martes, 18 de marzo de 2014

Capitulo 55 - FINAL

Pese a todo el trabajo que le había surgido tras la segunda nominación al Oscar, Max prefirió quedarse en Madrid haciéndome compañía y ayudándome con todo el trabajo que tenia allí. El embarazo cada vez iba a mas y parecía que eso no importaba a nadie con tal de que terminase de hacer la promoción de las dos películas.

-          Estoy cansado de esto. Voy a terminar llamándolos para mandarles a la mierda
-          No puedo hacer otra cosa. A ver, que a mí no me importa pasarme 5 horas aquí pero entre que entran unos y los otros esperamos pues en vez de 5 son 10 horas diarias
-          Em… la gente de ahí son gilipollas –dijo cansado- En media hora estoy delante del hotel. No vas a trabajar más y se acabo la tontería
-           Cariño estate tranquilo, da igual
-          Tardo lo que tarde el taxi en llevarme hasta ahí. Hoy nos vamos a cenar al restaurante que más te guste, no voy a dejar que mi mujer este respondiendo las mismas preguntas mil horas seguidas

Aunque a veces hiciera cosas que no me gustaban, por detalles como ese Max se merecía el premio al mejor marido del año.

Sin apenas manejarse con el español, llegó al hotel en el que estaba trabajando y hablándolo educadamente con los presentes me saco de allí y me llevo a cenar al restaurante que yo había elegido; en otras ocasiones podría haberle dicho de ir a una hamburguesería pero esa vez tenía hambre y una simple hamburguesa no me iba a llenar, esta vez Max iba a tener que gastar dinero en su embarazadísima mujer.

-          Donde has estado? Pensaba que estabas en el servicio
-          Ahora lo veras –respondió dejándome intrigada- Te va a gustar
-          Oye si has contratado a una serenata para que me cante delante de todo el restaurante como que no… odio esas cosas
-          No es eso

Un chico de unos 20 años apareció al lado de nuestra mesa y muy amablemente dejo sobre mis brazos un precioso ramo de rosas rojas. No tenía ni idea de donde las había sacado a esas horas de la noche pero lo que tenía que importarme era otra cosa totalmente diferente a la que estaba pensando.

-          He hablado con Cassie y con lo de la niña y todo lo que he estado pasando últimamente, hemos decidido que es hora de tomar un descanso. Quiero disfrutar de mi familia de una vez por todas
-          Y por ese motivo te he regalado el ramo de rosas –dijo antes de reír- Estas segura de lo que vas a hacer?
-          Mas que segura. En cuanto termine con estas películas vas a tenerme a todas horas a tu lado, te voy a agobiar un poco pero lo necesito
-          Te amo

Y yo también a él, si no fuera por el pedazo de hombre con el que compartía mi vida nunca me hubiera propuesto dejar durante un tiempo indefinido mi trabajo. Adoraba ser actriz pero con un marido cansado de apenas verme y una niña en camino la mejor decisión que podía tomar era esa, daba igual las ofertas que tuviera, mi familia era lo primero y después ya vendría el trabajo.

-          Gracias por las rosas. Parece que siempre que estoy un poco tristona encuentras la forma de alegrarme el día
-          Ese es mi trabajo –respondió acariciando mi mano- Te apetece dar un paseo por la ciudad? Hoy no creo que nos moleste nadie, yo me encargo de espantarlos

Últimamente era salir a la calle y ya fuera porque había salido en varias películas o porque básicamente me conocían de verme en la tele, más de veinte personas diarias me paraban y me pedían una foto. Era halagador ver como a la gente le gustaba tu trabajo pero también era agobiante y los últimos días eso era lo único que me parecía.

Ya que estábamos por el centro de la ciudad aprovechamos para visitar uno de los lugares que incitaron a que Max y yo empezáramos una relación, el lugar donde nos dimos nuestro primer beso de amor.

-          Estaba aterrado el día que viaje a Madrid para volver a verte. Era una locura
-          Mi madre se enfado conmigo por venir a verte, no entendía como podía gustarme tanto una persona a la que apenas había visto. Luego te conoció y te cogió cariño pero hasta ese día te tenía en el punto de mira
-          Mi suegra me adora
-          Todos te adoran, aunque solo lo hacen porque eres el marido más sexy del mundo. Adoran que aparezcas a la hora de desayunar sin camiseta y con tus gafas puestas. Lo bueno es que solo yo puedo disfrutarte
-           Cosa que no haces desde hace dos semanas –dijo señalándome con el dedo-

Nunca se lo había llegado a decir pero con el embarazo en una fase tan avanzada me daba miedo tener sexo con el por miedo a que hiciera daño al bebe. Era una estupidez pero esa estupidez me impedía hacer muchas cosas.

-          Sé que estás asustada, yo también lo estaría en tu lugar. Solo piensa que me tienes a mí para todo lo que necesites, no hay persona que desee más que yo cuidar de ti
-          Lo sé pero eso cariño solo me hace estar más a gusto, el miedo sigue ahí. Yo te lo agradezco de verdad pero hasta que no tenga a la niña se que no se me va a quitar

Como si de una película romántica se tratara “Stand By Me” empezó a sonar en medio de la calle y gracias a la maravillosa idea de mi marido no pude hacer otra cosa que bailar con él aun sabiendo que la gente nos estaba mirando.

La pequeña pataleo en el mismo instante en que mi barriga y su padre se rozaron, solo en ese momento supe que mi decisión era la acertada y para nada iba a arrepentirme de haberla tomado. Ya no había otra cosa que me hiciera feliz, ellos dos eran lo más importante de mi vida y como tal tenía que disfrutar de su compañía y amor.

-          Este lugar solo me da ganas de hacer el amor toda la noche
-          Contigo mismo?
-          Pequeña, te he visto hacer maravillas con esas manos
-          MAX!!! –grite antes de darle un golpe en el pecho- Estas obsesionado
-          Contigo –dijo antes de sujetar mi cara entre sus manos y besarme- Me vas a volver loco

Loco ya lo estaba y desde hacía muchos años, yo lo único que hacía era enloquecerle un poquito cada vez que respondía NO a sus deseos de pasar toda la noche teniendo sexo apasionado. Según estaba lo único que me apetecía era ir al hotel y besarle hasta quedarme sin aliento, el sexo tendría que esperar a otro momento.

-          Amor! –escuche gritar desde el salón-
-          Qué? –pregunte desde la cocina-
-          AMOR!
-          Qué?
-          Te quiero
-          Y yo a ti pero si lo dices con la intención de llevarme a la cama lo llevas claro. Si quieres hacer algo de provecho ven aquí y ayúdame a cocinar algo, tengo hambre

Ni la comida del restaurante ni la de mil lugares más iban a llenar el hueco que tenía en mi estomago. A consecuencia de estos atracones de comida  los kilos que llevaba ganados desde el embarazo iban a costarme más de un año haciendo deporte a todas horas para conseguir perderlos.

