No llegaba a acostumbrarme a ser marido de una gran actriz
como era Emma. Con apenas 1 año de carrera y la pequeña de la familia ya
acaparaba las portadas de millones de revistas; estar nominada a un Bafta no lo
conseguían muchas personas.
Aun con el tema del video a medio arreglar viajamos a
Londres. Teníamos un par de días libres y que mejor forma de disfrutarlos que
en casa de mi familia. Emma fue la que eligió el destino asique yo no me iba a
oponer.
Ya no tenía mi apartamento pero la casa de mis padres
siempre venía bien, tardes en el sofá, noches en la piscina… una semana muy
productiva iba a pasar junto a mi mujer.
-
Necesitaba
estos momentos. No hay nada que me preocupe
Nada, ella lo había dicho. El vídeo desapareció por completo
de nuestras cabezas, todo estaba en manos de la policía pero si por alguna
casualidad no eran capaces de solucionarlo creo que tanto a Em como a mí nos
iba a dar igual. Estaba seguro de que no éramos la única pareja que lo había
hecho.
-
Esto es demasiado –escuche decir
a mi madre- como podéis ser tan monos?
-
Estamos enamorados –respondió Emma-
Emma siempre dormía apoyada a mi pecho, muchas veces casi
encima mía y eso fue algo que hizo sorprenderse a mi madre. Nunca nos había
visto así y menos aun sobre el sofá de su casa.
-
Esta chica ha cambiado tu vida… sois perfectos
juntos
-
Verdad? Eso mismo pienso todos los días
-
Que eres perfecto? –pregunto Emma-
-
Tu sí que eres perfecta –reí- Me refería a la
primera parte, esa de que has cambiado mi vida
La sonrisa de mi madre lo decía todo, si yo era feliz ella
también.
Con Emma encima mía y mi madre haciéndonos compañía,
continuamos viendo la película. No tenía ganas ni de salir de casa, todo era
tan tranquilo que por momentos me planteaba dejar mi caótica vida y dedicarme a
algo normal. Siempre me gusto la idea de ser profesor, era algo que me llenaba
incluso más que interpretar a un personaje. No tenia duda de que si mis padres
no fueran actores ahora mismo estaría trabajando de ello, el problema era que
si mi vida hubiera sido de esa forma nunca habría conocido a Emma. Por una parte
ese mundo a veces me venía grande pero otras muchas me daba sorpresas como el
encontrar a la mujer de mi vida.
-
Emma con quien vas a ir a recoger el premio?
–pregunto mi madre-
-
Es imposible que lo gane
-
Si estas nominada es por algo, no pienses que no
vas a ganar. Vais juntos?
-
Me va a abandonar por su nuevo mejor amigo
Robert DeNiro –respondí irónico-
-
Me llamo ayer! Que quieres que le diga Max? Vas
a venir conmigo pero también con Robert
Una locura andante llego al salón y se lanzo sobre Emma.
Buddy ya no era el cachorro de hace 2 meses, cada día crecía un poco y ahora ya
era lo suficientemente grande como para molestar encima nuestra.
- QUE????????? –empezó a gritar Emma- Gracias
Cassie, gracias!
No entendía nada, o terminaba la llamada y me decía que
pasaba o me volvía loco.
-
Tengo el papel!!!!!!!!! Max!!!!!!
Buddy al suelo, Emma saltando encima del sofá… todo era una
autentica locura.
-
Scott Hicks ha llamado personalmente a Cassie
para darme el papel
Nada de lo que pudiera decirla le iba a hacer más feliz. Había
conseguido su primer papel protagonista en una película con bastante
presupuesto y Emma era la persona más feliz del mundo. No era una película de
culto pero seguramente gracias a ella iba a ganar muchos fans, los cuales harían
que trabajase en muchas más películas.
-
Soy muy feliz por ti –le di un beso-
En menos de dos segundos paso de celebrar la noticia conmigo
a ir a abrazar a mi madre llorando. La veía tan contenta que contagiaba esa
felicidad a todos los que la rodeábamos, era increíble verla tan bien después
de los problemas que tuvimos.
La escasa semana de vacaciones que íbamos a pasar en Londres
no serviría de mucho cuando volviésemos a Nueva York con más proyectos que
nunca. Yo apenas tenía un par de entrevistas que hacer pero Emma estaba a
rebosar; aun no entendía como Cassie había sido capaz de organizar todo tan
milimétricamente para que le diese tiempo a hacer todas esas cosas. O cuidaba muy bien de
mi mujer o la pobre se moría en el intento.
Mientras Emma y mi madre pasaban las tardes en busca de un
vestido que llevar a la entrega de premios, yo pasaba las mías encerrado en
casa jugando a videojuegos junto a James y Kevin. Me encantaba Londres pero
esos días no tenía ganas de nada, ni siquiera de moverme del sofá.
