domingo, 23 de febrero de 2014

Capitulo 51

Aunque Sara y Charlie viniesen conmigo, el viaje a Agra se me hizo eterno. En 36 horas de vuelo y 3 cambios de aviones me dio tiempo a pensar muchas cosas, ninguna de ellas buena.
Mi madre aun estaba volando, mi vestido estaba perdido por el mundo, no sabía dónde nos íbamos a casar y mil cosas mas que no dejaban de preocuparme durante todo el trayecto. Sabía que la familia de Max ya había llegado pero en ese momento ese detalle era insignificante, el ser una persona muy controladora solo me traía mas que problemas, necesitaba llegar a la ciudad y saber que todo estaba bien antes de que me diese un infarto.

-          Awwwww –escuche decir a Sara-
-          Amor… esto es precioso
-          Hola princesa

Al llegar al aeropuerto y ver a mi prometido con un ramo de rosas entre las manos los problemas desaparecieron durante unos minutos. Eso era solo el comienzo de un viaje que cambiaria nuestras vidas para siempre, un viaje que nos daría un matrimonio largo y lleno de amor.

-          Estas cansada?
-          No he dormido nada –respondí entre sus brazos- Quiero besarte
-          Pues hazlo

Hasta a mi me pareció estúpido lo que acaba de decirle, parecía que volvía a tener 15 años y me daba vergüenza darle un beso a mi primer novio.

Los mismos nervios que tuve aquella vez estaban volviendo a aparecer y eso era una buena señal, significaba que aunque hubiéramos pasado por miles de problemas y una separación, Max era y seria el hombre del que estaría enamorada toda mi vida.

-          Estás segura? -pregunto Charlie-
-          Claro que estoy segura. Es el hombre de mi vida
-          Lo dice porque le doy todo el sexo que me pide –respondió Max-
-          Sois idiotas

No me gustaba que dijera ciertas cosas en público pero en algo tenía razón y era que si algo bueno tenia nuestra relación era que falta de sexo no solía haber, quizás por eso nos casábamos, por miedo a perder la libido que teníamos cada vez que nos mirábamos.

Tras una hora dentro del coche llegamos al hotel y allí por fin después de todo el viaje que habíamos tenido me olvide del mundo, el único que me importaba en ese momento era mi prometido.

-          Mi princesa
-          Tu princesa que mañana se va a convertir en tu reina –dije tumbada sobre sus piernas- estas nervioso?
-          De momento no. Sé que esta vez va a salir todo bien
-          Yo lo estoy un poco. Sé que te quiero pero aun así le sigo teniendo un poco de respeto a todo esto del matrimonio, no quiero que nada cambie. Es perfecto hasta ahora, incluso he considerado la idea de ser madre

Su cara lo dijo todo, en cuanto nombre el tema de ser madre Max saco a relucir la sonrisa más grande que podía caber en su cara. Su máxima prioridad era ser padre y yo por fin parecía darle vía libre.

-          Me asusta mucho pero no sé, lo he pensado durante el vuelo y creo que formar una familia con la persona que quiero no tiene porque influir en mi carrera. Te amo y si tú estás listo yo también lo estoy

El beso que me dio a continuación no fue para nada esperado, posó sus manos en mi cuello y durante al menos 2 minutos no se separo de mi boca demostrando así lo mucho que me agradecía dar ese paso.

-          Te he dicho que eres el amor de mi vida?
-          Creo que no –respondí sonriente-
-          Pues lo eres Emma, eres la mujer que ha conseguido que me vuelva loco por estar a su lado a todas horas. Me alegro de poder tenerte en mi vida para siempre

Aun no había visto a ninguno de los asistentes pero no me importaba, ellos podían esperar a verme donde fuera que hiciésemos la boda, Max no.

Mi madre, Cassie, los padres de Max, todos o casi todos nuestros seres queridos estaba allí, el único que aun no sabíamos dónde estaba era mi vestido de novia. Cuando lo compré las chicas de la tienda insistieron en que ellas me lo enviarían a Agra, confié en ellas y lo que pasó al confiar en unas completas desconocidas fue que con la mala suerte que tenia eran las 11 de la mañana del día de mi boda y el vestido aun no había aparecido por ninguna parte.

-          Mama en serio déjame tranquila. Vete con Sara y Sofía a donde sea que este Max y disfrutar del día. A ver si esto se arregla de una vez por todas
-          Está en recepción –dijo Cassie entrando por la puerta-
-          Menos mal… ahora sí, por favor iros. Que se quede Cassie y ya nos vemos en la boda

Necesitaba que entendieran que me agobiaba tener a tanta gente a mi alrededor, Cassie podía quedarse porque sin ella no sabía vivir pero los demás, incluida mi madre, lo mejor era que se fueran lo antes posible.

-          Se van a desmayar cuando te vean con este vestido. Aun no me creo que hayas ido de compras tu sola
-          Eso se lo dices a la ganadora de un Oscar –respondí divertida- Me costó mucho encontrarlo.  Que tal me queda?
-          Nunca vi una novia más guapa. Estas consiguiendo que me arrepienta de no haberme casado de negro

Todos los que me habían visto con el vestido de novia decían lo mismo, aun así la única opinión que me importaba era la de Max, si a él no le gustaba daba igual el trabajo que me hubiese costado encontrar el vestido, su opinión era la única que contaba.

Después de muchos dolores de cabeza el vestido por fin estaba puesto y ya quedaba nada para irme hacia el lugar donde iba a casarme. En las premieres de las películas me ponía nerviosa pero nada comparado con lo que en ese momento estaba viviendo, era el día más importante de mi vida y el tan solo pensar en ello me hacia sudar mares. Al paso que iba no tenía dudas de que terminaría desmayándome por deshidratación.

-          Esto es precioso

Max había hecho un trabajo increíble eligiendo ese lugar para casarnos. Aunque estuviéramos en la India, Max y la persona que le ayudo a organizar todo aquello se habían encargado de llevar un poco de nuestra forma de vida hasta allí. No sería la típica boda Europea pero se acercaba mucho a ella.

-          Ni siquiera he hablado con alguien para que me lleve al altar
-          Pensé que querías ir sola
-          Oh dios mío Cassie… Qué hago? –pregunte muy agobiada-

En ese mismo momento mi abuelo pasó por mi cabeza, quería llorar y no parar en todo el día pero no quería decepcionar a los presentes y me contuve un poco. Con todo el estrés que había pasado aquellos diez días se me había olvidado por completo hablar con la persona que quería que me llevase hacia el altar; ya en el coche poco podía hacer para solucionar mi problema.

-          Espera cielo. Hoy no te estropea el día nadie

Sin dejarme bajar del coche aviso a Jeremy y él sin dudarlo ni un segundo se acerco a salvar mi día. Aunque no lo supiera, el era la única persona que deseaba que me llevase al altar para casarme con su hijo.