-          Creo que me estoy enamorando –susurro muy cerca de mi cuello- Solo lo creo…

Cuando Max empezaba a jugar con las respiraciones, mala señal. Esta vez aunque me diera miedo tenía que hacer algo para que el hombre de mi vida liberase endorfinas lo antes posible. Creí que sería buena idea empezar con un masaje y luego lo demás, si surgía, ya vendría solo.

-          Estoy sintiendo a mi hija
-          Creo que le gusta ver a su padre desnudo y gimiendo cada dos segundos. Eso que aun estoy con el masaje, no quiero imaginarte después

Se giró con cuidado de no hacerme daño, y agarrándome de las manos me ayudó a tumbarme sobre su cuerpo desnudo y lleno de crema.

-          Puedo esperar
-          Pero yo ya no

El miedo había desaparecido y su lugar lo había ocupado el amor y la pasión que tenia por mi marido. Necesitaba sentirle y esa forma era la forma más bonita de hacerlo; los dos desnudos, besándonos, disfrutando de nuestros cuerpos y sintiendo a nuestra niña entre los dos.
------------------------

Apenas quedaban dos meses para dar a luz y ni siquiera teníamos el nombre de la niña, tantas veces habíamos peleado por ello que por no hacerlo otra vez mas lo habíamos dejado en un segundo plano. Max quería un nombre, yo quería otro y al final el que terminaría eligiendo uno seria Jeremy.

Desde que estábamos en Madrid tanto su familia como la mía no dejaban de visitarnos para ver cómo estaba la tan esperada nieta. Sinead era la que más tiempo pasaba con nosotros, casi podíamos decir que vivía en esa casa; al menos una vez a la semana venia a ayudarnos a preparar la habitación de la niña pero lo que no sabía era que no la íbamos a tener allí. Si ya no tenía trabajo, no había nada que me impidiera volver a mi casa y mi ciudad, Nueva York era nuestro único hogar.

Con Max asistiendo a entregas de premios cada semana no tardamos mucho en hacer la mudanza. Yo solo le acompañaría a los Oscars asique mientras él estaba fuera yo y mis suegros nos ocupamos de devolver todo a su lugar de origen, NY.
Ese año a diferencia del pasado mi madre no me acompañaría a la gala, si no estaba nominada no había motivo para que viajara tantas horas para nada, en cambio los padres de Max tenían motivos más que suficientes para estar apoyando a su hijo pequeño.

-          Mañana mi guapísimo marido va a ganar su 4 premio de la temporada. Estas a nada de tener un Oscar en tus manos
-          No se sabe Em
-          Puede ocurrir que el actor menos esperado lo gane, como me ocurrió a mí el año pasado, pero lo dudo mucho. Si no lo ganas este año si que subo al escenario y prendo fuego
-          Si lo gano ya sabes que no te lo voy a dedicar –dijo divertido-
-          Como en los Globos de Oro no? Como te atrevas, al que prendo fuego es a ti

Si pensaba hacer eso casi que mejor no le dieran el premio, todos sabíamos que si había llegado hasta ese punto era gracias a la magnífica, preciosa y encantadora mujer que tenia.

Junto a nervios y alguna que otra patada por parte de nuestra niña, llegó el esperado día. En unas casi 5 horas nos maquillamos, peinamos y vestimos para asistir a una gala que sin ninguna duda cambiaria la vida de Max.

-          Y aquí tenemos a Emma y Jeremy. Parece que este años la ganadora ha preferido venir acompañada por su suegro -dijo la periodista- Estáis guapísimos
-          Tu también –respondí amablemente-
-          Donde habéis dejado a Max?
-          Esta con su madre. Siempre será un niño de mama

El día que Jeremy no dejase a su hijo en ridículo seria el día del fin del mundo. Era imposible no reírse con sus continuas frases estúpidas a cada segundo de la entrevista, de esa forma no había quien mantuviera una conversación coherente.

-          Pronósticos para esta noche?
-          Creo que Leo DiCaprio se llevara el Oscar
-          Y mi marido y tu hijo el otro –respondí mirando a Jeremy-

Tanto la periodista como yo reímos al ver que Jeremy se había olvidado por completo de que su hijo también estaba nominado. Todos sabíamos que él más que nadie quería que Max ganara pero olvidarse públicamente de ello no le hacia un grato favor.

De su brazo y con Max y Sinead a nuestro lado entramos al teatro. Como el año anterior, nos colocaron en los primeros asientos, allí saludamos a varios amigos tanto nuestros como de mis suegros. Me hubiese gustado poder quedarme unos minutos más hablando con algunos de ellos pero por culpa de Cassie no pude y tuve que irme a uno de los camerinos del teatro a preparar mi guion para presentar al mejor actor de reparto, uno de los primeros premios de la noche.

-          Tranquila, respira hondo y en cuanto digan tu nombre sal. Estas preciosa

El vestido era una preciosidad pero mi barrigón de 8 meses no tanto, parecía que iba a dar a luz en cualquier momento.

Una voz en off me presentó y tras tragarme los nervios salí por segunda vez en mi vida a un escenario que hasta el momento no dejaba de darme momentos buenos.

-          Y el Oscar es para…

Nada más abrir el sobre supe que mi cuerpo iba a reaccionar de manera especial, Leo acababa de ganar y yo no hice otra cosa que gritar “POR FIN” con todas mis fuerzas frente a un teatro repleto de gente.

Nada más tener al ganador frente a mi le di el Oscar, él en cambio lo dejo en el suelo y sorprendiéndonos a todos hizo algo atípico, besar a la actriz que le acababa de entregar el premio.

-          Lo siento Max, tenía que hacerlo… emmm... Emma te adoro y lo sabes.

A diferencia de los demás actores Leo parecía tranquilo, sin apenas esfuerzo dijo sus agradecimientos y después demostrando el cariño que me tenia esperó a que la mujer embarazada llegase a su lado y le ayudase a salir del escenario. Igual me equivocaba pero después de vivir ese momento intuí que esa imagen al día siguiente estaría en las televisiones de todo el mundo.

-          Estás loco –dije dándole un golpe en el pecho- Enhorabuena
-          Muchas gracias Emma

En ese momento Leonardo era la persona más feliz del planeta tierra, la sonrisa que tenía en la cara no se la iba a borrar nadie y esa era la mejor imagen que podía tener antes de volver al asiento junto a mi marido.
La gala no había hecho más que comenzar y como tal aun me quedaba mucho de lo que disfrutar si es que Max no se había molestado por el beso que acababan de darme.

-          Te lo has pasado bien eh? –pregunto sonriente-
-          Sé que te hemos tentado a hacer lo mismo cuando ganes
-          De lo único que me has tentado es de besarte cada segundo de la gala.

Con que lo hiciera cuando tuviera su premio entre manos me daba por satisfecha.

Como parte del show varios cantantes salieron a interpretar canciones nominadas. En una de ellas mi suegro me invito a bailar y yo sin dudarlo acepte encantada, si ya había besado a Leo no tenía nada mas por lo que morir de vergüenza.