--------------------------------------------------
POV Emma
(5 meses después) 4 de septiembre, Los Ángeles
Nada era comparado con lo que estaba viviendo, ni siquiera
el poder asistir a una entrega de premios junto a Robert DeNiro lo superaba. Después
de mucho tiempo alguien era capaz de hacerme sonreír con tan solo una mirada,
solo con eso, sin ni siquiera una palabra nos entendíamos a la perfección.
Max se quedo viviendo conmigo durante el rodaje de la
película en Los Ángeles y era algo de agradecer. Era la película en la que mas tenía
que trabajar y tener al lado a alguien que me apoyaba era lo mejor que me podía
ocurrir.
-
Tu marido me pone nervioso
Zac tenía razón; si tenía que besar a otra persona que no
era Max y de una forma muy apasionada lo mejor era que mi marido se fuera de allí.
-
Piensa que no está. Para media hora que os queda
no le voy a decir que se vaya –dijo Cassie-
-
Ponte en mi situación
-
Me pongo y solo sé que le vas a comer la boca a
ese monumento de ahí asique disfrútalo y no pienses en nadie
Si no pensaba en nadie iba a desmelenarme y no era plan. Zac
era un chico guapísimo y muy agradable pero mi cabeza tenía que estar con Max y
solo con él.
-
Zac con más pasión!
Zac empezó a besarme más fuerte, yo hice lo mismo y al final
todo se descontrolo.
A veces la interpretación pasaba a ser más que eso y ese fue
mi caso, no besaba a un personaje, lo besaba a él.
Se me fue de las manos, ya
no sabía ni como volver a mirar a Max.
-
Otra vez –dijo el director-
Las miradas hablaban por si solas, los dos estábamos cómodos
dentro de la incomodidad y eso era muy raro. No entendía que me estaba pasando.
-
Estas bien? –pregunto apartando un mechón de
pelo de mi cara-
-
Sí, tengo tu saliva por todas partes pero estoy
bien –respondí intentando mejorar el ambiente- estas cómodo haciendo esto?
-
Más de lo que esperaba
La tensión se palpaba, todos nos estaban mirando y si eran
un poco listos podían ver como lo que estábamos haciendo ya no era una simple
actuación.
-
Te lo has pasado bien no? –pregunto Max muy
serio-
-
Era parte de la película
-
Lo dudo mucho
Enfadado y sin decirme una palabra más recogió sus
cosas y salió del estudio de rodaje. Si lo que quería era hacer daño a la
persona que mas quería lo había hecho demasiado bien.
-
Emma espera –escuche decir a Zac- Lo siento, no sé
si has discutido con Max o qué pero lo siento mucho si le ha molestado algo
-
Tranquilo he sido yo, mañana nos vemos
Antes de que me fuera y de una forma muy dulce me dijo lo
que tanto deseaba escuchar “Si me necesitas para lo que sea sabes dónde estoy.
No te preocupes”. Necesitaba saber que alguien me apoyaba después de lo que había
pasado, Max no podía ponerse así por algo que no tenía ni el mas mínimo sentido.
-
Estabas disfrutando del beso, no interpretabas
ningún papel. No me mientas Emma
-
No te estoy mintiendo
-
Júrame que no has sentido nada
No podía, aunque le dijera que no me había gustado el beso
lo había hecho. A cualquier mujer le agradaba besar a un chico tan guapo, era
normal, no por eso tenía que empezar a tener sentimientos por Zac.
-
Le gustas
Ya no sabía que decirle para que confiara en mi, creo que ni
yo misma lo hacía y eso era lo que más me preocupaba. Todas las inseguridades
que no tuve a la hora de casarme con Max acabañan de aparecer, en ese momento
me empezaba a dar cuenta de la locura que había hecho.
Llamar a Sara o a Sofía en otro momento hubiese sido lo
ideal, en cambio en ese no lo era. Cassie era la única que sabia como ayudarme,
sin miedo a que me pareciera mal o bien tenía que decirme la verdad, necesitaba
saber qué hacer con mi vida.
-
Estoy enamorada de Max, lo adoro. Lo que no
entiendo es porque me pasa esto ahora
-
Recuerdas el momento en el que hiciste el
casting con Zac? Ahí tienes la respuesta
-
Dímela porque no la se
-
Tenéis mucha química. No sé si lo que tenéis
ahora es un calentón o qué pero los dos estáis embobados el uno con el otro.
Tienes que tener muy claros tus sentimientos por Max si no quieres hacerle daño
No ayudaba nada, solo conseguía liar mas mi cabeza. Qué iba
a hacer daño a Max ya lo sabía antes de que me lo dijera, lo que necesitaba era
la clave para sobrepasar eso sin que nadie lo pasara mal.