-          Max está muy nervioso–dijo en bajo mientras me ofrecía su brazo-
-          No creo que más que yo

A la única persona a la que fui capaz de mirar durante el camino fue a mi prometido, estaba tan guapo y a la vez tan nervioso que me sacaba una sonrisa hasta en los peores momentos. Le salude con un rápido hola y en el mismo momento en que roce su mano las lagrimas empezaron a salir de mis ojos, todo era tan perfecto que no podía evitarlo.

-         Creía que mi mundo tenía todo lo que hacía falta para ser feliz hasta que te conocí aquella noche en Brujas. La forma en la que me hablaste por primera me hizo darme cuenta de que eras especial, especial porque ibas a ser la mujer con la que compartiría el resto de mi vida. Daba igual que estuvieras con otro chico, sabía que merecía la pena luchar por ti y eso hice. Ahora, casi 5 años después sé que mi mundo no es nada si no te tengo a mi lado…

Era imposible que dejase de llorar, Max no solía hacer ese tipo de declaraciones en público pero ese día algo cambio, Max se abría al mundo y a mí no hacia más que convertirme en la mujer más feliz de él.

-          Si cuando este amable caballero haga la pregunta respondes un sí, no tengas la menor duda de que te amare hasta el fin de mis días. Si respondes No, lo hare de todas formas. Te amo
-          Yo también –respondí muy emocionada-
-          Por cierto, estas muy guapa

Ahora llegaba mi turno para hablar. Al igual que en los Oscars no llevaba nada preparado pero se suponía que así lo que de verdad sentíamos saldría espontáneamente.

-          Max, antes de conocerte tenía muy claro cuál iba a ser mi futuro, trabajaría en un hospital, viviría un tiempo con mis amigas, tendría cuarenta gatos y al cabo de un tiempo ellos se convertirían en mi vida

La poca gente que estaba presente se rio tras mi sincera declaración.

-          Después de conocer a un rey me di cuenta de que yo quería ser su reina. Apenas pasamos tres días juntos en ese viaje pero no sé cómo ni por qué algo nos unió tanto que dos meses después ya estaba haciendo una de las mil locuras que hecho junto a ti. Cariño, nunca seré capaz de agradecerte todo lo que has hecho por mí. Tú viste mas allá de la imagen de chica fuerte que pretendía dar, viste a una joven sin apenas autoestima que tenía muchas ganas de comerse el mundo pero no la suficiente valentía como para dar el primer paso hacia ese gran sueño. Gracias a ti he aprendido miles de cosas pero la más importante es que he aprendido lo que significa estar verdaderamente enamorada. Si tú me das el sí en unos minutos sé que voy a pasar el resto de mi vida con mi alma gemela, el futuro padre de mis hijos y el hombre más sexy que he visto en mi vida. Te amo

El cura hizo la pregunta y sin ninguna duda los dos respondimos un rotundo sí. En ese momento y para el resto de mi vida seria Emma Irons, la mujer del hombre más maravilloso del mundo.

-          Puedes besar a la novia
-          Por fin –respondió haciéndonos reír a todos-

Con mi vestido negro, la cara llena de lagrimas y más nerviosa que nunca, deje que me diera nuestro primer beso como marido y mujer. Ese día no se borraría de mi memoria nunca; todo lo que había imaginado se había hecho realidad.

Después de la ceremonia un amable chico nos llevo al lugar en el que íbamos a celebrar el banquete. Ya que estábamos en la India no había mejor forma de celebrarlo que con comida típica de allí, incluso alguno de los asistentes creyó oportuno cambiarse de ropa mientras comíamos.

-          Tu vas con un vestido negro y mi padre con un Dhoti o como se llame. Todo muy normal

El Dhoti era el traje típico de la India para los hombres algo a lo que creo que ninguno de los asistentes estábamos acostumbrados a ver. Jeremy era un poco especial pero nunca creí que tanto como lo estaba siendo durante el banquete. Todos sin excepción estábamos atentos a lo que hacía o dejaba de hacer, era muy cómico verle con el traje.

-          No sería lo mismo sin él, hay que comprender que el pobre se nos hace mayor –dije divertida-
-          Que has dicho? –pregunto Jeremy-

Max no paraba de reír mientras su padre y yo empezábamos a discutir en broma. Por ese y mil momentos más sabia que mi boda iba a ser diferente al resto; a veces solo hace falta el grupo de personas adecuadas a tu lado para hacer de un simple día el mejor de todos.

-          Me hubiese encantado que Jake y Allie pudiesen haber venido. Los echo de menos
-          Lo sé, lo intentaron pero por el rodaje de la película Jake no podía irse tantos días
-          Sabes que adoro a todos los que han venido pero en verdad ellos han sido unos de los culpables de que estemos donde estamos ahora. Allie siempre ha estado cuando más la he necesitado, es como una hermana para mi

Y para él también, tanto Allie como Jake desde que Max y yo comenzamos nuestra relación nos habían apoyado en todo incluso aceptado decisiones nuestras que muchas veces eran más que estúpidas. A veces me sentía como que ellos eran los padres y nosotros dos, dos estúpidos que aun no sabían lo que era el amor de verdad, gracias a ellos poco a poco fuimos descubriéndolo.

En nuestra boda no estaban pero eso no significaba que se tuvieran que perder ese momento. Le pedimos a Samuel, el hermano de Max que nos grabara y en menos de 5 minutos ya teníamos un video agradeciéndoles a nuestros grandes amigos todo lo que habían hecho por nosotros.

-          Aun no se me olvida el día que fui a casa de mi hijo y una preciosa niña de apenas 20 años llamo a la puerta. Su cara lo decía todo, no esperaba ver a una mujer mayor en casa de un chico que apenas conocía. Nunca dije nada pero aquel día supe que lo que mi hijo iba a vivir no era algo que pasara todos los días, normalmente no conoces a alguien durante un rodaje y al cabo de dos meses estas locamente enamorado de ella.
-          Eso es lo que tú te piensas –dijo un divertido Jason, el director de la película de Max-
-          Bueno, a excepción de Jason a pocas personas les suele pasar eso

Nunca había visto a Sinead tan divertida. Era la única que había preparado un discurso para la boda pero eso no la ponía para nada nerviosa, era una mujer digna de admirar.

-          Habéis pasado por mil historias para ahora estar aquí. El único consejo que puedo daros es que no dejéis que nadie intente destruiros, el amor que os tenéis el uno al otro es mucho más fuerte que nadie. El tiempo os lo ha demostrado ahora cuidarlo

No lloré pero apunto estuve de hacerlo, había tanta verdad en las palabras de mi suegra que a veces dolía un poco escucharla por boca de alguien que ahora era parte de mi familia.

-         Como sigamos así voy a convertir a Agra en la primer ciudad con un océano dentro de ella
-          Esto tiene que ser un día feliz no el día para llorar –En ese momento paso un brazo por encima de mis hombros y me abrazo contra el- Te quiero mucho
-          Te has dado cuenta de que ahora soy Emma Irons? Esto es surrealista

Max ya no se sorprendía por nada, en vez de estar en mi boda parecía que estaba en un mundo paralelo, a veces los nervios conseguían hacer eso conmigo.