-          Don’t, don’t you wanna fall in love tonight… -cante junto a Jeremy-

La gala estaba siendo muy divertida, mucho más que la del año anterior. Había mucha diferencia de ver ese espectáculo desde el punto de vista de un nominado a verla desde el punto de vista de un simple invitado, los nervios impedían hacer muchas cosas y ese era el caso de Max.

-          Nunca olvidare el momento de ver a Jeremy Irons bailando con Brad Pitt -dijo el presentador haciéndonos reír a todos- He de decir que con Emma has bailado mucho mejor que con Brad, supongo que el beso de antes le habrá dado fuerzas

No había persona que no estuviera riendo en ese momento, todo era tan surrealista que parecía imposible que eso fuera una entrega de premios seria.

Podría contar mil historias más sobre lo que ocurrió esa noche pero supongo que lo más interesante es saber si Max gano o no el Oscar. La ganadora a mejor actriz el año pasado presentó a los nominados y para desgracias de los otros tres nominados mi marido si gano esa noche.
Su madre se levanto a aplaudir, Jeremy le dio un abrazo antes que nadie y yo, yo no supe hacer otra cosa que llorar un nuevo océano.

-          Te amo
-          Y yo a ti –respondí antes de que subiera a recoger el premio-

Encima del escenario volvió a llamar mi atención varias veces, estaba llorando tanto que por momentos no era capaz ni de mirar lo que estaba haciendo.

-          Mi amor… Emma… esto es gracias a ti. Lo siento por los demás pero siendo sincero este premio y todos los demás que he ganado han sido gracias a mi mujer. No os quiero dar envidia pero por si no lo habíais visto voy a tener una preciosa niña con esa chica de ahí –dijo haciendo sonreír a todos los presentes- Te amo, ya da igual si he ganado o no, esto más que un agradecimiento es una declaración de amor. Te amo princesa.

Tras su salida del escenario Cassie llamo mi atención y me indico el camino que debía seguir para felicitarle en privado, allí si que podría llorar a gusto.


En el momento en que conocí a un chico caracterizado de rey nunca imagine que llegaría a vivir esos momentos junto a él. Nunca hubiese podido imaginar que una chica de 20 años del norte de España se pudiera casar y tener una hija con uno de los actores más importantes del momento. Desde el día en que viaje a Brujas hasta ese mismo instante mi vida había dado un giro de 180 grados y encima para bien, todo gracias a un estúpido enamorado que no dejaba de proclamar a los cuatro vientos lo mucho que me quería.

Con el paso del tiempo había aprendido una cosa fundamental "Dan igual los altibajos que pueda tener tu vida, lo único realmente importante en ella es el amor que te dan las personas de las que te rodeas, con ellos todo se puede sobrepasar". En mi caso Max, mi madre, mis suegros y mi hija eran esas personas, sin ellas nada sería lo mismo.

-          India Miles, ese es el nombre de vuestra nieta
-          Es muy bonito –dijo Sinead-
-          Las dos cosas que más queremos dentro de una misma persona –dije aun en la cama- Jer, que te parece?

Jeremy estaba callado y eso normalmente no era buena señal. Si no le gustaba el nombre podía decirlo tranquilamente, mi madre lo hizo y a ninguno nos pareció mal.

-          Siempre pensé que le ibais a poner Jeremy como segundo nombre
-          Y John como tercero, no te digo –dijo Max consiguiendo hacerme reír- En serio, te gusta o no?
-          Claro que me gusta. El nombre de mi primera nieta es precioso

Desde ese momento hasta este mismo, nuestra vida no ha tenido muchos cambios significantes. Max y yo seguimos muy enamorados, enamorados el uno del otro, enamorados de la vida y sobretodo enamorados de la pequeña que nos hace sonreír cada minuto de ella. India Miles era lo que desde tantos años su padre y yo anduvimos buscando, un motor que hiciera que todo funcionara correctamente, la última pieza para formar la familia que desde pequeños los dos deseamos tener.


Pd. MIERDISIMA DE FINAL! (Lo siento)

domingo, 9 de marzo de 2014

Capitulo 54

Tras pasar todo lo que quedaba de año en el rodaje de la película, cuando por fin la terminamos Max y yo tuvimos que hacer un gran cambio en nuestras vidas. Embarazada de casi 6 meses y con mi marido sin ninguna película pendiente decidimos mudarnos durante al menos 2 meses a Madrid; allí tenía que hacer promoción de dos de las películas que había rodado durante mi anterior estancia en España y en mi estado lo mejor era no moverme mucho. La vida en Madrid iba a ser muy diferente a la que teníamos en Nueva York pero un cambio nos venía bien a todos, además las entregas de premios volvían a empezar y asistir a los Goya era uno de mis sueños desde pequeña.

-          Cariño yo no sé si te voy a poder acompañar a los Globos de Oro. Hay mil cosas que hacer aquí
-          Y si gano a quien le voy a gradecer el premio?
-          A mí y a tu futura hija. Voy a intentar cuadrar las fechas pero lo que menos quiero es estresarme, mañana te digo porque encima si voy hay que buscar vestido y mil historias

Max volvía a estar nominado a un Globo de Oro pero esta vez por motivos de trabajo no sabía si podía tomarme 3 días libres para poder acompañarle a la gala. Apenas una semana después eran los Goya y si ya estábamos todos agobiados preparando una gala no quería imaginar cómo estaríamos si fueran dos.

-          Eliee Saab va a ser el diseñador de mis vestidos. Tú vas a irte cuatro días antes y yo con suerte saldré el día anterior y llegare a tiempo para la gala. Mas te vale ganar para que haya merecido la pena el viaje
-          Tu traje para los Globos es de Armani el de los Goya aun no sabemos–continuo diciendo María, nuestra estilista-
-          No quiero más pruebas por favor. Elige tu el que sea para los Goya o me voy a volver loco
-          Yo me encargo de tu mujer y de tus trajes, tranquilo

Era una locura y aun quedaba una semana para la gala. Entrevistas por la mañana, sesiones de fotos por la tarde y a la noche al llegar a casa pruebas de vestidos que me sirvieran estando embarazada. Ese era uno de los grandes problemas que tenia, todos los vestidos de Elie Saab que me había probado necesitaban arreglos en la parte de la barriga y tiempo era algo que no teníamos. O encontrábamos un vestido holgado o igual hasta aparecia desnuda en la gala.

-          Mi niña –dijo tocando mi barriga- Vais a estar preciosas
-          Si encontramos vestido…

Al final encontramos dos vestidos espectaculares pero por miedo a que mi marido no ganase preferí dejar el de color amarillo para la gala de los Goya en la que ninguno de los dos estábamos nominados.

Este año Max estaba nominado a un Globo de Oro y con suerte lo volvería a estar para un Oscar que quizás yo fuera la encargada de darle. Dos meses antes de la entrega de premios ya habían llamado a los ganadores del año anterior para preguntarnos si estaríamos presentes en una gala que aun no tenía nominados, yo sin ninguna duda dije que si, fue un grandísimo honor poder ganar el año pasado y lo seria aun mas poder darlo ese año al mejor actor de reparto.

