Desafortunadamente nuestro aniversario no duro para siempre
y por culpa de mi tweet y de las mil fotografías que aparecieron online Cassie
me llamo. Quería saber que tal estaba y porque estábamos en Nueva York, algo
que Max se pregunto más de una vez. Todo se resumía en temas de dinero asique
si algún día quería irme de luna de miel lo que tenía que hacer era trabajar más,
hacer millones de castings y con suerte en alguno me cogerían. Ser actriz era
muy duro sobre todo si estabas empezando.
-
Por eso es por lo que no me gusta este mundo. Te
vas a Ucrania y yo a Texas con tu padre, no sé cómo vamos a hacer para vernos
-
Aun queda un mes para que me vaya
-
Y a mi dos pero sabes lo ocupada que voy a estar
ahora. No nos vamos a ver en estos días, luego tú te vas y luego yo… a este
paso nos vemos en navidad
Al final la culpa la tenía yo por ser tan pesimista y no ver
que quizás algún día lo tendría libre y con suerte Max también. Acostumbrarme a
estar sin el 3 meses iba a ser muy difícil aunque lo peor sería acostumbrarme a
la idea de que eso iba a ocurrir tarde o temprano.
Me encantaba actuar pero no tanto hacer entrevistas o
sesiones de fotos. En todas ellas terminaban preguntándome por Jeremy y me
cansaba de forma sobrenatural, algún día se ganarían una mala contestación.
-
Ha influido en tu carrera que tu prometido sea
el hijo de Jeremy Irons?
-
Para nada. Si hay alguien que me puede influir
es Max ya sea hijo de Jeremy o de quien sea. Sin el seguramente estaría
trabajando en un hospital
-
Pero ahora vas a rodar una película junto a
Jeremy
-
Si y me encanta poder hacerlo pero cuando hice
el casting ni sabía que Jeremy tenía un papel para la película. Salí del
casting y mi manager me lo dijo, estaba rodando otra película y no tuve tiempo
ni de hablarlo con Max… fue un caos
Al menos esa vez encontré una buena respuesta que darle. El
chico parecía agradable pero eso no quitaba que me fuera a hacer preguntas
incomodas, deseaba terminar esa parte lo antes posible, prefería las fotos a
mas preguntas.
-
Que sexy que es mi mujer –escuche decir detrás mía-
Nerviosa?
-
Max!
No lo esperaba allí. Los chicos de la revista habían
organizado una sesión de fotos en un hotel perdido de Nueva York y aunque yo
fuese muy elegante el hotel no lo era tanto.
-
Quien es este? –pregunte acariciando a un
pequeño cachorro-
-
Emma ten cuidado –dijo Cassie-
No podía aguantar las ganas de coger a esa monada, podría
manchar la ropa pero con un poco de cuidado eso no pasaría.
-
Feliz cumpleaños
-
No es mi cumpleaños
-
Tu piensa que si que lo es. Nuestra nueva
mascota
Me encantaba poder quedarme con ese cachorro pero aun no sabía
cómo iba a cuidarlo con todo el trabajo que tenia. Ya me imaginaba a Cassie
cargando con el de un lado para otro.
- Tengo que volver al trabajo. Luego le ponemos nombre
Antes de que me retocasen el maquillaje les di un beso a los
dos; por fin tenía dos hombres en mi vida.
POV Max
Después de una mañana haciendo entrevistas y comprando un
poco por fin tenía tiempo para ver a Emma, estaría trabajando pero menos era
nada. En una de las entrevistas me preguntaron si tenía mascota lo que me
recordó las ganas que tenía mi mujer de tener un tercer miembro en la familia.
Busque en internet una perrera cercana, me acerque con el coche y después de
mucho papeleo por fin teníamos a ese pequeño en la familia.
Cassie en cuanto lo vio supo que algún día iba a tener que
cuidar de él y eso no le gustaba nada. Lo miraba con algo de recelo pero al
final termino cayendo en sus redes al igual que toda la gente que pasaba por
ahí y veía a esa criatura sobre mis piernas.