-          Emma, preciosa mírame –dijo acariciando mi cara- Olvídate de todo y disfruta. Da igual que te llames Emma Irons o te llames Epifanía, es tu boda y esto no se va a volver a repetir asique levanta el culo y vamos a pasárnoslo bien con todas estas personas

Tenía toda la razón, ya tendría tiempo para pensar en mis cosas.
Me levante de mi asiento e intentando ser amable salude y hable un rato con las personas que habían viajado hasta allí, con la tontería de mis nervios ni siquiera había tenido tiempo de hablar un rato largo y tendido con mi madre.

-          Estas preciosa cariño. El abuelo estaría muy orgulloso de ti
-          Lo se
-          Cuando conoció a Max me pregunto donde habías conocido a ese gigante. No supe que contestarle –dijo a punto de reír- Cuando se conocieron un poco mejor cambio su opinión sobre él, seguro que ahora esté donde esté le encanta verte asada con el
-          Eso espero –respondí controlando las lagrimas-

Busque a Max con la mano y le conté lo que acababa de decirme mi madre, los dos reímos pero esa risa solo ocultaba tristeza por no poderle tener allí con nosotros. Jeremy hacia ahora de padre pero mi abuelo fue siempre la persona que me cuido y no poder tenerle a mi lado en ese día tan especial  lo hacía todo un poco melancólico y triste.

-          Piensa en algo divertido… no sé, imagíname bailando sevillanas
-          Eres tonto –dije riendo- Ahora sí que se porque me he casado contigo
-          Pues menos mal

Si no hubiera recordado a mi abuelo no hubiese sido un día perfecto. El al igual que muchas personas queridas no estaban a nuestro lado pero teníamos que aprender a sobrevivir sin ellos, a partir de ese día Max y yo empezábamos una nueva aventura juntos y de lo único que teníamos que preocuparnos era de ser felices el uno con el otro.

martes, 18 de febrero de 2014

Capitulo 50

Era el último día de Max en Los Ángeles y lo que no íbamos a hacer era quedar todo el día en la cama. La idea no me desagradaba pero si ese día iba a ser el último que pasara a su lado como su novia, tenía que ser especial.
Desayunamos observando las maravillosas vistas que teníamos enfrente de casa, caminamos un buen rato por la playa y cuando ya se iba acercando la hora de comer cogimos el coche y nos fuimos a descubrir California un poco más.

-          Nunca he estado aquí. Ni siquiera sabía que había un pueblo entre las colinas, pensaba que eran solo barrios de Los Ángeles
-          Esto es genial, después de lo que vi en Agra necesitaba un poco de normalidad
-          Hollywood te parece normal?
-          Estar contigo sin preocuparme por los demás me parece normal. Debería ser así siempre
-          No, está bien que te preocupes por la gente si no lo hicieras no serias tú. Lo que pasa es que tenemos que venir mas a lugares como estos. Nueva York es una autentica locura, peor que Los Ángeles.
-          Quieres mudarte?

Si lo preguntaba en serio era que no me conocía bien. Nueva York podía ser un lugar caótico pero era mi casa; al igual que tenia cosas malas tenía muchas buenas y fundamentalmente gracias a esa ciudad mi vida dio un cambio de ciento ochenta grados.
Por un momento de estrés no podía irme tan fácilmente, de vez en cuando estaba bien ir a California a ver el sol pero nuestro hogar no estaba allí.

-          Pago yo esta casa mientras te quedes aquí
-          Me gusta estar con Sara
-          Y con Charlie?
-          Es un buen chico –respondí intentando permanecer seria- Un poco raro pero se le aguanta
-          Quédate aquí Em, adoras la playa y te queda más cerca del trabajo.

La idea no era mala, para una vez que estaba lejos de casa lo mejor era vivir a gusto sin depender de mi amiga o del novio de ella. En su casa se estaba bien pero no era lo mismo levantarse por la noche con cuidado de que nadie te viera medio desnuda a levantarte completamente desnuda y no importarte nada porque sencillamente vivías sola.

-          La casa, la boda… algo más que deba saber?
-          Si, mañana vas a tener que empezar a buscar un vestido para la ceremonia. Sé que te hubiera gustado tener más tiempo pero no planee que esto fuera a ocurrir tan pronto
-          Me gusta así. El vestido es lo de menos mientras te tenga a mi lado

Antes de pensar en vestidos, cenas y demás, lo primero que teníamos que hacer era avisar a nuestra familia de la noticia. Todo lo pagábamos nosotros asique no tenían ni que preocuparse por el vuelo, costara lo que costara todos nuestros seres queridos iban a estar presentes en nuestra segunda y ultima boda.

Mi madre lloró, Sinead gritó y sin sorprendernos para nada mi querido amigo y futuro suegro Jeremy se echo a reír. Él más que nadie estaba feliz por lo que íbamos a hacer, lo que le hacía gracia parecía ser el hecho de que nos casáramos en Agra.

-          Tus hermanos tienen que venir. No estoy tan loca como para no invitarlos
-          Entonces viene toda mi familia y por tu parte solo tu madre?
-          Es la única familia que tengo. Sara y Sofía supongo que podrán venir, con eso ya llevo al menos 3 personas. No te sientas mal por mi
-          Es raro
-          Lo sé pero así es mi vida. Ellas son las únicas personas que me importan como para que vengan a mi boda

Apenas 7 invitados tendríamos en nuestra boda, los justos y necesarios para demostrar nuestro amor. Aun no teníamos claro si invitar o no a los compañeros de rodaje de Max pero seguramente por no hacer un feo a nadie les diríamos que viniesen; ya que estaban allí al menos que armonizasen un poco más la fiesta después de la ceremonia.

-          Habrá algún problema con que me case de negro?
-          Te vas a casar de negro? –preguntó sorprendido-
-          Siempre he querido que mi vestido de novia fuera negro. No me mires así
-          No se por qué me sorprendo –dijo antes de soltar una carcajada- Pago todo lo que necesites
-          El vestido y los vuelos corren de mi cuenta. Tu puedes encargarte de buscar el lugar… siempre te dejo lo más fácil –dije irónica- Cariño si necesitas ayuda llámame y si no encuentras nada nos casamos en la habitación del hotel si hace falta
-          Te amo
-          Y yo a ti

Colocándome de puntillas sobre sus zapatos le di un último beso y le deje libre hasta 10 días más tarde en los que nos volveríamos a ver a punto de darnos el “si quiero”. Cada vez que nos juntábamos hacíamos una locura y hasta el momento esa era la mayor.

A veces me creía superwoman y esa vez fue una de ellas. Nadie era capaz de aguantar 7 horas bailando y luego tener fuerzas para probarse cuarenta mil vestidos de novia, yo en cambio creía que podía hacerlo y eso hice durante al menos 4 de los 8 días que tenía antes de viajar a Agra. El quinto fue algo diferente, me levante de la cama y fue imposible dar un paso más, mis agujetas apenas me permitían moverme y algo tenía que hacer con mi vida, o paraba de bailar cosa que veía imposible o de una vez por todas me decidía por un vestido de novia.

