sábado, 28 de septiembre de 2013

capitulo 22

Todos los días en Nueva York traían experiencias nuevas; esa vez fue ir a un cine en una azotea del East Village, un bonito lugar en Manhattan. Era Enero pero no importaba mientras tuviéramos muchas mantas y un encantador chico al lado para dar calor.
Ese lugar era especial, me demostraba lo que el cine podía llegar a producir en las personas. Ni el frio ni ninguna otra circunstancia era capaz de estropear una buena película.

-          Me encanta este director
-          Y el actor también –continuo diciendo Max-
-          Ryan Reynolds siempre me encantara pero ahora en serio, este director es lo mejor del mundo.
-          Español tenía que ser
-          Pues claro, como tu maravillosa novia –dije acercándome a él- Ya deberías saber que somos mejor que los demás

La mujer que teníamos delante nos hecho la bronca y tuvimos que callarnos. La verdad es que tenía razón pero tampoco nos habíamos puesto a gritar como para que nos mandara callar de la forma en que lo hizo.

Me limite a apoyarme sobre el pecho de Max y así terminar de ver la película, de esa forma no molestaría a ninguna señora malhumorada.

-          Ha sido un gran día. Incluso ni me ha molestado que hayas salido por la mañana con Robert
-          Un aplauso para Max –grite en mitad de la calle- Me llaman, un segundo

Conteste al teléfono y cinco minutos después mi cara paso de completa felicidad a mucho miedo. Hacía tiempo que no pensaba en ello pero parecía haber llegado el momento de cortarme el pelo para rodar la película.

-          En 2 días. Voy a estar de los nervios hasta que llegue el momento de cortarlo
-          Sin fumar y encima preocupada a saber quién te aguanta
-          Espero que tu –respondí abrazándole temerosa- Dime que va a salir todo bien
-          La película va a ser un éxito y va a ser gracias a ti y a tu precioso pelo –me dio un beso en la cabeza- Estas guapa de cualquier manera. Te conocí morena, me enamore de ti rubia y me casare contigo con el pelo corto
-          Te quiero

Y otra vez más Cassie volvía a interrumpirnos. Si pensaba descansar esos días ahora se complicaba un poco con el viaje a Madrid que tenía que hacer. La película que acabábamos de rodar necesitaba publicidad y parecía que la persona más adecuada para hacerlo en España era yo.

-          En 2 días me corto el pelo y ese mismo día voy a Madrid. Como este horrible podéis ir olvidándoos de mi… oh dios mío –dije cansada-
-          No seas tan pesimista
-          Ven conmigo y así dejo de serlo

Al menos con él a mi lado todo sería un poco mejor. Apenas nos había dado tiempo a mudarnos pero daba igual, ya tendríamos tiempo de ello cuando volviésemos de Madrid.

-          Es solo un día. Vamos, descansamos un poco en el hotel, hago las entrevistas y volvemos… volvemos si quieres, sino podríamos ir a visitar a tu suegra
-          Tienes tiempo antes de ir al rodaje?

“Mierda!” eso fue lo que dije cuando me di cuenta de que apenas tenía una semana para que el rodaje de la película empezara. Iría a Madrid pero no vería a mi familia, lo máximo que podía pedir era que ellos viajasen hasta allí para tan solo verme un par de horas si había suerte.

-          Ya pensaremos que hacer, de momento voy contigo –rodeo mi cintura con su brazo y nos dimos un beso- Ahora nos vamos todos al karaoke, ya verás que voz más bonita tengo
-          Tienes que cantar Mi carro me lo robaron, así me demuestras que mis clases de español funcionaron de algo
-          La gente me mira raro cuando lo hago –respondió muy serio- no tenias que haberme enseñado nada

Tan solo por lo bien que me lo pasaba escuchándolo mereció la pena las horas que me pase intentando que aprendiese a pronunciar bien “mi carro”.

Entre risas y miradas cómplices pasamos una buena noche en el karaoke. Había señores mayores, gente de nuestra edad, incluso niños cantando, ahí no había diferencia entre actores y no actores. A veces nos solían tratar diferente por haber salido en una película y eso me ponía de los nervios. Tenían que entender que salir en una pantalla o ganar un poco más que los demás no nos hacia diferentes, en mi caso había nacido en una familia de clase obrera y me encantaba que fuera así. La gente que iba derrochando dinero por la vida podría ser muy feliz pero ese no era mi caso.

La novia de Samuel parecía algo cortada a la hora de hablar con nosotros, por lo poco que había hablado con ella podía intuir que era buena chica asique deje un poco de lado a Max y me senté junto a ella. Una nueva amiga nunca venia mal.
Aprovechando que estábamos en un karaoke la convencí para que saliese a cantar conmigo una canción. Daba igual cual fuera, solo quería reírme un rato.


48 horas más tarde:

-          OH DIOS MIO! Parezco Anne Hathaway en Los Miserables
-          Más bien Michelle Williams, no seas dramática
-          Max no dice nada, mala señal –lo mire y espere una frase por su parte- Vale, eso significa que estoy horrible. Quiero morirme
-          Estas espectacular! –se levanto del sofá donde estaba sentado y se acerco hasta mi- No creí que te iba a quedar tan bien, estas muy pero que muy sexy

Iba a costarme mucho acostumbrarme a ese cambio de pelo pero de momento no tenía tiempo para lamentaciones. Me arreglaron un poco y después de pasar por casa a recoger mi pequeña maleta salimos hacia el aeropuerto, Madrid nos esperaba.

Era la primera vez que viajaba a España por cuestiones de trabajo e iba a ser muy raro. Apenas había hecho un par de entrevistas y ahora tenía que promocionar una película yo sola, lo único que me animaba era saber que Max estaba a mi lado y que mi madre estaba viajando hasta Madrid para pasar unas horas conmigo. Si no fuera porque a veces teníamos que hacer esos pequeños esfuerzos, nuestra familia se hubiese ido al garete hacia muchos meses.

-          Hemos llegado –dijo Cassie animada-
-          Te apetece ir a dar una vuelta? –pregunte a Max-
-          Es tarde y estoy cansado. Mejor mañana, ahora solo quiero dormir

Me parecía bien, yo también estaba cansada y lo mejor iba a ser descansar un poco.

Miraba a Max y recordaba los buenos momentos que habíamos pasado en esa ciudad. Allí habíamos vivido mil experiencias, desde ser el primer lugar en el que quedábamos solos a ser la ciudad en la que comenzó un romance de verdad. Brujas nos había dado muchos momentos inolvidables pero Madrid seria especial.

-          Pensé que no te iba a besar nunca –dijo acariciando mi cuello- me lo ponías cada vez más difícil
-          Porque me gustabas mucho y no quería que lo supieras
-          Pues ahora lo se

Y yo me alegraba de que fuera así.
Sin importarme si Cassie o cualquiera nos veía nos dimos un largo y necesitado beso, ese tipo de besos que te hacen dar cuenta de lo enamorada que estas.

