entrevista. Podria hacerme una foto?

Max acepto encantado y yo sin que nadie me lo pidiese me encargue de sacarles bien guapos. No había salido todo tan mal como me había podido imaginar, la mujer fue agradable, la entrevista rápida y por fin podíamos desayunar tranquilos.

-          Aun tengo que comprar el vestido para la boda
-          -dejo la taza de café sobre la mesa y me miro sonriente- Eso significa...?
-          Que tienes que acompañarme a comprar –agache la mirada e intente no darle a entender algo que no era. Simplemente quería alguien a mi lado que me dijera lo que me quedaba bien o no-
-          Vale

Algo incómodos continuamos con nuestro desayuno juntos después de tanto tiempo sin tener uno. Era agradable saber que lo tenía a mi lado pero también comprendía como podía llegar a sentirse con mi indecisión.
Era un chico encantador, tenía sus cosas malas como todo el mundo pero en algo mi madre no se equivocaba y era en que se merecía una segunda oportunidad.

-          No tenias que haber llamado a mi madre
-          Has hablado con ella?
-          Es mi madre, sería raro que no lo hiciera –respondí caminando a su lado- No sé como saldrá esto pero creo que mañana deberíamos ir a la boda juntos. No sé si como pareja o qué pero me gustaría volver a conocer al Max de hace unos meses

A mitad de la calle paró y me miro fijamente; podía suponer que se iba a acercar a darme un beso pero esta vez no fue así, me dio la mano y continuo caminando igual que segundos antes. Por fin parecía tomarse la relación mucho más en serio.

-          Te estás controlando eh? –reí al ver que no podía ni mirarme-
-          No quiero besarte hasta que no sepa lo que somos
-          Te entiendo

La culpa en verdad la tenía yo, le acababa de decir que le daba una oportunidad pero tampoco había dejado claro que fuera como novio.

Continuamos nuestra pequeña caminata hasta llegar a la tienda donde quería comprar el vestido y alli empezaron las pruebas; parecía que no iba a ser capaz de elegir uno entre tantos que me gustaban.

-          Estas increíble –me dijo la dependienta-
-          Max! –lo busque y le hice señas para que viniera a verme- que te parece?

Me miro de arriba abajo, me hizo dar una vuelta y aun seguía sin decir palabra. Estaba casi segura de que iba a decir algo malo sobre el vestido.

-          Estas segura de que no quieres cas…
-          -lo interrumpí con una gran sonrisa en la cara- te gusta?
-          Me encanta

La dependienta se separo por un momento de nosotros y aproveche para hablar algo mas en privado con Max.

-          En serio te gusta? No quiero llamar la atención
-          Te juro que no he visto mujer más guapa en mi vida. Quédate este vestido

Si tan seguro estaba no tenía que darle más vueltas, a mí también me encantaba asique mis pocos ahorros que tenia se iban a ir en ese precioso vestido azul.

-          Ya esta, puedes llevártelo
-          Aun no lo he pagado
-          Alguien lo ha hecho por ti –respondió la dependienta- es todo tuyo

Max era muy listo escapando de mi cuando iba a pagar. Sabía lo que acababa de hacer y odiaba que me pagase ciertas cosas, una cosa era regalarme algo barato o como mucho de 50 dólares para abajo, pero algo muy diferente era regalarme un vestido de casi 400 dólares.

Salí de la tienda bolsa en mano y lo encontré mirando el escaparate con un cigarro en la boca.

-          Tus 400 dólares –dije metiéndole el dinero en el bolsillo del pantalón-
-          Es un regalo, no voy a aceptar tu dinero –volvió a sacar el dinero y me lo dio- no hay discusión, te lo regalo porque me apetece hacerte un regalo
-          Ahora se supone que tengo que recompensarte de alguna forma
-          No tienes que hacer nada por mí, con el desayuno de esta mañana ha sido suficiente

Era casi perfecto y ya no había forma de que ocultase lo que mis sentimientos estaban volviendo a causar en mi. Una estúpida sonrisa continuamente en mi cara junto con ganas de pasar todo el día a su lado dejaban claro lo mucho que le quería.

-          Tú me invitaste a desayunar y yo te invito a comer en mi hotel
-          Espaguetis en mi casa? Cocinamos los dos
-          Porque no… mejor eso a escuchar un no como respuesta –rodeo mis hombros con su brazo y me dio un dulce beso en la cabeza- Una nueva vida acaba de empezar
-          Max versión 2.0 –dije divertida-

Segundo chico que pisaba mi casa desde que me había mudado a Nueva York, el primero fue Jake.
Como si se tratase de un amigo más le enseñe lo pequeño que era mi apartamento; apenas tenía 1 dormitorio, un cuarto de baño, la cocina y un minúsculo salón donde tenía una tele y un sofá para dos personas. Era lo máximo que podía permitirme en una ciudad como esa.

Mientras yo me encargaba de preparar la mesa mientras la pasta hervía, Max supuestamente estaba haciendo la especialidad de la casa, una salsa con un olor algo extraño para echar por encima de los espaguetis.

-          Nunca habíamos cocinado juntos, o cocinabas tu porque yo tenía trabajo o al revés
-          Siempre es la primera vez para algo –cogí la mano con la que sujetaba la cuchara y di un sorbo a la salsa- Sabe bien
-          Dudabas de mi?
-          Un poco –respondí sonriente- buen trabajo

El simple gesto de acariciar su mano había cambiado por completo el ambiente que teníamos. Los dos queríamos volver a aquella época en la que todo era perfecto y los dos nos queríamos, el problema era que no por ambas partes la situación era tan fácil.
Max me miraba suplicando un beso y yo ya no sabía cómo negárselo.