-          No sé porque te casas
-          Porque quiero a mi novio? Esas frases ahórratelas Miles
-          Os pasáis todo el día peleando, como estéis así durante el rodaje me suicido -dijo Diego-

Unos días estábamos muy bien y otros fatal, los últimos siempre solían ser por culpa de algo referente a Max. Habían pasado muchos años y Miles parecía no entender que volviese a rehacer mi vida con el hombre al que deje por él; el amor que sentía por Max nunca lo llegue a sentir por él y aunque le doliese saber eso tenía que sobrellevarlo y hacer su vida sin mí a su lado. Daba igual cuantas películas tuviéramos que hacer juntos, Miles podía llegar a ser un buen amigo pero nunca más seria mi pareja.

-          Te arrepientes de lo que paso?
-          No me arrepiento de nada, si fuera por eso ahora mismo no estaría aquí. Sabes que eres mi ex novio preferido?
-          Lo suponía –respondió intentando disimular una pequeña sonrisa- Ojala seáis muy felices juntos
-          Eso espero

Los problemas parecían ir olvidandose, si algo bueno tenía el tiempo era que gracias a él los sentimientos poco a poco iban desapareciendo, unas veces se estancaban si el amor era muy fuerte y otras muchas sencillamente se perdían entre la multitud abriendo puertas a otros amores aun mejores. Ese tenía que ser el caso de Miles; no me tendría a mi pero un chico como él se merecía a la chica más divertida y guapa del mundo.

-          Tengo que irme chicos, ayer encontré mi vestido y con suerte hoy podre recogerlo
-          En un día ya lo tienes? Mi ex mujer tardo 4 meses en que se lo dieran -dijo Diego-
-          Lo tenían de mi talla asique no hay problema. Parece que la suerte esta de mi parte por una vez en la vida
-          Eso es que todo os va a salir perfectamente. Queremos fotos
-          Las tendréis –respondí sonriente- Me voy, mañana nos vemos

En el momento en que pise la calle un guapísimo chico salió detrás de mi gritando mi nombre, ese chico solo podía ser Miles. Si no fuera porque él dio el primer paso nunca me hubiera atrevido a darle ese necesitado abrazo. Habíamos pasado muchas cosas juntos y aunque intentásemos ser fuertes a veces solo éramos dos críos con mucha necesidad de cariño.

-          Quieres que te lleve a alguna parte?
-          No hace falta cielo, he traído mi coche

Estuve a punto de invitarle a mi nueva casa a ver una película pero esta vez iba a tomarme nuestro nuevo intento de amistad con más tranquilidad, seguramente cuando empezásemos el rodaje de la película y yo ya estuviera casada, todo empezaría a encauzarse.

Ya que mi madre no podía estar conmigo en ese día tan especial, la última prueba del vestido la hice junto a Sara. Mi madre estaría asustada pero Sara lo estaba aun mas, parecía que nadie daba crédito a que me casara con un vestido negro.

-          Es perfecto a que si?
-          Estas preciosa –dijo la chica de la tienda-
-          Es diferente pero…
-          Pero lo odias
-          Todo lo contrario, me encanta por eso estoy sorprendida. Max se va a desmayar cuando te vea

Cada hora que pasaba mas nervios se acumulaban en mi estomago; hacia escasos días que habíamos planeado esa locura y ya apenas quedaban horas para que llegara el gran día. Al fin y al cabo las bodas eran una estupidez, solo la celebrábamos para hacer felices a nuestras familias porque por lo demás lo único que hacía era quitarnos dinero de nuestras cuentas bancarias.
Aun no sabía lo que Max estaba preparando pero conociéndole ya se habría gastado la mitad del dinero que  le iban a pagar con la película.

Tras organizar todo para que me enviasen el vestido a Agra, Sara y yo nos fuimos a mi maravillosa casa en la playa. Allí sin ni siquiera prepararlo organizamos una tarde de chicas que desde hacía mucho tiempo la necesitaba; contarle mis problemas a mi mejor amiga era genial pero si lo hacía con un bote de helado entre manos y la brisa del mar rozando mi pelo mucho mejor.

-          Va a ser raro casarnos y a los dos días tener que dejarlo allí de nuevo solo. Se lo digo a Max cada vez que hablamos pero te prometo que muchas veces quiero mandar todo a la mierda por estar con él, nunca me había pasado con nadie
-          El día que lo conociste se te caía la baba, ahora es normal que no lo quieras dejar a solas ni un momento. Yo no lo haría
-          Recuerdas ese día? –pregunte con una gran sonrisa- Fue una locura pero no puedes imaginar lo bien que me lo pase
-          Conociste al hombre de tu vida
-          Y ahora nos vamos a casar, quien me lo iba a decir –dije melancólica- Deje mis estudios, gane un Oscar, he roto y he vuelto con Max mil veces… lo raro es que sigamos siendo amigas
-          Seguimos siéndolo? –pregunto divertida-

Ese viaje nos cambio la vida a todos. Si nada de eso hubiera pasado lo más probable es que ya hubiese terminado la carrera de enfermería y estuviera trabajando en un hospital, algo totalmente diferente a ensayar para una película y casarse. Gracias a ese viaje mi madre podía permitirse no tener que trabajar, yo me encargaba de sus gastos y ella con 55 años que tenia por fin podía disfrutar de una vida que antes de conocer a Max no podíamos permitirnos. No digo que todo fuera gracias a un chico pero si gracias a la iniciativa que me dieron tanto él como sus padres supe luchar por un sueño que nunca creí poder llevar a cabo.

-          Hola amor –dije respondiendo al teléfono-
-          He conseguido el lugar en el que nos vamos a casar. Te vas a enamorar de las vistas
-          En el Taj Mahal?
-          No será porque no lo intenté pero no. Ayer rodamos en un inmenso campo y se me ocurrió la idea de organizarlo todo allí, es precioso Em
-          No me quiero casar en un campo de ganado
-          No es eso, hasta había flores. Parecía un mundo diferente, confía en mi

No me quedaba otra que hacerlo, de todas maneras no podía hacer nada estando a tantos kilómetros de distancia.

-          Ya tenemos todo preparado para el viaje, en nada nos tienes ahí
-          Mi futura mujer
-          Suena bien a que si? –reí- Tengo muchas ganas de ver a tu padre, casi más que a ti
-          Lo sabía. Vosotros dos parece que estáis enamorados el uno del otro
-          Solo voy a Agra por pasar más tiempo con él, la boda me da igual –dije divertida-

De no ser porque ya era muy tarde en Agra me hubiese pasado todo el día hablando con Max. Apenas nos quedaban días para casarnos y era más que raro no verle durante los días previos, iba a ser una boda inusual y no solo por el hecho de hacerla en la India.