En un taxi nos llevaron hasta el hotel y allí sin esperármelo me encontré algo que jamás había tenido, fans. Eran casi las 11 de la noche y un par de chicos esperaban a la entrada del hotel gritando mi nombre y el de Max en cuanto lo vieron.

-          Emma hoy no, no bajes
-          Por la mañana los saludas –continuo diciendo Max-

Me daba mucha pena que esos chicos se quedasen allí sin ni siquiera tener una foto o un autógrafo, quizás se habían pasado horas esperando y a la mañana siguiente no podían volver para vernos.

-          Solo 5 minutos, ir subiendo si queréis

Iba a ser imposible convencerme de hacer lo contrario asique los deje allí con las maletas y baje hasta donde estaba el grupo de fans a saludarlos.

-          Tu pelo! –grito sorprendida una de las chicas-
-          Me has deprimido aun mas –respondí casi riendo- En un par de semanas empiezo el rodaje y he tenido que cortarlo
-          Te queda bien –dijo el chico que tenia al lado-

Era genial poder hablar con ellos pero también tenían que entender que estaba cansada del viaje y me merecía descansar un poco. Firme rápido y luego vinieron las fotos, ahí sí que me iba a pasar de los 5 minutos que les dije a Cassie y Max.

-          Me la llevo chicos, mañana bajamos los dos –me dio la mano y me hizo moverme casi a la fuerza- Buenas noches
-          Max!!!!! –grito una chica-
-          Mañana bajo lo prometo

No parecían muy contentos porque nos fuéramos, pero no podían decir que no pase casi 10 minutos con ellos. Ahora entendía porque Cassie me dijo que no fuera a saludar.

Antes de ir a la habitación paramos en el restaurante del hotel para cenar algo. Con todo el viaje que habíamos hecho y los fans de la entrada ni siquiera me acordaba de que no  había probado bocado en muchas horas.

-          Hoy no me tires comida

En cuanto lo escuche no pude parar de reír. Lo decía tan serio que hasta parecía que no bromeaba.

-          Deberíamos ir a la habitación
-          Tienes sueño? –pregunto acariciando mi brazo-
-          No, tú tienes?
-          Tampoco
-          Bien. Podríamos… -suspire ante sus continuas caricias-podríamos subir y ver una película
-          Bueno, ya he visto todas las películas –respondió al ras de mis labios-
-          Estoy segura de que hay muchas películas
-          Y yo estoy seguro de haberlas visto todas
-          Entonces descartamos eso

Sin dejarle darme un beso me levante de la silla y camine hasta la habitación. No sabía cómo terminaría ese juego pero por si acaso preferí averiguarlo en la habitación antes que en medio del restaurante.
En cuanto volvió a acariciar mi cuello supe lo que iba a pasar.

-          Podríamos…
-          Podríamos nada. Hagamos lo que hagamos sabes cómo va a terminar la noche

Con tantos besos en el cuello y en todas partes no pude resistirme a empezar el juego que él quería.

-          Max no, para –lo separe de mi cuerpo- no podemos, hoy no
Por la forma en la que me miraba sabía que no le hacía mucha ilusión parar en ese momento.
-          Qué te pasa?
-          Hoy no cariño –dije cansada de la situación- A este paso antes de casarnos me quedo embarazada
-          Como si lo hiciésemos sin nada
-          Da igual Max

Era tanto y tan continuo que hasta a mi me cansaba. Necesitaba descansar y ya llegaría el momento de volver a hacer el amor.

Hablando un rato con el conseguí calmarlo y así hacerle dormir a mi lado. Muchas veces cedía yo asique ese día le tocaba a él ceder conmigo, tenía que entender que a la mañana siguiente iba a tener mucho trabajo que hacer y no estaba como para gastar fuerzas en nada.


Desperté muy pronto y preferí no molestar a Max, estaba mejor durmiendo que acompañándome mientras me maquillaban y vestían para las entrevistas. De esa forma le pedía perdón por lo de la noche anterior, no tenia sexo pero al menos tenía 1 hora más de sueño.

En la habitación de Cassie me esperaban ella junto con una maquilladora, allí me dejarían perfecta y lista para ir a hacer la mejor promoción del mundo. Tanto los productores como el director de la película confiaban en que hiciera un buen trabajo asique no podía defraudarles.

-          Buenos días –dijo Max mientras pasaba por detrás de mi silla- te he traído una sorpresa

La maquilladora dejo de hacer su trabajo y así pude ver de qué se trataba esa sorpresa.

-          Mama!

No pude remediar gritar al verla allí, con tanto lio que teníamos en la habitación ni me había acordado de que llegaba a esa hora. Hacía casi dos meses que no la veía y parecían años; estaba más guapa que nunca, parecía que su nuevo novio la hacía muy feliz.

Normalmente era sincera pero no sé si cuando me dijo que el pelo me quedaba muy bien era verdad o simplemente estaba haciendo su deber como madre.

-          Me siento una famosa de verdad. Dentro de poco el Oscar –dije divertida- Aun no me acostumbro a toda esta mierda
-          Es tu vida –respondió Max- Es a lo que te dedicas asique no nos queda otra que hacer promoción
-          Actuó, no hago promociones
-          Si no las hicieras nadie vería la película

Ahí había dado en la diana. Era verdad que sin promoción nadie vería la película pero también tenía razón yo en que sin un actor que amase su trabajo daba igual la mucha promoción que hiciese que la película seria una completa basura.

-          Lista –dijo la maquilladora

Me levante de la silla y divertida fui hacia Max.

-         Quieres pelear eh? Eh? Eh? –reí- Porque eres tan guapo? –me acerque a él y acaricie su cara- Si es que eres perfecto, verdad chicas?

Mi madre me miraba sin entender nada mientras que las demás no sabían que responder por miedo a mi reacción.

-          Te tienen miedo –dijo Max-
-          Mejor, más hombre perfecto para mí –respondí abrazándole- Te quiero

 Antes de que me entretuviese mas hablando de lo guapo y lo mucho que quería a mi prometido Cassie me aviso de que teníamos que ir bajando al salón de actos del hotel. Allí esperaban todos los periodistas ansiosos por encontrar respuesta a sus mil preguntas.

Casi todos preguntaban lo mismo, de que iba la película, como fue trabajar con actores como Robert DeNiro, si el rodaje fue fácil… preguntas típicas, en cambio un chico bastante joven el cual creo que tendría mi misma edad me pregunto algo que me sorprendió “Antes de ser actriz cursaste un curso en la carrera de enfermería. Conocer a Jeremy Irons te impulso a dar el salto al mundo del cine?”.

Nunca lo había pensado, supongo que vivir durante unos meses rodeada de actores por todas partes había conseguido que me involucrase de diferente manera en ese mundo.