-          Bueno… vamos a comer

Aparto su mirada de mi y algo molesto se sentó delante de la mesa del salón. Lo miraba desde la cocina y pensaba en lo estúpida que era no haciendo lo que el corazón me pedía desde hacía varios días. Quería volver a confiar en él pero también necesitaba besarlo y abrazarlo tantas veces como me apeteciese.

-          Quieres una cerveza? Pregunte asomándome por detrás del sofá-
-          Si, gracias

Antes de volver a la cocina aproveche que por primera vez lo tenía a mi altura y le di un beso en la cabeza.

-          Ahora no te vayas –pidió cogiéndome del brazo-
-          Solo voy a por tu cerveza
-          Ya no hace falta

Se levanto con mi mano aun sujeta y se coloco a escasos milímetros de mi cuerpo. La nevera estaba justo detrás asique no tuvo problema en abrirla y coger la bebida el mismo.

-          Siéntate conmigo

Volvimos al sofá y sin ningún esfuerzo consiguió que me sentara muy cerca de él.

-          Me encanta estar contigo –aparto uno de los mechones que escondían mi cara- No me gusta tener que sacar este tema pero sé que aun no estás del todo bien y me pone enfermo saber que es así
-          Estoy bien Max
-          Cuando me llamas por el nombre y no cariño sé que no es verdad

Lo miraba fijamente intentando encontrar la frase perfecta que hiciera todo volver a la normalidad.

-          Me cuesta confiar en ti y en todo el mundo. La diferencia es que de ti sigo enamorada y no hay nada que haga cambiar mis sentimientos. Una infidelidad no se olvida de un día para otro pero al menos nos merecemos una oportunidad

Me levante de su lado y camine nerviosa por todo el salón. Acababa de perdonarle y aun seguía sintiendo que no había hecho todo lo que quería hacer; estaba igual de nerviosa que el primer día que pase con él.

-          Estoy loco por ti –susurro muy cerca de mi cuello-

Gire el cuerpo y lo mire observándome con tal deseo que costaba controlar las ganas de besarle.

-          Es imposible no quererte –dije con una tímida sonrisa que compartimos- promete que…
-          Prometo que eres y serás la única persona a la que voy a querer el resto de mi vida. Nunca había estado mas enamorado de alguien, creí que me volvía loco si esto continuaba así
-          Te amo

Dulcemente paso su mano por mi cuello y acerco nuestras bocas hasta conseguir un beso.

-          Nunca había estado más nervioso
-          No lo estés –acaricie su mejilla sin creerme lo que volvíamos a vivir- no lo estés

Parecía que la comida daba igual, hacia tanto tiempo que no estábamos juntos que lo único que nos apetecía era desnudarnos y disfrutar de nuestros cuerpos.

1 hora más tarde mi cuerpo descansaba sobre su pecho, sus manos acariciaban mi clavícula y nuestros ojos no dejaban de mirar los del otro.

-          Estoy muriéndome de hambre mujer lasciva
-          -sonreí- deberíamos ir a comer
-          No quiero separarme de ti ni un segundo –se movió 2 centímetros y me beso- me pones nervioso

Todo lo que habíamos pasado merecía la pena con tal de ver la sonrisa que teníamos.
Teníamos que volver a construir una relación seria y con confianza, pero con lo felices que éramos nos daba igual el largo camino que tuviéramos que volver a recorrer.

Quizás pasar el día juntos no era lo mejor, Max tenía que volver a su hotel y ya el día siguiente nos veríamos en la boda de Jake y Allie.

Me lo había pasado muy bien con él y había dejado claro que seguía enamorada, pero mi cabeza aun le daba vueltas y más vueltas a lo que era correcto y lo que no. No quería volver a tropezar en la misma piedra y que mi novio se tomase la libertad de liarse con otra chica que no fuera yo, tenía que empezar a dejarle las cosas claras desde un principio y aun no sabía muy bien cómo hacerlo. No era lo que podía considerarse una novia posesiva.

-          No sé si reír o llorar Sara. Es que en verdad tampoco ha hecho nada para que le perdone, solo me lo ha suplicado y yo he vuelto a caer como una tonta
-          Esta en Nueva York solo por ti
-          Eso parece pero yo no lo tengo aun muy claro
-          Si te quiere no lo volverá a repetir, confía en el porque parece que eres la única que no lo hace. Hasta tu madre te lo ha dicho

En eso tenía razón, si todo el mundo parecía confiar en él yo no tenía por qué ser la única que no lo hiciera. Me costaría volver a la normalidad pero si Max ponía de su parte nada tenía porque salir mal.

viernes, 26 de julio de 2013

capitulo 11

Conociéndome un poco Max sabia que eso de que había conocido a alguien era mentira. Quizás podía llegar a pensar en Robert, pero ambos sabíamos que no era mi tipo de chico. Por mucho que me riera con él no era alguien del que pudiera enamorarme de la misma forma que lo hice con Max. Nuestra relación fue diferente al resto, no nos habíamos conocido de una forma normal y eso era lo que me hacia mas difícil olvidarlo.

-          Buenos días –dije al pasar al lado de Max- Cassie puedo sentarme contigo?
-          Claro –respondió amablemente-

Había unas 5 mesas enormes en las que nos sentábamos todo el cast para desayunar. En la de Max como era obvio no me iba a sentar asique si no quería quedarme sola lo mejor que podía hacer era sentarme junto a Cassie y un chico que a no ser que estuviera muy despistada nunca antes lo había visto por allí.