-          Estoy nominado a mejor actor, no de reparto. Actor de reparto creo que están Bradley Cooper, Leo DiCaprio, Kevin James y alguien más que no me acuerdo.
-          Porque no has hecho un papel más pequeño para que yo te diese el Oscar? -pregunte divertida- Te odio.

Le odiaba pero eso no quitaba que siguiera enamorándome cada día un poco más. Ya hacia un año desde que habíamos vuelto por millonésima vez y este año a diferencia de los otros estábamos preparándonos para ser padres. No me quedaba la menor duda de que ese año iba a ser el año de nuestras vidas, Max ganaría todos los premios a los que estaba nominado y encima seriamos los mejores padres que nuestra hija pudiera desear. Por razones obvias no se iba a poder llamar Miles pero encontraríamos algún nombre que nos recordase los buenos momentos que habíamos vivido junto a él.


6 días más tarde…

-          Mi chica favorita –dijo abriendo los brazos de par en par- Te sienta muy bien el embarazo
-          Le vamos a llamar Roberta

Mis estupideces a veces hacían reír hasta al mismísimo Robert DeNiro. Parecía que siempre nos veíamos en entregas de premios pero por cuestiones de trabajo la cruda realidad era esa; al menos una vez al año estaba bien poder ver a una de tus personas favoritas.

-          No vengas a robármela. Fuera! -grito divertido-
-          Hola
-          Sigo aquí –dijo Max interrumpiendo mi conversación con aquellos dos hombres-

Con Robert nos hacían fotos pero cuando Leo apareció en escena los fotógrafos no dudaron en poner toda la atención en nosotros y así hacer millones de fotos a 3 personas que no paraban de hablar como cotorras en medio de una alfombra roja.

Tras posar unos segundos junto a mi marido un amable señor nos señalo cual era nuestro camino hasta la mesa que nos habían asignado dentro del hotel. Sin apenas sorprenderme volvieron a colocarnos en la misma mesa que a Leo, podía ser divertido tenerle allí pero también sabíamos que lo hacían para avivar aun mas los rumores que nos rodeaban.

La ceremonia comenzó, los nervios aparecieron y por segundo año consecutivo Max volvió a llevarse el premio aunque esta vez con risas por mi parte.

-          Lo siento cariño pero este año no te lo voy a dedicar –En ese momento si ya estaba riendo, reí aun con mas fuerzas- Muchas gracias a todos los que han formado parte de la película, a mi familia y sobre todo gracias a la pequeña que está a punto de nacer. A su madre no le agradezco nada –dijo divertido-
-          Gracias! –grite desde mi asiento-

A diferencia de otras veces a la fiesta de después de la ceremonia sí nos quedábamos. Hacia tanto tiempo que no veíamos a algunos amigos del gremio que poder pasar unas horas riendo junto a ellos se agradecían. Daba igual que estuviera embarazada, el ganador de la noche se merecía una buena fiesta y su mujer se la iba a dar, eso sí, primero de todo tenía que bailar con el otro ganador a mejor actor de reparto.

-          Es un poco raro que no esté celoso por vernos juntos
-          Lo máximo que podíamos hacer lo hicimos en su tiempo asique creo que es normal que este así –dijo antes de reírse- Hacéis muy buena pareja
-          Por eso me case con el –respondí con mis brazos rodeando su cuello- Vamos a olvidarnos de todo y vamos a bailar. Mi hija va a salir bailarina después de esta noche
-          La niña el primer nombre que va a decir va a ser el mío. Va a adorar a su tío Leo

La relación que teníamos era una relación muy rara, primero teníamos sexo, luego éramos amigos, ahora casi familia… el siguiente paso ni él ni yo lo conocíamos pero a los dos estaba por asegurar que nos tenía muy intrigados.

La noche estuvo muy bien aunque lo que me tocó a la mañana siguiente no lo estuvo tanto. Volver a Madrid después de una fiesta y encima embarazada era una de las peores cosas que podían ocurrirte, con todo el trabajo que tenía pendiente andar viajando de un lado para otro era un horror.

-          Y Max?
-          Me preguntas por el ganador? –Cassie afirmo con la cabeza- Se ha tenido que quedar en Los Ángeles para dos sesiones de fotos y entrevistas. Me estoy agobiando por no poder verle
-          En 4 días tiene que estar aquí para los Goya asique no te preocupes

La teoría era esa pero los nominados a los Oscars salían en menos de 3 y si Max estaba entre ellos a la gala iba a tener que ir sola o junto a Cassie ya que a mi madre no le daría tiempo a llegar hasta allí.

Los dos meses de entregas de premios eran un autentico caos incluso para mí que no estaba nominada a ningún premio. Tener a mi marido fuera porque tenía que rodar una película era muy diferente a tenerlo fuera por entrevistas e historias así, de la primera forma aun podía viajar a donde grabasen pero de la segunda ni él mismo sabia a cuantas ciudades iba a viajar en un día. Solo había una cosa de ese mundo que me hacia replantearme mi carrera y eso era el marketing, vale que sin el nadie vería nuestras películas pero la mayoría de veces nadie te agradecía el trabajo que hacías.

Tras duros días de trabajo los nominados a los Oscars llegaron y con ello el aumento de mi estrés.

-          Max no viene. Han no minado a la película a 8 Oscars y él y el director se tienen que quedar en Los Ángeles
-          Esta nominado?
-          Obviamente –respondí de mala gana- Si me pagaran por estar a su lado a todas horas me cambiaria de trabajo, en serio te lo digo

El dramatismo definitivamente era lo mío, quizás por eso era actriz. Quería estar a todas horas al lado de mi marido pero no quería dejar de hacer cosas que me encantaban como era actuar y eso sin duda era una de las mil cosas que el embarazo estaba causando en mi cabeza. Cambiaba de humor cada dos segundos, necesitaba a mi marido continuamente a mi lado, me agobiaba por todo, y a ese paso no llegaría viva a los Oscars.

-          Me están peinando para los premios y odio, pero odio de verdad tener que ir sin ti. Te necesito aquí
-          Lo siento amor
-          Da igual
-          Em lo siento –volvió a repetir- Creí que no te importaría si te esperaba en el teatro. Vuestro hotel estaba completo y he tenido que quedarme en otro un poco lejos

Ya fuera por el embarazo o porque simplemente le quería más que a mi propia vida, no pude remediar ponerme a llorar de felicidad. Nadie me había dicho que mi marido estaba allí y sin duda alguna necesitaba verlo.
Por culpa de esas lagrimas la maquilladora tuvo que pasar un par de minutos más arreglándome, motivo suficiente para ser una de las últimas personas en llegar al teatro. Allí, con un traje negro, corbata y la mejor sonrisa del mundo encontré a Max, el hombre de mi vida.

-          Me has hecho llorar
-          Ahora sonríe princesa –dijo acariciando mi mejilla- No seré Leo ni Robert pero creo que sirvo como acompañante no?
-          -Negué con la cabeza- Espero que la niña no salga igual de idiota que su padre

Al menos lo quería, eso era lo único que me hacia aguantar sus tonterías día tras día.