-
¿Tienes algo que comentarme? –pregunto Cassie-
-
Que yo sepa no
-
A alguien hoy se le ha escapado decir “quiero
ver a mi marido” no sé si eso significa algo
Sé que no lo dijo aposta pero Emma tenía que tener más
cuidado si no quería que nuestras familias se enterasen de la noticia por
alguien que no fuéramos nosotros. Tuve que confirmar las sospechas de Cassie y
suplicarle que no dijera nada de lo que había pasado, aun no estábamos
preparados para ver a mi madre teniendo un paro cardíaco.
-
Le podemos llamar Max
Tenía un descanso de 5 minutos y ya venía a vacilarme. A
veces me replanteaba el haberme casado con ella.
-
Tienes nombre de perro cariño –empezó a reír a
carcajadas- Elígelo tu
-
Emma está bien
-
Idiota –dijo antes de darme un golpe en el
pecho- Se va a llamar Buddy, el es mi único amigo
-
Entonces yo que soy?
-
Mi marido –susurro al ras de mis labios- antes
sin querer se me escapo delante de Cassie
-
Lo sé, no te preocupes
Aparté a Buddy de mis piernas y la senté a ella. Al final
aunque me hiciera un poco rabiar sin ella no era nadie, la necesitaba a mi lado
y los dos lo sabíamos.
La sesión de fotos no duro mucho mas, solo tenía que
esperarla una media hora allí sentado y luego ya podría llevarla a cenar a
cualquier restaurante de Nueva York.
-
Lo sabia Max! El perro va a terminar siendo mío.
Como le coja cariño no lo volvéis a ver
Tener un perro iba a ser más complicado de lo que
creía. Mientras fuera tan pequeño íbamos a tener que tenerlo a todas horas con
nosotros y al final la que iba a pagar el pato iba a ser Cassie. Era casi como
una madre para Emma, cuidaba de ella, del perro y hasta de mi.
Me daba pena por ella pero ese día mas que nunca me apetecía
ir a cenar fuera con Emma.
-
Me lo han regalado –dijo enseñándome su vestido-
La gente me adora
-
Eres una diva
-
Dejo de ser una cría para ser una diva. Me
encanta lo bien que me conoce mi marido
No era normal, Emma no podía ser normal diciéndome esas
cosas con tanta normalidad. Yo la llamaba diva de broma pero ella se metía en
el papel y hasta le gustaba poder serlo por unos minutos.
Después de darle a Cassie todas las cosas que necesitaba
para cuidar de nuestra nueva mascota, subí junto a mi mujer al coche y conduje
hasta uno de mis restaurantes favoritos de la ciudad. Emma decía que con una
estúpida bicicleta se conformaba como regalo de boda pero yo quería mas, quería
hacerla feliz y sabia que eso no era suficiente.
Al entrar al restaurante una chica se nos acerco sonriendo.
No pretendía ser un creído pero antes de que dijera nada le pregunte si quería
una foto, su respuesta fue “Si, puedes hacérnosla? Soy una gran fan” Fan era
pero de Emma.
Con tan solo un videoclip, una película y otra a punto de
salir Emma tenía más fans que yo.
-
El orgullo de la familia
-
Porque la gente me conozca no quiere decir que
sea por algo bueno. Tengo peor reputación que Britney Spears
-
Eres una pequeña loca pero por eso la gente te
quiere, aunque no tanto como yo
La noche empezaba bien, los dos con una gran sonrisa en la
cara y con muchas ganas de hablar de cualquier tontería que se nos pasara por
la cabeza. Adoraba poder estar así con Em, en cuanto nos separamos por
cuestiones de trabajo iba a ser muy difícil acostumbrarme a no levantarme con
ella abrazando mi cuerpo o irme a dormir sin antes darle mil besos.
Después de cenar quizás debía pasarme por casa de Cassie a
buscar a Buddy pero no lo hice, tenia cosas más importantes por las que
preocuparme.