-          Soy Tony, encantado –le di la mano pero él se levanto a darme dos besos, parecía buen chico-
-          Que tal estas? –escuche preguntar detrás mía- mejor que anoche?
-          Hola cielo –nos abrazamos- todo bien. Espero no tener más drama por unos días
-          - Cassie interrumpió- Kevin quería hablar con vosotros dos, creo que ha cambiado el guion por lo de Max

Lo primero que pensé fue en que con la mala suerte que tenia seguramente me mandaría besar a Max en vez de a Robert. Con el trabajo que nos había costado rodar la escena y ahora eso, lo mejor sería suicidarme.

-          Tenéis que rodar la misma escena de ayer pero con Max mirándoos desde una de las ventanas. Ninguno tiene que saber que esta allí, luego alguien lo matara y el guion seguirá como hasta ahora

Al menos no tenia que besarle, ahora era el problema era como controlar los nervios al estar desnuda bajo un chico que estaba siendo observado por mi ex. Era una de las peores situaciones que había vivido en mi vida.

-          He venido por ti no por la película. Al menos me merezco unas palabras por tu parte –dijo mientras caminaba intentando esquivarlo- Emma!
-          Max… -negué con la cabeza agotada por sus continuas suplicas- la última vez que te escucho. Que quieres?

Cogió dos sillas de producción y las coloco una enfrente de la otra. Más que hablar los dos solo hablo él, tenía demasiadas cosas que decirme. Se tocaba el pelo muy nervioso mientras me repetía que esa chica no había significado nada; supuestamente siempre que lo hacía estaba borracho asique no tenía nada de lo que preocuparme.

-          Era tan fácil como no beber
-          Mi novia se iba 2 meses, no sabía lo que podía pasar y la única solución que encontré fue esa. Estaba fatal
-          Ahora estas peor

Antes de volver a llorar tenía que levantarme de la silla y caminar lejos de él, no podía darle el gusto de verme mal, no se lo merecía.

Gritaba mi nombre y yo no le hacía caso, era tan duro vivir esa situación que aunque lo intentase ocultar no podía. Dolía demasiado saber que el chico del que estabas enamorada se había acostado con otra.

-          No llores por favor –me cogió de la mano y me abrazo- cariño lo siento
-          No me llames cariño nunca más –empuje su cuerpo y nos separe- estuviste a punto de hacer esto una vez y al final terminaste consiguiendo mi perdón. Ahora sí que no

Otra vez mas no podía agobiarme, al menos no durante el rodaje.

-          Tony espera!

Me limpie las lagrimas y corrí hasta llegar al lado de mi nuevo amigo. Apenas lo conocía pero era la mejor escusa para escapar de Max.

-          Tu eres el tío que ha conocido?
-          Qué? –pregunto confuso-

No iba a pasar nada bueno con Max enfadado. La había fastidiado diciéndole que había conocido a un chico cuando eso no era verdad, ahora pensaría que Tony era mi novio o a saber que se le pasaba por la cabeza.

-          Eres idiota te lo juro. No he conocido a nadie! Déjame en paz!
-          Déjala

Como todo un caballero, cogió mi mano y me separo de la persona que más daño me había hecho en la vida. Sabía que para Max también era doloroso pero había sido todo por su culpa.
Tony ni siquiera pregunto qué pasaba, se limito a tranquilizarme y lo consiguió por completo. Era un chico estupendo y además guapo, algo que ayudaba a permanecer a su lado.

Teníamos que grabar en menos de media hora y con esa cara no podía estar, tenía que ir corriendo hacia maquillaje, luego vestirme y con suerte aun recordaría mis frases. Nunca hubiera imaginado que grabar una película iba a traerme tantas emociones a la vez.

-          Estas bien?
-          Si. Deja de preocuparte por mí, pareces Cassie –dije intentando aparentar normalidad-Mientras no vuelvan a pedirme matrimonio estaré bien
-          A mitad de escena te lo pediré –reímos-
-          Chicos 1 minuto! –gritaron-

Era hora de parar de hablar y empezar a interpretar. La escena no era difícil asique con un poco de profesionalidad la terminaríamos rápido.

-          Perfecto! Muchas gracias

En menos de media hora ya estábamos despidiéndonos del director, habíamos hecho el trabajo tal y como nos había pedido y ahora solo teníamos que esperar a nuestra última escena en unas  7 horas. Había tiempo de sobra para hacer lo que quisiéramos.

Huir de Max no iba a ser lo mejor asique si coincidíamos, que seguramente sería lo normal, tendría que aguantarle.

-          No le hagáis el vacio por mi por favor. Es muy buen chico aunque haya pasado todo esto
-          Ni siquiera ha venido a hablar con nosotros desde que llego –respondió Robert-
-          Ha sido por la situación. Si lo veis saludarlo o yo que se… en parte me da pena

A veces me sentía mal por lo que le estaba haciendo pasar. No tenia que comportarme como una imbécil haciéndole pasar malos ratos a una persona que aun seguía queriendo.

Quería estar sola durante un rato y de paso aprovechar para fumar. Sabía que cabía la posibilidad de encontrarme con Max allí pero era la misma que si me quedaba con los chicos; tenía que seguir haciendo mi vida sin tener miedo a nadie.

-          Como ha ido la grabación?
Ahí estaba él mirándome fijamente con su pelo revuelto y un cigarro en la mano.

-          Max… -suspire agotada- ha ido bien
-          Tenias que haber contado antes que eras tan buena actriz

Igual que él con los cuernos que me había puesto, pensé.