Después de que varias personas vieran nuestro encuentro caminamos hasta el photocall y posamos durante un par de minutos antes de ir hacia nuestros asientos. La gala empezaba en menos de diez minutos y aun no habíamos ni hablado con los periodistas; lo próximo que dirían sobre nosotros sería que éramos la pareja más lenta de todo Hollywood, dos idiotas que no se preocupaban por el tiempo.

-          Y ahora, aunque preferiría tener a su marido al lado, Emma Fernández…

“Menuda presentación” pensé en cuanto escuche a la presentadora anunciar mi entrada en el escenario. Salí muy nerviosa y observada por un teatro completamente lleno presenté los nominados a mejor actor revelación.

-          Y el ganador es… Miguel Vázquez

Un niño de unos 7 años subió al escenario y a punto de llorar recogió el premio. Era la cosa más bonita y especial que había hecho durante toda mi carrera. Estaba segura de que ese pequeño nunca olvidaría ese momento, seguramente gracias a haber ganado aquel premio su futuro como actor veía un poco mejor el camino que debía seguir.

-          Ven –dije antes de cogerlo en brazos- Te ayudo?

El pobre se puso tan nervioso que no sabía qué hacer ni que decir allí arriba. Tenía un papel entre manos, suponía que serian sus agradecimientos, pero al ser tan pequeño no se atrevía a decir nada.

-          Venga, los dos…
-          Gracias mama
-          Papa
-          Tía Mónica

Y así hasta nombrar a 15 personas más. Ese niño aparte de ser recordado como el actor más joven en ganar un Goya seria recordado por ser el niño mas adorable que había pisado ese escenario.
Terminados los agradecimientos lo baje de encima mía antes de que al bebe que llevaba dentro le pasara algo; un niño de 8 años no pesaba mucho pero tenerlo encima durante 10 minutos cansaba.

Al final un día que en principio pensaba que iba a ser horrible se termino convirtiendo en uno de los más bonitos que había vivido hasta el momento. Conocimos a muchos actores españoles, hicimos nuevos amigos y lo más importante, volví a pasar tiempo con mi marido, lo mejor de toda la noche.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Capitulo 53

Con apenas un mes casados las malas noticias y los rumores empezaron a correr. Una chica nos vio ir a la habitación con Leo y sin perder mucho el tiempo no tardo nada en contarlo a una de las televisiones más importantes de todo Estados Unidos; era fácil no hablar del tema pero no tanto escuchar la serie de mentiras que una persona estaba diciendo solo por hacer daño o incluso por celos.

La verdad es que todo esto no tenía apenas importancia cuando un 28 de septiembre Cassie me llamo llorando. En el mismo momento en que escuche su primer sollozo supe que algo grave había pasado, algo que jamás en mi vida quise imaginar.

-          No puede ser, Cass… lo he visto ayer, por favor

Max estaba a mi lado y sin querer había escuchado lo que Cassie me acababa de decir. Al escuchar la noticia hasta él se puso mal, daban igual los problemas que nos hubiera hecho pasar, jamás en la vida ni Max ni yo le hubiéramos deseado la muerte a esa persona.

-          Han encontrado su cuerpo en la habitación del hotel. Diego te ha estado llamando pero igual no le has escuchado o estabas ocupada… Están todos muy afectados

Llorando le pase el teléfono a Max y deje que él se despidiera de Cassie, yo ya no podía con mas malas noticias. Perder a mi abuelo fue lo más duro por lo que había pasado pero perder a un ex novio y a un amigo era lo siguiente peor. Jamás pensé que Miles se drogaba, quizás había cosas de su vida que por ignorancia o pereza había decidido obviar. Llevaba tantos años sin verle y sin preocuparme por el que por lo que se veía el chico amable, divertido y cariñoso que conocí, había decidido dar un cambio radical a su vida.

Su madre, sus hermanos, toda su familia tenía que estar destrozada tras la noticia, daba igual el dolor que yo pudiera estar pasando, ellos lo vivirían 100 veces más fuerte que cualquiera de nosotros.

Aunque el cuerpo de Miles aun siguiera en Los Ángeles, junto a Max creí oportuno coger lo antes posible un vuelo hacia Nueva Jersey, lugar en el que sin ninguna duda sabia que lo iban a enterrar. Esa era su casa y allí descansaría su cuerpo.

-          No me he preocupado por el lo suficiente. Igual pedía ayuda a gritos y nadie nos hemos dado cuenta… no se merecía esto
-          Miles lo ha querido así
-          Como va a querer alguien morir? –pregunte muy enfadada- Miles no se merecía esto, el no!

Enfadada y muy agobiada decidí no hablar más con Max. Me escondí entre las mantas que nos habían dado en el avión y allí debajo llore todo lo que necesitaba; perder a Miles había sido un golpe más fuerte de lo que me hubiese imaginado.

Después de la noticia ni me dio tiempo a pensar en que haríamos con la película. Ya habíamos empezado a rodarla y ahora sin uno de los actores lo más seguro es que todo se detuviera. Si alguien era capaz de dar el papel de Miles a otra persona en tan poco tiempo, esa persona no se merecía que yo trabajase con ella, Miles se merecía un respeto o al menos unos días de luto.

Llegamos a Cape May y nada más ver a su hermana no supe hacer otra cosa que ponerme a llorar. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, desde la ultima premiere que hice con Miles para ser exactos, aquel día fue el ultimo que coincidimos pero igualmente con tan solo una mirada sabíamos cómo estaba la otra. A veces tienes una conexión especial con ciertas personas y con Dana yo la tenia.

-          Mejor no hablemos de ello cielo, estamos todos en shock.

Aunque aun estuviera enfadada con él, entré a dar el pésame a la familia de mano de mi marido. Sabía que Max no pintaba nada allí pero al ser parte de mi familia lo normal era que me acompañase en momentos tan difíciles como ese.


5 días mas tarde…

-          No voy a hacer eso, lo siento mucho. No puedo
-          Has firmado un contrato
-          Pues ahora mismo pago la indemnización o lo que sea pero yo no grabo en esta situación. Nadie en su sano juicio es capaz de hacer lo que has hecho

No eran formas de dejar un trabajo pero como ya había dicho anteriormente si se atrevían a sustituir al personaje de Miles con tanta rapidez yo no formaría parte de esa película, ni yo ni Diego. El pocas horas después de que yo comunicase mi decisión, él hablo con el director para decirle exactamente lo que yo acababa de decir; Miles no se merecía esa falta de respeto.
Me quedaría sin trabajo pero mi dignidad estaría intacta.

-          Va a terminar pasando un mes y aun no se qué he hecho mal. No creo que lo que dije fuera para tanto –dijo Max-
-          Eso está olvidado
-          Entonces qué es?
-          Que yo no puedo superar esto tan fácil Max, no estaba preparada para perder a nadie y encima ahora mira lo que ha pasado con la película. Nada nos sale bien
-          Ni siquiera tener un hijo
-          Ves por lo que me enfado contigo? Te hablo de una cosa y tu sin más me saltas con otra
-          Lo siento
-          Da igual…

Tantas veces me había dicho “Lo siento" que ya no significaba nada. Tenía que aprender de una vez por todas lo que estaba bien y lo que no, y cuando lo hiciera nuestra relación volvería a ser la que era antes.