-          En unas vacaciones a Brujas me encontré con el rodaje de una serie. Allí me pidieron que hiciera de extra y creo que en ese momento empezó todo. Ni yo misma tenía claro lo que quería ser. Quizás Max fue el que me ayudo a decantarme por algo, Jeremy y Sinead son parte de mi familia pero no hasta el punto de influirme a la hora de hacer algo nuevo
-          Max… -en cuanto lo nombro una sonrisa tonta asomo de mi boca- Alguna vez os habéis planteado actuar juntos?
-          Lo hemos hecho y varias veces, no hablábamos mucho pero no estuvo mal –reí nerviosa- Siguiente pregunta?

Tan solo nombrarlo me ponía muy nerviosa, tenia tanto miedo a que me preguntasen por mi vida privada que intentaba escabullirme lo antes posible de ese tipo de preguntas.

Estuve casi 2 horas hablando, cuando me quise dar cuenta apenas tenía voz. Avise a mi madre y a Max de que había terminado y en ese rato que tenia libre nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad.

-          Se lo prometiste asique no te queda otra que bajar ahí conmigo y hacerte fotos con ellos. Se están muriendo de frio
-          Cual va a ser mi recompensa?
-          La felicidad de saber que tienes fans a los que les gusta tu trabajo… y tu estupendo físico
-          Tu hija es muy rara –dijo mirando a mi madre- En cuanto volvamos vas a pasar un buen rato haciéndome favores sexuales
-          Los que tú quieras pero ahora toca ir a saludarlos

A los chicos de la noche anterior parecían habérsele unido otros 10 mas, les daba igual estar a 5 grados que ellos querían una foto con nosotros. Sorprendente pero cierto.

Max que supuestamente tenía que estar más acostumbrado que yo a ese tipo de cosas me cogió de la mano y con algo de vergüenza me siguió hasta donde se encontraban todos los fans. Esta vez iba a ser mucho más rápida que la noche anterior, lo sentía por ellos pero no podía hacer esperar a mi madre.

-          Podemos hacernos una foto en grupo?
-          Claro –respondí amablemente-

Con un simple gesto avise a Max de que viniese a mi lado y así los demás chicos se colocarían a nuestro alrededor. Si hubiese pensado en eso antes, me hubiera ahorrado las mil fotos que me hice con cada persona que estaba allí.

-          No querías fotos pues toma fotos –dijo Max en cuanto nos separamos del grupo- No tienes que ser tan buena
-          Me daban pena. Yo también he sido fan y sé lo que es estar esperando
-          Seguro que perseguías a Britney Spears
-          A tu padre perseguía

Emma 1, Max 0. Nombrar a Jeremy siempre era una buena forma de ganar.

-          Eres perversa, malvada… y muy sexy –me cogió de la cintura y acerco mi cuerpo al suyo- tu madre nos mira
-          Los fans también
-          Pues te doy el beso ya y así nos ahorramos mas miradas vale?

Afirme con la cabeza y hice lo que acababa de decir, besarle.

Subimos a uno de los taxis que teníamos en la entrada y con ayuda de lo poco que conocía Madrid le dije al conductor que nos llevase a varios sitios que seguramente a Max y a mi madre les gustarían.
Con tan solo dos horas de descanso no es que tuviésemos mucho tiempo libre pero al menos nos daba tiempo a hacer un poco de turismo, tomar algo y quizás hasta a comprar algo.

-          Me encanta tu pelo
-          Para de repetírmelo porque ya se está notando que lo dices para contentarme
-          Lo digo muy en serio –tocó mi pelo y me miro sonriente- te queda bien, es diferente. Lo único que ya no tengo a donde agarrarme
-          Siempre pensando en lo mismo

Como algo típico en mi deje de hablar y empecé a hacer el idiota subiéndome sobre su espalda. Hasta que la niña que tenia dentro no desapareciera seguiría haciendo ese tipo de cosas a todas horas.

-          Yo te lo compro –dije a mi madre- No me digas que no, es bonito y te gusta. Da igual el precio

Si la hacía caso nunca iba a comprarle nada, además le debía algo como regalo de navidad. Ese bolso de 500 euros iba a ser el regalo perfecto.

-          Sabes qué? Lo bueno de tener el pelo corto es que me voy a comprar mil sombreros, este el primero

Un precioso sombrero negro iba a ser mi único recuerdo de Madrid. Un sombrero podía cambiar por completo un look y ese lo hacía a lo grande.

-          Lo siento –dijo Max escapando de mi-
-          Maximilian Paul Diarmuid Irons no te vayas! Siempre haces lo mismo

Lo odiaba con todas mis fuerzas cuando pagaba todo lo que quería, hasta el bolso de mi madre estaba pagado.
Mi madre no decía nada y al final la que quedaba mal era yo por ser la niña caprichosa que quiere pagar lo que compra.

-          Lo mío lo puedes pagar pero lo de mi madre no
-          Que mas da Em
-          Es mi regalo. Tu invítala a cenar o yo que sé, luego tienes todo el tiempo del mundo para pasar con ella. En cuanto llegue al hotel te ingreso el dinero, odio que me hagas esto siempre que vamos de compras

No había día que no lo hiciera, era un detalle por su parte pero ciertas cosas tenía que entender que también a mi me prestaba comprarlas con mi dinero.

-          Estas mosqueada
-          Estoy bien, eres un amor haciendo lo que haces –me acerque y le di un beso- Ahora tu, yo y mi nuevo sombrero nos vamos a hacer una locura sin que mi madre sepa nada

Mi madre decía que tenía que volver al hotel a recoger unas cosas aunque la verdad creo que no era del todo así. Quería dejarnos un rato solos por Madrid y no supo que otra escusa usar. Después de tantas peleas que pudiésemos tener cuando era más joven, por fin sabía lo que era querer de verdad a tu madre.

-          Hablaste una vez de hacernos un tatuaje juntos. Ha llegado la hora
-          No lo dices en serio –respondió algo asustado- Emma?
-          Nunca he hablado más en serio. Me voy a tatuar tu nombre en el culo –dije divertida mientras lo abrazaba - venga por favor
-          Lo que quieras

Ese era mi chico, guapo, comprensivo y encima me consentía ciertas cosas. Nuestro primer tatuaje juntos sería algo muy normal, él una E en el pecho y yo una M en la muñeca; simple, bonito y con mucho significado.

Cogimos un taxi de vuelta al hotel y durante todo el camino era incapaz de dejar de mirar mi tatuaje. Era precioso pero lo que no lo seria tanto seria la charla que mi madre y mi representante me iban a dar, igual que si tuviera 13 años.

-          Tengo tres entrevistas en menos de 1 minuto. Luego podéis ir largando todo el rollo
-          Es muy bonito por vuestra parte –dijo mi madre-

Me sorprendió que le gustara, era raro viniendo de parte de mi madre a la cual nunca le habían gustado los tatuajes. Mi cara expreso a la perfección lo sorprendida que me dejo, hasta Max se rió de mi.