No podía ser borde, ya sabía de primera mano lo que eso conllevaba y otra pelea mas no era capaz de soportar. Lo miraba y aunque me doliera todo lo que había hecho aun seguía deseando besarle; intentaba ser fuerte pero a veces uno termina rompiéndose y a mi estaba a punto de ocurrirme.

-          Puedes venir un segundo a mi tráiler? Necesito hablar de algo

No tardo ni un segundo en apagar el cigarrillo y seguirme, parecía dispuesto a aceptar cualquier cosa que le pidiera con tal de volver a tenerme a su lado.

-          No sé porque sigo enamorada de ti después de todo –camine hacia el rápidamente y sin darle tiempo a reaccionar empecé a quitarle la camiseta- La última vez que hago esto
-          Si solo vamos a tener sexo no quiero nada –dijo separándome de su cuerpo- Emma…

No sabía muy bien que responder, en parte quería hacer el amor con el pero por otra parte pensaba en todo y no se merecía ser perdonado.

-          Bésame
-          Responde –pidió muy serio-
-          Nadie tenía que haber ocupado mi lugar!
-          Y nadie lo hizo
-          Esa zorra estuvo en tu cama! Si de verdad te gusto no tenias ni que haber bebido, tenias que haber confiado en mí cuando te dije que no iba a pasarnos nada por estar separados unos meses. Yo confié en ti mientras estaba en España

Apenas podía controlar las lagrimas, todo se me iba de las manos. Lo que pensaba que estaba bien hacia un momento ahora sabía que era lo peor que podía hacer, no debía darle el gusto de tenerme ni por unos segundos.

-          No lo hagas

Sujeto mi cara con fuerza y me robo un beso lo que hizo que a continuación se ganase un bofetón.

-          Acabare con la cara roja, morada o del color que quieras pero voy a besarte hasta que termines admitiendo que me quieres. Sé que cuando te pedí matrimonio querías responder si –le di otro bofetón aun mas fuerte- Me gusta lo que estás haciendo
-          Eres gilipollas –golpee su pecho con fuerza- Te odio

 Poco a poco iba sintiéndome diminuta, como si no me quedaran fuerzas para afrontar todo lo que venía.

-          No es verdad
-          -levante la mirada y mire esos preciosos ojos que aun seguían volviéndome loca- No puedo más Max. Has venido y el mundo se me ha echado encima…
-          Di que me quieres por favor
-          Sabes lo que siento por ti
-          Pues entonces perdóname. Hare lo que haga falta para volver a estar como antes
-          Dame tiempo

Tiempo era lo único que necesitábamos, por fin me daba cuenta de lo que estaba buscando. Tiempo a solas para pensar en que quería hacer en la vida a parte de rodar películas de miedo tremendamente malas.

-          Esperar es lo peor que sé hacer
-          Por eso te lo pido. 1 mes, si en 1 mes sigo igual eres libre… bueno eres libre cuando tú quieras, tampoco te obligo a que esperes por mi si no quieres
-          Al menos es un mes y no un año –sin esperármelo volvió a robarme un beso- No quiero ir con otra persona que no seas tú a la boda de Jake

Ojala todo fuera tan fácil como responder que yo también quería ir con él. Deseaba olvidar lo que había hecho y volver a estar feliz a su lado pero por el momento no era capaz.

No tenía ni idea de lo que haría Max después de terminar de grabar su escena, quizás volvería a Londres o quizás se iría a cualquier parte del mundo, lo único que sabía con certeza era que yo tenía que volver a Nueva York y continuar con lo que por el momento era mi nueva vida.

-          Emma espera –Corrió hacia mi acalorado. Parecía que llevaba un rato llamándome y con los cascos no le había escuchado- Supongo que no has hablado con Cassie porque si no lo sabrías
-          El qué? –pregunte confusa-
-          Tengo un grupo y hablando con mi compañero nos preguntábamos si te gustaría salir en el nuevo videoclip. Sé que es raro preguntártelo así pero nos gustaría mucho
-          Claro!
-          Princesa me voy –me robo otro beso- En un mes nos vemos

Entre la sorpresa del video y el beso no sabía si sonreír o que hacer, era raro ver esos comportamientos en Max.

-          Mejor no comentar lo que acabas de ver –reímos- Sobre el video me encantaría hacerlo. Ni siquiera sabía que cantabas
-          Luego te doy el cd y lo escuchas. La canción es Classic

Grabar un videoclip era uno de mis sueños de la infancia, nunca hubiera imaginado que se pudiese hacer realidad.
Cassie era la que se encargaba de llevar todo el papeleo de esos asuntos asique lo deje en sus manos y cuando me llamase no tendría problema ninguno en ir a hacer mi trabajo con ese increíble grupo. Por lo que pude escuchar del disco sus canciones no estaban nada mal, no era un grupo conocido mundialmente pero si tenían su base de fans asique si eso podía ayudarme en mi carrera mucho mejor.

El video estaría basado en el antiguo Hollywood, glamour, juego, muy años 60, algo que me encantaba. Me tocaba interpretar a una de las chicas que trabajaban en el bar, bailaría con ellos, nos haríamos fotos en un fotomatón y nos divertiríamos hasta cansarnos. Iba a ser un rodaje bastante particular.

2 semanas más tarde:

-          Me paso a buscarte a las 6 y te llevo hasta el estudio
-          6 de la mañana?
-          Empiezan a grabar a las 7 y media asique hay que estar al menos 1 hora antes para prepararte

Al menos me iban a pagar, era lo único bueno que veía a madrugar tanto.