-
Baila para mí –pedí con la cámara entre las
manos-
Sabia como hacerlo, esa pequeña era demasiado lista y muy
fácilmente encontraba la forma de calentar el ambiente.
En mitad de la calle y conmigo grabándola empezó a bailar
demasiado sexy. Las pocas personas que caminaban por allí a esas horas no
dudaban en mirar como Emma se movía; si no fuera actriz bien podía dedicarse al
baile.
-
Estáis grabando un videoclip? –pregunto un chico
de unos 30 años- No está nada mal
-
No, es solo por diversión –respondí-
-
Pues deberías subirlo a internet. A la gente le
encanta este rollo
En cuanto se fue me quede pensando en lo que había dicho,
quizás no era mala idea subirlo. Emma ganaba más fans y así veían lo buena
bailarina que era.
-
Ya sabes cómo son algunas
-
Se van a poner celosas porque tú sabes cómo
ponerme a 100 y ellas no -respondí sujetando su cara- Mujer lasciva
Esta vez fue ella la que empezó a grabarme. No sabía qué
hacer, mil cosas pasaban por mi cabeza y ninguna de ellas se podían hacer en
lugares públicos.
- Abrigo fuera
Eso era solo el comienzo. En mitad de la calle y con algunas
personas mirando me quite el abrigo y empecé a hacer el idiota con tal de hacer
reír a Emma. Aunque no lo demostrara a menudo yo era así, me encantaba hacer el
idiota y si era en público mucho mejor.
En cuanto un chico se unió a mi baile Emma empezó a morir de
la risa, intentaba seguir grabando pero sus carcajadas eran más altas de lo que
yo podía hablar.
-
Divertiros
El chico se despidió de nosotros amablemente y ahí ya me di
cuenta de que era mejor dejar el baile y volver a casa antes de que alguno
cogiéramos una pulmonía de tanto estar en la calle. En otro momento quizás me
hubiera controlado pero con Emma contoneándose en ese mini vestido mi cabeza
solo podía pensar en una cosa, sexo. Tenía un problema, era verla y desear
hacerle el amor a todas horas, luego pasaba lo que pasaba pero era irremediable.
Después del ejercicio que hicimos entre las sabanas Emma se
quedo dormida rápidamente, yo en cambio fue imposible. Subí la
locura de vídeo que habíamos grabado, envié un par de pruebas en video para
varios castings y envié un mail a la madre de Emma; odiaba ver como mi mujer y
mi suegra aun no habían solucionado sus problemas.
“Lo siento si mi
español es muy malo y escribo alguna cosa más. Quizás debería llamaros pero
creo que me resulta más fácil contaros todo lo que pasa por escrito.
He intentado hablar
con Emma desde lo ocurrido y solo sé que está muy mal por todo lo que ha
pasado. Sé que no tenéis la culpa de nada pero ella lo vive de esa manera y
creo que lo mejor es darle un poco de tiempo. Tienes una hija muy lista y te
aseguro que en unos días será ella la que os llame para hablar todo lo que
tengáis que hablar.
No os preocupéis por
nosotros, Emma está bien y yo igual, cuidamos el uno del otro.
En cuanto tengamos
tiempo libre iremos a haceros una visita, estoy seguro de que todo volverá a la
normalidad.
Un beso, Max.”
-
Cariño que haces? –pregunto adormilada- es muy
tarde
-
Leyendo los comentarios que han puesto en el
video. A la gente le gusta o eso parece
No le mentí, después de enviar el mail me puse a leer los
comentarios del video y la mayoría eran muy divertidos. Por ese motivo me
gustaba grabar videos, la gente podía sentirnos más cercanos pero no tanto como
para saber que hacíamos cada segundo de nuestra vida.
Esta vez sí que apague el ordenador y aunque solo fueran dos
horas necesitaba dormir si quería estar presentable para todas las entrevistas
que tenia al día siguiente. Abrace a Em y en nada quede dormido.
5 horas más tarde…
-
¿Qué joven eres no?