-          Te has librado –dijo con una sonrisa picara en su cara- Vete ya que sino luego vas a leer por todas partes que eres muy tardona
-          Te quiero

Un rápido beso y ya estaba lista para volver a hacer mi trabajo durante otras dos horas más. Esta vez quizás se hacía algo más ameno, las fotografías no eran mi fuerte pero al menos en ellas no tenía que hablar.

martes, 24 de septiembre de 2013

capitulo 21

Ya que era nuestro último día en Los Ángeles teníamos que aprovecharlo. Pleno invierno y nosotras estábamos haciendo surf o al menos intentándolo, llegaría a Nueva York con el constipado de mi vida pero no importaba mientras me lo hubiese pasado bien.

-          Fotógrafos a la vista

No podíamos ni tener una tarde sin que los malditos fotógrafos nos persiguieran a todas partes. Parecía que les gustaba que saliera a hacer surf con la ex novia de mi prometido.

-          Ahora es cuando empezamos a liarnos y les damos de que hablar 
-          Deberíamos

Nos miramos divertidas y poco a poco nos acercamos hasta empezar a reír a carcajadas. Incluso como broma era imposible que llegásemos a darnos un beso, si no queríamos dar que hablar lo mejor era pasar de los fotógrafos y ellos se olvidarían de nosotras.

Por raro que parezca el surf se me daba bien, no era una persona a la que le encantase hacer deporte pero esto me gustaba, quizás era porque apenas tenía tiempo para practicarlo. Me daba golpes con la tabla, me moría de frio, pero igualmente yo seguía dentro del agua divirtiéndome como una niña. Los Ángeles podría ser una ciudad caótica y llena de personas que dicen ser lo que no son pero por el simple hecho de tener esas playas merecía la pena vivir allí.

-          Emma tenemos que hablar un segundo

La mire seria y mientras me tapaba con la toalla empecé a ponerme nerviosa por lo que pudiera decirme. Cada vez que teníamos que hablar lejos de la gente era por algo malo.

“Max no te olvidas de alguien? Max Irons sale de la premiere de *** acompañado por una espectacular rubia”

-          Estas bien? –pregunto después de leer la noticia-
-          Se de alguien que va a volver directo a Londres

Podría dar la casualidad de que entre ellos no hubiera ocurrido nada pero era muy sospechoso que se escondieran de las cámaras cuando los vieron salir.

Entre Cassie y yo nos encargamos de dar con uno de los fotógrafos que hicieron las fotos, con suerte nos diría todo lo que vio y así no haría ninguna locura por adelantado.

-          Con el pedazo de chica que tenia al lado no parecía muy contento. No sé si me equivocare pero yo diría que no se iba a enrollar con ella
-          Muchas gracias por decírnoslo. Te debo una
-          Ya me la cobrare –respondió divertido-

Al menos mi representante conocía a buenas personas como ese hombre. Si hubiese sido otro no nos habría dicho ni lo mas mínimo o quizás hasta nos hubiera mentido.
No haciendo mucha memoria recordé que Emily había salido con Max, quizás si le enseñaba la foto que le habían hecho la noche anterior ella supiera quién era esa chica.

-          Ni idea. Igual es su prima, a saber. No seas negativa, dudo que Max te haga eso

Si no quería molestar a nadie más con mis preguntas lo que tenía que hacer era llamar a Max y que el mismo me contase lo que había pasado esa noche. Ahora ya entendía a que venían tantos fotógrafos en la playa e incluso delante del hotel, la tonta de turno no se había enterado de lo que hacía su novio y luego pasaba lo que pasaba.

-          Y debería creerte?
-          Te juro que es la novia de mi hermano. Han venido a traerme cosas, además si te fijas en la foto veras a mi hermano detrás
-          Aquí no se ve a nadie Max. Solo con ver a la chica me he puesto de los nervios
-          Cuando tienes el vuelo de vuelta?
-          En un par de horas. Por qué?
-          Por ir a recogerte al aeropuerto con ella y mí hermano. Así pasáis un rato juntos y te dejas de tantos celos

Ojala fuera cierto todo lo que escuchaba. Si tan solo era la novia de su hermano íbamos a pasar una buena noche juntos, sino bien podía irse de nuevo a su hotel.

-          No te ha mentido –dijo Emily dándome un abrazo- Seguro que es una nueva novia de Samuel y por eso yo no la conocía, no te preocupes
-          Te voy a echar de menos

En esos días en los que apenas nos separamos había encontrado a una buenísima amiga. Nadie diría que al principio no nos llevamos muy bien por todo el tema de Max; de no ser por que las dos decidimos dar una oportunidad a la otra nada de esto hubiese surgido. Nos hubiésemos limitado a hacer la película y seguramente luego iríamos cotilleando sobre la otra a sus espaldas.

Agotadas por el día vivido nos despedimos y cada una nos dirigimos hacia el lugar de salida de su vuelo. Ella la pobre volvía sola a casa, yo en cambio aun seguía teniendo a Cassie haciéndome compañía en ese interminable vuelo.

Aun odiándolo un poquito por lo que me había hecho pasar en Paris, lo recibí con un gran abrazo. Con la tontería llevábamos casi un mes sin vernos y nunca creí echar tanto de menos a alguien.

-          Me encanta ver que el anillo aun sigue en tu mano
-          No me hagas quitarlo –respondí con una gran sonrisa- estoy agotada
-          Lo suponía –Cogió mi bolso y se lo colgó de su hombro mientras apoyaba su otro brazo en mi cintura- Vamos al hotel y descansas. Ya tendrás tiempo de ir a casa

Nunca me habían gustado mucho los hoteles pero esa vez tenía razón, ya volvería en otro momento a mi fría y desordenada casa.

-          Y tu hermano?
-          En el hotel junto a su novia –paró en seco y me miro fijamente- te juro que la de las fotos era ella
-          Tendré que creerte –respondí caminando de nuevo- Vamos señor Irons, mueva el culo

Por culpa de mi viaje el pobre se había tenido que pagar un hotel casi al lado de mi casa. La habitación era grande pero no lo suficiente como para tener 4 maletas y un par de bolsas llenas de cosas que le había traído su hermano.

-          Necesito darme una ducha

Quizás no debí decirlo mientras Max bebía un vaso de agua. Me miro divertido y con aun un poco de agua dentro del vaso se acerco hacia mí.

-          No se te ocurra

Camine hacia el baño y antes de que me tirase el agua encima cogí la manguera de la ducha y le apunte con ella.

-          Emma te la estás jugando
-          Como me lo tires por encima vas a terminar empapado. Te aviso
-          Es un vaso contra una ducha… Me rindo
-          Deja el vaso

Con algo de respeto dejo el vaso sobre una de las mesas del baño y mientras, aproveche para mojarle un poco.