-
No voy a ir al apartamento. Necesito estar sola
y aclararme, como mañana siga así en la película me van a mandar a la maldita
calle
Pase una diadema por mi pelo, cogí el bolso y salí
de allí lo antes posible. No tenía ni idea de a donde ir pero sabía que con Max
por el momento no podía volver. Igual lo que necesitaba era pasar toda la noche
encerrada en el coche dando vueltas por Los Ángeles, seguramente eso me ayudase
a decidir qué hacer. Mi cabeza por una parte me decía quédate con Max y mi corazón… mi corazón ni
yo misma lograba entenderlo; no podía ser posible estar enamorada de una
persona y desear con todas tus fuerzas a otra.
-
Creo que me he perdido
-
Ya veo tu coche. La casa que tienes justo a la
izquierda es la mía, ahora abro
Una gran verja se abrió frente al coche y de esa forma conseguí
conducir hasta una preciosa casa en las colinas de Hollywood. Era algo
completamente diferente a mi apartamento de Nueva York pero era muy bonito,
perfecto para pasar una noche allí.
-
Lo siento mucho, es tardísimo
Esa vez no entendía lo que quería decirme con la mirada,
parecía que le daba pena y eso era algo que odiaba.
-
Estas casada de verdad?
-
8 meses
-
Deberíamos ir a dormir. Mañana tenemos trabajo
Tanto para él como para mí el ambiente se había vuelto
demasiado incomodo, le agradecía que me dejara quedar allí pero cuanto más
separados estuviéramos mejor.
Zac se había convertido en mi único punto de
seguridad en la ciudad, todo mi mundo volvía a desmoronarse y aunque en ese
momento nuestra situación era muy incómoda sabia que siempre lo tendría a mi
lado para lo que necesitara.
-
Buenas noches
Antes de que me diera tiempo a responderle ya lo tenía
delante de mi cuerpo a punto de darme un beso en la frente, de esa forma dejaba
claras cuáles eran sus intenciones y lo que no quería que sucediera. Zac era más
listo de lo que me esperaba, sabía que no podía dejar que una niña de 20 años
se enamorase de él.
-
Duerme conmigo –dijo cogiéndome de la mano- me
da igual tu marido. Solo vamos a dormir
A eso fue a lo que fui hasta su casa, me daba igual si lo hacía
con él o sola, necesitaba dormir al menos un par de horas antes de pasar más de
6 horas grabando.
-
Puedes pegar ojo? –pregunte mirando al techo-
Llevaba casi una hora en la cama y se me hacia imposible
dormir, nada salía como quería, ni siquiera el dormir.
-
Ven –dijo rodeándome con su brazo- piensa solo
en ti, olvídate de los problemas. Quieres que te cante una nana?
Como quien no quería la cosa terminamos cantando una
estúpida nana mientras seguíamos tumbados en la cama. No sé si de esa forma
conseguiría dormir pero al menos había conseguido tranquilizarme un poco.
4 horas más tarde ya estábamos en pie e intentando desayunar
un poco antes de ir a grabar. Actores fuertes y sanos, actores que duran más
grabando, al menos eso decía Zac, una estupidez que solo el creía. Una taza de
café junto a una manzana fue exactamente lo que tome, Zac a diferencia empezó a
sacar mil cosas de la nevera, era imposible que en ese cuerpo entrase tanta
comida.
-
Acabo de veros llegando juntos? –pregunto el
director-
-
No pienses mal –respondí antes de que se
imaginara algo que no era- No me apetecía ir a mi apartamento. Es un buen amigo
-
Debería ser un buen amante, ya sabéis que os
toca hoy
Por fin dejábamos a un lado los momentos pasionales y nos
dedicábamos a momentos románticos.
La película iba a ser increíble, con suerte conseguiríamos
que se convirtiera en uno de esos éxitos que los adolescentes y las mujeres románticas
ven cuando se sienten deprimidos, una autentica película de amor.
En la playa me encontré con la sorpresa de que Max no iba ir
ese día a verme grabar, Cassie había hablado con él y entre lo que había pasado
la noche anterior y que yo no había ido a dormir al apartamento Max se
planteaba volver a Nueva York.
Mi idea era llamarlo para intentar hacerle cambiar de
opinión pero cuantas más veces lo pensaba menos sentido le encontraba. Después
de mucho tiempo no sentía la necesidad de tenerle a mi lado continuamente, por
fin parecía que era la chica independiente que siempre quise ser.
-
Zac… que hacemos?
-
No lo sé –respondió besando mi cuello-
-
CORTEN! Emma has dicho Zac, y Zac contrólate que parece que estáis haciendo la escena de ayer. Mas amor y menos pasión
Los nervios se estaban apoderando de mi, faltaba nada para
que se me olvidase de mis frases y eso era por culpa de Zac. Si teníamos que
grabar un beso tumbados en la arena de la playa lo que no podía hacer era
empezar metiendo su mano bajo mi camiseta y terminar con un beso aun más fuerte
que el de la noche anterior; con eso solo conseguía hacerme decir estupideces.