La primera vez que nos casamos fue de forma inesperada, esta era casi lo mismo lo único que contábamos con la presencia de nuestros familiares. Si cada dos por tres nos daba por hacer locuras, alguna de ellas terminaría saliendo mal, con suerte la boda no sería una de ellas.

sábado, 15 de febrero de 2014

Capitulo 49

Eran apenas las 7 de la tarde y Miles ya estaba delante de la puerta de la casa de Sara. Antes de seguir trabajando juntos como si no pasara nada teníamos que hablar de nuestra situación; habíamos vivido muchas cosas  juntos y a veces algunos sentimientos son difíciles de olvidar aun estando perdidamente enamorada del amor de tu vida.

Atacada de los nervios subí en su coche, le salude con un simple hola y deje que me llevara al restaurante en el que habíamos reservado mesa, todo esto sin ningún paparazzi al acecho.

-          Las mujeres primero –dijo abriéndome la puerta-
-          Gracias

Si no lo hacía aposta se le estaba dando muy bien recordarme por qué en su momento me llego a gustar tanto. Era amable, guapo, divertido, pero no era Max.

-          Me voy a casar en una semana –dijo rompiendo el hielo-
-          Si? –pregunte sorprendida-
-          Era broma Em. Ni siquiera tengo novia
-          Me voy a casar en cuanto mi novio vuelva de la India

Gané yo de lejos. Lo suyo era una broma un tanto de mal gusto pero lo mío era cien por cien real, en cuanto Max volviese de Agra nos casaríamos. Sé que no fue la mejor manera de contárselo a mi ex pero así era la vida.

-          Y el anillo?
-          Es este. No lo llevo en el anular para que no empiecen a molestarnos, ya sabes cómo son los periodistas con estas cosas
-          Claro que lo se –dijo mirándome fijamente- Cuando estuvimos juntos los teníamos a todas horas persiguiéndonos

No empezamos muy bien la cena pero a excepción de ese momento todo lo que vino a continuación fue agradable, incluso me alegre por tener que pasar otros tres meses a su lado. Miles era un chico increíble y cualquier actriz que pudiera trabajar a su lado debería sentirse una privilegiada.

-          Miles esta es Sara, mi mejor amiga, y este es Charlie, su novio.
-          Encantado –dijo Miles-
-          Os importa si nos quedamos en el salón repasando un segundo el guion?
-          No, nosotros nos íbamos a dormir –respondió Sara dándole la mano a Charlie- Mañana me cuentas

Ese “mañana me cuentas” solo significaba “ten cuidado con lo que haces”. Sara me conocía lo suficiente como para saber que a veces era muy débil y tras lo vivido con Miles era aun mayor su preocupación por mí.

-          He tardado veinte años en darme cuenta que el amor solo te destruye
-          Algo bueno tiene que tener
-          Cuando no nos preocupábamos todo iba bien, en el momento que empezamos a hacerlo todo se arruino. Dábamos largos paseos, comíamos en el coche, teníamos sexo apasionado… eso era lo mejor. El sexo estaba bien hasta que la idiota de Rebeca se enamoro

Una película de baile podía parecer la típica historia de chica conoce chico, bailan y se enamoran, nuestro guion no era ni lo mas mínimo parecido a eso. El personaje que yo interpretaba a diferencia de otras historias al principio de la película aun seguía con su novio, personaje que Miles iba a interpretar. 

Una de nuestras primeras escenas hablaba sobre sexo y a nosotros dos no se nos ocurrió otra idea que ensayar esa a sabiendas que era la más comprometida.

-          El sexo no era bueno porque no nos importase, era bueno porque estabas loca. El sexo loco es siempre bueno
-          Deja de preocuparte
-          Eso estoy haciendo

Su mano se apoyo en mi cintura, mi cuerpo se acerco al suyo y haciendo exactamente lo que ponía en el guion terminamos en mi habitación. Miles me atraía mucho físicamente pero lo antes posible tenía que parar esa situación.

-          No puedo
-          Vale, lo siento

Al menos esta vez parecía que habíamos parado antes de dejar la actuación y empezar con la vida real. Si Max se llegaba a enterar tan solo de que lo había besado me iba a matar, por nada del mundo eso tenía que ocurrir, tanto Miles como yo estaríamos callados y lo antes posible olvidaríamos ese momento.

-          Otra vez no por favor, Miles no me jodas
-          Tampoco es fácil para mí Em… Me voy y olvidamos todo pero lo mismo va a ocurrir cuando tengamos que grabar la escena
-          Me da igual, hay que dejar los sentimientos a un lado porque esto no puede ser

Estaba agobiadísima, tan solo el pensar que podía volver a ocurrir lo mismo de hacía 3 años me aterraba. Max era el amor de mi vida pero la tensión sexual que tenia con Miles era irrefrenable.

Sin apenas haber dormido esa noche volví al estudio de grabación y con tan mala suerte que Max llamo en el mismo momento en que fui a saludar a Miles.

-          Hola amor
-          Que haces?
-          Tengo que contarte una cosa

Era en ese momento o nunca; no le iba a decir lo del beso pero al menos contarle que iba a trabajar con mi ex novio tenía que saberlo.

-          Confío en ti
-          Te quiero
-          Yo también
-          En serio te quiero mucho –repetí controlando las lagrimas- No sabía nada
-          Da igual Em… Emma, princesa? No llores por favor.

No era capaz ni de responderle, lo quería tanto y me sentía tan mal por algo de lo que no tenía la culpa que no sabía cómo quitarme esa sensación de encima. Mi relación con Miles tenía que ser estrictamente profesional y aunque me costase un mar de lagrimas iba a cumplirlo.

-          Yo que llamaba para contarte que en una semana estoy ahí y me encuentro a mi novia medio deprimida
-          Estoy bien, lo siento. Cuando vienes?
-          El viernes llego pero el domingo me tengo que volver
-          Da igual. Quiero verte, besarte y pasar todo el tiempo posible a tu lado

Si después de mis lágrimas y la declaración de amor que acababa de hacerle no se daba cuenta de lo enamorada que estaba era que algo iba mal. Me gustaba mucho actuar pero por momentos como ese me planteaba seriamente dejar mi trabajo y dedicarme íntegramente a estar al lado de Max.

Baile, baile y más baile, en eso se basaron mis primeros días en Los Ángeles. Sara y Charlie me invitaban a salir con ellos pero entre lo cansada que estaba y el miedo que me daba que me pudieran fotografiar con otro chico que no fuera mi novio preferí quedarme en casa viendo películas y pasando el tiempo hasta que Max viniera a Los Ángeles.

-          Emily?

Con la tontería hacia casi un año que no veía a una buena amiga como lo era Emily. Hablaba casi todos los días con ella pero no era lo mismo hablar por mensajes a hacerlo cara a cara; verla me dio un subidón de energía que necesitaba más que nunca.

-          Me mentiste. El otro día me dijiste que estabas en Sídney y era mentira –dije sorprendida-
-          Quería darte una sorpresa
-          Pues lo has conseguido

Podíamos haber pasado mucho tiempo sin vernos pero por esas sorpresas Emily era una amiga que con suerte tendría siempre en mi vida. Daba igual que fuera la ex de mi novio, si me basara en eso no me llevaría con la mitad de Londres.