Me sorprendía lo jóvenes que podían ser los periodistas. Ese
chico parecía tener a lo mucho 18 años, no daba crédito a lo que veía.
- Tengo 20, la misma edad que tu prometida
Para una vez que Emma me acompañaba a una entrevista y me
vacilaban de esa forma; me lo merecía.
- Adelante con las preguntas, te acabas de ganar
todo mi respeto
Había pasado de hacer entrevistas promocionando una película
a hacer entrevistas promocionándome a mí mismo. Mi representante no paraba de
mandarme a sesiones de fotos o cosas como estas, parecía que interesaba más mi
vida privada que mi vida profesional algo que a mí personalmente no me gustaba
nada.
Un día hablando con Em nos planteamos dejar todo este mundo
y dedicarnos a un trabajo normal. Ciertas cosas que teníamos que pasar para
poder actuar en una película no eran de nuestro agrado y supongo que del de
nadie.
-
Si no fueras tu, quien te gustaría ser?
Que pregunta más rara, pensé.
-
Mi padre, me encantaría saber qué piensa cuando
ve a Emma. Creo que está enamorado de ella
Tanto el chico como yo miramos a Emma y esperamos que se
pronunciase al respecto, algo que no ocurrió. Para esas cosas prefería quedarse
en silencio y decírmelo todo con la mirada.
-
Enana –dije acariciando su pierna-
Ya que Emma podía pasar el día conmigo no quise perder mucho
tiempo con mis tonterías, conteste a todas las preguntas que tenía el chico y
en cuanto pude salí de allí y me la lleve a dar una vuelta por la ciudad. Ya
que teníamos nuevas bicicletas y hacia buen tiempo había que aprovecharlo.
-
Cassie me mata. Fijo que tiene que hacer cosas y
con el perro no puede
-
Quieres ir a por el ahora?
-
Y donde lo llevo? En la cestita de delante?
-
Podrías –respondí seriamente-
Si ella quería podíamos recorrer 10 kilómetros en bici e ir
a casa de Cassie a por Buddy. De no ser por Em ni me hubiera acordado de que el
día anterior había traído un nuevo miembro a la familia.
En menos de 40 minutos allí estábamos, muertos de cansancio
y con 0 ganas de que Cassie no estuviera en casa.
-
En bicicleta? Desde West Village hasta Harlem? Estáis
locos
-
Teníamos ganas de hacer deporte
-
Sobre todo tu –dijo mirándome de arriba abajo-
Acabas de salir de trabajar no?
Era igual que mi madre, me veía más o menos arreglado y ya sabía
de dónde venía. Mis mentiras a veces eran muy fáciles de desmontar.
-
Subir al coche
Lo dicho, Cassie era nuestra madre en Nueva York.
Nos llevo de vuelta a casa y aunque allí pretendiese
descansar un poco con Emma jugando con el perro iba a ser imposible. Parecía
que Buddy quiera quitarme a mi mujer, apenas podía pasar un segundo con ella y
eso solo hacia más que aburrirme.
Si me fui a vivir a Nueva York fue solo por poder estar con
ella, ahora no podía dejarme de lado por culpa de un perro.
-
Búscate un nuevo hobbie
-
Para un rato que tengo libre quiero pasarlo
contigo. Ahora no me vengas con tonterías
-
Estaba bromeando, no te lo tomes todo en serio
A veces me enfadaba sin motivo pero esa era mi forma de ser,
de la mínima cosa hacia una montaña y al final la que pagaba mis problemas era
Emma.
-
Max –dejó al perro en el suelo y se acerco a mí-
eres tonto. Solo bromeaba, me da igual todo con tal de estar contigo. En serio
doy mi vida por estar a tu lado, no te pongas así porque pase 5 minutos con el
cachorro
Daba rabia ver como la mujer con la que te habías casado era
más perfecta de lo que habías podido imaginar. Me sentía mal por a veces no ser
quizás todo lo bueno que ella podía necesitar.
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