Después de varios días sin saber nada de Max me empezaba a dar cuenta de mis sentimientos. Me lo pasaba muy bien en Nueva York sola pero si él estuviera conmigo todo sería mucho mejor, lo necesitaba más que incluso a mi familia y amigas, con el había pasado los últimos meses y acostumbrarme a no verlo era muy difícil.

-          La protagonista ha llegado –nos abrazamos- has madrugado mucho?
-          Lo preguntas o lo afirmas? estoy muerta
-          Ya somos dos -escuche decir detrás de mi-

Grite sorprendida al ver a Robert allí, ni siquiera me había podido despedir de él al terminar el rodaje de la película y me alegraba muchísimo por poder verle de nuevo. Iba a ser genial poder trabajar de nuevo con él, haría nuestro día mucho más divertido de lo que ya pintaba.

-          Audrey Hepburn lista

Reí al ver como la maquilladora me llamaba Audrey; siempre quise ser como ella y por un día lo seria.

Primero empezaron los chicos la grabación de su escena cantando y luego llego mi turno de unirme a ellos haciéndonos fotos en el fotomatón. El lugar donde nos encontrábamos era gigante pero comparado con el hueco en el que nos metieron para las fotos poco falto para que me diese claustrofobia.
La música estaba alta, las cámaras nos enfocaban y nosotros nos limitábamos a mirar a cámara poniendo caras graciosas.

-          Os habéis aprovechado de Emma –dijo el director casi riendo- No puedes quejarte de los besos que te han dado
-          Estoy que me duelen las mejillas –respondí divertida- Jake aquí? –me sorprendí al verle, no me lo esperaba- Allie!!!!

Corrí a abrazar mi amiga muy ilusionada por verla alli. Si ya no me esperaba a Robert a ellos dos mucho menos, los necesitaba después de varios días sin verles.

-          Mi gorra de los Dodgers –la quite de la cabeza de Jake y me la puse sin importarme como me quedaría el pelo después-
-          Foto por favor. La señorita Audrey con una gorra de los Dodgers, increíble –reímos-

Me coloque al lado de Jake y a mi lado se puso Allie con la cámara en la mano. Sonreímos y en nada ya teníamos la foto lista para subirla al twitter de Jake.

-          Me da miedo hacerme uno después de lo que ha pasado. Tengo miedo a la gente
-          Es divertido pero si tienes miedo mejor no lo hagas, no te pierdes nada de otro mundo

Apenas tuve unos 10 minutos para hablar con los chicos cuando me volvieron a llamar para volver al rodaje. Jake tenía que irse en un rato pero Allie se quedaría a esperarme para así poder  tener un rato de chicas después del trabajo.

-          Vamos a ir a celebrar el video. Queréis venir?

Mire a Allie y no supe muy bien que responder, quizás podíamos dejar la tarde de chicas para otro día.

-          Claro, vamos! Así también despejo un poco la cabeza con todo lo de la boda
-          Queda nada –dije sonriente-

-          Max va a venir
-          Lo sé. Ya te conté lo que me dijo el ultimo día que nos vimos no? 
-          Lleva en la ciudad desde aquel día. Jake y yo tenemos la teoría de que sin ti va a terminar volviéndose loco. Eras la única persona capaz de mantenerle firme

No quería sonar egoísta pero no me importaba que lo pasara mal durante unos días, en parte se lo merecía, las escusas de la muerte de su amigo y las borracheras ya no me servían. Lo que no sabía era que desde que habíamos terminado de rodar la película había decidido quedarse en Nueva York; quizás ahora era un psicópata que me espiaba.

La verdad no tenía muchas ganas de beber y menos aun de fiesta, estaba en aquel pub solo por hacer compañía a los chicos y que no pensaran que era una de esas actrices bordes que solo quieren fama. Aguantarme el cansancio durante media hora no me costaba nada.

-          Voy a fumar. Allie vienes?

La pobre estaba tan fuera de lugar con esa gente que no conocía que no dudo ni un segundo en seguirme.

Nos sentamos en las escaleras de la entrada del pub y encendí un cigarro mientras observaba la gente que pasaba por las multitudinarias calles de Nueva York.

-          Nada comparado con mi ciudad. Parece otro mundo
-          Es increíble

Todo me pasaba por hablar demasiado rápido, si decía que Nueva York era gigante, antes aparecían por delante nuestra Jake junto a Max. Dudaba que supieran que estábamos allí asique quedaba demostrado que incluso en la ciudad más grande del mundo podías encontrar a gente conocida.

Salude amablemente con la mano y me limite a no decir nada mientras Jake y Allie bromeaban sobre las casualidades de la vida.

-          Vamos a dar una vuelta, veniros
-          -interrumpí antes de que mi amiga respondiera “si”- Vete con ellos, yo estoy cansadísima después del video
-          Max puede acompañarte

Reí nerviosa al escuchar a Jake decirme tal cosa. Acababa de dejar claro que de alguna forma había hablado con Allie y habían llevado a Max hasta allí solo para volver a juntarnos.

-          Vale. Vosotros dos podéis iros un rato a la mierda –reímos- ya hablaremos tu y yo rubia. Me debes una
-          Quizás me la debas tu –grito caminando de la mano de Jake- divertiros!

Diversión no iba a haber mucha sobre todo si seguíamos con ese incomodo silencio.

-          No me mires así, ha sido por culpa de Allie –le di un abrazo- Me voy a casa, tengo tu numero asique cuando te apetezca salir llámame. Chicos nos vemos cuando este el video listo vale? Mucha suerte

Primero me despedí de Robert y más tarde de los demás chicos mientras Max esperaba unos metros atrás.