Sara igual se enfadaba pero pensando en que solo iba a ver a Emily ese día aproveche el tiempo que teníamos juntas y me la lleve a Malibu a hacer un poco de surf. Era algo típico cada vez que nos veíamos, no éramos buenas surfistas pero al menos el intentarlo nos divertía.
-          Paparazis –dijo Emily-
-          A la de tres les sacamos el dedo. 1, 2…

Era algo de niñas pequeñas pero sentaba tan bien que lo volvería a repetir mil veces más si no supiera que a las pocas horas mi cara estaría en las revistas de medio mundo.

-          No sé como consiguen saber dónde estamos a todas horas
-          Odio esto. Estoy por volver al agua y ahogarme apropósito –dije en tono dramático- Siempre que estoy contigo nos persiguen. Les pagas o algo?
-          Deberían pagarme ellos a mi –respondió divertida- Prepárate para cuando venga Max, no salgáis de casa en todo el día
-          Ese era mi plan

No por los paparazis, más bien por algo mucho más divertido. Pasar tiempo a solas me hizo pensar en mil cosas que hacer cuando Max viniera a Los Angeles; primero de todo iríamos a una casa alquilada en las colinas, luego nos bañaríamos desnudos en la playa y más tarde comeríamos todo tipo de comida basura hasta no poder movernos del sofá y así ver una de las películas raras que tanto le gustaban a Max.

Invite a Em a cenar y tras un buen día con una vieja amiga volví a casa impaciente por que fueran las 10 de la mañana y mi despertador sonara para ir al aeropuerto a por Max.

-          A dónde vas?
-          Que haces aquí?
-          Recogerte para ir al estudio
-          Tengo que ir al aeropuerto, mi novio llega en una hora. Ya avise a Diego de que este fin de semana no iba a ir a ningún ensayo, él también se lo ha tomado libre
-          Como siempre el único que no se entera es el idiota de Miles
-          Pensé que te lo habían dicho
-          Pues no
-          Bueno, lo siento. Me voy o no llego

Qué casualidad que justo el día que Max llegaba a la ciudad a Miles le diera por venir a recogerme a casa, demasiada casualidad. Si pretendía algo esta vez lo llevaba muy difícil.

Nerviosa a la vez que algo dormida llegue a LAX  esperando que mi novio apareciese lo antes posible. Sabía que estaría cansado de un vuelo tan largo pero al menos 5 minutos tenía que pasarlos a mi lado abrazándome y dándome los mimos que tanto necesitaba.

-          Parece que el vuelo llega con retraso –me dijo una amable señora-
-          2 horas llevo esperando, espero que no haya pasado nada

2 horas, 3 horas, hasta 5 horas estuve esperando en el aeropuerto hasta que el vuelo de Max aterrizo. Si hubiera sido en el vuelo de vuelta me daba igual pero para escasos dos días que iba a estar con él no quería ni el más mínimo retraso.

-          Amor! –grite corriendo hacia Max- Te echaba de menos

A veces me olvidaba que era una persona famosa y luego ocurrían cosas como las que nos pasaron en el aeropuerto. Igual no nos conocían y lo hacían porque les gustamos, pero en cuanto salí corriendo hacia Max una chica junto a su pareja empezaron a aplaudirnos como si fuéramos un espectáculo. Jamás había pasado tanta vergüenza. Nada mas escuchar los aplausos cogí a Max de la mano y marché de allí lo antes posible, no aguantaba eso un segundo más.

-          Casi como en los Oscars –dijo Max pasando un brazo por encima de mis hombros- Perdón por haber tardado tanto, ha sido un caos el cambio de avión
-          No creo que tanto como mi espera. Pensaba que había pasado algo, te lo juro
-          Imagina que me muero
-          No digas eso ni en broma. Te mueres y me muero yo detrás

Ni loca quería imaginarme esa situación, mi vida era Max y sin él no tendría nada. Durante la espera pensé en mil cosas pero ninguna de ellas esa locura.

Igual estaba loca pero en las dos semanas que estuvimos sin vernos Max parecía haber cambiado muchísimo; tenia barba, el pelo casi le tapaba la cara, incluso hasta estaba moreno algo muy raro en una persona que al mínimo sol que le tocaba la piel se ponía mas rojo que un tomate. Estaba cambiado pero aun así seguía siendo el hombre más guapo que había visto en mi vida.

En 40 minutos llegamos a la casa que había alquilado para el fin de semana y sin apenas darme tiempo a enseñársela el pobre se tiro sobre el sofá y me suplico que le dejara descansar durante al menos media hora. En vez de media hora le di casi 5 horas, estaba cansado y aunque perdiese tiempo a su lado prefería que cuando estuviésemos juntos fuera descansados a verlo todo el rato bostezando y sin ganas de hacer nada.

-          Te he estropeado todos tus planes para el viernes
-          No has estropeado nada. He visto dos películas que me ha recomendado tu padre y ha estado bien, debería hacer esto mas a menudo
-          Quieres ver otra?
-          No. Has descansado lo suficiente como para venir a dar un paseo nocturno conmigo por la playa… ya son las 10 de la noche
-          Entonces vamos. Deberíamos mudarnos a esta casa, adoro tener la playa al lado

Nueva York era nuestro hogar y el lo sabia. Muchas veces me planteaba la idea de mudarnos a algún lugar mas cálido pero los dos sabíamos que era algo imposible, adorábamos tanto la ciudad en la que vivíamos que seguramente si nos fuéramos a otro lugar nunca seriamos tan felices como lo eramos hasta el momento.

-          Em
-          Qué? –pregunte mientras caminaba por la orilla de la playa-
-          Me gustaría mucho que te cambiases el anillo de dedo, es hora de que todo el mundo sepa que estamos comprometidos
-          Miles ya lo sabe
-          Miles me es indiferente. Quiero que todo el mundo sepa lo felices que somos juntos, me da absolutamente igual tu ex

Estaba tan sexy cuando se ponía serio que era imposible negarle algo. Puse el anillo en el dedo anular y de allí en adelante todo el mundo supo lo que pasaba en mi vida, Max fue mi pasado y seria mi futuro, daba igual cuanta gente intentara interponerse en nuestro camino, lo nuestro era amor verdadero y duraría hasta el final de nuestros días.

-          Me quiero casar ya. Hay que llamar a nuestros padres y planear una fecha
-          Nos casamos en India
-          Tengo trabajo aquí Max
-          No tenias 4 días libres la semana que viene?
-          Es una locura

Una locura que íbamos a llevar a cabo. Igual no aparecía nadie de nuestras familias pero fuera como fuera nos íbamos a casar en apenas  10 días. 

domingo, 2 de febrero de 2014

Capitulo 48

Agra, India.

Apenas llevábamos 1 semana en la India y ya me había enamorado del país. Gracias al trabajo de Max pudimos conocer prácticamente toda la zona norte del país, una autentica maravilla incluso sin incluir el Taj Mahal. Mas que trabajo eso parecían unas vacaciones, la película se basaba en la  historia de dos hombres que viajaban a la India con la intención de emprender una nueva vida y eso era exactamente lo que sin querer estábamos haciendo todos los que habíamos viajado hasta allí.