-          EMMA! –antes de que me diese tiempo a salir de allí me agarro del brazo y me paro apoyándome contra la pared- Vas a estar preciosa después de esto
-          No lo hagas –suplique entre risas- Por favor cariño
-          Seguro que tienes más ropa en la maleta. Si no por mí no hay problema en que te pases todo el día desnuda

Seguramente no era la forma más normal de acabar el día, pero al menos fue divertida. Volver a revivir las mismas risas de cuando nos conocimos me hizo darme cuenta de que nada importa con tal de ser feliz en el momento; el pasado era pasado y ahí debía quedar.

Samuel, el hermano de Max, junto a su novia llamaron por teléfono y preguntaron si queríamos bajar a tomar algo con ellos. Con la ducha que nos habíamos dado y las mil tonterías que habíamos hecho quizás no era la mejor idea, pero ya que estaban allí y se habían molestado en avisarnos me sentí un poco obligada a ir a verles. Así de paso me aseguraría que la chica si era la novia de Samuel y no la de Max.

-          Hacía siglos que no nos veíamos –nos dimos un fuerte abrazo y dos besos- que guapo
-          No tanto como tu
-          Las duchas de última hora sirven de mucho –respondí mirando a Max- No preguntes, una larga historia.
-          Puedo imaginarla –reímos- Emma ella es Elizabeth, mi novia

Al final era verdad lo que Max me había dicho. La chica era la novia de su hermano y encima era muy agradable, un poco la típica rubia inglesa pero no tan borde y sosa como la mayoría.

Entre bostezos tomamos un par de copas en el restaurante del hotel. Aunque no quise decir nada Max se ocupo de explicarles todo el viaje que había hecho y así darles la noticia de que volvíamos a la habitación. Ellos podrían quedarse allí perfectamente pero yo necesitaba pillar la cama lo antes posible.

-          Buenas noches pequeña

Rodeó mi cuerpo con sus brazos y dulcemente me llevo hacia él para a si poder dormir a escasos milímetros el uno del otro. No tenía ganas ni de hablar, solo quería dormir y cuando llegase la hora ya me despertaría.
...................................

10 de la mañana y ya estaba despierta, algo raro cuando normalmente mi sueño se alargaba hasta las casi 2 de la tarde. Aunque mirase mil veces hacia mi izquierda era obvio que mi novio ya no estaba allí, quizás estaba en el baño pero no se escuchaba ningún ruido.

Con dos golpes llamaron a la puerta y me levante de la cama suponiendo que sería Max el que llamaba.

-          El desayuno. Donde se lo dejo?
-          Ahí mismo –respondí señalando una mesa al lado de la cama- Gracias

Max habría pedido el desayuno, porque lo que era yo era imposible.

-          Max??? –pregunte entrando en el baño- Que haces?
-          Buenos días –dijo acercándose a darme un abrazo- Perdóname, no quería despertarte

Tapado con un albornoz y con el pelo empapado fue como me lo encontré.

-          Te acabas de duchar?
-          Si, por eso se me ha olvidado que había pedido el desayuno. No sirvo para dar sorpresas
-          Da igual, ya estaba despierta

Lo mire de arriba abajo y en un pequeño flashback recordé la foto que me había enviado hacia unos días. Iba a ser divertido jugar con él un rato.

-          Me gusto mucho la foto
-          Deberías verla en carne y hueso
-          Debería

Poco a poco fue quitándose el albornoz mientras yo le miraba atónita. Podía parecer que era la primera vez que lo veía desnudo, en cambio era solo una táctica para luego dejarle a medias.

-          Hora de vestirse
-          Sabía que lo ibas a hacer
-          Pues dile a tu amigo que vuelva a esconderse porque hoy no tengo tiempo de nada. Es hora de desayunar

Admito que me costó mucho no hacer nada con él pero después de lo que me había hecho en Paris se lo merecía.

-          Churros mmm… -dijo con una sonrisa picara-
-          Odio los churros
-          Estas con ganas de pelea eh?
-          Idiota –dije tirándole un trozo de tostada a la cara-

No tenía ganas de pelea pero si de jugar. Max podía parecer una persona seria pero en cuanto lo conocías un poco te dabas cuenta de que era un chico muy divertido. Empezamos tirándonos trozos de tostadas y terminamos riendo a carcajadas tumbados en el suelo; nunca me había ido de un hotel más feliz.

-          La habitación estaba a tu nombre. Si llaman para decirnos algo de la mierda que hemos dejado ahí es todo tu culpa
-          La habéis dejado muy mal? –pregunto Samuel-
-          Seguro que hay tostadas hasta en el techo. Ahí donde la ves está muy loca –dijo Max refiriéndose a mi-

En un coche alquilado empezamos a llevar las cosas de Max hacia mi casa. Con suerte al ser un apartamento tan pequeño entrarían las maletas y nosotros no. Teníamos que buscar otro apartamento lo antes posible.

-          Esto esta súper bien

Hasta parecía que Samuel hablaba en serio. En mi opinión el apartamento era una autentica basura, una habitación, un servicio y poco mas, para una persona estaba bien pero no para dos.

-          Mis pies se salen de la cama asique con eso te lo digo todo –dijo Max-
-          Puedes dormir en el suelo, así no se salen de ninguna parte

Tanto por parte de Samuel como de su novia se escucho un gran “Ohhhh”, ahí empezaron a conocer como era mi relación con Max. La que mandaba era la más pequeña quisiera el o no.

Durante ese día no hicimos mucho mas, pasamos el día en casa colocando cosas y después nos rendimos viendo una película en mi pequeño salón. Desde que volví de Los Ángeles todo fue un autentico caos pero al menos era tiempo sin rodajes o castings que hacer, ya tendría tiempo de volver a grabar películas y estar lejos de mi familia.

-          Si claro. Hará frio pero me apetece ir a hacer algo de deporte… Vale, mañana nos vemos. Besos

Max me observaba pensativo, seguramente intentando averiguar con quien hablaba.

-         Robbie –dije sorprendida- Me ha dicho que si quería ir a dar una vuelta mañana por la ciudad y así hablábamos de la película
-          Y has dicho que si?
-          Claro, así estaremos más cómodos cuando grabemos. Es un buen chico
-          Pues vale

Desde el día en que lo conoció, él y Robert no se llevaron muy bien. La situación con Max no era la mejor y quizás el que tuviera que grabar una escena de cama con Robert no mejoro mucho la situación. Parecía que los celos nunca iban a desaparecer.

-          Encima vas a rodar toda una película con él. Me voy a poner enfermo
-          Ven mañana con nosotros y así te dejas de tonterías
-          Prefiero quedarme aquí deprimiéndome

Negué con la cabeza y me acerque a abrazarlo. Aunque odiase los celos me gustaba que fuera un poco así, sin esa faceta suya la relación sería muy aburrida.

-          Ven, tengo que darte algo. No pienses que me olvide de ti en Los Ángeles
-          Eso es que me quieres más de lo que me demuestras
-          Obviamente –respondí muy segura- No tengo porque demostrarte a todas horas lo loca que me vuelves

En cuanto lo vi supe que lo tenía que comprar. Quizás Max no era una persona que leyese mucho pero sabía que si le compraba ese libro por obligación tenía que leerlo. "Mi vida ahora" era el libro más bonito que había tenido la oportunidad de leer, hablaba de un amor muy joven que con el tiempo iba cobrando mas y mas sentido. Algo que es imposible de olvidar aunque las circunstancias de la vida te lo pongan difícil.