Cuando lo vi aparecer junto a Jake me sentí un poco fuera de lugar, no me apetecía nada estar con él en ese momento pero por sorpresa ahora no me sentía incomoda, parecía que el tiempo había dado sus frutos aunque a veces quisiera matarlo al recordar todo.

-          Vi la foto en el twitter de Jake
-          Ahora tienes twitter?
-          Estaba aburrido y me puse a investigar por internet. No creo que nunca me haga una cuenta de esas
-          Ya somos dos

Cruzamos miradas y sonreímos cómplices, ahí volvía a darme cuenta de lo mucho que me parecía a ese chico. Por algo termine enamorándome de él.

Vivía a pocas manzanas de donde estábamos asique preferí ir andando. De donde vivía Max no tenía ni la menor idea, si aceptó acompañarme hasta casa seria porque el también vivía por esa zona o quizás le gustaba pasar horas en el metro, cualquiera de las dos opciones era viable.

-          Y hemos llegado –di una calada al cigarro que llevaba en la mano mientras esperaba unas palabras o al menos algún gesto por su parte. Me estaba empezando a poner nerviosa como continuase mirándome de esa forma-
-          Queda poco para la boda de Jake y Allie
-          Lo sé –respondí sabiendo porque lo decía- creo que esperar un poco más nos vendrá bien
-          Si en algún momento empiezo a hacer locuras ya sabrás a que se debe –dijo con una sonrisa en la cara- puedo esperar un poco más, pero solo un poco
-           Buen chico –respondí con otra sonrisa de oreja a oreja- Buenas noches cariño

En el momento en que me di cuenta de que le había llamado cariño, interiormente me cague en todo. Era difícil controlarse sobre todo si acababa de pasar un bonito momento a su lado.

-          Buenas noches princesa

Dulcemente sujeto mi cara y me dio un beso en la frente, igual que cuando estábamos juntos.

En un momento había creado tal lio en mi cabeza que ya no sabía si lo que quería era que se quedase esa noche en mi casa o lo mejor era que se fuera, estaba muy confusa.

martes, 23 de julio de 2013

capitulo 10

Después de 3 horas lejos de Max por fin me di cuenta de lo que necesitaba; no necesitaba espacio, ni siquiera ver a mi familia, lo único que necesitaba era a él. Tenía que aprender a sobrellevar su vida, era algo que no podía cambiar, lo quería demasiado y eso era lo único que tenía que preocuparme.

Marque su número y con algo de suerte ya habría terminado todo lo que tenía previsto hacer. Quería compartir ese increíble lugar con la persona que más quería.

-          Hasta la noche no vamos a poder vernos. Me acaban de avisar de que tengo otra sesión de fotos y dos entrevistas mas. Lo siento
-          Vale, no te preocupes –me senté en uno de los bancos del parque intentando aparentar normalidad- Esto es precioso
-          Sobretodo donde estas tu
-          Me refería a la ciudad en general pero sí que es verdad que esto es genial

En ese momento me pare a preguntarme como después de 2 horas sin hablar con el sabia que aun seguía en el parque.  Nerviosa a la vez que algo contenta me levante y empecé a buscarlo por todas partes, quizás estaba allí mirándome.

-          Emma? Em sigues ahí?
-          Si, si perdón –volví al mismo banco donde estaba antes- pensé que había reconocido a una persona
-          Vale. Cariño tengo que dejarte porque ya vuelvo al trabajo, cuando quieras vuelve. Nos merecemos una noche romántica
-          Te quiero

Después de la mala mañana que había pasado el que se merecía algo bueno era él. No tenia por que soportar a una cría llorando a todas horas porque no aguantaba un poco de revuelo mediático.

-          Una rosa para la princesa

Me asuste al ver a aquel hombre dándome una rosa, me la dio y no dijo mas simplemente se limito a hacer lo que parecía su trabajo.

-          Princesa? –pensé en alto-

Max tenía que estar por alguna parte, tantas coincidencias no eran normales. Detrás de un árbol, en un banco, sentado en una de las rocas… tenía que estar allí. No podía ser tan cruel que ni siquiera era capaz de venir a mi cuando me podía ver nerviosa y buscándolo por todas partes. La gente podía llegar a pensar que estaba loca.

-          Max donde estas?
-          A punto de entrar a la entrevista ya te lo dije hace 5 minutos
-          Me estas mintiendo. Un hombre acaba de llamarme princesa y tu antes me dijiste que esto era precioso
-          Te juro que estoy en el hotel… donde sino iba a estar?

Detrás mía, ahí era donde estaba 2 segundos después de responderme.

-          Vas a hacerme llorar otra vez –dije entre sus brazos- imbécil
-          Idiota
-          Estúpido

Adoraba jugar con él sobre todo si sabía que el juego iba a terminar con mis labios rozando los suyos en mitad de Central Park. Era la escena que toda mujer soñaba; el chico perfecto y el lugar idóneo, solo le faltaba declararse allí mismo.

Nos merecíamos dar un paseo por la ciudad que nunca duerme antes de volver al hotel. Ya no había agobios ni managers ni nada, solo nosotros dos. 
Nueva York era una ciudad increíble y más aun si lo tenía a él a mi lado.

-          Cómo? Estamos en Nueva York –grito divertido-
-          Soy una chica de LA. Si quieres ir a verlos deberías llevar tu gorra de los Dodgers
-          Nos van a matar –volvió a rodear mis hombros con su brazo- Te encanta Nueva York pero eres una chica de LA. Todo demasiado raro

Varios meses juntos por fin daban frutos; sabíamos nuestros gustos, preocupaciones, prácticamente todo sobre el otro. Después de tantos problemas nos merecíamos un tiempo para nosotros solos, parecía que durante unas semanas todo se había vuelto en nuestra contra y por fin el mundo volvía a tener sentido.
Cenar un perrito en medio de la calle, bailar música española en un pequeño bar de la ciudad, reírnos hasta no poder respirar… en eso tenía que basarse nuestra relación. No mas drama por un tiempo.