-          Como me niegues otro beso abro la ventana y me tiro por ella.
-          Te la abro yo?
-          Em ven aquí –dijo a la vez que me cogía de la cintura- Te quiero y lo sabes
-          Lo sé, pero a veces eres idiota. No quiero ningún beso

Haciendo honor a lo idiota que era no me hizo caso y me robo un beso que aunque le dijera que no lo quería me hacía mucha falta. Por ese motivo era mi marido, porque solo él sabía cómo llevarme la contraria y aun así hacerme feliz.

-          Ya que has dejado el trabajo ahora podre aprovechar para intentar ser padre no?
-          Las veces que quieras

Lo que aun no sabía era que quizás ya podía serlo. Desde hacía dos meses no me bajaba la regla y lo más probable era que  fuera por ese motivo. Si aun no había hecho la prueba de embarazo había sido principalmente por el disgusto de Miles, no creía oportuno decir que estaba embarazada cuando mi ex novio había muerto.

Esperé una semana y cuando creí que mis sospechas podían estar en lo cierto, le di la noticia a Max para después pedirle que por favor fuera él el que comprase el test. Si no estaba embarazada sería un golpe para los dos pero si lo estaba eso significaría que mi trabajo tenía que ir disminuyendo.

-          Max sal del baño
-          Pero quiero saber el resultado
-          Y lo sabrás, solo déjame mear tranquila. Parece que piensas que me voy a escapar

Entendía que estuviera nervioso por el resultado pero lo que no podía hacer era no dejarme a solas ni un segundo.

En cuanto terminé abrí la puerta del servicio y deje que Max esperase el resultado conmigo. Los dos estábamos de los nervios, apenas podíamos mirarnos y nuestras cabezas estaban imaginándose una nueva vida si ese pequeño palito nos daba la noticia de que seriamos padres.

-          Te lo dije! –grite al ver el resultado-

Cuando una mujer tenía sospechas de algo era porque había motivos para ello. Estaba embarazada y la primera reacción de mi marido no fue otra que empezar a llorar igual que un bebe, él más que nadie estaba muy feliz por a sus  31 años por fin ser padre.

-          Si es niño quiero que se llame Miles
-          Antes de saber el resultado estaba pensando lo mismo –dijo levantándose a besarme- te amo

Una gran persona había muerto pero otra aun mejor estaba a punto de nacer; a veces la vida te quitaba a una persona solo para darte a otra nueva. Me hubiese encantado que Miles conociera a nuestro futuro hijo pero eso ya no podía ser, ahora había que pensar en el futuro y olvidarse de las desgracias.

Después de una muerte tan inesperada los rumores de que había estado con Leonardo DiCaprio se detuvieron durante unos días para dar paso a los rumores de que yo había sido la culpable de la muerte de uno de mis mejores amigos. Parecían no entender lo mal que lo estaba pasando tras su muerte que ahora querían terminar de hundirme con esas estupideces; de no ser por que tenia a Max a mi lado nunca hubiera sido capaz de intentar avanzar con mi vida.

-          Me van a terminar echando del rodaje por culpa de los fotógrafos. No nos dejan ni un minuto a solas y casi todas las escenas son en exteriores
-          Habéis avisado a la policía? Eso es acoso
-          No pueden hacer nada, tienen que estar a una distancia pero igualmente desde donde están pueden fotografiarnos perfectamente. Quédate en casa y ni se te ocurra venir a buscarme, esto es una locura
-          Pero estas bien?
-          Estaría mejor comiendo pizza pero si. Mientras intente estar centrada en el rodaje estaré bien
-          Al menos tengo a Buddy conmigo.
-          En dos horas estoy ahí, espero que no se alargue mas esto. Te quiero

Esas pequeñas conversaciones las teníamos en cada descanso que tenia durante el rodaje, podíamos estar hablando de tonterías pero las necesitaba. Conocía a mucha gente pero sabía que en la única persona en la que podía confiar era en mi marido, por ese motivo casi siempre me limitaba a estar con él.


Con el rodaje y las mil entrevistas que tenía que hacer en la ciudad, todo el drama surgido en los últimos meses fue desapareciendo. Miles no podía estar presente pero siempre estaría en nuestro corazón y eso era lo que tenía que importarnos. Era nuestro trabajo que una persona tan buena como él no se quedase en el olvido, desde ese momento hasta el resto de mis días Miles estaría siempre conmigo ya fuera en una entrega de premios o en mi vida cotidiana, siempre que tuviera oportunidad su nombre saldría a relucir, Miles se lo merecía.

-          Emma soy Leo
-          Leo? Hola
-          Estoy en Nueva York y quería saber si te apetecía quedar para cenar o algo. Con todo el revuelo de estas semanas igual deberíamos hablar
-          Sí, claro. Te apetece pasarte por mi casa? Estoy rodando una película y cuando termino es el único lugar al que me apetece ir.

Aceptó encantado y en cuanto llegue a casa allí estaban los dos hombres más guapos del mundo hablando de algo que por lo que parecía era bastante divertido.
Primero salude a mi marido con un beso y a continuación di un necesitado abrazo a Leo; podíamos conocernos poco pero después de tener sexo con alguien es como si lo conocieras de toda la vida.

-          Estoy embarazada y no necesito más disgustos. Ahora que sabéis mi situación podéis hablar –dije en tono divertido-
-          Estas embarazada? –pregunto sorprendido-
-          Si y es tuyo –respondí antes de reír- Tranquilo que es de mi marido. Que tal todo?

La mejor forma de empezar una conversación que sabias que iba a ser un poco incomoda era haciendo una broma. No sabía si a Leo le gustaría o no pero yo era así y como tal se la hice sin dudarlo ni un momento.

Durante prácticamente toda la noche comentamos todas las locuras que habían dicho de nosotros hasta ese día, incluso en un momento se nos ocurrió la idea de salir juntos a la calle y no disimular que éramos amigos aunque ellos pensaran que éramos pareja. Nos parecía una idea divertida pero si lo que queríamos era detener los rumores lo mejor era no hacer nada y dejar que el tiempo pasara.

sábado, 1 de marzo de 2014

Capitulo 52

Los novios en teoría tenían que quedar hasta el final de la fiesta pero nosotros no lo hicimos, con todo lo que había ocurrido durante la ceremonia y el banquete mi cuerpo apenas podía aguantar un minuto más allí, si los invitados querían quedarse hasta la noche eran libres, la novia por el momento se iba de vuelta al hotel.