Junto a la mujer del director era la única chica en el rodaje, algo bastante triste si iba a pasar tres meses allí. Con Max era feliz pero a veces necesitaba hablar con una chica y por lo que parecía esta vez solo iba a tener a Maggie para contarle mis penas y alegrías.

-          Estabais hablando de mi? –pregunto Max mientras se sentaba sobre mis piernas-
-          Hablábamos de lo sexy que te pones cuando atiendes a lo que dice Jason (el director) Parece que quieres ligar con el
-          Estas bromeando
-          Maggie te ha visto y opina lo mismo –miramos a Maggie y la pobre mujer afirmo con la cabeza- Ves? Estas sexy hasta cuando no quieres estarlo, es algo natural en ti
-          Como para no quererte con las cosas que me dices
-          La verdad. Un beso –pedí antes de que le volviesen a llamar para rodar- Te quiero
-          Yo mas

Y de nuevo se fue, algo que se repetía al menos diez veces al día. Podía decir que pasaba el día entero con Max pero entre el rodaje, las horas que dormíamos y el tiempo en el que trabajaba en el guion, apenas pasaba 2 horas con el sin nada ni nadie que nos interrumpiese. No estaba mal pero muchas veces echaba en falta hacer cosas que en mi vida normal solía hacer a su lado.

-          Mañana tenemos el día libre. Ya he organizado todo para que podamos ir a ayudar a gente necesitada. Eso era lo que querías no?
-          Si, lo malo va a ser que como me guste te puedes ir olvidando de mi mientras grabéis
-          Entonces no te llevo
-          Max…
-          Aunque te guste ayudar promete que algún día vienes
-          Algún día claro que iré, no me voy a pasar las 24 horas del día sin verte.

Sabía que cuando pisara la zona pobre de la ciudad nunca más querría salir de allí, había tantas personas a las que ayudar que ni siquiera 3 meses iban a ser suficientes para solucionar un mínimo de todo lo que había.

A excepción de la zona del Taj Mahal, Agra era una ciudad muy pobre. Nuestro hotel estaba bien pero parecía lo único bueno del lugar, en cuanto nos movíamos un poco de la zona podíamos observar como la mayoría de la población vivía en pequeñas chabolas o incluso algunos eran mendigos, una pena para ser una de las ciudades con más visitantes de toda la India.

Max junto a uno de los trabajadores de una ONG del país me llevaron a la zona mas pobre de la ciudad. Alli nadie me miraba como la actriz que había ganado un Oscar, allí era solo Emma y eso debía perdurar durante todo el viaje.

-          Max…

No podía creer lo que veía, Max estaba llorando y no entendía nada. Algo debía haberle pasado para de repente ponerse así.

-          Cariño por dios. Que ha pasado?
-          Una mujer acaba de preguntarme si me quiero quedar con su hijo –respondió entre lagrimas- No aguanto esto Em

La persona que aparentaba ser la más fuerte al final era la más débil.

Cuando lo vi llorando se me partió el corazón, si iba a estar así mientras estuviésemos en esa zona lo mejor era volver al hotel, yo ya tendría tiempo de volver a ayudar.

-          No quiero estropearte la experiencia. Has venido aquí a rodar una película, soy yo la que quiere ayudar. Olvídate de esto
-          No puedo
-          Pues inténtalo, no me gusta verte así.

Limpiándose las lagrimas se levanto del suelo y le pidió al chico de la ONG que siguiera enseñándonos el lugar. Max era cabezón y si quería hacer una cosa la iba a hacer sin importarle las lagrimas que pudiera soltar.

Lloramos, conocimos un poco a alguna de las familias que residían allí, incluso por un momento Max soltó algunas carcajadas gracias a uno de los niños que deambulaban por la calle. El lugar podía ser un autentico desastre pero ver a la gente sonreír cuando pasábamos a su lado me enseño que no todo en la vida te lo da el dinero, allí podían ser pobres pero si eran felices era todo lo que importaba.

-          Viven de lo que ganan en la calle, no pueden permitirse ir al medico
-          Y el gobierno no da ayudas?
-          A ellos no
-          Hola pequeña –salude a la niña que acababa de pararse a mi lado- El padre tiene cáncer o eso parece
-          Desde el año pasado, antes se dedicaba a cuidar del ganado pero con la enfermedad son sus hijas y su esposa las que hacen  todo el trabajo –respondió el chico de la ONG-

Igual estaba haciendo una locura pero me ofrecí a pagarles todo el tratamiento sin ni siquiera consultárselo a Max. Unas niñas de 7 años no podían estar en la calle pidiendo ayuda para sobrevivir, esas niñas tenían que estar en la calle jugando y disfrutando de su infancia.

-          Dinos donde tenemos que hacerlo y si hace falta pagamos ahora mismo. Estas niñas tienen que ir al colegio –dijo Max-

No podía estar más orgullosa de él. Los dos pensábamos lo mismo y aunque nos costase un año de trabajo duro, esas familias se merecían una vida mejor.

-          Sabía que esto iba a pasar –dije abrazándole- Te amo
-          Me amas porque te hago caso y ayudo a estas familias o por qué?
-          Por todo pero deja de guiñarle el ojo a las niñas que va a llegar un momento que me voy a enfadar

Por un lado estaba súper orgullosa de él pero por otro eso no me impedía ponerme celosa cada vez que lo veía sonreír y guiñarle un ojo a cualquier chica que pasaba a su lado, parecía que ni el lugar en el que estábamos le hacía relajarse un poco.

-          Estas celosa?
-          Si sigues así lo voy a estar pero por ahora dejemos el tema

No era el lugar más adecuado para empezar una pelea, lo que tenía que decirle ya estaba dicho y ahora lo que quedaba era esperar a ver qué hacia. Por el momento todo estaba perfectamente, estábamos disfrutando de un viaje increíble y lo demás hasta que no lo volviera a ver con mis propios ojos no me molestaría.

Tras decidir que íbamos a pagarles a una familia que apenas conocíamos el tratamiento para el cáncer, la mujer muy amable nos invito a entrar en su pequeña chabola y conocerlos un poco mejor.
A excepción del chico de la ONG tanto Max como yo no entendíamos nada de lo que se estaba hablando, solo podíamos sonreír y esperar que aquella agradable familia entendiese que no quisiéramos hablar mucho.

-          No hace falta que nos den las gracias, nosotros lo hacemos con nuestra mejor intención
-          Mejor gastar el dinero en esto que en comprar millones de tonterías que no necesitamos –continuo diciendo Max-

El hombre enfermo no paraba de agradecernos lo que estábamos haciendo por él y su familia; apenas lo conocíamos pero solo por ese gesto sabia que la oportunidad que le estábamos dando no la iba a desperdiciar.