El día siguiente no teníamos nada que hacer, solo ir a ver el partido de beisbol junto con unos amigos de Max. Por lo que me pudo contar uno de ellos había actuado en una película junto a él, la cual no había visto como era típico en mi. Vendría con su prometida y así al menos tendría algo de compañía femenina por unas horas.

-          Vamos Dodgers! –grite saltando encima de la cama- Me queda bien la camiseta?
-          Mejor sin ella –me lance sobre él y le di un beso- Deberíamos ir saliendo
-          Tienes razón –suspiro cansado- Se de alguien que va a volver a decirme que soy un impuntual

Ese viaje junto con todas las experiencias vividas cambiaron mi vida por completo. Por fin empezaba a replantearme que quería ser y con quien quería pasar el resto de mi vida, quizás ser enfermera no tenia porque ser mi futuro. Mi pasión era el baile y hasta un poco la actuación; estar en una ciudad tan diversa como Nueva York me abrió los ojos y me hizo ver todo desde otra perspectiva. 
Tenía que cambiar y mi forma de hacerlo no fue lo más normal del mundo.

4 meses más tarde, Nueva York.

Apenas llevaba 2 días en mi nuevo apartamento y ya me avisaban de que tenía que volver a preparar la maleta para irme durante un fin de semana a un pueblo en un lugar del que jamás había escuchado hablar en Ohio.
Después de una mudanza tan repentina y una ruptura sentimental, viajar era lo único que alegraba mis días. Continuas llamadas de Max pidiendo perdón no servían de nada, lo hecho echo estaba y más aun sabiendo que me iba a ir de Londres durante un par de meses. Enterarme por medio de una web de que mi novio se había ido al hotel con una chica que acababa de conocer en una fiesta no era la mejor noticia que me podian dar.

-          Para de llamarme. Max tengo cosas que hacer, por primera vez en la vida he dejado mis estudios por algo que merece la pena

Rezaba por haberle hecho daño con esa frase, así al menos sentiría un poco del dolor que sufrí yo al verle con otra.

-          He hablado con Jake y sé que has quedado con Allie
-          Estas espiándome? Olvídate de mi por favor, es muy fácil

Ahora ya no podría ni quedar con Allie. Ella era el único apoyo que tenía allí y el imbécil de Max parecía estar molesto por ello.

-          Emma lo siento! –repitió con fuerzas- Se que la cague pero por favor perdóname. Necesito verte
-          No va a ser como las otras veces. Me da igual que vengas aquí o vayas a donde te dé la gana. Hemos terminado

No podía perder el tiempo con alguien que había demostrado que no le importaba. Me había mudado a Londres solo por él y me lo agradecía de esa forma, perfecto. Mi madre ya me había avisado de lo que podía pasar y no se equivoco en nada, el único detalle que se le paso por alto fue que dejaría Londres por irme a hacer locuras en Nueva York; la nueva Emma era así.

-          Ojala os vaya bien con la película

Estupideces, eso era lo único que decía. Como iba a irnos bien una película que seguramente solo se viese en televisión? Era de locos pensar que una película como la que estábamos rodando iba a tener algún éxito mediático. Para ser mi primera película tampoco podía quejarme, menos era nada.

-          Me estoy volviendo loca. Por favor no le digas nada a Jake porque estos dos hablan y como me vuelva a llamar Max me corto las venas. El muy idiota se ha despedido con un “Te Quiero”, me quiere amargar la vida –dije muy dramática-
-          Desde cuando llamas a la gente sin decir tan siquiera hola?
-          Desde que la muy idiota de Allie se emborracho y se me declaro delante de todo el mundo –respondí divertida- perdón
-          Estas totalmente loca –reímos- A ver cuéntame toco tranquilamente

En tan poco tiempo nos habíamos vuelto tan buenas amigas que ya no me daba ni miedo tratarla igual que a Sara y Sofía. Allie era un amor de chica, más que una amiga a veces parecía mi madre, lo malo era que ella y Jake no vivían en NY y en cuanto me diese cuenta ya no los tendría a mi lado siempre que quisiera.

Tenía que empezar una nueva vida y asi aprender a no depender de nadie.

-          Emma ven, quiero presentarte a Robert

Me acerque a ellos y volví a ver a ese chico tan gracioso que había conocido en la audición; parecía que a él también le habían cogido.

-          Rob Emma, Emma Rob
-          Nos conocíamos de antes pero gracias por la nueva presentación –reímos y esperamos a que Cassie se fuera para empezar a hablar. Era un poco incomodo con ella delante- Se preocupa demasiado
-          Hizo lo mismo conmigo el día que nos conocimos. Deberíamos acostumbrarnos a tener a una madre cuidándonos a todas horas, somos los único actores menores de 30 años que andan por aquí

Supongo que por ese motivo Cassie nos quiso presentar, el problema era que no se había dado cuenta de que para llegar hasta allí tuvimos que pasar un casting en el que Robert y yo coincidimos, de ahí que ya nos conociéramos de antes.
Iba a ser mi compañero de escena asique más nos valía llevarnos bien.