-          Ha sido el mejor día de mi vida –dije apoyando la cabeza sobre el hombro de Max- Tu padre no ha dejado de preocuparse por mí en todo momento
-          Hasta mi madre se puso celosa –nos miramos cómplices y reímos- Mi padre te quiere más que a cualquiera de sus hijos, es pasión lo que tiene por ti.
-          Yo sabes por qué lo quiero más que a nadie? Por ti, si no fuera por el no te tendría a mi lado y ahora mismo no se qué sería de mi sin ti

Nunca me cansaría de decirle lo mucho que lo quería, vale que ese día era el día de nuestra boda pero aun sin serlo sería capaz de repetirle veinte mil veces lo afortunada que era por tenerle a mi lado.

Llegamos al hotel y aunque mi cuerpo no estuviera para mucha más fiesta hicimos el amor de la forma más bonita y apasionada que podía existir. Esa era la primera vez que lo hacíamos estando casados y la primera que lo hacíamos pensando en ser padres; me daba miedo pero del miedo no podía vivir, un niño con suerte traería aun mas felicidad a nuestra familia.

-          Estamos casados y vamos a ser padres tarde o temprano, solo nos falta una cosa
-          El qué?
-          Nos falta bailar nuestra canción

Desnudo y sin importarle nada se levanto de la cama mientras en su móvil buscaba la canción que casi todos los días escuchábamos cuando estábamos juntos “I Wanna Dance With Somebody”. El baile era una tontería pero era nuestro baile y eso lo hacía especial. Bailar era uno de mis mayores hobbies y si lo hacía junto a mi novio y encima desnudos era lo más bonito que podía hacer. No por nada sexual sino porque así era como habíamos nacido y era una forma de la que no debíamos avergonzarnos, al fin y al cabo el baile es algo interior, no por llevar más o menos ropa eso tiene que cambiar tus sentimientos al moverte al ritmo de la música.

-          No quiero que te vayas otra vez
-          Ni yo quiero irme pero es lo que toca. Vamos a tener una luna de miel muy rara
-          Lo sé, tu entre Nueva York y Los Ángeles y yo aquí, abandonado durante un mes mas
-          Y tengo que ir a Brujas a una sesión de fotos asique peor aun. No quiero separarme de ti ni un segundo –dije abrazándolo- No quiero Max
-          No sabía lo de Brujas

No lo sabía porque había intentado ocultárselo el mayor tiempo posible, sabía que si se lo decía iba a querer dejar su trabajo por venir conmigo y no podía ser, me gustaría que fuera lo contrario pero lo primero era su trabajo y luego las locuras con su ya mujer.

Después de una noche bodas llena de sorpresas dormimos hasta la tarde del día siguiente; si algo bueno tenía casarse eso era que absolutamente nadie preguntaba por los novios durante al menos 24 horas. Comimos en la cama, hablamos sobre lo que teníamos que hacer los días siguientes y pasamos las horas besándonos como auténticos adolescentes. Besarlo era mi única pasión, era algo que sabía que se me daba bien y que para mi suerte a la persona a la que besaba le encantaba que lo hiciera.

-          Deberíamos ir a despedirnos de mi madre y tus padres. Mañana nos vamos todos y ninguno coincidimos en el mismo vuelo
-          Que les den Em, quiero estar contigo
-          Amor… vamos

Si por mi fuera también hubiera pasado las últimas horas a su lado, lo malo iba a ser que si no me despedía de mi madre y mis suegros estos se enfadarían conmigo durante todo lo que me quedara de vida.

-          Hola chicos –escuche decir a Sinead-

En ese mismo momento la mano de mi marido se poso en mi cintura y con ello su cuerpo se inclino sobre el mío hasta darme un impresionante beso delante de nuestras familias.

-          Y esto? –pregunte sorprendida-
-          No quiero que te vayas Em

Negué con la cabeza e intente dejar el tema lo antes posible, como siguiera repitiéndolo llegaría el punto en que hasta me lo plantearía.

Yo intente ser agradable con su familia pero el parecía que no tenía ni ganas de intentar hablar un poco con mi madre, daba igual lo mal que estuviera porque yo me fuera, tenía que poner un poco de su parte y a veces no ser tan irrespetuoso como lo estaba siendo en ese momento.

-          Te necesito más que tu a mí, alegra esa cara
-          Ves normal que nos casemos y luego no pasemos ni dos días juntos?
-          No cariño pero no podemos hacer otra cosa. En serio, disfruta del tiempo que nos queda juntos y no nos fastidies el día a todos. Para una vez que nos vemos…

Era normal que no le gustara que me fuera pero lo que no podía hacer era lo que estaba haciendo. De alguna manera encontraríamos la manera de vernos, lo mejor era no pensar en ello por el momento.

-          Ves? Pedazo de idiota
-          Juro que estaba a punto de empezar a llorar –dijo en tono de broma- Gracias, no sabes lo mucho que lo necesitaba
-          No quiero que luego vayas diciendo por ahí que te quedaste sin luna de miel por un director que estaba mal de la cabeza

Jason apareció en el momento perfecto. Según él llevaba buscándonos un buen rato por todo el hotel y cuando por fin dio con nosotros nos dio una de las noticias más esperadas, Max podía tomarse cuatro días libres, sus escenas se pospondrían hasta el día que llegase de Brujas.
Yo tenía que trabajar un par de horas pero eso no importaba mientras lo tuviera a él a mi lado, la sesión de fotos la haría por la mañana y la tarde la tendría toda para Max y la maravillosa ciudad que me dio a conocer al que ya era mi marido.

-          Un día Max, un maldito día. No sé por qué me he casado contigo
-          Que he hecho ahora?
-          Hasta tu madre ha visto como sonreías a esa chica, joder! Me pones de los nervios
-          Em
-          Ni Em ni ostias, te estás pasando de la ralla

Me levante de mi asiento y camine enfadada hacia la habitación. Daba igual si me acababa de casar o no, Max no se daba cuenta de que solo tenía que tener ojos para mí y eso me cabreaba de forma sobrenatural.

Como tenía que ser, él me siguió pero allí no consiguió lo que tanto deseaba, no iba a perdonarle tan fácilmente. Me cogió del brazo, me hizo mirarle a la cara y lo único que logro fue que le gritara toda la mierda que me acababa de hacer pasar.

-          Soy tu mujer, olvídate de las demás. Si sigues así Brujas se va a la mierda, paso de ir contigo a ningún lugar
-          Espera…

Salió de la habitación sin tan siquiera decirme a donde iba y por alguna extraña razón confié en él y le hice caso. Cuando se iba sin decir nada era que algo importante estaba a punto de suceder, con suerte algo que cambiara mi estado de ánimo. 5 minutos, 10 minutos,  hasta media hora llegue a esperar sin saber por qué lo hacía, Max me estaba gastando una broma de mal gusto y desde luego que esas no eran formas de hacerme olvidar todo.