-          Pase lo que pase siempre te esperare
-          Lo dice en el libro? –pregunto mirando la contraportada-
-          Lo dice el libro y ahora lo digo yo. En serio, me da igual si nos pasamos todo el día discutiendo, sabes que te quiero y eso no va a cambiar nunca

Dejó el libro sobre la mesa y se acerco a mí hasta poder abrazarme. Por esos momentos todo lo que pudiese ocurrir merecía la pena.

-          Si no te peleases conmigo a saber con quién lo harías –dijo antes de darme un beso en la cabeza-

Sin hermanos ni nadie que nos molestara aprovechamos esa noche a solas y hicimos una de las cosas que mejor se nos daban, el amor.

-          Saluda a cámara
-          Max apágala

Nunca me había gustado la idea de grabarnos mientras teníamos sexo, tan solo el hacerme la idea de que alguien pudiera ver lo que hacíamos en nuestra intimidad me ponía de los nervios.

-          Solo hoy, hazlo por mí. Te va a encantar

Lo dudaba mucho; si lo hice por algo fue porque de esa forma dejaría de pedírmelo a todas horas. El video se lo quedaría él y de ahí no podía salir, como alguien más lo viese era capaz de suicidarme.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Capitulo 20

Si estaba de bromeando no me hacia ni pizca de gracia la broma. Me repetía una y otra vez que no podía respirar bien y yo muy preocupada no dejaba de buscar un numero de urgencias por toda la habitación. Con el poco francés que sabía y que mi inglés en ese momento dejaba de existir, casi rezaba para que la recepcionista del hotel hablara español. Necesitaba un medico urgente o a mi prometido le iba a pasar algo.

-          No me ha servido de nada estudiar enfermería –di un golpe a la pared- parezco gilipollas

Entre el coraje que me daba no poder hacer nada para ayudarlo y el miedo que tenia por perderle, lo único que supe hacer bien fue llorar.
El médico del hotel llego a la habitación lo antes posible y con todo tipo de instrumentos miro a Max. Lo que le estaba pasando ya había sucedido otra vez pero no tan fuerte como esta. Tenía mucho miedo.

-          Ahora se lo llevan al hospital, no te preocupes –me dijo el médico- Va a estar bien
-          Cariño estoy bien

Daba igual lo que me dijera desde la cama, yo sabía que no era así y estaba preocupada por lo que en el hospital pudieran decirle.

No quise avisar a nadie, el problema ya había fastidiado las vacaciones a una persona y no quería que se las fastidiara a nadie más.

Al no dejarme ir en la ambulancia junto a él, no me quedo otra que coger un taxi y seguirles mientras intentaba dejar de llorar a la vez que me tranquilizaba un poco. Quizás no era tan malo como me lo estaba imaginando, seguramente le dirían que dejase de fumar y estuviera más tranquilo, algo que a él le costaba mucho.

-          Un broncoespasmo
-          Te odio! te odio! te odio!

En cuanto lo vi tan tranquilo diciéndome que tan solo era un broncoespasmo o como se llamase, no pude remediar volver a llorar. No era algo muy grave pero por culpa de ello habíamos acabado en ese hospital.

-          Em tranquila, ya podemos volver al hotel
-          Vete a la mierda!

Con mi enfado o sin él tenía que darse cuenta de una vez por todas que tenía que dejar de fumar tanto. No podía aparentar normalidad cuando su novia de apenas 20 años lloraba desconsolada preocupada por si su prometido iba a llegar vivo a la boda, tenía que dejar de pensar en sus placeres y empezar a preocuparse por las personas que le querían.

-          Lo siento muchísimo
-          Tenían que haberte dejado todo el día en el hospital
-          Cariño estoy mejor, en serio
-          Me da igual. Ahora me vas a tener pegada a tu culo todo el mes –sin poder remediarlo lo abrace y escondí mi cabeza entre su cuello- cuídate por favor. No sabes el susto que me has vuelto a dar
-          Te tengo a ti para cuidarme
-          Si solo estudie un año de enfermería Max… en serio o te cuidas o no sé qué hago sin ti

No sabía estar sin él, después de todo lo vivido si me quedaba sin Max no sabría que hacer con mi vida.

Muy preocupada volvimos al hotel y al ver que los chicos no paraban de llamarnos les contamos lo que había pasado. Al igual que yo se preocuparon por la salud de Max, desde ese momento todos teníamos que tenerle controlado y así ayudaríamos a que no se saltase la promesa que me había hecho.

-         Fumo mucho menos y tú sigues igual. No me digas que has dejado de fumar tanto porque me paso contigo las 24 horas del día y veo lo que haces
-          Nunca la había visto mas enfadada -dijo en general-
-          Max no estoy de broma. Por mi me iría a la habitación y me pasaría todo el puto día llorando por tu culpa, pero como se que si hago eso tú te vas a ir a fumar pues no lo hago

Ver que después de mi frase no decía nada me hizo enfadarme aun mas. Los deje allí plantados y camine enfadada hasta la habitación; encerrarme en el baño igual que una niña pequeña parecía lo más seguro.

-          Mama perdón por llamaros ahora, solo quería avisaros de que no me esperéis estos días
-          Ha pasado algo Emma?
-          No, todo está bien solo que tengo que quedarme con Max aquí para organizar unos papeles y eso

Se notaba mucho que mentía pero mi madre se limitaba a aceptar que no iba a ir. Si a mi querido novio se le hubiera ocurrido la idea de dejar de fumar antes esto no habría pasado.

-          Emma abre la puerta!

Preferí no hacerle caso quedándome sentada en el suelo del servicio.

-          Emma abre!

El muy idiota aun no se había dado cuenta de que la puerta no estaba cerrada con pestillo. Con tan solo girar el manillar hubiese podido entrar ahorrándose tales gritos.

-          Estoy cansando, no quiero pelear mas
-          Yo tampoco quiero –respondí sorprendentemente amable- Túmbate en la cama y descansa. Ya has gritado suficiente por hoy
-          Piensa en que vas a ver a tu familia y alegra esa cara.

Una falsa sonrisa salió a relucir cuando escuche decir que iba a ver a mi familia. En cuanto le dije que me quedaba con el volvimos a los gritos que antes queríamos no volver a repetir.

Sabía que él solo podía ocuparse de tomar el medicamento pero no estaba tan segura de que solo fuera a fumar menos.