Era una película de terror y nosotros interpretábamos a los hijos de dos de las familias del vecindario. Lo máximo que teníamos que hacer era decir 4 frases y besarnos asique tampoco había mucho margen de error.
Tuve tanta suerte al conseguir el papel en mi primera audición que no podía ni pararme a criticar el guion de la película. Todo lo que fuera aprender bienvenido era.

-          Corten! Repetirlo

Tantas veces nos lo habían hecho repetir y desde diferentes ángulos que volvía a llegar el momento y no podíamos remediar reírnos.

-          Rob! –miramos al director- deja de pensar en otras cosas y disfrútalo
-          A disfrutar –grito mirándome- estas bien?

Algo incomoda medio desnuda delante de casi 20 personas pero dentro de lo que cabía no era mi peor momento.

-          Dime que me quieres
-          No
-          Dime que me quieres –repitió sujetándome las muñecas-

Durante un segundo de la grabación Robert desapareció y Max ocupo su lugar. Echaba de menos sus te quiero.

-          Te quiero –dije sonriente-

Acababan de gritar “Corten” y nosotros aun seguíamos en la misma posición. Todas las incomodidades que pudimos tener acaban de convertirse en todo lo contrario; ninguno quería moverse.

-          Podéis terminar la escena en los camerinos –dijo el director-
-           -Mire a Robert y contuve la risa- deberíamos movernos no?
-          Eso creo

Demasiada tensión acababa de surgir; o lo apartaba de encima o no sé que podía ocurrir. Mi ruptura con Max aun era muy reciente y no podía dedicarme a nadie mas por el momento.

Grabar una película con un chico súper agradable y encima guapo complicaba todo un poco, lo complicaba al menos en mi situación. Si fuera otro momento de mi vida hubiese ido a cenar junto con los demás actores, en cambio yo prefería quedarme en aquella habitación comiendo un sándwich por miedo a que Robert me dijera algo y no supiera cómo parar unos sentimientos que quizás empezaran a surgir. Hasta que Max no desapareciese de mi vida nada volvería a la normalidad.

-          Perdón –dijo interrumpiendo mi conversación con Cassie- te apetece ir a dar un paseo? John está muy pesado con que quiere enseñarme un no sé que de su abuela

Reí a carcajadas al escucharlo, el chico era increíblemente gracioso.

-          John está un poco mayor –gire la mirada y sin decir nada Cassie ya me estaba señalando la puerta para que me fuera. Ella mejor que nadie sabía cómo estaba- En rato vuelvo
-          No hagáis el loco. Porque seáis los más pequeños no tenéis ese derecho
-          Si mama –respondimos a la vez-

Se comportaba de la misma forma que mi madre cuando tenía 15 años, era tan simple como dejarnos un poco de libertad y nosotros nos encargaríamos de no hacer ninguna locura. No éramos unos críos.

Caminaba a su lado por mitad del campo en el que estaban los trailers y observaba como algunos de los actores aun seguían rodando a esas horas de la noche. La película no tendría mucho presupuesto pero si tenía unos actores que daban absolutamente todo por hacer un buen trabajo.

El olor a tierra mojada, los gritos de las actrices corriendo porque las perseguía alguien… todo hizo de esa noche una noche un tanto especial. Era la primera vez que estaba a solas con un chico después de lo que había pasado con Max y por suerte me sentía muy cómoda, tanto que no dejaba de bromear con Rob.
Físicamente no se parecía mucho a Max, apenas media 1’80, tenía el pelo castaño y no había rastro de esa estúpida sonrisa que Max siempre tenía en la cara, el único problema era que Robert  también era ingles y cada vez que escuchaba ese acento tan característico no era capaz de sacarme a mi ex de la cabeza.

-          No me fastidies –cogí a Rob de la mano y lo metí conmigo detrás de uno de los camiones de producción-debería ir a hablar con él?
-          Con quien?
-          Alguien… espérame por favor

Nunca había estado tan nerviosa a la vez que enfadada. Ver a Max allí no podía ser nada bueno, lo que tuvimos que hablar ya lo habíamos hecho y después de un mes de insistentes llamadas sabía que no había marcha atrás con nuestra ruptura.

Camine hacia él a paso firme, quería que se notara mi enfado. Cassie apareció casi de la nada y con una voz que nunca había escuchado dijo “Sorpresa” como si me fuera a alegrar por verle.

-          Estoy listo, hagámoslo
Abrió una pequeña caja y me enseño el anillo que había dentro.

-          Cásate conmigo

No sabía qué hacer, parecía borracho e incluso drogado. No entendía nada de lo que pasaba, parecía una broma de mal gusto.

-          Eres la mujer de mi vida. No me cansare jamás de pedirte perdón por lo que paso. Emma por favor

La gente nos miraba y yo solo quería morirme en ese momento. Miraba a Cassie y esperaba una frase por su parte, lo que fuera con tal de no tener que decirle nada a Max.

-          He conocido a otra persona

Salí corriendo y me encerré dentro de mi tráiler, solo quería llorar. No me salían las palabras para explicarles a Cassie y Robert lo que sentía, estaba mal y lo único que necesitaba era tranquilidad.

-          Mañana va a rodar una escena. Nos ha hecho un favor a todos, así tendremos algo de publicidad
-          No quiero verle –me lance sobre los brazos de mi amiga y llore con más ganas aun- lo odio! Me engaño con otra y ahora me pide matrimonio
-          Em no te preocupes –dijo acariciando mi pelo- No se dio cuenta de lo que tenía hasta que lo perdió

Ni siquiera los ánimos de Robert consiguieron hacerme parar de llorar; a la mañana siguiente parecería uno de los muertos sin apenas necesitar maquillaje, era lo bueno de las sorpresas inesperadas.