-          Ves esto?
-          Eres idiota
-          Lo he llevado conmigo desde el día que me lo diste. Puedo tener mis fallos pero que no te quede la menor duda de que estoy enamorado de ti hasta las trancas. A la chica a la que sonreí abajo la conozco de que me ayudo a organizar la boda, solo de eso. No tienes motivos para ponerte celosa
-          “Mi vida ahora” –Negué con la cabeza incrédula tras lo que acababa de ver- Hace años que te lo regale
-          Los mismos que llevo enamorado de ti. Ayer nos casamos pero llevo casi 5 años enamorado de ti… confía en mi Em, me dijiste una vez lo de las chicas y lo entendí a la perfección. Nunca más va a volver a ocurrir

Con una pequeña sonrisa me acerque a él y le quite el libro de las manos para a continuación darle un merecido beso. Vale que a veces hacia mal las cosas pero muchas otras yo también me equivocaba y esa era una de ellas. Me gustaba tanto ese chico que al más mínimo gesto de complicidad con otra persona me ponía celosa, tan celosa que llegaba a crear ese tipo de situaciones absurdas y sin motivo.

-          Donde estaba el libro para que tardaras tanto en encontrarlo?
-          Lo tenía mi madre, el otro día dormí en su habitación y me pase toda la noche leyéndolo por culpa de los nervios de la boda

Aunque a veces me hacia rabiar, el hombre con el que me había casado era perfecto ante mis ojos. Iría con él a Brujas y al fin del mundo si hacía falta, lo único que quera era ser feliz a su lado.


Dos días después, Brujas…

Si creía que ya tenía lío con tan solo la sesión de fotos, cuando Cassie me dijo que tanto Max como yo estábamos invitados a una gala benéfica que se hacía en la ciudad el lío se multiplico por mil. Tenía que buscar un vestido, organizar los horarios y aparte de todo esto tranquilizarme un poco por lo que estaba por venir.

-          Mark y Jessica están ahí para ayudaros, no te preocupes y disfruta. Cuando terminéis llámame
-          Te odio Cass

De esa forma termine la llamada. Cassie era una de mis mejores amigas pero eso no le tenía por qué impedir haberme avisado un día o dos antes de que tenía que asistir a ese evento. Era una autentica locura preparar todo a escasas horas y sin opción a decir que no.


Con un espectacular vestido y Max a mi lado entré dentro del coche que nos esperaba a la entrada del hotel. No íbamos a ser los únicos actores en el evento, actores mundialmente conocidos como Alec Baldwin o  Antonio Banderas también asistirían, cosa de la que me entere en último momento y era motivo suficiente para ponerme aun peor de los nervios.

-          Esta es su mesa –dijo el señor que nos acompaño hasta ella- Los demás asistentes están a punto de llegar
-          Gracias –respondí amablemente-
-          Leonardo DiCaprio
-          Qué?
-          Siéntate y luego lee lo que pone a tu izquierda

En ese mismo instante y conmigo aun en estado de shock un guapísimo Leonardo DiCaprio apareció a mi lado y me saludo con una cariñosa caricia en la espalda.

-          Por fin nos conocemos –dijo amablemente- Enhorabuena por el Oscar
-          Muchas gracias

Estaba tan nerviosa que no sabía que decir, lo único que mi cuerpo me dejaba hacer era agarrar la mano de Max y apretarla más fuerte cada vez que mis nervios aumentaban. Era uno de mis actores favoritos y tenerlo a mi lado me ponía aun más nerviosa que el día que tuve que dar mi discurso en los Oscars.
Ser una actriz conocida no quitaba que siguiera siendo una fan mas, tenía 23 años y lo más normal era que actuase así cuando el mismísimo Leonardo DiCaprio se sentaba a mi lado y me hablaba.

-          Vais a salir de fiesta?
-          Mmmm… supongo, no lo sé. Hemos estado aquí hace ya tiempo pero no conocemos muchos lugares para salir
-          En mi hotel vamos a hacer una fiesta, estáis invitados.

Era muy raro acabar de conocer a Leo y que ya estuviéramos invitados a una de sus fiestas. A Max no le gustaba mucho la idea pero para una vez que nos pasaba algo así había que ir si o si, lo que pasara en esa fiesta seria una anécdota más para contarle a nuestros futuros hijos.

Cenamos en el lugar al que habíamos sido invitados, vimos como se subastaban algunos objetos para la beneficencia y cuando la noche se empezó a poner subimos en un coche y nos acercamos al hotel en el que estaba la fiesta.

-          Hoy hay que hacer algo diferente
-          Venir a esta fiesta no te parece diferente?
-          No. Algo peligroso, nuevo, algo que recordemos siempre.
-          Están fumando maría en una piscina, te parece lo suficientemente peligroso?

Ahí le había dado, eso era la primera de las mil locuras que íbamos a hacer esa noche. Nos quedamos en ropa interior y sin conocer a ninguna de las personas que estaban allí nos unimos a su orgia de sexo y drogas.
Aun no habíamos visto a Leo por ninguna parte pero por lo que se veía eso no era nada raro en su vida. No digo que fuera un drogadicto pero si tenía esa fiesta montada en su habitación era que el la había consentido.

-          Ven aquí

Max parecía haberse metido totalmente en el tema de la fiesta. Porro en mano y conmigo a escasos centímetros de su cuerpo medio desnuda decidió que lo más adecuado para hacer en ese momento era besarme apasionadamente. Daba igual la gente que nos pudiera ver, él quería una cosa y la iba a hacer.

-          Esto parece una película porno. Tenemos que parar

En ese momento alguien toco mi espalda, pensé que era Max pero al ver a Leo dentro de la piscina supe que me equivocaba. Amablemente nos invito a tomar algo y a continuación y sin esperármelo me robo de brazos de mi marido y me saco fuera con la intención de hacer algo que yo ni podía imaginar.

-         Mi marido está ahí, no puedo dejarlo solo
-          Pues que venga

Avise a Max con la mano y en menos de 10 segundos ya lo tenía a nuestro lado. Haber fumado aquel porro me afecto un poco pero no tanto como para no saber lo que hacía, si veía que Leo nos llevaba a algún lugar raro sería la primera en parar la situación.

-          No me gustan estas cosas
-          Cariño vamos... Queríamos hacer algo diferente
-          Estás loca

Esa misma frase me la repitió durante toda la noche pero lo vivido no nos lo quitaba nadie. Nunca llegue a imaginar que tendría sexo con dos hombres a la vez, era algo que jamás me había planteado, aunque teniendo a uno de los hombres más sexys del mundo sugiriéndome tener sexo con el no me sorprendía para nada haberle respondido que sí.

Acabábamos de conocernos pero daba igual cuando de sexo se trataba.
Max estaba incomodo, yo más de lo mismo y Leo parecía ni inmutarse; era la hora de despedirse y aunque costara después de lo que habíamos hecho, hora de volver a nuestra vida normal.

-          Al menos ha merecido la pena desnudarme delante de otro tío
-          Te ha encantado –dije finalizando la conversación-

Todo había sido perfecto pero hablar de esos temas me seguía poniendo de los nervios. Lo hecho, hecho estaba y lo mejor era no pesar más en ello.

Volvimos a nuestro hotel, descansamos y lo antes posible volvimos a despertar para terminar nuestro ultimo día de luna de miel haciendo turismo por la ciudad que mejores recuerdos nos había dado.