Nos hubiese encantado poder pasar más tiempo allí pero por cuestiones de trabajo Max tenía que volver lo antes posible al hotel.

-          Hemos vuelto para esto?
-          Si y no –respondió cogiéndome de la cintura y acercándome a él- Me muerto de ganas de hacer el amor
-          Cariño pensé que veníamos a…

Antes de que terminara la frase su boca ya estaba sobre la mía, cuando le daban ganas de hacer algo no había nadie que le parase. El día que dejásemos de tener sexo a todas horas seria el día en que me daría cuenta de que ya no estaba enamorada de Max, algo que con suerte nunca ocurriría.

40 minutos mas tarde...

-          Si voy hasta la habitación de Jason pasara algo?
-          Que le darás la sorpresa de su vida –respondí divertida- No lo hagas, te va a odiar si lo haces
-          Eso es lo divertido

Ya la habíamos liado, Max iba a ir desnudo a la habitación del director y con la mala suerte que teníamos fijo que le abría la puerta su mujer. Su idea era que le acompañase para grabar la reacción de Jason pero  preferí ser un poco más discreta y hacer lo mismo desde la puerta de nuestra habitación, tan solo a un par de metros de la suya.

-          Te va a matar –susurre-
-          Shhhh... Hola Jason! –gritó en cuanto abrieron la puerta- Sorpresa!

La puerta se cerró delante de sus narices y yo no supe hacer otra cosa que tirarme al suelo y empezar a reír a carcajadas. Parecía una loca pero en ese momento era lo que mi cuerpo me pedía, Max desnudo en mitad del pasillo, Jason seguramente asustado, yo en el suelo... todo era demasiado cómico.

-         Si pudiera despedirte lo haría –dijo Jason al abrir de nuevo la puerta- Estas como una puta cabra. Vete a dormir
-          Quería alegrarte un poco la noche

Los dos rieron cómplices, Max podía haberse pasado un poco con la broma pero Jason lo entendió y para su suerte al día siguiente todo volvería a la normalidad. En mi caso no ocurrió lo mismo, Cassie me llamo y me dio una noticia que seguramente cambiaria por completo los planes que tenia para ese viaje.

-          Me ha llamado personalmente el director y te quiere en la película. He intentado explicarle que tienes el rodaje de otra un mes después pero le da igual, dice que te quiere ahí y va a hacer todo lo posible para que aceptes
-          A ver primero de todo de que va la película?
-          Te he enviado el guion por mail. Vas a tener que bailar
-          Es de baile?
-          Si, tu personaje no baila tanto como el del chico pero aun así vas a tener que moverte un poco
-          Ya han escogido al actor?
-          Diego Luna
-          Donde y cuando tengo que firmar?

Daba igual el director, el guion o lo que fuera, solo con saber que mi compañero de reparto iba a ser uno de mis actores favoritos acepté la película. Una película de baile me daría más trabajo del normal pero si quería llegar a ser una gran actriz tenía que lanzarme a por ello.

-          Los chicos ya han empezado a ensayar, deberías ir a Los Ángeles y estar con ellos. Sé que apenas has pasado tiempo con Max pero si aceptas la película te necesitan aquí en menos de una semana
-          En 10 minutos te llamo, tengo que hablar con Max

La opinión de Max era la más importante. Me encantaba la idea de quedarme allí pero también quería aceptar ese nuevo proyecto, todo dependía de él.

-          Quieres que te compre el billete yo mismo?
-          Amor odio esto, de verdad lo odio. No quiero dejarte
-          Podrías haberle dicho a Cassie que te pusieran a un profesor de baile aquí pero dudo mucho que se sepa los pasos de la película
-          Joder… que hago?
-          Ve y en cuanto tengamos unos días libres nos vemos

Odiaba esas situaciones con todas mis fuerzas. Lo que en un principio era un viaje para ayudar a causas humanitarias se había convertido de nuevo en un intento fallido, todo por culpa de mis ganas de llegar a ser una gran actriz algún día.

En menos de una semana cogí un vuelo a Los Ángeles y sin ni siquiera tener una casa en la que vivir durante el tiempo que me quedase allí, me dirigí hacia los estudios de baile.
Gracias a una amable recepcionista deje mi maleta en una habitación que parecía lo suficientemente segura para dejar mis pertenencias y sin más dilación entré a conocer a mis nuevos compañeros.

-          Hola, encantada. Soy Emma
-          Diego –dijo mientras me daba un abrazo- Por fin alguien que habla español, hacía tiempo que no me ocurría esto en un rodaje
Parecía un buen chico, amable, mexicano y encima una gran actor. Si trabajábamos bien la película podía quedar perfecta.

-          Que coj…?
-          Hola
-          No sabía que ibas a estar aquí
-          Cassie no te lo ha dicho?
-          No, acabo de llegar de un vuelo de 13 horas y no he hablado con nadie. Vas a trabajar en la película?
-          Interpreto al ex de tu personaje. Pensé que lo sabias

Nadie mejor que Miles podía hacer de mi ex novio; en cuanto Max se enterase que iba a trabajar con él ya lo tenía de vuelta en Los Ángeles.

-          Vale –respondí en estado de shock- Enseñarme un poco lo que tenemos que hacer

En ese momento mi cabeza no dejaba de pensar en toda clase de insultos, insultos que me merecía por no haber preguntado antes quien más actuaba en la película. Miles era un gran chico y lo quería mucho pero aun así lo único que me importaba era mi prometido y sabia que eso le iba a hacer mucho daño.

Con todo el lio de viajar a Los Ángeles se me olvidó por completo que mi mejor amiga vivía allí, con suerte esta vez no necesitaría buscar un piso en el que quedarme ese tiempo. La llame, su novio se puso y yo por gilipollas no me acorde de su nombre, un momento que recordaria toda mi vida.

-          Lo siento mucho
-          No te preocupes –respondió entre risas- Quieres que me pase yo a recogerte? Sara está trabajando, volverá en una hora o por ahí
-          Te lo agradecería

Le dije el lugar en el que me encontraba y en menos de 10 minutos un encantador chico llamado Charlie apareció delante del local de ensayo. No había sido un día nada fácil y tanto él como mi mejor amiga lo notaron al segundo de ver mi cara; lo mejor sería que me fuese a dormir y tras unas horas de descanso todo volvería a estar bien.

-          No sé si voy a poder trabajar con Miles
-          Te sigue gustando? –pregunto Sara-
-          No
-          Entonces cual es el problema?
-          No lo sé, hay escenas de sexo, besos y mil cosas más que se que a Max no le van a gustar. Encima hace tanto tiempo que no veía a Miles que no sé cómo está la situación
-          Tenéis que hablar. Ir a cenar y hablarlo tranquilamente, seguro que él está en la misma situación

Antes de hacer nada debería hablarlo con Max, el problema era que tenia tanto miedo de hacerle daño que mi cabeza no dejaba de pensar que lo mejor era guardar ese pequeño secreto hasta que él terminase de rodar su película. No quería que por mi culpa hiciese un mal trabajo, nunca me lo perdonaría.