-          Que quieres Emma? QUE QUIERES?
-          Eres gilipollas
-          QUE QUIERES? –volvió a preguntar gritando- Deja de comportarte como una cría, estoy bien!
-          -negué con la cabeza mientras intentaba controlarme- no vuelvas a decirme eso
-          Eres igual que una niña de 5 años

La había fastidiado pero bien, después de pasarme toda la mañana preocupada y llorando por él, el que encima decidiera quedarme con él en Londres y que no viese a mi familia no parecía importarle lo mas mínimo. El al igual que siempre, solo quería demostrar lo mayor y lo autosuficiente que era.

-          Lo estás haciendo genial Max. Que te cuiden los chicos
-          Ahora dime que no lo eres
-          Soy imbécil es lo que soy. Follate a una francesa a ver si deja de ser tan cría como yo

Recogí mi bolso y mi chaqueta y marche de la habitación.  Max estaba claro que no se iba a molestar en seguirme, seguramente pensaría que el cabreo se me pasaría en segundos, lo que no se esperaba era que volviese a Nueva York.

Entre las palabras suplicantes de Sara pidiéndome que me quedase y la cara estupefacta de Sofía hice caso a lo que mi cabeza me decía y me fui hacia el aeropuerto. Ellas se encargarían de enviarme la poca ropa que me había llevado hasta Paris, al menos en el bolso había cogido la cartera y el pasaporte, lo suficiente para poder volar.

Después de pagar casi 3000 euros y arruinarme ya tenía en mis manos el billete de avión, tan solo me quedaba esperar 2 horas para que el avión despegara.

Prefería estar sola en mi pequeño apartamento antes de volver a ver a Max. Nunca nadie me había hecho sentir como él, sabia donde me dolía y me pinchaba cada vez más fuerte. Esta vez iba a tener que pedir perdón un millón de veces antes de que le perdonase.

11 horas después ya estaba en casa. Muy cansada llame a Cassie para avisarla de que cuando ella quisiera podía enviarme guiones porque no iba a tener otra cosa de la que preocuparme, hacer castings o lo que ella quisiera iba a ser mi nuevo entretenimiento.

-          No sé si sigo prometida o que. Me ha llamado 60 veces asique supongo que algo es algo
-          Llámale. Al final va a fumar mas por tu culpa

Con el enfado que tenia no me había parado a pensar en ese detalle. Quizás Cassie tenía razón y si quería un poco a Max lo que debía hacer era llamarle y darle una explicación de lo que había hecho.
No tenía ni idea de si seguiría en Paris o ya estaría en Londres, solo sabía que mis manos marcaban una y otra vez su número y ninguna de ellas era capaz de darle a llamar.

-          Emma dime donde estas por favor
-          Las chicas no te lo han dicho?
-          No sé si creerlas o no. Quiero escucharlo de tu boca y espero que digas Paris
-          En Paris es imposible que siga. Solo llamaba para saber si estás bien, aun después de todo sigo preocupándome por ti
-          No estoy bien.  Como voy a estar bien contigo a miles de kilómetros? Me siento fatal
-          Te lo has ganado solo. Yo tampoco tenía ganas de gastar tanto dinero en un vuelo
-          Y esto me lo dice la que se fue diciéndome que me follara a no sé cuantas
-          Vale, otra vez…  Vuelve a Londres y dile a tu madre que te cuide porque a mí me vas a tener lejos por mucho tiempo. No hace falta que te vengas a vivir conmigo, ya me las apaño sola

 Me mando parar antes de que colgase la llamada y sorprendentemente funciono. Yo también necesitaba escuchar su voz, aunque solo fuera para discutir saber que esa discusión era producto de lo mucho que nos queríamos me alegraba un poco. Aun así nadie me iba a quitar el enfado que tenia por llamarme cría.

Pidió perdón un par de veces e incluso yo hice lo mismo por decirle que se tirase a alguna francesa; nunca quise decir eso de verdad. Si alguna vez lo hacía ya sí que ahí no iba a volver jamás con él.

La situación seguía mal pero quizás con un par de llamadas mas todo empezaría a volver a la normalidad. El tiempo lo diría, de momento yo estaba sola en Nueva York y con ganas de trabajar.


20 de enero, Nueva York:

En 18 días apenas había realizado un casting. Cassie estaba más ocupada mandándome a eventos de la película que había terminado que de que hiciera algo nuevo. Según ella, esa película podía ser mi salto a la fama, cosa que dudaba mucho.

Tenía una sesión de fotos con todo el elenco y para ello tenía que volar a Los Ángeles. Estaba algo nerviosa y en esos casos lo que solía hacer era llamar a Max, en cambio ahora no podía. Tenía que aguantarme los nervios, poner buena cara y parecer profesional cuando en realidad no lo era.

-          La doble Em se vuelve a unir –nada más verla la abrace con ganas. Hacía semanas que no nos veíamos y la echaba un poquito de menos- Que tal el viaje? –pregunte-
-          Muy cansado. Y tú que tal con tu nueva vida de prometida del señor Irons? –pregunto sonriente- Las noticias vuelan
-          Esta… -intente buscar la palabra exacta para describir mi situación pero preferí optar por la mentira. Mejor eso a que la gente me viese como la pobre niñita que tiene peleas con su novio- Esta bien, como siempre. No han cambiado las cosas
-          Me alegro por vosotros

Cassie interrumpió la conversación y me paso el teléfono sin decirme quien llamaba, tan solo por su sonrisa podía intuir que era mi estúpido novio.

-          Em abre la puerta
-          Qué? Estoy en Los Ángeles Max. No me digas que estas en mi casa
-          Delante de la puerta timbrando como un loco. Pensé que estarías aquí
-          Pues estoy en LA, lo siento. Haberme llamado antes

Era su culpa, no tenia por que sentirme mal porque él estuviera en Nueva York y yo no. La gente normal solía llamar antes de ir a visitar a otra persona, en cambio el parecía querer hacerse el novio perfecto visitando a su novia por sorpresa.

-          Voy a estar 2 días más aquí. Cuantos días tenias pensado quedarte?
-          No lo sé, he traído todas mis cosas de Londres

Estaba loco pero por eso me encantaba. Sonreí como una tonta y me quede sin palabras que decirle después de escuchar como ya quería mudarse conmigo. No había pelea en el mundo que consiguiera separarnos.

-          Creo que es hora de decirte que lo siento mucho por lo que paso en Paris
-          Ya me has pedido perdón mil veces –dije interrumpiéndole-
-          Lo sé pero me siento mal por haberte dicho esas cosas cuando tú querías cuidar de mi
-          Has fumado menos?
-          Si, no sé si me vas a soportar con el mal humor que tengo últimamente. Hoy por poco no mato al taxista que me ha traído hasta aquí –dijo divertido- Lo hago por ti
-          Y por ti también, si no lo haces por ti mismo mal vamos.

Si no fuera porque Cassie volvió a llamarme para que fuera a maquillaje me hubiese quedado un rato mas hablando con él. Solo me dio tiempo a decirle que se quedase allí y no se le ocurriera venir a LA; según era fijo que ya se lo había planteado. En un par de días volveríamos a vernos y ahí sabríamos como estaba nuestra relación.

Normalmente cuando me maquillaban y sabia que iban a tardar un rato cogía un libro y lo leía imaginándome en el. No porque mi futuro suegro hubiese interpretado ese libro se convertía en mi favorito pero Lolita era especial. Incluso creo que hasta en cierto punto me sentía un poco identificada.

-          Em te llaman –dijo Emily-

Estaba tan metida en el libro que ni siquiera había escuchado el móvil.

-          Te dije que estaba en maquillaje. Que ha pasado?
-          Se me olvido decirte que te quiero
-          Ya decía yo que estabas loco –reí nerviosa-
-          Lo se

En el momento en que me devolvió la risa sentí que lo tenía a mi lado. Parecía que nada importaba, tan solo el saber que me quería era suficiente.

-          Me acaban de avisar de que mañana hay una premiere en la ciudad y estoy invitado
-          Vete
-          Debería pero no sé si es lo correcto. No quiero ir sin mi prometida
-           No lo digas muchas veces porque aun tenemos que vernos tu y yo y hablar de muchas cosas
-          Pensé que estaba todo arreglado
-          Y lo está pero me gusta darle algo de dramatismo. Max ve a donde tú quieras, con tal de que no te vea ligando con nadie
-          Sabes que no lo hago
-          Emmmm… te conozco asique a callar. Aquí la cría sabe de lo que habla y tu a veces te sueltas mucho en las entrevistas

Tanto Emily como las maquilladoras me miraban sorprendidas por lo que estaba hablando con Max. Podía parecer gracioso pero si se encontraran en mi situación no lo seria tanto.

-          Vengo a saludar a la pequeña y me la encuentro hablando por teléfono

Si pudiera adorarlo más lo haría pero ya era imposible. Robert DeNiro aparte de ser un gran actor era una gran persona y cada vez que lo veía lo dejaba aun más claro; solo él era capaz de ir hasta nuestro camerino a saludarme.

-          Con quien hablas? Debería ponerme celoso?
-          Mucho –reímos- Es mi novio
-          El hijo de Jeremy?
-          El mismo

Extendió la mano y me pidió que le dejara el móvil un momento; miedo me daba imaginar lo que podía decirle a Max.

Mire a Emily las dos pusimos cara de circunstancia mientras Robert hablaba con Max.

-          Solo quiero que sepas que o cuidas de esta increíble chica o me encargare de matarte

Agarre la mano de Emily y empecé a asustarme por lo que escuchaba. Sabía que lo decía de broma pero ver a Robert de esa forma seguía dándome respeto.

-          Y espero ser el padrino de la boda porque sino ahí sí que te mato pero de verdad
Estalle a reír y la pobre chica que me maquillaba tuvo que parar de hacer lo que hacía para dejarme ir a por mi teléfono. Robert parecía el padre que me faltaba.

-          Como si quieres ser el que oficia la boda –reí y cogí el móvil- Max estas bien o te has acojonado?
-          Me ha dado miedo
-          Ya sabes lo que esperar. Vete a la premiere y diviértete, yo hare lo mismo por aquí

No cabía duda que cuando Emily y yo nos juntábamos iba a haber fiesta. No sé si en el hotel, en casa de alguien o en algún pub de la ciudad pero después de la sesión de fotos y las entrevistas íbamos a pillar la borrachera de nuestras vidas, nos lo merecíamos.
Lo hable con Cassie y aun siendo mucho mas mayor que nosotras acepto encantada, quizás hasta conseguía que todo el cast se uniera a la fiesta.

-          Yo también debería de fumar menos, luego me quejo de Max
-          Todos deberíamos fumar menos, el problema es que cuesta demasiado. Sera por veces que lo he intentado –dijo Emily-

Ahí me di cuenta del esfuerzo que Max estaba haciendo, seguramente si yo también lo intentaba le costaría menos. Por el momento ese día tan solo fume 2 cigarros, uno en cada descanso que tuve, el problema vendría a la noche.

-          Mañana tenéis mas entrevistas, no bebáis tanto

Primer aviso de Cassie y ninguna hacíamos caso. Junto con el director y una de las productoras de la película, Emily y yo seguíamos bebiendo hasta caer redondas al suelo. Nos habían llevado a una discoteca de la ciudad y a no ser que quisiéramos ligar con chicos que no eran nuestros novios, bailar y beber era lo más divertido que podíamos hacer.

-          Em es muy tarde, estaba durmiendo
-          Solo quiero que sepas que me muero de ganas de hacer el amor contigo
-          Estas borracha?
-          Desnúdate!
-          Emma…
-          Desnúdate. Estoy muy borracha y solo quiero divertirme
-          Donde está Cassie? Ponme con ella
-          CASSIE!!!!!

No recuerdo mucho mas de esa noche, solo sé que le di el móvil a Cassie y al día siguiente me encontré durmiendo en la misma habitación con Cassie y Emily. Parecía haber sido una noche muy larga sobre todo por la cara de muerto que tenia, ese día iba a necesitar mucho pero que mucho maquillaje para hacerme parecer una persona normal.

-          Necesito llamar a Max
-          Deberías, ayer le pediste que se desnudara por teléfono –dijo Cassie-
-          Esa es la única cosa que recuerdo y por eso voy a llamarlo
-          Dile que ahora estas con resaca pero que sigues queriendo verle desnudo

Me gire hacia Emily y aunque intentase aguantar la risa no pude; esa chica estaba igual de loca que yo.

-          Debería pero no lo hare-marque el numero de Max y espere a que contestase la llamada. De verdad necesitaba hablar con él- Max… puedes enviarnos una foto tuya desnudo?

Hasta Cassie empezó a reírse a carcajadas, al único que pareció no hacerle mucha gracia fue a la persona que estaba al otro lado del teléfono.

-          Perdón –intente parar de reír- Lo siento por lo de anoche, bebimos mucho y fijo que dije mil tonterías
-          No importa, hable con Cassie después de esa llamada y ya me dijo que estabais en el hotel durmiendo. Me asustaste un poco
-          Necesitaba divertirme. Hacía mucho que no salía de fiesta
-          Es lo que tienes que hacer, aun eres joven
-          Cuando tenga 80 años saldremos todos los días
-          Conmigo?
-          Claro. No nos vamos a separar nunca, NUNCA. Ni siquiera cuando me llames cría y yo me enfade demostrando que lo soy
-          Te quiero
-          Yo mas

Lo quería, y aunque a veces me hiciera la dura yo también había tenido mucha culpa en lo que había pasado. Quizás no debí irme de esa forma de Paris y le hice pagar toda la culpa a él; en cierto modo sí que me comporte como una cría.

“Simplemente diviértete. Te quiero”

Junto con este mensaje llego una foto que mi mente llevaba pidiendo toda la noche.  No podía creer que el muy idiota se hubiese atrevido a hacerse una foto desnudo y encima enviármela, después de eso ya no había nada más perfecto que pudiera hacer.